Capítulo 13
Shane Parker.
Estaba nervioso, lo que estaba por hacer podría traerme serios problemas, pero no rompería la promesa que hice, así que con el corazón acelerado me acerque a su puerta y toqué, espere unos segundos, escuche unos cuantos murmullos tras la puerta, después alguien corría, abrieron.
Emily llevaba puesto un vestido rojo, con unas medias negras, chaqueta negra, y unos botines altos, no comprendía como podía caminar con eso puesto, parecían ser armas de tortura, tenía el cabello suelto, sus ojos me atraparon mientras la miraba de pies a cabeza, sus mejillas se tiñeron de un color rojizo, extendí una mano y ella la tomo, entrelazando nuestros dedos la lleve hasta mi auto.
El camino fue algo silencioso, parecía distraída, miraba por la ventana y suspiraba de vez en cuando, quería preguntar qué pasaba, pero lo que estaba por pasar sería suficiente para que ella quisiera matarme así que lo deje pasar, al menos por ahora.
-Llegamos- estacione fuera del restaurante, la ayude a salir del auto, de nuevo entrelazando nuestras manos, la conduje hasta la mesa que teníamos reservada.
-Es un lindo lugar- dijo por fin, me miró y sonrió.
-Él dijo que te gustaría- frunció el ceño, pero antes de que pudiera hablar un mesero llevó tres copas y vino.
-¿Esperamos a alguien más?- advertí la amenaza en sus ojos y en su mirada, ya estaba molesta y ni siquiera había llegado el momento-¿Shane?- desvié la vista por detrás de ella, cuando vi al chico de jeans claros, camisa negra y converse, sus ojos azules me encontraron y me señaló con el dedo, el hombre en recepción lo dejo pasar hasta nosotros.
-De hecho, él ya está aquí- me puse de pie para saludarlo, ella no levanto la cabeza, temiendo encontrarse con alguien indeseado.
-¿La comida italiana sigue siendo tú favorita, hermana?-Mike, no estaba comenzando bien con ese tono amenazante en su voz.
-¿Qué hace él aquí?- la mirada gris de Emily, se volvió acuosa, esperaba cualquier reacción, excepto que llorara, no me gustaba verla llorar- Creí que...
-¿Era una cita?- dijo Mike adelantándose a mis intenciones- Bueno lo es, una de negocios- por fin los ojos de ambos se encontraron.
-¿Qué?- el tono de voz en la chica cambio, de nuevo esa parte fría de su ser hacía acto de presencia.
-Debido a que no quieres hablar conmigo de otra manera, me vi en la obligación de tomar otras medidas, Emily- me miró- y él es parte de esas medidas.
-No comprendo de lo que hablas, Michael- se cruzó de brazos, con una seña evite que el mesero llegara de nuevo con nosotros.
-Supongo que Hannah te dio la noticia de que un donador anónimo ha invertido una suma importante de dinero para su estudio- el ceño fruncido de la pelinegra se acentuó, yo solo podía esperar a que la tercera guerra mundial no diera inicio en este lugar.
-Dime que no lo hiciste, Michael Salvatore- la sonrisa de Mike fue todo lo que se necesitó como una respuesta.
-Eso no es todo, querida- se inclinó un poco, y apoyo las manos en la mesa- el contracto que firmaste para conseguir la libertad de Shane, no fue nada que él abuelo pidiera, fui yo quien acordó todo con Jonathan, elaboré ese contrato con la finalidad de tener en mi poder la marca de tu pequeña compañía- Emily entre abrió los labios sorprendida, negó varias veces.
-Basta- se abanicó con ambas manos, estaba por ayudarla pero su hermano me detuvo.
-Ahora perteneces a nuestra empresa, Emily Salvatore, jamás podrás separarte de nuestra familia- la voz de Mike perdió fuerza, pero podía asegurar que habían causado el impacto necesario en su hermana.
