A la mañana siguiente Alec abrió los ojos y no se sorprendió de ver a Magnus roncando como oso. Era temprano y Alec sabía que lo mejor era volver a dormir, pero no pudo. Las cosas que Magnus había dicho anoche aun resonaban en su cabeza, y la verdad es que no sabía que pensar de ellas.
Todo era demasiado confuso y Alec odiaba el sentimiento, así que se levantó y salió de la habitación. Su cabeza dolía y su estómago rugía; sabía que desayunar le ayudaría a sentirse mejor. Tenia que parar de sobre analizar la interacción que había tenido con Magnus la noche anterior, y para ello necesitaba distraerse un poco.
Alec caminó hacia la cafetería, y después de comprarse unos panqués, se sentó en una de las muchas mesas vacías. Después de todo, el lugar estaba desértico. No que esperara algo diferente con la hora que era.
Casi había terminado de comer cuando dos chicos se sentaron en la mesa de al lado y comenzaron a platicar sobre la fiesta. Alec trato de no prestar atención a la conversación, ya hablaban sobre un chico que había bailado desnudo en la fiesta, pero de repente mencionaron a Camille, y eso si llamó la atención de Alec.
– Que mal que ya tenga novio. –dijo uno.
– No lo tiene, – replicó el otro.
– Si, si lo tiene. Está saliendo con el chico Bane. –
– No es cierto. –
– Si, si lo hace. Les vi besándose en la fiesta. –
Alec sintió como si alguien le hubiera golpeado el pecho. Había sido un tonto al pensar que Magnus pudiera estar interesado en él. ¿Por qué lo estaría? Alec era aburrido y raro, y no lo suficientemente atractivo como para llamar la atención de alguien como Magnus.
De repente, ya no estaba hambriento, así que dejó su desayuno sin terminar y salió de la cafetería. Tenia que volver a su habitación y comenzar a empacar e irse de la escuela lo más pronto posible. El curso había terminado y necesitaba unas buenas vacaciones para olvidar a Magnus, y todo lo que le hacia sentir.
Cuando Alec entró a la habitación, esperaba que Magnus siguiera durmiendo. Aun era temprano y había estimado que su compañero seguiría durmiendo hasta el medio día, pero se había equivocado. El hombre estaba despierto y sentado en su cama, frotando su cabeza con sus pulgares. Se veía destrozado.
Alec hiso lo mejor que pudo para ignorarlo y caminar hacia su estante para tomar un libro. El plan de empacar tendría que esperar. Sabia que con todo el remolino de emociones que tenia dentro, no podía estar cerca de Magnus. Así que su mejor plan era tomar un libro y esconderse en la biblioteca hasta que Magnus no estuviera en la habitación.
– Gracias, – masculló Magnus de la nada.
– ¿Por qué? – dijo Alec, aun ignorándole. Sus ojos estaban fijo en el estante de libros.
– Por lo que hiciste anoche. –
Alec entró en pánico, pero intentó mantenerse tranquilo. – Yo no hice nada, – dijo, mientras fingía examinar sus libros.
– ¿Entonces quien me puso en la cama? – preguntó Magnus confundido.
– No lo se, – mintió Alec. – Quizá tu novia, – dijo con un tono más amargo del que deseaba.
– Yo no tengo novia, – dijo Magnus. – Y se que fuiste tu. puede que no recuerde todo lo que paso anoche, pero si tengo pequeños recuerdos. –
Alec trató de no entrar en pánico.
– Recuerdo llegar al edificio, – continuó Magnus. – De alguna forma, tambaleándome, y luego colapse cuando intenté llegar a la puerta. Supongo que me golpeé la cabeza porque me duele demasiado. –
Alec le ignoró.
– Tu me ayudaste, – dijo Magnus seguro de si mismo.
Alec continuó ignorándole y simplemente tomó el primer libro que encontró, y caminó hacia la puerta lo más rápido que pudo.
