Pov. Jade:
Después de aquella situación tan embarazosa, y unos largos minutos para concienciarme de lo que había pasado, Leigh-Anne salió de la habitación, lo que más destacaba en aquel momento eran sus labios fruncidos, cabreada, dijo algo como "No es justo que yo vaya a hacer la compra mientras vosotras follaís como conejas", lo dijo la embarazada en secreto.
Hablando de la embarazada, Leigh nos citó a Perrie y a mí para contarnos algo importante, antes de hablar de nada, Perrie fue a la ducha, y después proseguí yo, estábamos listas una hora después, Leigh-Anne parecía seria cuando nos sentamos frente a ella, intuí lo que los estaba a punto de explicar, no dejaba de tocar su camisa, y apartársela de la barriga tirando de ella, como si así ocultase lo más obvio, algo que ya sabíamos, pero se suponía que éramos incrédulas ante la noticia. Perrie me pidió hace unas semanas que, cuando Leigh lo sacase a la luz, tendríamos que fingir una sorpresa, y actuar como actuaríamos si no lo supiésemos, pero sería un poco difícil fingirlo, volver a sorprenderte de lo mismo dos veces no es sencillo.
Leigh tragó en seco, Perrie intercambiaba miradas conmigo, advirtiéndome para que no dijese nada que no tuviese que decir, pero aún no sabíamos si era aquello, lo único que sabía era que a Leigh le temblaba el labio, y sus ojos brillaban, advirtiendo que en solo unos segundos su rostro estaría empapado de lágrimas, tuvo que tomarse unos segundos para comenzar a hablar, estaba nerviosa, y lo entendía, si estuviese en su posición tampoco sabría por dónde empezar.
–¿Piensas decirnos que pasa? –, Perrie alzó una mano, sujetando la de su hermana –¿Está todo bien?
El papel que estaba interpretando mi amada, era realmente bueno, su rostro estaba completamente pálido, esperando lo peor. Lo único que pude hacer, fue afinar mis oídos y tener una triste mueca en la cara, mostrándole así mi apoyo.
–Esto... es difícil, y sé que os he citado yo –, Miró sus pies, y después miró sus manos –Pero es realmente difícil de decir, no creo que sea algo tan malo, no creo que lo sea, pero tengo miedo a como podáis reaccionar.
El gran momento estaba llegando, no sabíamos cómo lo iba a hacer, si se había preparado un discurso, o simplemente lo diría de sopetón, pero Perrie se veía preocupada, tanto como Leigh-Anne, pese que para Perrie fue un gran choque, parecía estar dispuesta apoyar a su hermana en cualquier paso que diese en su vida, incluso tener un bebé con dieciséis años, pero solo lo parecía.
–No quiero ir con rodeos, quiero ser directa para no hacer esto mucho más intenso –, Perrie me miró, compartiendo miradas por unos segundos más. –Creo que lo esto os dará respuestas, así no será tan difícil decirlo.
Leigh se introdujo la mano en el bolsillo de los pantalones, y de ahí sacó un test de embarazo, lo único que pude hacer, fue quedarme perpleja, aunque ya lo sabía, el sorprenderme no fue difícil, aunque pensaba lo contrario, Perrie sujetó el predictor entre sus dedos, mirándolo sería, aún más pálida que antes, tratando de asumir la noticia, su rostro se encontraba en el mismo estado que cuando me lo dijo hace semanas; descompuesto. Alcé la vista a Leigh-Anne, que ahora, se abrazaba la barriga con mucho amor, y aunque no podía sonreír, sabía que quería hacerlo.
–¿Estas embarazada? –, preguntó Perrie, como si aún no lo acabase de creer.
–Sí, y sé que tendría que habértelo dicho antes, pero, no sabía cómo hacerlo, cada vez se nota más y no puedo seguir diciéndoos que tengo ansiedad y que es por eso que como tanto.
–¿De cuánto tiempo estás? –, preguntó, inclinándose a su hermana.
–Doce semanas, bueno, teóricamente en dos días hacen doce semanas –, Perrie se mantuvo fría en su posición, callada y haciendo preguntas con un tono de voz que podrían hacer a cualquiera sentirse interrogado, estaba siendo fría como el hielo –. Perrie sé que esto no te hace gracia, ¿Pero no crees que es mejor que lo sepas?
–Claro que es mejor saberlo, ¿Pero abortaras? ¿verdad? –, Leigh-Anne frunció el ceño, confusa.
–Claro que no, Perrie, ¿A caso crees que te haría sentarte aquí y te lo diría si fuese a hacer semejante atrocidad? –. Leigh-Anne se levantó en aquel momento, furiosa. –¿Cómo puede algo así pasarte por la cabeza? ¡Es mi hijo!
