<<capítulo anterior
En la entrada se presento la Diosa, camino por el pasillo. Seguida de cerca de dos guardias. Karma se puso de pie, yo baje la cabeza en señal de respeto. Veía solo sus pies, llevaba unos zapatos rosados, como las que usan las bailarinas pero tenía muchas piedras de distintos colores como decoración. Se paró frente al trono.
-Karma Akabane, Dios Apolo, Dios del Sol le llamo.
-Bienvenida Isis, Diosa de la Magia Egipcia.
Ella rompió cualquier protocolo y lo abrazo. Lo llamo por su nombre, frente a todos y él estaba muy contento devolviendo su abrazo y mi corazón se estrujo>>
Capitulo 16 - Situaciones Inesperadas
Nagisa POV
Los veia estaban abrazados, hasta donde el vientre de la Diosa lo permitía, finalmente se separaron, unas gotas se derramaron de mis ojos, eran lagrimas estaba llorando. No entendía porque lloraba, me las seque inmediatamemte no queria que ambos se dieran cuenta.
-¿Tabekayashi, no vino contigo? le pregunto Karma.
-No pudo esta en una reunion con el Dios de la muerte. Te aseguro que estaba muy intranquilo de dejarme venir, teme por mi y por esta niña en mi vientre. Tan intranquilo estaba que me llamo por mi antiguo nombre, Manami. Por leyes egipcias yo perdi mi nombre y adopte el de Isis, le dijo la diosa.
-¿Ese es tu consorte, él es la reencarnación de Jacinto?.
-Sí, es Nagisa le dijo Karma.
-Puedes levantar el rostro me dijo.
Alze mi rostro y la vi, su piel era blanca pero estaba algo bronceada, sus ojos eran color lavanda y su cabello negro . Llevaba una trenza de lado con decoraciones doradas. Una tunica rosada ajustada en la parte del busto, adornada con collares en color oro, pero suelta en la parte prominente de su vientre. Tenía muchas pulsera y anillos que adornaban sus manos.
Acerco sus manos a mi rostro y me miraba fijamente, por alguna razon sus manos temblaron, yo me perdía en lo atenta de su mirada, me solto para luego sonreírme y me dijo te pareces mucho al antiguo Jacinto.
-Karma, ¿podemos retirarnos?. Estoy cansada y me duelen los pies.
-Claro, pasemos al comedor.
Karma, les dijo a todos que podian retirarse, bajo las escalinatas y ella se agarro de su brazo. El se giro y me llamo, yo asentí me pare a su lado y me entrego la lira.
-Estaba sorprendido. Se acerco a mi soltandose de la Diosa, puso su mano en mi menton alzando mis ojos, lo vi fruncir el ceño. Veia sus ojos dorados mirarme, el corazón empezó a latirme muy rápido, sentía las piernas como gelatina, me sentía como hipnotizado, no pude sostener su mirada y baje mi rostro, sentía mis mejillas arder por el sonrojo.
El sonrió, se acercó a mí oído para decirme, cuida esa lira como un preciado tesoro. Es el contenedor de mi alma, si algo le sucede mi alma se resquebrajaría, perdería mis poderes, mi inmortalidad y todos mis recuerdos serían borrados.
Abrí muchos los ojos, ¿esta seguro que yo debería cuidar algo tan delicado? y lo mire esperando su respuesta.
-Con mayor razón, no puede estar en mejores manos me dijo sonriendo y poniendo su mano en mi cabeza.
La apreté contra mi pecho, un calor reconfortante lleno mi cuerpo, mi alma y mi corazón. Dándome una gran alegría, borrando toda la tristeza que sentía. Caminábamos por el pasillo hacia el comedor.
-Entonces ya tienes el nombre para la bebe le pregunto Karma.
-Si se llamará Azeneth. Es mi primera niña, ya que los otros cuatro son hombres. Ya verás cuando tengas a tú primogénito . Saltaras de gozo y felicidad.
-Un hijo, que yo no puedo darle pensé y otra vez mi corazón se llenaba de tristeza. Es normal que como Dios, desee descendencia y tendré que aceptar que sea una ninfa. Cerré los ojos, estaba apunto de empezar a llorar.
-Te avisare cuando ese momento llegue. Aún falta mucho para que Nagisa me de un hijo.
-Por poco se me cae la lira al piso. Yo le iba a dar un hijo, el dijo que yo. Los hijos nacen de las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, pero yo soy hombre. Lo mire aterrado.
