Gif de Annie en multimedia.
Me costó escribir el capítulo y ya entenderán el porqué, agradecería si votaran y comentaran♡
—Hola, Annie. —dijo un sonriente Trevor.
— ¿Qué mierda quieres Trevor? —dije entre dientes, me tenía harta.
—Solo... —se sentó a mi lado y jugó con sus dedos, nervioso. — quería disculparme, sé que me odias, pero ese día estaba borracho.
—Que yo sepa no tomaste nada, estuviste siempre conmigo.
—Bueno... cuando Claire dijo que estaba él profesor y te corrió de mí lado, sí lo hice, mi amigo llegó de repente y me ofreció alcohol, no sabía lo que tenía dentro, pero luego me dijo que habían molido unas pastillas, de droga. —dijo apenado.
Se veía nervioso, preocupado, nunca lo había visto así, él es por decirlo ''el rey de las tetas'' sí, ha estado con la mayoría del internado y digo la mayoría porqué aún no se acuesta con las nerds y frikis, incluso follo con una de primero ¿ven lo jodido y necesitado qué esta? bueno, yo tampoco he tenido relaciones sexuales con él, y Claire tampoco, pero yo nunca me acostaré con él.
—Estoy arrepentido, de verdad, perdóname—se levantó y luego se puso de rodillas enfrente de mí. — por favor, dame otra oportunidad te prometo que no la joderé. —agachó su cabeza.
¿QUE MIERDA ESTABA HACIENDO? ¿Es que no tiene dignidad?
Qué vergüenza, quería que la tierra me tragase ya mismo. Rápidamente sentí mis mejillas arder.
—Párate, Trevor anda, no te dejes en ridículo. —dije mientras lo trataba de parar, pero no podía.
La música dejo de sonar y todos centraron la atención en nosotros, miraban sorprendidos la escena.
—Trevor, por favor. —dije yo con las mejillas rojas, que humillante.
—Solo sí me perdonas. —dijo susurrando, mierda.
—Si si, ahora párate —lo agarré de un tirón y lo levante, mire alrededor y todos mirando, incluso Andrew, Claire y Max.
Claire se reía y Max miraba sorprendido la escena, Andrew tenía el ceño fruncido.
— ¡QUE JODIDA MIERDA MIRAN, METANSE EN SUS ASUNTOS! —gritó Claire ya que vio que seguían mirándonos.
La gente se dio vuelta y la música otra vez sonó a todo volumen.
—Eres imbécil. —le dije a Trevor negando con la cabeza algo divertida.
—Solo quería que me perdonaras.
—No tenías por qué haber hecho eso. —me crucé de brazos.
Él no dijo nada, solo sonrió, luego se fue a su casa, supongo, porque salió por la puerta principal. Tomé una botella de vodka y empecé a beber. Lo necesitaba, a pesar de que no me gusta mucho el alcohol, hoy sí lo necesitaba.
Miré hacía al frente y Andrew estaba con una chica besándose, un poco más y la muchacha le mete la lengua al estómago.
Sí soy exagerada.
Tomé un sorbo de la botella y luego miré mis manos, sonreí, por alguna razón me sentía bien, aunque en realidad no sabía porque.
—Hoy no me respondiste el mensaje.
Miré hacía al lado y ahí estaba Josh, sonriendo.
—Se me acabó la batería y no tenía el cargador —dije nerviosamente, mientras me encogía de hombros. — ¿Y qué haces aquí?
—Estudio en la universidad. —dijo él, encogiéndose de hombros y acercándose. —Anoche... dejamos algo pendiente.
Lo miré expectante, no recordaba nada.
— ¿Qué cosa?
—El beso.
¿El beso? no recuerdo haber estado a punto de besarme con él.
—Oh —dije, no le iba a decir que no recordaba nada, anoche estaba bastante borracha.
Se sentó a mí lado y me tocó la pierna despacio, un escalofrió me recorrió el cuerpo.
— ¿Q-que ha-haces? —pregunté algo asustada.
— ¿Acaso no puedo?
—Josh...
—Cállate, Annie.
La luz de la casa no era mucha por lo que apenas podía ver hacía la pista y a la gente. Miré alarmada hacía la pista, para avisarle a Andrew o algo, pero él se seguía besando con la chica, mientras le tocaba la espalda, miré hacia al lado buscando a Claire o Max, y no los veía.
Me agarro la mano y me levantó.
— ¿A dónde me llevas? —Quise saber mientras él me llevaba a un lugar apartado. —Hey... —dije tratando de zafarme.
Lo traté de empujar pero hizo más presión en mi brazo y me arrastró, al ver que no podía alejarme miré hacia atrás levantando mi brazo para qué alguien me viera, pero nadie me prestaba atención.
