It ain't my fault - Zara Larsson (Leer escuchando ésta canción)
Grace
19 de septiembre 2014
Justo ahora estoy estacionado frente a la casa de Alexander Payton, un chico de nuestro semestre que estudia enfermería. Al parecer Alex tendrá casa sola todo el fin de semana y se proclamó fiesta tres noches seguidas.
Anne, que esta sentada en el asiento del copiloto arreglando su falda, ríe espontáneamente y me mira con sus brillantes ojos verdes.
-¿Hace cuánto no íbamos a una fiesta?
Me pregunta, y yo realmente no lo recuerdo, creo que fue el semestre pasado, pero prefiero no asegurar nada.
Niego con la cabeza y saco un espejo para retocar el tono vino de mis labios.
-Eso no importa Anne, hemos venido a divertirnos.
Ella vuelve a reír y asiente, sus ojos verdes delineados de plateado lucen más grandes y luminosos. Esta emocionada, debo admitir que también lo estoy, Alexander pertenece a la clase de niños ricos con mansiones y piscina, que nos invitaran a algo como esto quiere decir que no pasamos desapercibidas, y eso es fabuloso.
-Promete que no le derramarás batidos encima a nadie.
Pide Anne y yo la miro rápidamente, no sé como rayos se entero de eso, pero más le vale no molestarse, Luck se lo merecía, mi sentido de justicia ganó, y si alguno de esos chiquillos inmaduros están esta noche aquí, que es lo más probable, espero que no se metan con mi amiga, o la noche acabará mal.
-No puedes decir que no se lo merecía.
Es lo que digo, y regreso a la tarea de pintar mis labios y revisar una última vez mi maquillaje. Me encanta que mis ojos oscuros lucen casi negros gracias al delineador.
-No puedes pelear mis batallas, Grace.
Suspiro y guardo el espejo en mi pequeña bolsa para luego mirar a Anne fijamente.
-Lo sé Anne, no diré que lo siento, porque ese chico lo merecía, pero prometo preguntarte la próxima vez si puedo derramar batidos, ¿de acuerdo?
Anne gira sus verdes ojos y baja del automóvil, yo hago lo mismo y a la par comenzamos a caminar rumbo a la gran construcción que tenemos al frente.
La música se escucha desde la calle, es una mezcla movida con un toque electrónico, mi mano instintivamente comienza a seguir el ritmo.
Hay chicos en el jardín delantero con vasos de bebida en las manos, todos charlan y ríen. Bien, afuera todo esta tranquilo, e imagino que dentro también, apenas son las 10:34 pm, y se suponía que la fiesta comenzaba a las diez, ¿que tan rápido puede actuar el alcohol en una persona?
Al entrar el volumen de la música hace que mi sangre vibre, esto es genial, amo las fiestas. El ambiente huele un poco a tabaco, las luces de la casa fueron bajadas a un nivel que apenas alumbre, hay cuerpos moviéndose en una improvisada pista de baile, también hay charlas y risas.
Seguimos avanzando, el objetivo es conseguir una bebida para entrar en ambiente, pero no tengo idea de dónde están siendo repartidas, miro al rededor luchando por encontrar un rostro familiar.
Al parecer nos topamos con la cocina en el camino, dos rubias salen riendo a carcajadas con dos vasos rojos de plástico cada una. Ese tipo de vasos son él estereotipo de todas las fiestas. Si alguna vez ayudo a Roger en la organización de una fiesta compraré vasos negros o tal vez azules, verdes si Roger insiste demasiado.
Anne se consigue un vaso de whisky y yo uno de vodka, nos apartamos a las orillas para charlar entre nosotras sobre cosas triviales, estamos así media hora más o menos hasta que un chico cuyo nombre desconozco saca a bailar a Anne, ella acepta sin dudarlo mucho debido a que vino a divertirse, al igual que yo.
Divago por los alrededores de la sala y comedor con el vaso rojo entre mis manos, saludo a un par de chicos de mi clase y algunos otros que no conozco me saludan a mi, la música suena a todo volumen provocando que mi interior vibre al ritmo, un par de parejas ya comienzan a meterse mano en los rincones más oscuros.