-Karma, ya lo asustaste.
-Llegado el momento se lo pediré a Irina la Diosa Afrodita, ella es la única que puede intervenir para que Nagisa quede en estado.
-No quería seguir oyendo eso. Me daba terror, me va a preñar pensaba en mi mente. Mis manos temblaban, la lira en mi pecho también, está vez su calor no estaba ayudando para tanquilizarme.
Entramos al comedor, me senté a un lado de Karma y puse la lira en la silla a mi lado.
-Seth el Dios del Caos va a regresar y tengo mucho miedo le dijo la Diosa. En Egipto tuve una profecía de Seth, al mismo tiempo que tú tuviste tu premonición.
<<Aquel que gobierna en la noche del Caos, regresará del mismo infierno, destruyéndolo todo a su paso. Su alma resurgirá y se unirá a su nuevo portador. Aquel que lo llamara cuando su corazón sea envenenado por la traición, el dolor y le brindará su alma y su cuerpo, volviéndose uno solo. Pero el portador es la respuesta solo él puede encerrar al Señor de la oscuridad, si aún queda algo de luz en su alma>>.
-Esa profecía de la Diosa, se escuchaba terrible. Debe ser la peor cosa del mundo que seas el portador del Dios del Caos.
-En mi premonición el hablo que ya había encontrado al portador, lo que significa que estaba a punto de resurgir. Tenemos que encontrar al portador y matarlo. Debe morir dijo Karma mirando a laDiosa.
La cena transcurrió, Daphne llevo a la Diosa a su habitación. Caminábamos por los pasillos, aún tenía la lira en mis brazos. No se porque me sentía tan bien de llevarla en mi pecho. Llegamos a la puerta de la habitación, Karma me quito la lira con cuidado de mi pecho.
-Espera afuera no vamos a entrar, aún tenemos un castigo que cumplir.
Cuando lo escuche me alarmé, lo había olvidado.
Salió con las manos vacías y me agarro del brazo, prácticamente me llevaba arrastrando, se paró ante una puerta para luego empujarla. Inmediatamente las luces se encendieron, está habitación olía muy dulce como a fresas o vainilla. En el medio había una gran piscina, estaba hecha de mármol, tenía varios grifos de agua para llenarla. Una estatua de unos ángeles con unos cántaros, estaba en una esquina de la piscina.
-Abre los grifos me dijo Karma. En el mueble rojo de mármol de la esquina hay unas toallas saca dos, además hay esencia de vainilla tráela, también hay esponja de baño sácala. Sus manos se dirigieron a mis coletas y las solto, mi cabello estaba suelto. Ya regreso me dijo.
Fui y empecé a abrir los grifos de agua, busque la esencia , la esponja y las toallas. Tal vez Karma iba a nadar en la piscina. En eso me voltee y ¡¡waaaaaa.!!........tape mi rostro con las manos. Karma estaba frente a mí, solo cubriendo sus partes con una toalla diminuta, completamente desnudo.
-Nagisa, me llamo. Alcé mi rostro, aun tapándome con mis manos, un gran sonrojo invadía mi rostro. Creo que moriré de vergüenza.
-Quítate las manos del rostro y abre los ojos. Me negué. Es una orden me dijo.
-Lo mire, mis mejillas estaban tan calientes.
-Acércate me dijo. Este será tu castigo, vas a tomar la esponja, pondrás la escencia de vainilla en el agua yo me voy a sentar en esa escalera que es la entrada de la piscina y vas a bañar a tu esposo como el buen consorte que eres.
-¡¡Queeeeee!!........no puede ser. El no hablaba en serio, lo mire a los ojos y no mentía.
-Karma, yoooo........no puedo yoooo.........me quedé callado y baje mi rostro muy sonrojado. Las manos de Karma se aferraron a mi cintura, alzándome para depositarme en el último escalón de la escalera dentro de la piscina. El agua estaba calidad, mi túnica estaba toda mojada pegándose a mi cuerpo.
-Estoy esperando Nagisa.
-Me levante y con mis manos temblorosas busque la esponja, la hundí en el agua, derrame la esencia y temblando la puse en su pecho. Mis mejillas ardían, mis manos temblaban, mi corazón latía como loco, no me atrevía a mirarlo. Sus manos recorrieron mi rostro, me obligó a mirarlo. Mis ojos con los suyos se conectaron, no podía dejar de mirarlo, mis manos aumentaron el temblor.