—Ahora sí —susurro con una sonrisa maliciosa.
Me empujo contra la pared y puso sus dos manos en la pared, cubriendo mi cuerpo, me empezó a besar el cuello, puse mis manos en su pecho y lo empujé.
—Aléjate, imbécil. —espeté.
El pareció enfurecerse, me empujó fuertemente hacía la pared y mi cabeza rebotó en esta, inmediatamente sentí un fuerte dolor de cabeza que me dejo algo aturdida.
—Eres tan... guapa —susurró en mi oído.
No respondí y tragué saliva ruidosamente a la vez que trataba de escabullir de él.
Me bajo la cremallera del vestido y mi corazón comenzó a palpitar como loco, pero no por el hecho de estar emocionada, era el hecho de que estaba jodidamente asustada. Me agarró el brazo fuertemente, a lo que me quejé.
—No intentes escapar muñeca, no hay salida. —dijo riendo.
Me bajo el vestido hasta la cintura, miré hacia los dos lados buscando a alguien que me ayudase, pero no se veía absolutamente nadie.
Me siguió besando el cuello y yo no veía a nadie por donde estábamos. Con mi pie le di una patada en su pierna, pero no hizo nada y me agarro más fuerte, empecé a sollozar silenciosamente mientras trataba de apartarlo, me jaló el cabello hacía atrás y estampo sus labios en mi boca de una manera brusca.
—Déjame —pedí sollozando cuando se separó.
—Muñeca... —hizo una pausa y sonrió —hubieras pensado un poco antes de hablar conmigo, ya no hay salida, te lo dije. —aún me sostenía el cabello fuertemente hacía atrás, no aguantaba el dolor.
Me agarró la muñeca fuertemente, soltándome el pelo, me lo toqué y salió un poco de cabello, me arrastró hasta llegar una habitación y yo trataba de resistirme.
— ¡Déjame! —grité. —Por favor, déjame —las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas.
—No.
Me empujó hacia dentro de la habitación y yo caí al suelo, vi como cerraba la puerta con pestillo y traté de levantarme, el me agarró y luego me subió a la cama con rudeza.
Me traté de parar y él se acercó rápidamente, se quitó la camisa y se empezó a desabrochar los pantalones.
—Por favor, Josh. —pedí llorando histéricamente. — ¡No me hagas esto! —grité. — ¡Por favor!
Las palabras de Max vinieron a mí inmediatamente, ''Él es peligroso'' y también recordé las de Andrew, ''no te acerques a él''
Me paré y lo empuje, el me agarró el brazo y sacó algo de su bolsillo, miré hacia abajo y tenía una navaja, rápidamente me quedé quieta sintiendo como el aire se me iba.
—Grita o llora una vez más y te mataré. —dijo con los dientes apretados poniendo la navaja en mi estómago, asentí con miedo.
Quito la navaja de mi estómago y me terminó de sacar el vestido, me empujó a las cama nuevamente.
No quería, no podía soportarlo. Ojala le hubiera hecho caso a Andrew y a Max, soy tan estúpida
.
Se quitó el pantalón y se sentó encima de mí.
Comencé a forcejear con él a la vez que me besaba el cuello.
— ¡Alguien ayúdenme! —grité con todas mis fuerzas.
Se quitó de encima mío y me agarro de las caderas, me atrajo hacía él bruscamente. Sacó la navaja y en un segundo la deslizo sobre mi pierna, sentí cómo la hundía y la trazaba hacía al lado.
— ¡AYUDA! —grité, sintiendo el dolor en mí pierna, era insoportable el dolor. Las lágrimas siguieron bajando por mis mejillas y sentía mi garganta arder. —Por favor, alguien ayúdeme—susurré lo último mientras mi boca se secaba.
—Te dije que no gritaras. —hizo otro corte en la pierna y grité por el dolor, la sangre comenzaba a brotar, me dolía demasiado.
Empecé a ver borroso y traté de levantarme pero el cuerpo me pesaba, mis piernas dolían y mi cabeza dolía, estaba aturdida.
No me iba a rendir, seguí gritando a la vez que comenzó a desabrochar mi brasier.
Me besó y luego al separarse quedó a un centímetro de mi cara, le escupí y toda mi saliva queda en su nariz y parte de la boca, se la limpió bruscamente y me separó las piernas.
— ¡ANDREW! —grité, grite una y otra vez. — ¡MAX! ¡ALGUIEN AYUDEME! —volví a gritar y me pegó una cachetada.
Ahora solo tenía mis bragas puestas, Traté de cubrir mis senos pero era en vano ya que él quitaba mis manos al instante.
Se acercó con la navaja a mí cara y me la paso fuertemente por todo mi labio, la sangre brotó de mi boca.
