Nada nuevo, desperté gracias a un perro que no paraba de ladrar, justo al frente de mi casa.Creo me está comenzando a caer mal, ¡¡no se callaa!! No nos llevaremos muy bien en un futuro.
Mamá entró a la habitación e hizo que saliera de mis pensamientos.
-__, levántate yaa!
-¿qué le pasó a la alarma?...
-no tengo idea, pero debes irte ya.
-no quiero ir... por qué tiene que ser las clases en la mañana?!
-porque así es el horario -dijo mientras tomaba las sábanas de mi cama, las tiró al piso y se fue.
-mátenme *me quejé*
Ya de una vez por todas.. me levanté rápidamente para no arrepentirme.
Fui al baño a ducharme y luego vestí cómodamente. Algo como un buzo/pantalón con una polera linda. Así de sencilla chicos.
No desayuné. Ya que se me hacía la hora, e iba a llegar aún mas tarde a mi primera clase de este bendito día.
Deseaba no desmayarme en alguna asignatura, supongo que comeré allá en la escuela. SUPONGO.
-adiós mamá.
-adiós, cuídate.
Tendría que caminar 25 calles hasta el instituto. Estaba lejos para mi resistencia física pero hay que hacerlo y así hago todo el ejercicio que nunca hago.
Había llegado sin más al colegio y me paré en la entrada como en decisión si entrar o no. justo el timbre comenzó a sonar desesperante. Era claro, estaba completamente atrasada. Aun me quedaba pasar a la oficina del director, ir al casillero e ingresar a la clase.
Corrí para alcanzar al director que estaba entrando a la oficina y logré detenerlo.
-disculpe, soy nueva y... me preguntaba si.. aquí... -Reacciona __.
-_______, Cierto? -dijo un poco antipático
-asentí con la cabeza-
-debes pasar al salón 7, clase de música, luego tendrás matemáticas, salón 10. Aquí tienes las llaves (en el llavero está el número) y tu horario, date prisa. -mencionó más simpáticamente.
-muchas gracias.
No me molestaría en retrasarme solo para guardas los libros al casillero y fui directo al salón 7. Con todos esos libros en mano.
Encontré alguien del personal de limpieza en el pasillo y no dudé en preguntarle.
-señor, - en ese momento la persona se dio vuelta y me maté a mí misma por haberle dicho "señor", claro era una mujer, media anciana amargada. - señora,*corregí* ¿dónde está el salón número siete?
-La mujer señaló con su dedo índice la puerta detrás de ella y siguió limpiando donde le pareció-
-gracias?
toqué la puerta como pude, recuerden que llevaba mis TODOS mis libros a mano.
-la puerta se abrió e intenté pasar con cuidado para no caerme. Cosa que resultó bien.
-oh! Vaya, usted debe ser la nueva -dijo un profesor con el ánimo de un trasero.
-si -respondí-
-adelante siéntate con Cait, justo allí. *refiriéndose al banco de al lado*
No podía creerlo estaba Cait, la Cait que me ayudó en el parque, estaba en la escuela. Esto era lo mejor que me había pasado desde que nos mudamos. Por lo menos, ya no estaría sola.
Caminé hacia mi nuevo puesto y me senté con mi querida amiga, que aún no se percataba de mi presencia *estaba mirando hacia fuera pensando en algo*
-pensando? -dije curiosa
*Cait se dio cuenta que me encontraba allí y casi salta de alegría*
-___?! ¿Eres tú? -preguntó abrazándome.
- si, soy yo Cait.
-pero que haces aquí!
-no te alegra verme? *dije fingiendo tristeza*
-claro que si!
-*reí* eso es bueno. Escucha Cait... necesito conocer a todos en la escuela ¿me ayudarás luego cierto?
-por supuesto *rio ella* hey!
-que pasa? -dije sonriendo
-me alegra que te sientes conmigo y que estes aquí. -devolviéndome la sonrisa.
*la abrasé y volví a mi posición original con la atención al profesor*
pero solo quería conversar con Cait, en verdad me alegraba verla y además así matábamos el aburrimiento.
Acababa la clase al sonido del timbre y fui directo al salón de matemáticas en compañía de Cait.
-Cait, adonde vas ahora?
-matemáticas y tú?
-también, te parece si nos sentamos juntas? Por favor -dije haciendo carita de perrito-
-emm... ___, lo siento pero el profesor ya tiene puestos asignados. Tal vez te toque con madison o con..