-Continúa bañándome.
-Yo asentí, y la esponja se deslizó por su cuello, sus brazos, dejó de tomar mi rostro, para aferrar sus manos en mi cintura. Sentía mucho calor, mi ropa estaba humeda por el agua.
Lo vi mirarme de manera burlona, mientras llegaba a su vientre, no podia seguir como iba a bañarlo ahi, no podia mi cara ardio por el sonrojo.
-Espero que recuerdes este castigo, cada vez que me desobedezcas. Vendremos aqui a bañarme y te aseguro que eso que no quieres tocar por la verguenza, lo vas a limpiar pero con esa boquita para que no salgan insolencias de ella.
-Ahora ven y sientate encima mio.
-Estaba alarmado, aun no estaba listo para perder mi virginidad. Yo aún no.....pues yo....el puso un dedo sobre mis labios.
-Un golpe en la puerta, nos interumpio. Suspiré, me sentía salvado por la campana. Volvieron a tocar de manera desesperada.
-Señor, disculpe pero es urgente.
-¡¡QUE QUIERES!!........
-La Diosa Isis, entró en labor de parto. No localiza a su esposo, no creo que logre llegar a un hospital.
-Karma abrió grande los ojos, se levanto inmediatamente.
-Consigue agua caliente, unas tijeras, unas toallas y una sabana, le dijo Karma a Daphne.
-Vamos Nagisa, necesito tu ayuda. Me abrazo y en un momento estábamos en la habitación, corrí a quitarme la túnica húmeda, me puse la ropa interior, un pantalón y una camiseta. Karma igual se había cambiado de ropa, me tomo de la mano para desaparecer y aparecer frente a otra puerta, la cual supongo es la habitación de la Diosa.
Karma entro, ahí en la cama estaba la Diosa, respiraba por la boca, acostada en la cama.
-Tranquila Manami, yo te voy ayudar le dijo Karma.
-Ya quiere nacer, perdóname por ponerte en esta situación.
-Eso no importa ahora. Nagisa, siéntate al lado de Manami, ponle la almohada en su espalda para que no quede totalmente acostada. Me acerqué a la Diosa haciendo lo que me pidió Karma. La puerta del cuarto fue abierta entrando Daphne con unas toallas, sabana puestas sobre sus brazos, en sus manos traía un recipiente y las tijeras en unos de sus dedos.
Las uñas de la Diosa se enterraron en mi pierna.
-Lo lamento me dijo tuve una contracción.
-No hay problema le dije para no incomodarla, pero me había dolido más que los peñiscos que me daba Karma. Me imagino que Daphne será la que ayude al bebé a nacer, pero grande fue mi sorpresa a ver a Karma lavarse las manos con el agua caliente, ponerse de cuclillas e inspeccionar entre las piernas de la Diosa.
-Tienes razón, ya se asoma la cabeza. Daphne ayuda a Nagisa a incorporar un poco a Manami.
-Escúchame Manami, cuenta de uno a tres cuando te hayas incorporado y puja todo lo que puedas. Luego cuenta de uno a cinco para tomar aire y vuelve a pujar con todas tus fuerzas. Vamos a hacer eso hasta que nazca. Daphne y Nagisa ayúdenla a que este incorporada. Lista.
-No salía de mi asombro, jamás imaginé que Karma, supiera cómo traer a un bebé al mundo. Lo único malo de esto, es que mis pobres dedos estaban siendo triturados por el fuerte agarre de la Diosa. Después de repetir unas veces las instrucciones de Karma, se escucho un llanto, inmediatamente soltaron mis dedos. La bebe fue envuelta en la sabana y entregada a su madre.
-Ella sonreía y le agradeció.
-Yo sonreía, en eso la puerta fue abierta y un hombre de cabello negro, entró por la puerta. Detrás de él venían unos soldados.
-Tabekayashi, lo saludo Karma.
-Gracias le dio la mano y fue a donde su esposa.
-Vamos Nagisa, me llamo Karma. Dejémoslos solos, si necesitan algo me avisan.
Caminaba por los pasillos a su lado, estaba muy feliz. Lo que hizo Karma, ayudar a la Diosa a que su bebé naciera fue increíble. El es un Dios bueno, su seriedad es solo una máscara. Me preguntó si yo podré descubrir todo lo que se esconde detrás de esa seriedad y sostuve su mano sonriendo.
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