-Chica del batido.
Escucho que dicen a mis espaldas, por instinto me giro y quedo frente a un bien parecido chico rubio, en arco las cejas sin responder a lo que supongo pretendía ser un saludo, reconozco a este chico del día que apliqué justicia a Luck. Sin duda alguna estaba con él.
Me quedo en silencio esperando que este chico diga algo más, porque sin duda yo no voy a responder a lo que dijo, no es como si hubiera una respuesta para eso.
El rubio extiende su mano hacia mi y con su cabeza señala la improvisada pista de baile, levanto los hombros restando importancia y acepto ir con él, después de todo vine a divertirme.
Según el reloj de mi celular faltan quince minutos para las doce de la noche, voy por mi tercer vaso de vodka. Me siento acalorada y estoy segura de que mis mejillas están encendidas. Hace un rato que deje de bailar con aquel rubio cuyo nombre no me moleste en preguntar, él parecía tener otras intenciones más allá de solo bailar, en cuanto sus manos comenzaron a descender peligrosamente a mi trasero le di un cortón y me alejé. No soy chica fácil, sí, suelo ser coqueta en ciertas ocasiones, pero no soy chica fácil.
Al salir de la cocina choco con alguien por ir pajareando sobre cosas sin sentido, al levantar la vista me encuentro con unos hermosos ojos grises y una sonrisa de costado.
Jared Danniels, claro, debí suponer que tal vez los tres mosqueteros estarían aquí.
Nos quedamos unos segundos así, mirándonos fijamente. Yo estoy rememorando la última vez que nos vimos, aquella en donde él me besó intensamente sobre algún escritorio, por inercia mis ojos bajan a sus sensuales labios, joder, no ahora.
-Me sorprende verte aquí.
La voz varonil de Jared provoca que vuelva la vista a sus ojos grises, en arco una ceja.
-¿Por qué te sorprende?
Cuestiono yo, me resulta interesante conocer su respuesta.
-No recordaba que fueras una chica de fiestas.
Una risa sarcástica brota de mis labios, creo que eso le sorprende un poco, es bonita su expresión en éste momento.
-Antes tal vez no...
Levanto los hombros y me dispongo a retirarme en busca de cualquier otra cosa que hacer. Tal vez buscar a Anne por ejemplo, hace tiempo que no la veo cerca. Rodeo a Jared y comienzo a alejarme cuando una mano sobre mi brazo me detiene, me giro y enfrento su chispeante mirada.
-Hum... ¿quieres bailar?
Me pregunta. Sonrío de lado y asiento, Jared sonríe también, su sonrisa es muy bonita. La noche de besos calientes llega a mi memoria, él en este momento luce exactamente igual que aquel viernes. Su mirada acero esta brillante debido al alcohol, cosa que me indica que ha estado aquí ya un rato, su rostro entre las sombras luce misterioso.
Muerdo mi labio, porque un impulso de volver a saborear sus labios se quiere abrir paso entre mi razón.
Antes de ir a la pista ojos grises pasa por un trago que termina curiosamente rápido, en solo tres tragos, yo también termino lo que quedaba del mío. Una mezcla de Dipplo está sonando por los altavoces, él ritmo me invade en cuanto estamos en la pista. Comienzo a mover mis caderas libremente y muevo los brazos al compás de la música.
Debo admitir que me gusta mucho bailar, es una de las cosas que más me gusta hacer.
Jared se esta moviendo conmigo al ritmo de la mezcla, los cuerpos a nuestro alrededor hacen que me acalore un poco rápido, dos canciones después estoy yendo por otro trago para refrescar mi garganta.
Consigo un poco de whisky, llevo un vaso para mi pareja de baile de los últimos minutos quien se quedo platicando con uno de sus compañeros. Al llegar hasta ellos sonrío y le entrego su bebida, el chico con el cual charlaba se despide y nos deja solos.
-¿Viniste sola?
Pregunta él antes de tomar un trago.
