Capítulo 43 - Desesperación

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Entre a la habitación y sus ojos me miraban confundidos, traté de disimular el dolor que sentía en estos momentos tanto físico como emocional.

-¿Quién es el madre? - preguntó y esas simples palabras dolían. Esto es un castigo, por mi indiferencia cuando lo conocí.

-Es Nagisa Shiota, es tú amigo cariño - esperábamos a ver una reacción de su parte.

-No lo recuerdo, lo lamento - desvió la vista a su madre.

Sus ojos eran vacíos, ya no se veía imponente, ni la sabiduría estaba en sus ojos.  Este no es Karma.

-¿Cómo dijiste que te llamabas? - me cuestiono

-Nagisa Shiota - tuve que tragarme el dolor que sentía en estos momentos.

-Lo lamento pero no recuerdo a nadie.  Solo mi nombre, el rostro de mi madre y  por alguna razón deseo que amanezca, pues deseo ver el Sol - fueron todas sus palabras y ya no dijo más.

El silencio en el cuarto era muy incómodo, el no dijo nada más.  Solo se levantó y miro por la ventana, cuando el Sol empezó a hacer su aparición.  Pude ver una sonrisa sincera en su rostro. 

Con cuidado me acerqué a su lado y le sonreí, en ningún momento me dirigió la mirada.  Enrede mi mano entre la suya, el me miró con sorpresa y muy confundido.

-Disculpa, pero me es algo incómodo, pues no te recuerdo. ¿Podrías repetirme tú nombre nuevamente? - soltó su mano de la mía.

Sollozos salieron de mi garganta, mientras me tapaba el rostro>>

Capítulo 43 -Desesperación
Nagisa POV
Las manos seguían en mi rostro, los sollozos aumentaban y las lágrimas se deslizaban por mis ojos.

-No entiendo, ¿porque lloras de esa manera?.  Tu cinismo es grande - sus palabras salieron frías de sus labios.

-¿A qué te refieres? - quite las manos de mi rostro y lo observe aún con las lágrimas corriendo por mi rostro.

-Se que me estás mintiendo, tú no eres quien dices ser.  Un amigo, no me miras como si fuera tú amigo.  No tengo memoria, pero no soy idiota.  Desde que te presentaste, no me miras con ojos de amistad.  En ellos hay amor, pero también dolor y culpa - sus ojos me miraron.

-Yo.....soy.........tú consorte y es mi culpa que no recuerdes nada - baje el rostro apenado.

-No deseo tú culpa, ni tú lastima - las palabras hirientes salían de sus labios y me lastimaban.

-Yo no estoy a tú lado por lastima, ni culpa.  Cometí un error, pero permaneceré a tu lado porque yo te amo.  Déjame ayudarte - le pedía desesperado.

-Estoy muy confundido en estos momentos, además cada vez que veo esa marca en tu frente.  Mi corazón arde de dolor, como si se incendiará - dio media vuelta y se retiró.

Lo veía subir las escaleras y de pronto se detuvo - ¿consume el matrimonio? - me pregunto, aunque me daba la espalda.

-Si, estuvimos juntos varías veces - le respondí.

El Sol Que Me ReclamaWhere stories live. Discover now