-Siempre puedo crear otra marca- dijo vacilante y tratando de comprender lo que sucedía.- Además, Hannah no te sedería su parte de la compañía, pertenece tanto a ella como a mí.
-Pero ya lo ha hecho- sonrió de nuevo- ¿Quién crees que ha patrocinado su marca de ropa todo este tiempo?, ¿O cómo consiguieron todo el dinero para comprar esa antigua estación de bomberos?- veía como el pecho de Emily subía y bajaba con más rapidez.
-Todo este tiempo...- susurró.
-Estuvimos cuidando tus pasos, asegurándonos de que estuvieras bien, que fueras feliz y cumplieras tus sueños- Emily puso las manos sobre la mesa, y su hermano las tomó entre las suyas, para sorpresa de ambos ella no se apartó- no importaba que no quisieras saber de nosotros o tenernos ahí contigo, siempre nos aseguramos de que estuvieras bien.
Emily estaba por responder pero su celular la interrumpió, se separó del tacto de su hermano y respondió.
-¿Hannah?- frunció el ceño- no puedo entender que es...- sus labios se abrieron como queriendo de decir algo, después los cubrió con su mano libre para finalmente ponerse de pie alarmada, ambos la imitamos, estudiando sus movimientos- ¿Dónde están?, Esta bien, llegaremos de inmediato y por favor cuida de ellas.- colgó, buscó mi mirada, tomó su bolso y después mi mano, miró a su hermano y lo señaló- quiero que nos sigas, ¿de acuerdo?- asintió- Dame las llaves de tu auto.
-¿Por...?- las saqué de mi bolsillo.
-Solo hazlo- las tomó y me sacó prácticamente a rastras del lugar, casi podría decir que trotamos al auto, lo encendió y espero hasta que Mike estuvo cerca en el suyo, entonces arrancó, y comenzó a acelerar, asegurándose de que su hermano nos seguía.
-Emily...- suspiró mientras frenaba el auto en una luz roja.
-Emma y Hannah están en el hospital- tamborileo los dedos en el volante, mi corazón comenzó a acelerarse, quise decir algo pero no podía- alguien intentó hacerles daño, en el departamento.
-¿Emma, está...?- mi voz se cortó, mientras ella aceleraba.
-No lo sé, Hannah no podía decirme mucho, iban en una ambulancia las dos, ya deben estar en el hospital- no dijo nada más de camino a ese lugar, y yo no me atrevía a hablar, sentía un nudo en la garganta.
Al llegar no sabía qué hacer, ambos salimos del auto, Emily me tomo de la mano de nuevo y avanzamos corriendo hasta la recepción. De nuevo ella habló, preguntó por ambas, al parecer Emma estaba "bien", tenía un resfriado, algo pasajero, pero Hannah no estaba en buenas condiciones, no logré escuchar mucho de lo que decían, los latidos de mi corazón eran ensordecedores, jamás había pasado tanto miedo en mi vida.
-¿Shane?-alcé la vista, los ojos grises de Emily me estudiaban- podemos pasar a verlas- asentí, apreté los puños cuando note que temblaban, seguí a la pelinegra hasta donde mi hija se encontraba, al estar frente a la puerta la detuve antes de entrar.
-No puedo- se giró en redondo para verme frunciendo el ceño.
-¿De qué hablas?- dio unos pasos hasta acercarse a donde estaba, sus zapatos la hacían más alta por lo tanto solo inclinó un poco la cabeza para poder verme a los ojos.
-Tengo miedo- confesé con la voz temblorosa- ¿y sí le pasó algo?- me dedico una pequeña sonrisa para tranquilizarme.
-El doctor dijo que ella está bien- tomó mi mano y me arrastro de nuevo para entrar en la habitación, me detuve de nuevo- Shane, no te dejaré un solo momento, prometo que Emma está bien, te necesita ahí, eres su padre.
No esperó a que respondiera, al cruzar la puerta una habitación con decoración de princesas se presentó ante mis ojos, barrí la habitación con la mirada, desesperado por encontrar a la niña, ella estaba ahí, en una especie de cunero, junto a ella se encontraba una cama, no preste atención a las personas en la habitación, solté la mano de Emily y fui a donde mi hija, dormía.