-No, vine con Anne. ¿Y tú? ¿Viniste con Roger y Michael?
Jared niega con la cabeza, algunos mechones ondulados se pegan a su frente debido al sudor. Eso solo lo hace lucir sexy a mis ojos, tomo un trago largo de whisky para ahogar ese pensamiento.
-Solo con Michael, tu primo no quiso venir.
Asiento y ambos terminamos nuestras bebidas en un silencio que gracias al cielo no es incómodo, una parte de mi no entiende porque rayos Jared Danniels esta aquí conversando conmigo. No es que me moleste, simplemente me intriga, cuando eramos más chicos él jamás me presto demasiada atención, y yo tampoco se la preste a él.
Platicamos por no sé cuanto, en este lapso me conseguí dos vasos más, él alcohol ya esta provocando que mis mejillas se enciendan y las palabras salgan un poco rápido, no estoy ebria, al menos yo no lo creo así, solo estoy achispada y un poco mareada, al menos sigo manteniendo equilibrio sobre mis tacones.
Anne esta con algún chico bonito que acaba de conocer, vino a buscarme hace unos minutos para que la acompañara al baño y al regresar volvió a lo que estaba, yo también lo hice.
En cuanto vuelvo con Jared él me invita a volver a la pista y yo acepto sin dudar, mi cuerpo vibra de energía, comenzamos a movernos al ritmo de la música, sus manos se colocan sobre mis caderas con firmeza, así que yo me permito rodear su cuello con mis brazos. Me doy cuenta que el alcohol también esta surtiendo efecto en Jared, sus ojos grises parecen dos lagos plateados, profundos y oscuros, los dos botones superiores de su camisa están desabrochados, su cabello esta revuelto y él luce caliente, realmente caliente.
Mis movimientos comienzan a ser un poco más intensos de lo que deberían ser, pero simplemente no me importa. Jared me pega un poco más a su cuerpo y yo me sigo dejando llevar por él ritmo de la mezcla, siento como sus manos viajan de mis caderas a mi cintura, me doy permiso de jugar con los rizos que se forman en su nuca, los enredo en mis dedos.
Jared y yo estamos cerca, muy cerca, puedo sentir él calor que emana de él, puedo sentir su aliento caliente en mi hombro, cuando él gira la cabeza nuestros rostros quedan a escasos centímetros, mis ojos viajan de sus ojos a su boca.
El chico inesperadamente me saca de la pista de baile y me conduce a las escaleras, yo lo sigo porque una parte de mi esta expectante, mi lado racional esta embotado en este momento. Me conduce hasta un pasillo que parece vacío, caigo en la cuenta de que ya ha estado aquí antes, cosa que no me sorprende.
Estoy mirando al rededor cuando Jared me pega a la pared, jadeo por un momento, mis ojos buscan los suyos, sostenemos nuestras miradas por un largo momento, después él se acerca y los lagos de plata bajan a mis labios, siento que contengo la respiración, solo son unos segundos y después Jared esta besándome nuevamente, con ferocidad y sensualidad. Mi sorpresa me impide reaccionar los primeros segundos y después estoy correspondiendo.
Los labios de Jared saben algo dulce debido al vodka que bebió por último antes de ponernos a bailar, mis brazos se enredan en su cuello mientras sus manos viajan a mi espalda baja.
En cuando su lengua busca la manera de adentrarse en mi boca y yo accedo a esto el nivel de intensidad entre nosotros sube drásticamente. Esto no se parece nada a los besos en él salón de la universidad, ni a los que nos dimos en su automóvil. Estos besos son voraces, buscan ir a más.
De un momento a otro yo ya no estoy sobre mis pies, mis piernas están enredadas en las caderas del ojigris y él me tiene pegada a la pared con las manos sobre mi trasero, sosteniéndome. Nuestros labios están comenzando a hincharse, él comienza a bajar de mi boca a mi barbilla, siguiendo por mi cuello y clavícula.
Joder, esto se esta poniendo caliente a niveles nuevos, y me gusta, debo admitir que me gusta.