–Ese niño será un bastardo, si es de quien yo creo que es, y eres muy joven para ser madre.
–Pero no es tu cuerpo, tú no eres nadie para hacerme elegir.
–¿No soy nadie? ¡Soy tu hermana! –, Perrie se levantó, poniéndose a la altura de su hermana.
Decidí levantarme en aquel momento, y colocarme entre ambas, aparté a Perrie, quien empezaba a tener una mirada trastornada, perdida e ida, parecía que los gritos iban a ir a más, y no deseaba verlas enfadadas.
Pov. Perrie:
Jade me miró sugestiva, alzó una ceja y me pidió que dejase de hablar solo con aquella mirada.
–Tranquilizaos, principalmente –, Jade me miró, señalándome con el dedo, advirtiéndome –, tú no vas a decidir lo que tú hermana tiene que hacer –, después se volteó mirando a Leigh-Anne –, y tú... ¿estás segura de esto? Es muy arriesgado, tienes solo dieciséis años.
–Jade, estoy segura –, dijo acariciándose la barriga.
Estaba enfadada por aquella decisión que tomó mi hermana, quise tomarlo con calma y tratar de apoyarla, pero hasta que no lo escuché salir de su boca, no me conciencié al cien por cien de que una vida estaba creciendo en su interior, un niño netamente bastardo, que nunca debió ser creado, no con alguien así como padre.
–Perrie sé que es precipitado, pero es mi bebé, ¿Cómo voy a matarlo? –, sus ojos se llenaron de lágrimas, maldiciéndose a sí misma por estar tan sensible –, maldita sea.
–No vas a hacer eso, porque no tiene vida, aun no es consciente y tú estás a tiempo de acabar con esto –, dije sincera, fue doloroso decirlo, al igual que todo lo que estaba saliendo por mi boca, pero era la cruda realidad –¿Cómo piensas hacerte cargo de un niño? Te matarás a trabajar para tener dinero y poder permitirte pañales, comida para él, ropa, todo lo que un bebé necesita, son muchas cosas que no puedes permitirte, ¿Se lo vas a pedir a tu madre? ¡Pues vaya! –, Jade seguía entre ambas, cada vez que daba un paso hacia adelante colocaba su mano en mi pecho, impidiendo moverme. –¿Y los estudios? ¿Quién va a cuidar al bebé cuando tu trabajes o estudies? Espera, no vaya a ser que dejes los estudios por ser madre.
–Saldré adelante, puedes ser parte de su vida o no, no es mi decisión –, se sentó de nuevo en el sillón, cansada. –Sé que no fue planeado, yo no quería estar embarazada tan pronto Perrie, soy consciente de lo joven que soy, pero ha pasado y no puedo echar marcha atrás en el tiempo –, sollozó, dolida. –Pero como no fui responsable para acordarme del preservativo, seré responsable para tener a mi hijo, como pueda o como sea.
–Quiero apoyarte, pero tan solo recordando quien es su padre, sabiendo lo que te hizo, no voy a poder mirarle a los ojos, y a ti tampoco.
–Eres la persona más horrible, y sin corazón que he conocido –, dijo con solo un hilo de voz –. Puedo llegar a esperarme cualquier cosa de ti, como ser una delincuente, algo en lo que te apoyé y te ayudé a salir adelante, pero tú siempre me rechazas, ¡Siempre lo has hecho! –, tuvo que dejar de hablar para respirar, las lágrimas salían sin control de sus ojos –. Destruyes todo lo que está a tu alcance, pero que tú lo hagas no significa que yo también lo vaya a hacer, quiero a este bebé que está creciendo dentro de mí, y tú no influyes en el.
–Eres una insensata –, dije con el corazón en la mano.
–Y tu una mala persona –, respiró hondo –. Si no podrás mirarnos a ninguno de los dos, yo tampoco quiero mirarte a ti, no tienes porqué estar en su vida, y tampoco en la mía.
Mi hermana rompió en lágrimas, se levantó y se marchó por la puerta, mi corazón se rompió en pedazos, no quería ser tan cruel y no pensaba a la hora de hablar, pero no podía quitármelo de la cabeza, Jordan fue lo peor que le pudo pasar a mi hermana, le ha arruinado la vida, en todos los aspectos posibles, no podía verla con un bebé entre sus brazos, es tan pequeña...
