The Diamond.

By RoAlBeEl1015

46 5 0

Cuando Ashley Clark se encuentra con Jack, su vida comienza a dar un huelco repentino. Pronto su vida se torn... More

Capitulo uno.

Capitulo dos.

11 2 0
By RoAlBeEl1015

—Realmente lamento haberte lastimado Jack. —Dijo Ashley preparando algunas gasas para curar el brazo de él.

—Está bien Ashley todo esto es demasiado para ti, y lo entiendo.

—Gracias. —Dijo ella casi en un susurro.

— ¿A qué viene eso?

—Gracias por lo que han hecho por mí, con solo pensar que hay personas que quieren matarme y que ustedes estuvieron buscándome todo este tiempo para protegerme me consuela.

—Cómo te hemos dicho Ashley nosotros vivimos para esto, pero nunca pensé que saldría lastimado por la consagrada. —Respondió éste riendo

—Quítate la camisa Jack.

Este la miro muy sorprendido

—Pa...para curarte bien... necesito que te quietes la camisa para poder ver y curar bien la herida. –Se corrigió Ashley nerviosa.

Jack ensanchó una sonrisa y se quitó la camisa, la chica se quedó sin aliento, no solo su rostro era bello, su cuerpo parecía perfectamente esculpido. Ashley se acercó y se sentó al lado de éste cuidadosamente, cuando tomo su brazo sintió el calor que recorría el cuerpo del chico. Comenzó a curarlo delicadamente, pasando una gasa húmeda por el corte y luego colocando otra encima al haber terminado; Jack no dijo nada en todo el proceso, pero si hablo al ver que Ashley había terminado.

—Wow, sí que eres buena. —Exclamó él mirando su brazo.

Ashley lo miro y solo se limitó a sonreír.

—Sé que tienes miedo pero no te preocupes, estaremos a tu lado ayudándote y protegiéndote Ashley, todo estará bien. —Dijo Jack de una manera muy dulce.

—Realmente no sé si tengo miedo, quizás solo estoy desconcertada. Todo esto pasó tan de repente, y no quiero lastimar a nadie, aunque... ya te lastime a ti. —Dijo ella con una media sonrisa, pero claramente se veía afligida.

—Esto no fue nada Ashley, yo estoy bien. —Respondió Jack— Y cómo te dije estaré a tu lado pase lo que pase, no te dejaré.

—Gracias Jack. —Dijo Ashley reprimiendo el llanto, pero a pesar de sus esfuerzos una lágrima recorrió su mejilla; Jack acercó su mano para retirarla y la borró con cuidado, como si ese acto también pudiera dañarla.  Ashley volvió a sentir su reconfortante y cálido tacto. Y en unos segundos solo unos pocos centímetros separaban sus labios, Jack se había acercado tanto que ella podía sentir su respiración. En ese momento la puerta se abrió y Josh apareció en el umbral.

—Parece que interrumpo algo divertido. — los miró con diversión. — Venia para decirles que ya están los bolsos preparados para partir mañana temprano. —Continuó Josh

—Eh... si...yo iré a ver que no nos olvidemos de nada. – Se apresuró a decir Jack alejándose incómodo. — Ashley, será mejor que descanses. Mañana nos espera un largo día— Añadió antes de irse de la habitación, con Josh a sus espaldas dejando a Ashley sola.

Ya sola en la habitación en la que dormía intentó concentrarse en todo lo que estaba sucediendo. ¿Cómo había llegado allí? En solo dos días había cambiado totalmente, pero... ¿Para bien o para mal?

Ashley era una chica muy reservada, vivía sola con su hermano y ni siquiera había dado su primer beso, sin embargo hace unos momentos casi lo había obtenido de no ser por ese morocho que interrumpió el momento. Y como si se hubiera despertado de un sueño sobresaltada se paró de la cama. ¿En serio estaba creyéndoles a esos extraños esa locura de historia? ¿Ella la líder de un grupo de persona que protegía un supuesto diamante mágico de otras personas que intentaban robarlo? En solo unas pocas horas estaría viajando con dos completos extraños de los cuales solo conocía sus nombres, ¡y ni siquiera sabía dónde irían!