Ya no tenía fuerzas para gritar, no tenía voz, no sentía mis piernas y todo el cuerpo me pesaba, apenas podía respirar y tan solo me quedé quieta, sintiendo como me desvanecía.
Cuando uno está a punto de morir siente cómo si se desmayara, no tiene fuerzas y ve la luz, eso han explicado en la televisión, recuerdo cuando era pequeña, jugaba con las muñecas en mi habitación, entraba mi padre y se sentaba conmigo en el suelo, aún recuerdo el día que me dijo que se marcharía por un tiempo, según él iba de vacaciones, luego comprendí que se separó de mi madre, en ese entonces era una niña, no sabía nada sobre la vida.
Miles de imágenes pasaron por mi cabeza, desde que era pequeña, hasta ahora.
Mientras la vista se me nublaba, recordé a Claire y unas inmensas ganas de llorar vinieron a mí, no quería dejarla sola pero yo no tenía fuerzas y no había nadie para salvarme.
Inconscientemente la imagen de Andrew y de Max vino a mí, ellos son buenos chicos, espero que tengan una buena vida.
Cuándo cerré ojos y recordaba a toda la gente que siempre estuvo conmigo y me apoyo, la puerta se abrió de golpe y abrí mis ojos despacio, veía como sacaban a Josh de encima de mí y lo lanzaban contra la pared, no podía reconocer las caras, se veía borroso.
Alguien tomó mi cuerpo entre sus brazos y me levantó, a mi otro lado alguien me cubrió el pecho con una chaqueta o manta, no sé qué era. Y de ahí corrieron conmigo hasta llegar a la puerta de afuera, mire al lado y toda la gente me veía, estaban sorprendidos, unos con cara de horror y otros con cara de asombro, un sabor a metal llego a mi boca y sabía que era la sangre la que estaba en mis labios y que se había introducido a mi boca.
—Aguanta solo un poco más —susurró una voz ronca, supongo que era de hombre. —Ahora estás conmigo, pequeña, nada malo te sucederá.
Me dejaron dentro de un auto y se encendió el coche, no sé cuánto tiempo pasó, pero ya estábamos en una casa.
Me sacaron rápidamente de ahí y me entraron a la casa corriendo, cerré los ojos mientras sentía como me movían, abrieron una puerta, abrí los ojos y luego me dejaron en una bañera sentada, como pude traté de cubrir mis senos. Se abrió el agua y me mojó entera, abrí un poco los ojos y comencé a estar más consciente ya que el agua estaba fría.
Mis piernas dolían enormemente, supongo que los tajos fueron profundos, mire el agua que estaba en la bañera y estaba toda de un color rojo oscuro.
Apoyaron la cabeza en mi hombro y escuché como alguien sollozaba.
—Aguanta por favor. —dijo una voz masculina. —Estás a salvo.
Mientras más el agua caía más despertaba, él agua dejo de correr y me taparon, me llevaron a una cama y me senté.
—Annie, abre los ojos, por favor, no los cierres.
Abrí los ojos débilmente, ahora veía con más claridad.
Vi a Andrew frente a mí, este tenía los ojos brillosos y rojos.
—Estoy bien —susurré tratando de sonreír.
—No lo estás, espera aquí, no cierres los ojos.
Se fue y luego de segundos apareció con un hilo, una aguja grande, con gaza y con alcohol.
Sentí como me cocían la pierna, miré y era un tajo horriblemente grande, esperé un rato cerrando los ojos, me dolía bastante, pero me aguanté.
—Listo. —dijo él.
— ¿Cómo sabes hacerlo? —susurré.
—Estuve en un curso de primeros auxilios.
Asentí.
— ¿T-te alcanzo a hacer algo? —preguntó con la voz temblorosa.
—más de lo que ves no. —susurré, apenas me salía la voz.
Aún tenía la sangre en mi boca, mantenía los ojos cerrados, no los había abierto desde que Andrew regresó con el hilo y todo eso para curarme.
Sentí agua en mi boca, abrí los ojos y Andrew tenía un vaso con agua, que rápido fue a buscarlo, estaba de cunclillas adelante de mí.
—Bebe y escúpelo. —dijo él.
Bebí y lo escupí, luego él me puso un parche en mis labios y se levantó.
— ¿Te vas? —pregunté con la voz un poco más fuerte.
—Claire se quedará, creo que necesitas estar sola un rato.
Recordé a Josh y el pánico me invadió. ¿Y si volvía y ahora sí abusaba de mí? No quería estar sola, tenía miedo y mucho.
—No te vayas —dije sollozando, me mordí el labio fuertemente, pero al instante me arrepentí, sentí la sangre bajar por mi mandíbula, pero no me importo. —Quédate conmigo no me dejes sola, por favor, Andrew. —agaché la cabeza y sentí las lágrimas bajar por mis mejillas.