-¿Hannah?, ¿Luke?- la voz de la chica me hizo mirarlos- ¿Qué demonios?
-¡No es lo que parece!- fruncí el ceño, acaricié la mejilla de Emma, ella sonrió.
-¡Se besaban!- sonreí- Eso es lo que parece... además, ¿qué haces en un área infantil?- con las manos aun temblando tomé a la niña en brazos y camine a donde la pelinegra, ella acaricio la mejilla de la bebé y sonrió.
-Me pediste que cuidara de ella, no quería separarme de Emma, y aquí estoy- le sonreí a la rubia como agradecimiento.
-Eres todo un caso Han- Emily se acercó a su amiga para abrazarla, apartando al muchacho de cabellos castaños que evitaba mirar a la rubia.
-Lo que es todo un caso...- habló por fin el desconocido- es su apartamento- todos lo miramos frunciendo el ceño- está destrozado.
-¿Cómo lo...?
-Fui a buscar a Hannah- interrumpió la pregunta de Emily- al llegar a su piso la puerta estaba abierta, la encontré inconsciente, y la niña estaba junto a ella, las ventanas estaban abiertas y el lugar estaba helado, tomé a la niña, la abrigué, trate de ayudar a Hannah pero no respondía entonces llamé a una ambulancia, el resto de la historia ya deben conocerla.
-¿Quién pudo hacer todo esto?- apreté a mi hija contra mi pecho, sentí su corazoncito latir rápidamente, lo que me llenaba de paz, le debía mucho a ese hombre.
-Vi a Camille salir del edificio cuando llegué, dijo que tenía que ir al estudio por unas cosas que olvidó y que estaba ahí para buscar a un tal Shane Parker- lo miré.
-¿Qué?- me acerque a donde él, Emily me quitó a la bebé y beso su rostro.
-¿Lo conoces?- regresé mi atención a ¿Luke?
-Él es Shane Parker, bobo- la voz de Hannah estaba un tanto apagada, no tardaría en quedarse dormida.
-Camille te odia, hermano- dio una palmada en mi hombro- y esa mujer está loca, deberías tener cuidado.
-Eso pudiste haberlo dicho antes, esa bruja odia a Emily- de nuevo la rubia, ya tenía los ojos cerrados, pero aun nos escuchaba.
-¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
-No tienes porqué saberlo todo- respondí- gracias por salvarlas- asintió.
(...)
Emily Salvatore
-¿Pensaste en lo que te dije?- sentada frente a mi hermano, en un hospital, esperando que dieran de alta a Emma para poder llevarla a casa, esa no era la forma en que imagine "reencontrarme", con él, además, él ahora era dueño de la pequeña compañía que había construido.
Pero eso no era todo, detrás de lo que creí haber logrado, siempre estuvo él, o mi abuelo, jamás dejaron de recibir noticias mías, por lo que entendía el abuelo Matt les informaba de todo lo que hacía, pero él jamás me decía algo sobre mi familia. Por otro lado estaba el hecho de lo que mi hermano había hecho, me engañó, de nuevo, para obtener el control de lo único que era mío.
-¿Qué es lo que quieres en realidad, Mike?- suspiró, no me gustaba nada el camino que tomaban las cosas.
-Vuelve a casa- mi respiración se cortó de solo imaginarlo- por favor.
Nota:
Me siento fatal de no publicar tan seguido como nos gustaría a todos, pero no puedo hacerlo, no he tenido el tiempo necesario, por lo qué debo decirles que la novela no tendrá 20 capítulos como fue el plan inicial, constara de 15 capítulos y el epílogo, como es obvio, ya estamos cerca del final.
Gracias por su paciencia, mañana publicare de nuevo, para no atrasarme de nuevo.
Los y las amo.
Gracias por leer.
Besos.
-Alondra.