¡Oh por dios, Simón! Hace dos días no volvía a su casa y si la policía la estaba buscando debía llamarlo urgente.

Tomó su celular y marcó. Al tercer tono él contestó.

—¡Ashley!—Le gritó al teléfono. —¡Por dios! ¡Donde mierda estas! –

Sentía ganas de llorar, hace unos minutos ella hubiera pedido ayuda, sin embargo ahora necesitaba saber que sucedía.

—Simón... Yo...—Ella no sabía que decir.

— ¡¿Estas con esos dos imbéciles?!—Exasperó.

— ¿Los conoces? – Le preguntó confundida, él no tenía motivo para conocerlos.

—Ashley dime que sucede. ¿Te hicieron daño? –

—Respóndeme. – Exigió molesta.

—Maldita sea, Ashley dime donde estas. – Gritó.

— ¿Qué sabes sobre ellos? ¡Como los conoces!—Le respondió de la misma manera.

Simón no respondió, solo soltó aire de resignación que fue audible para ella.

— ¡¿Sabías todo eso Simón?! – Le gritó angustiada. — ¡Por qué no me lo dijiste!—

— ¡Quiero protegerte, estúpida! –

— ¿Pero por qué no me dijiste nada? ¿Por qué te atreviste a ocultármelo tanto tiempo? –

No podía creer que fuera cierto todo esto.

—No quería esto para ti, quería darte una vida normal. Necesitaba que fueras feliz. – Su voz se quebró en el último tono.

— ¡Hay personas que quieren matarme! ¿De qué manera me protegías en la ciudad? ¡Dímelo!

—Ellos no tienen idea tu ubicación, Ashley.

—Pero los guardianes me encontraron fácilmente. –

—Tardaron diez años en encontrarte. —

Ella tomó aire con desesperación pero solo obtuvo más lágrimas. No podía creer que esto esté sucediéndole. No tenía la fuerza ni el poder para combatir contra alguien ni mucho menos dirigir un imperio.

—Los años que nuestros padres no han logrado huir. – Susurró él

Huir.

Huir.

— ¿De que estas hablando Simón?—Le preguntó angustiada.

—Están vivos. Ashley. Los cazadores los tienen. –

— ¡¿Qué?!—Tomó aire. –No puedes estar hablando en serio, Simón. –

Tomó su rostro entre las manos. –Lloré en sus tumbas, Simón. ¿Acaso eso tampoco fue real? –

—No cielo. Ellos están vivos. – Se limitó a decirle, él también estaba angustiado, él solo quería lo mejor para ella, quiso protegerla todo este tiempo.

—Debo irme. – Intentó tomar fuerzas y terminar la conversación, sin más discusiones y sin saber nada más, no podía saber más. No lo aguantaría.

—Donde estas. Por favor dime.

—No lo sé, Simón. No sé dónde mierda estoy. Y mañana partiremos. –

— ¿A dónde irán, Ashley?

—Con el diamante. – No creía que fuera necesario decirle más, de seguro él sabía bien de lo que hablaba.

Él lo lamentó mucho.

—Pronto nos volveremos a ver, hermanita. Sé dónde encontrarte. – Y cortó la llamada, dejándola con palabras en la boca. Maldijo golpeando sus manos contra sus piernas.

Ashley no sabía que hacer pero tenía unas ganas increíbles de gritar, golpear a su hermano y ver a sus padres.

No podía creer que ellos estuvieran vivos; era muy pequeña cuando había tenido que mudarse sola con su hermano a la ciudad, había llorado días la muerte de sus padres y allí había estado simón a su lado consolándola, a base de mentiras.

Salió de la habitación ahogada por la opresión de su pecho. Estar allí adentro la hacía sentir asfixiada. Completamente enojada por la angustia fue en busca de los dos guardianes; por suerte los encontró en el living, aún podía observar el desastre que había montado horas atrás, sin más armaría otro y le importaba una mierda.

