Como es mi rutina a diario, salgo con dirección al colegio, la media hora libre que obtengo por llegar temprano, la disfruto sentada bajo un árbol de que hay en el patio trasero de el colegio. Es relajante sentir el aire frio de las mañanas.
El tiempo pasa rápido cuando uno esta feliz haciendo lo que le gusta, en mi caso es dibujar, pero todo lo bueno siempre acaba. El sonido de la campana da señal que es hora de entrar a las aburridas clases.
(...)
Después de clases fui lo mas rápido que pude a comprar las flores que tanto le gustaban a mi amiga.
Cuando llegue encontré a su madre frente de su tumba, me detuve mirando su rostro que mostraba tristeza y dolor al mismo tiempo.
"Por mi culpa ella está así"
Alzo la mirada y al verme, su expresión cambio a una de enojo, sus lagrimas dejaron de caer y se me acerco.
__¡¡¿Qué haces aquí?!! no te das cuenta que es culpa tuya que ella ya no este viva.__ se acerco a mi, tanto que podía sentir sus intenciones de querer pegarme. Solo me limite a escuchar, sin decir nada__ ¡tú deberías estar bajo tierra pudriéndote! NO mi hija. No tienes derecho a venir aquí y tus flores de porquería..__ me arrebato el ramo arrogándolo al suelo.
Sus palabras fueron como un cuchillo atravesando mi pecho.
"Tiene razón. Todo esto es mi culpa, yo le cause la muerte."
*solo eres un error, tu mamá por eso te dejó. Pasas trayendo desgracias* las palabras de mi madrastra que una vez me dijo se volvieron a repetir en mi mente
las ganas de llorar vinieron, pero no podía. No me permitía llorar frente a los demás.