Me quedé pensando unos segundos, Jade se sentó en el mismo sillón donde mi hermana estuvo sentada dos minutos antes, su mirada se encontraba absolutamente perdida, tenía mucho que pensar, así que me marché a mi habitación, cerré la puerta con el pestillo y me tumbé en la cama, a pensar. Apoyar esta decisión sería apoyar a Jordan, no quería darle ese placer, nada que proviniese de él, merecía vivir. Pero quería a mi hermana y quería buscar alguna razón para apoyarla, no quería que todo su futuro se fuese al garete por tener que cargar de un bebé, que necesita atención todo el tiempo, simplemente quería su felicidad. ¿Realmente aquello la haría feliz entonces?
Un bebé en casa... pese a que ya lo sabía, jamás había sido tan real como hoy, una parte de mi quería creer que no era cierto, que lo que dijo aquel mal nacido fue solo una broma, una broma dolorosa que tristemente me golpeó en la cara al ver el test de embarazo, tal vez fue por la forma en la que lo dijo, o porque fue el quien dio la noticia y no mi hermana desde un principio, puede haber millones de razones por las que yo no esté de acuerdo... no quería dañar a Leigh-Anne, realmente aquello era lo último que podía llegar a desear, dañar a mi hermana, mi única familia. ¿Debía culpar a aquel bebé?
Estaba sumida en miles y millones de pensamientos, sobre todo las palabras que mi hermana había nombrado, "Mala persona". Me machacaban los pensamientos, dándome un terrible dolor de cabeza, cuando escuché varios toques en la puerta, que al parecer llevaban rato sonando, pero las voces de mi cabeza eran mucho más altas que la llamada de Jade tras la puerta.
–Por favor, ábreme –, escuché al otro lado –. Vengo en son de paz.
Una leve y muy débil sonrisa creció entre mis labios, me levanté y abrí la puerta para después volver a la cama. Crucé mis piernas, volviendo a mirar a cualquier punto de la habitación, volviendo a tratar de pensar. La cama se hundió a un lado, Jade se colocó de lado, colocó un brazo bajo mi cuello y el otro sobre mi pecho, su pierna también estaba entre las mías, me miró desde abajo, a muy poca distancia.
–¿Estás bien? –, preguntó inocente –. No tienes buena cara.
–¿Tú crees? –, sonrió, la vi por el rabillo del ojo –. Siento la escena, debes de estar decepcionada conmigo.
–No contigo, con tu actitud, dijiste que la apoyarías sin importar su decisión –, susurró, como si al hablar un poco más alto pudiese llegar a dañarme con sus palabras.
–Supongo que no había sido tan real como ahora mismo, una parte de mi quería que fuese una farsa –, negué callada –, un bebé Jade, es mucho.
–Pongamos un caso hipotético, ¿Y si fuese al revés? –, fruncí el ceño, mirándola. –Si tu fueses un chico y... yo estuviera embarazada, de ti.
–No es lo mismo Jade, hubiese sido creado con amor, ¿Entiendes? –, me encogí de hombros –. nos queremos, sería... es diferente.
–¿Cómo puedes saber tu que ese niño no ha sido hecho con amor? –, preguntó –, con el mismo amor que tú y yo tenemos, un amor único.
–No sabes toda la historia, cuando Leigh-Anne le dio la noticia, poco después de encontrarnos en el supermercado, su intención fue quitarle al bebé, patearle el estómago hasta que el bebé muriese.
–Está bien, y entiendo lo que sientes, o lo puedo llegar a comprender, pero Pezza, que Jordan no quisiera al bebé no significa que no quisiera a tu hermana en aquel momento –, susurró de nuevo –. Lo que él hizo es injustificable, que él no merezca amor no significa que ni tu hermana ni su hijo tampoco.
Cerré los ojos un segundo, procesando. Maldita sea, Jade tiene razón, siempre la tenía, el punto que ella tenía de ver las cosas, siempre eran los mejores, su lado más bueno sacaba lo mejor de mí, le había dicho a mi hermana que abortase... como si su bebé fuese culpable, no lo era, y mi hermana tampoco.
–No importa, ya no tiene solución –, no pude abrir los ojos, comencé a sentirlos húmedos, la culpa sobre todo lo que yo había dicho estaba viniendo con ímpetu sobre mí, destruyéndome por no haber tenido corazón, una vez más –, Soy estúpida Jade.
–Lo sé, pero eso te hace ser quien eres –. Sonrió –, tu hermana está en el bar de enfrente, ve a verla y discúlpate, una vez más; por ser idiota.
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No voy a disculparme por no publicar chicos, siempre lo hago y siempre es la misma excusa, tengo mucho trabajo y muchas cosas que hacer, y no puedo escribir nunca, pero espero que hayan disfrutado el capitulo, juro que trataré de volver mañana o pasado, ¡Un saludo!
(El capitulo tuvo un fallo por eso tuve que volver a publicarlo, pero no es otro cap nuevo, disculpen, hasta la semana que viene no podré publicar).