— ¡¿Ustedes lo sabían?! —

Los dos muchachos se giraron a mirarla confundidos.

— ¿Sabían lo de mis padres? — Repitió angustiada, pero pronto cerró sus ojos con presión, era obvio que estaban al tanto, por eso la querían, porque sus padres estaban en manos de los cazadores y la necesitaban en reemplazo... Darse cuenta de eso la hizo sentir vulnerable y lastimada.

— ¿Cómo te enteraste? —Se reincorporó Jack mirándola preocupado.

— ¿Porque no me lo dijeron? Son mis padres, ¿Cuándo planeaban decírmelo? Ellos están vivos y yo llorando por sus supuestas muertes. Necesito hacer algo... yo...

Josh soltó un suspiro y la interrumpió.

—No te lo íbamos a decir aun, sabíamos que ibas a salir corriendo para salvarlos y te puedo asegurar que morirías en el intento. No sería una buena idea.

Jack se percató del celular en su mano y se dirigió a Ashley

— ¿Hablaste con tu hermano?

—Sí, hablé con él. – Le respondió con recelo. —No responderé sus preguntas, no sé ni siquiera porqué estoy haciendo esto.

—Lo harás porque te hemos salvado, pequeña mocosa. —Josh se cruzó de brazos con el ceño fruncido, mirándola como si haberla recuperado hubiera sido el más grande error que hubiera cometido.

— ¿A quién le dices mocosa? Ustedes no me salvaron porque nunca estuve en peligro, prometieron que me contarían todo y no lo hicieron. No confío en ustedes. —

—Tranquilízate Ashley, no lo hicimos apropósito, solo era para protegerte. — Jack intentó tocar su brazo como consuelo pero ella se alejó enojada.

—Sí, parece que la frase del día es esa, todos quieren protegerme pero solo logran lastimarme.

—En serio no queríamos lastimarte Ash...

—Sabes si tanto te lastimamos y no quieres confiar en nosotros pues vuelve con tu hermanito. –La incitó a Josh derrochando molestia. — ¡Hazlo ahora! O sales de aquí y te la ingenias para volver con él y te largas a tu habitación y te resignas a esperar para el vuelo de mañana directo a Bourtange. Claro también tienes la opción de ir en busca de tus padres, dirigida a, tu segura muerte. Al fin y al cabo no nos servirás de nada.

Al escuchar las duras palabras de Josh Ashley comenzó a correr en dirección a la salida, no iría con su hermano, eso le resultaba imposible, como también que el enojo con él algún día cesaría. Pero en ese momento solo quería salir de ese lugar, cuando llegó a la puerta la abrió y corrió hacia afuera cerrándola tras ella.

Estaba frio, muy frio, el aire helado golpeo sus brazos. Escuchó que la puerta se abría de nuevo pero no se detuvo y siguió adelante, corrió sin mirar atrás aunque nada había frente a sus ojos, solo veía más que tierra y piedras, con la luz luna sobre su cabeza logro llegar a lo que parecía ser una granja. Decidió esconderse detrás de un gran árbol que había en ésta para que Jack o Josh, quien estuviera siguiéndola no la encontraran, pero de pronto un hombre salió de la pequeña casita vieja y ella se asustó.

El hombre traía un arma grande en la mano, seguro de cazador. Éste analizaba cada rincón del lugar como si supiera que alguien estaba allí, escondido en su territorio. Quizás pensaba que era un animal, sin embargo era la pobre e indefensa Ashley.

Ella chilló asustada y volvió a correr, en cuanto lo hizo un disparo salió del arma a su dirección logrando que ella soltara un grito.

Las piernas le dolían, se sentía devastada.

De pronto tropezó con la rama salida del suelo proveniente de otro árbol y volvió a caer, lastimando sus piernas.

Sentía frio, sin embargo su cuerpo comenzaba a acostumbrarse a esa sanción dolorosa.

A sollozos se puso de pie y se refugió atrás del árbol gigante, solo que éste desprendía finas ramas hasta el suelo repletas de hojas, se metió dentro y se cubrió con ellas.