– ¿Por qué me ayudaste si me odias tanto? – preguntó Magnus. – ¿Por qué no me dejaste en el pasillo? Podrías haberte reído en la mañana. –
Alec se congeló en su sitio.
– ¿Por qué me odias tanto, Alec? –
– ¿De verdad quieres saber por qué? – explotó Alec.
– Por favor. – dijo Magnus.
– ¡Por que solo es un juego para ti! Coqueteas, te diviertes y no te importa lastimar a la gente en el proceso. Siempre te estás burlando de mi, como, prácticamente todo el tiempo. Si hago algo, porque lo hice, y si no hago nada, porque no. Siempre tienes algo que decir. ¡Puedes mantener tus malditas opiniones para ti! –
– Alec...–
– No, – le cortó Alec. – Dijiste que querías saber, ¿cierto? ¡Pues ahora déjame terminar! Me he estado guardando esto por mucho tiempo y estoy cansado. Cansado de esto, cansado de que tu y tus amigos se burlen de mi. ¿crees que no me doy cuenta? Que tu y tus amigos disfrutan el hacer mi vida miserable. Como el día en que Ragnor me lanzó esas hojas. Se que si me había visto antes, todos lo hicieron, pero pretendieron que no solo para burlarse de mi. –
– Alec...–
– ¡No!, – le cortó de nuevo. – No trates de justificarte, Magnus. Se como son todos ustedes. Solo vas por la vida divirtiéndote y haciendo que la gente te ame, pero yo puedo ver a través de esa fachada. Todos ustedes son un montón de hipócritas, especialmente tu. Te he visto, Magnus Bane. Coqueteas y le haces creer a la gente que estas interesado en ellos y después simplemente te alejas. Les haces creer que son especiales para ti, para después destruir sus esperanzas. Les usas, ¡como me usaste a mi! Puede que no tenga experiencia, pero se cuando alguien esta coqueteando conmigo. Creí que estabas interesado, pero nunca lo estuviste. Solo jugaste conmigo. Y eres así con todos y te odio por ello. Te odio por que me hiciste creer que yo era interesante y especial, e incluso atractivo y...–
Alec no pudo terminar lo que estaba diciendo, porque lo siguiente que supo fue que Magnus le estaba besando, y el le besaba de vuelta. Torpemente y sin experiencia, pero Alec le besaba de vuelta, y quería continuar haciéndolo hasta el día que muriera, porque era perfecto. Besar a Magnus era la definición de perfección.
– Tu, niño estúpido, – dijo Magnus, separándose un poco para mirar a Alec a los ojos. – Claro que eres especial y atractivo e interesante. Eres el hombre más interesante que he conocido y si, coqueteaba contigo. Pero no lo hacía porque estuviera jugando, si no porque estaba interesado en ti. Pusiste un hechizo en mi en el momento en el que cruzaste esa maldita puerta. Tu y tus estúpidos libros me cautivaron y por algunos días pensé que yo te gustaba también. Por eso coqueteaba contigo, pero un día simplemente comenzaste a ser grosero conmigo y me detuve porque pensé que no estabas interesado. Y si, pelear contigo era la única forma de llamar tu atención. Cada vez que intentaba ser amable tu me ignorabas, así que me di cuenta que al gritarte y hacerte enojar, llamaba tu atención. Todo este tiempo solo quise que me notaras porque me gustas, tu idiota. –
– ¿Te... te gusto? – preguntó Alec, confundido. Aun estaba un poco aturdido por el beso.