Me doy el tiempo de aspirar su aroma mientras presta atención a mi cuello, Jared huele a una colonia muy varonil, mezclada con aroma a vodka y cigarrillos.
Cierro los ojos disfrutando del momento, mis dedos no quieren abandonar su cabello.
-Déjame llevarte a casa...
Dice él en un susurro entre cortado, me encuentro con su mirada, sus pupilas se encuentran dilatadas y nuestras respiraciones son agitadas.
Jared Danniels esta pidiéndome ir a casa. Mi parte racional parece gritar algo sobre Jared siendo el mejor amigo de Roger, pero en menos de dos segundos la estoy acallando por mi parte anhelante y deseosa, mi parte caliente que me suplica aceptar la oferta.
-Llévame a tú casa.
Escucho que digo, una sonrisa ladeada aparece en su rostro, me deja sostenerme por mis propios pies, los tacones repiquetean sobre las baldosas del piso. Jared me extiende su mano y me encuentro tomándola, no sé a donde vayamos a parar con todo esto, pero unas ideas lujuriosas que involucran a éste hombre sexy me hacen sonreír.
20 de septiembre, 2014
La luz que entra por la ventana es lo que me despierta, me quejo en voz baja, siento mi cuerpo pesado. Comienzo a abrir los ojos maldiciendo el no haber cerrado las cortinas la noche anterior. Con pereza me incorporo y frotó mis ojos, al comenzar a enfocar lo primero que noto es que no estoy en mi habitación, este hecho me despierta por completo.
Al girar veo mi vestido tirado en él suelo, junto a mi ropa interior. Los recuerdos de la noche pasada me llegan de golpe.
Jodido cielo... Al mirar junto a mi me encuentro una bien trabajada espalda desnuda, unos lunares se esparcen sobre ésta, pero no me permito pensar demasiado en eso.
Estoy desnuda en la habitación de un chico, y no de cualquiera, me encuentro en la habitación de Jared Danniels.
Respiro profundo, ayer por la noche -u hoy por la madrugada, realmente eso no importa- tuve sexo con Jared Danniels, el mejor amigo de mi primo.
Cubro mi rostro por unos segundos, el remordimiento se esta abriendo paso. Ayer estaba un poco ebria, lo reconozco, y también estaba deseosa ¿de que sirve negarlo? Termine teniendo sexo con el mejor amigo de Roger, correcto, no entraré en pánico.
Mis ojos se abren de horror ante la idea de que Roger pueda enterarse de esto, lo que menos quiero es que tenga alguna clase de problemas con su amigo por mi culpa, esto es como una especie de traición doble, ¿o no?
Joder, joder, joder. No estoy pensando claramente, no puedo pensar claramente.
Bien <<Relajate Grace>> me ordeno mentalmente. Salgo con cuidado de las sábanas para no despertar a Jared, me visto en tiempo récord y busco mi bolso en los alrededores. No está por ningún lado... Mi ansiedad hace que deje de importarme, solo quiero salir de aquí lo antes posible, olvido mi bolso y con los tacones en la mano salgo de la habitación de Jared Danniels.
Bajo las escaleras del apartamento y ruego mentalmente por no encontrarme con Michael, y por todos los cielos, no deseo encontrarme con Roger. Aprieto los labios, siento que estoy huyendo de una escena del crimen o algo parecido.
Encuentro mi bolso en un sillón de la sala, lo tomo y salgo del lugar como alma que lleva el diablo.
En la esquina de la cuadra pido un taxi y doy la dirección de mi apartamento, anoche le deje mis llaves a Anne y llegue en taxi con Jared, porque sí, Jared es responsable y cuido de no conducir en un considerable estado de ebriedad.
La culpa me esta comiendo, y lo peor es que no es solo por haber tenido sexo con un amigo de mi primo, la culpa radica en que lo disfrute, joder, ahora que mi mente comienza a aclararse se que el polvo que tuve anoche fue uno de los mejores de mi vida, y no me arrepiento en lo absoluto.
Lo siento Roger, pero me gustó acostarme con Jared, él estuvo magnífico.
Este capítulo se lo dedico a lucia1898