Desde ahí podía ver solo aquellas luces que provenían de la casa gigante en la que minutos atrás estaba.

No quería volver allí. No lo haría pero temía no poder nunca salir de ese lugar, estaba atrapada.

Sus ojos se cerraron casi treinta minutos más tarde, ella se obligó a hacerlo al sentir tanto dolor, su cuerpo y su alma no soportaban lo que estaba sucediendo.

Mientras tanto Josh y Jack buscaban desesperados por todo el lugar, gritaban su nombre y maldecían su actitud y hasta la de ellos mismos, un segundo disparó apareció en escena y se desesperaron aún más, lo detestable y desesperante para ellos era no tener un solo resultado de ella.

— ¡Mierda Josh! ¡Jodido hijo de puta calla tu maldita boca y la haremos más fácil! —Gritó Jack furioso.

Su mirada cayó al suelo, encontrando un lindo brazalete de la chica. Sus ojos se presionaron al reconocerlo.

— ¡¿Me culpas a mí?! ¡Esa niña es un fracaso! ¿Ella nos liderará? ¿Ella nos salvará? Hermano, este es un caso perdido. –

—No la subestimes, su poder está en la sangre. ¡Está asustada Josh!—Exasperó. – Es entendible, mira todo esto, su vida era un completo orden hasta ahora, tiene miedo. Debemos ayudarla. –

El otro chico no estaba a gusto, comenzaba a detestarla.

Volvieron a casa en busca de linternas y más abrigo, para ellos y para Ashley, estaban segurísimos que ella debía estar muriéndose de hipotermia allí afuera.

Siguieron buscando hasta altas horas de la noche, un pequeño rayito de luz comenzó a aparecer en el horizonte, estaban cansadísimos, pasaron horas buscándola y no obtuvieron resultados.

Cuando el sol se posó en la cima podían ver mejor, sin embargo Ashley estaba fuera de su alcance.

— ¡Por dios! ¡No pudo ir muy lejos! – Exclamó Jack arrojando la linterna que traía en su mano al suelo.

Josh se detuvo y tomó aire acuclillándose en el suelo al descubrir pequeñas manchas secas de sangre. Siguió el rastro hasta que sus ojos se encontraron con ella.

—Ashley. —Susurró Jack, corriendo hasta una dirección desconocida para Josh. La encontró entremedio de tierra, sangre y hojas. Jack se acuclilló hacia ella e intentó despertarla, sin embargo no tuvo resultados, el corazón del chico latía con fuerza. Corrió con cuidado el pelo de su frente e intento acariciarla, pero estaba helada y pálida, más blanca de lo que ella ya era.

— ¿Está muerta?—Le preguntó Josh cuando se acercó.

—Cállate imbécil. – Le gritó Jack.

Sus brazos, su piel completa estaba congelada, parecía que se había convertido en hielo.

Jack le desgarró la blusa dejando su cuerpo expuesto y desbotonó la camisa que él traía puesta, al tomarla en brazos él unió ambos cuerpos, intentando darle el calor más puro y eficaz que existe.

Josh la cubrió con los abrigos y se dirigieron a casa. Al tiempo llegaron exhaustos.

Jack la dejó sobre su cama y la cubrió con miles de mantas, intentando que ella volviera a despertarse y volviera a sonreírle, pero aun eso no sucedía. Y dudaba mucho que una nueva sonrisa apareciera en ella.

Continue Reading

You'll Also Like

566K 39K 47
THE YEAR IS 2050. Human-like androids have become integrated into society and every household, becoming part of our daily lives. They look exactly li...
76.3K 7.9K 51
With a princess killer to catch, a host of fairy-tale characters to wrangle and a crumbling career to resurrect, fallen hotshot Agent Fields has his...
20K 547 29
Events take place after The Death Cure book! What if Teresa is alive but Brenda's dead cause' she saved Thomas from the ceiling that fell down when t...
244K 4.6K 174
An accident. She's pregnant. How unlucky. She got pregnant in one shot! What was even more unfortunate was that the end of the world had arrived, and...