– Claro que me gustas, ¿por qué crees que Camille te odia tanto? Ella lo sabe, todos lo saben. Mis amigos... todo lo que hacían era porque me intentaban ayudar. Intentaban hacer que me notaras. Son estúpidos, lo se. No tengo excusa para su comportamiento, pero ellos pensaban que ayudaban. Ragnor, Raphael, Catarina, Tessa... todos saben que me gustas. –
– Si eso es verdad, entonces, ¿por qué besaste a Camille anoche? – preguntó Alec. – Escuché a unos chicos hablar de ello. –
– Yo no la besé, ella me besó, pero yo la aparté. Lo juro, – dijo Magnus. – Vi que te ibas de la fiesta y yo había estado intentando armarme de valor para invitarte a bailar conmigo. Pero sabía que me odiabas, así que tenia miedo de preguntar, pero cuando finalmente me había decidido, tu te estabas yendo, así que entré en pánico y corrí tras de ti, pero ella me detuvo. –
– ¿Con un beso? –
– Si, ella me besó en frente de todos. Así que me enojé con ella, creo que ya no somos amigos porque nos dijimos algunas cosas bastante feas. Fue toda una escena, pero realmente no me importaba. Luego te seguí, pero tenía demasiado alcohol en mi sistema y con el aire frio y todo eso, me comencé a sentir mal, muy muy borracho, y todo esta borroso desde ahí. Lo siento si te hice sentir como que estaba jugando contigo. Nunca fue mi intención, solo quería que me notaras y hacer que te gustara. –
– Me gustas. – confesó Alec.
Ese había sido el problema todos estos meses, que a Alec le había gustado Magnus desde el primer día, aunque intento bloquear esos sentimientos con toda su supuesta disputa contra él. La verdad era que le gustaba, le gustaba demasiado.
– ¿Enserio? –
Alec asintió. – Me gustas desde la primera vez que te vi. Y-yo... nunca nadie había coqueteado conmigo de la forma que tu lo hiciste, así que no sabia como actuar, por eso solo me reía y me sonrojaba cuando hablabas conmigo. Pero luego te vi con ese chico, Will, y te comportabas igual con él, así que me enoje. Eso me hirió y ahí fue cuando comencé a ignorarte y...–
– Will es solo un amigo... Si me viste cerca de él en esa forma fue solo porque le estaba enseñando como hacerlo. El, Jem y Tessa tienen un raro triangulo amoroso entre ellos. Le estaba dando unos consejos. –
– Entonces, ¿de verdad te gusto? –
– Si, Alexander. Me gustas... me gustas demasiado. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? –
– Solo una vez más. –
– Me gustas. –
Alec sonrió y se inclinó por otro beso. Estaban en medio del beso apasionado cuando la puerta se abrió y una mujer entró.
– Catarina, toca la maldita puerta, – dijo Magnus, girando los ojos exasperado, pero la mujer que estaba parada en la puerta no era Catarina. – Oh, tu no eres Catarina, – dijo, mirando a la chica.
– No lo soy. –
– Lily, – dijo Alec sin aliento. Su amiga tenia la sonrisa más grande del mundo en su rostro.
– Vine a compartir algunas cosas que sucedieron en la fiesta después de que te fuiste, pero supongo que ya las sabes. – dijo Lily, dándole una mirada juguetona. Alec pudo sentir como sus mejillas se calentaban como un foco rojo. – Así que solo me iré. Por favor continúen y pretendan que nunca estuve aquí, – dijo ella, cerrando rápidamente la puerta.
Magnus caminó hacia la puerta y la cerró. – ¿En donde estábamos? –
– Estábamos en....–
– Oh si, – dijo Magnus parándose de puntitas y capturando los labios de Alec. – Ya recuerdo. –
Ya casi acaba la historia C:
Nos vemos
Tengo dos historias para traducir... una es igual bien cortita, así en resumen trata de que Alec y Magnus ya llevan tiempo viviendo juntos pero un demonio le hace algo a Magnus y Alec tiene que enamorarlo y averiguar que le paso (también es como de 8 caps)
Y la otra es tipo como la de Hannah Montana la película... donde Magnus es bien fiestero y loquillo y su mamá lo castiga mandándolo a un pueblito con unos amigos suyos para que aprenda la mala vida y ahí conoce a .. bueno ya saben a quien xD
Obvio los resúmenes bien hechos se los subo luego, pero ps para que sepan más o menos que viene