-quien es mad...
-apártense -la típica rubia creída había aparecido sin dejarme terminar la oración y me molesté.
-hey! -en ese momento Cait me tapó la boca con su mano y la miré extrañada-
-por qué hiciste eso?
-que cosa?
-no te hagas, evitaste que hablara hace unos minutos.
-ah eso. No te metas con ella, aun no.
-pero viste lo que hizo?
-losé, ya no vale la pena enfrentarla es una p*rra, la conozco muy bien y créeme que debe ser porque eres nueva. Te quiere hacer sentir inferior, no lo logrará.
Eso me confundió, no entendía que era "la conozco muy bien", decidí no tomarle importancia y callar.
-¿en qué piensas eh?
-qué?, no nada, nada.
-viste a alguien?, Chaz? Chris? Justiin?
-quienes son?!!, Cait, te dije que no conocía a nadie.
-solo bromeaba.
-esta bien.. cait?, caiiit?!
-te gusta él? -le dije viendo al chico que Cait observaba.
-no, idea tuya.
-Caait?
-se nota?
-mucho.
-se llama Chaz
-mmm... se nota buen tipo.
-que bien -se sonrojó-
Caminamos directo a los casilleros, que por supuesto, Cait me había ayudado a encontrarlo y lo mejor es que quedaban uno al lado del otro. Luego ingresamos al salón 10 (donde era matemáticas), me despedí de Cait porque tenía que ubicarse en su banco. Y Me dirigí a al profesor para que me asignara un lugar.
+
-____, cierto?
-asentí con la cabeza- sí, soy yo. -accedí a decir, al parecer todos ya me conocían-
-siéntese por allá -haciendo señales con su dedo-
Estaba buscando a Madison y esperaba no tener que estar con una persona sin cerebro, pero no fue así. El profesor me había ubicado en un lugar al fondo de la clase, en un extremo que tenía una vista a un jardín del instituto.
-allí? -pregunté esperando a que me confirmara.
-si, allí. Vaya pronto, comenzaré la clase.
Caminé sin más al banco que me habían dado, me sorprendí al ver que no estaría sola. un chico alto, de tez media blanca y su pelo castaño claro no faltaba recalcar que sus ojos eran hermosos.
Me senté con la disposición de hablarle, pero por algún motivo estúpido mio, de mala gana lo miré y le hablé:
-hola?
-hola -contestó desanimado-
-soy ____
-...
-y tú?
-te importaría?
-supongo que sí, nos sentaremos juntos el resto del año. ¿No crees?
-averígualo. -dijo frio-
-cuál es tu nombre entonces...
-...
-te pondré un apodo si no me dices -dije seria-
-hazlo
-adiós. -gruñí-
-aún no te has ido -dijo sarcásticamente, pero a la vez ¿gracioso?, no lo entiendo.
-y?
-nada.
-bien.
No soportaría estar así durante las clases con él. Ni siquiera sé su nombre por raro que es. El profesor no podía haberse quedado callado y darme más problemas con este niño que ni conocía.
"hacer ejercicios de matemáticas con el compañero de lugar" -absurdo con el mío. Si se podría decir.
-hey! Oye, como te llames.
-Justin. -dijo él.
-por fin.. -espera, Justin?, Cait me lo había mencionado en el recreo. Este chico era "Justin".
-que quieres. -dijo seco
-hay que resolver ejercicios.
-resuélvelos.
-es en grupo, genio.
-consíguete uno. -dijo girando su rostro hacia mi dándome a conocer sus ojos aún mas cerca.
-no escuchaste, COMPAÑEROS DE LUGAR, aggh!! te digo algo?, olvídalo, lo haré sola no te necesito.
-me necesitas? -dijo alzando su ceja y una leve sonrisa. Estúpidas hormonas, entiendan que no lo soporto.
-claro para hacer la ta... -captando que lo decía en doble sentido corté la oración y lo miré seria.
-eres tonto.
-y tu ingenua.
-te odio.
-me da igual.
tocan el timbre y el odioso de Justin me entrega un papel con un número, supuse que era de él. Eso fue la gota que rebalsó en vaso y casi le doy un golpe en sus partes.
Es idiota o se hace!? Lo peor que el papel decía de postdata:
-hola, por si esta vez me necesitas.
Lo odio, lo odio, lo odio. - esas palabras rondaban por mi cabeza todo el tiempo hasta que se fue.