Traté de dormir pero nuevamente no pude y me sentí incomoda así que decidí salir a estirar las piernas tal vez solo tenía que tomar aire.
Cerré suavemente la puerta de mi habitación ya que mi hermano estaba durmiendo y caminé por el pasillo.
Cuando estaba por pasar por la habitación de James este abrió la puerta.
- Estoy agotado.-Se acercó a mi y me abrazó.
- Es un desastre James.
- Si, pero mañana todo irá mejor.
- Es absurdo que tenga que dormir con mi hermano.
- Lo sé.-Estaba diciendo James pero al puerta de la habitación de al lado lo interrumpió. Era esa mujer.
- Ah son ustedes. James menos mal que estamos cerca, si por la noche tengo pesadillas iré a tu cuarto como hacíamos antes.-Sonrió y James le devolvió el gesto.-Buenas Noches.-Se giró.
- Buenas Noches.-Respondió James sonriendo como idiota.
- ¡tsh!.-Me solté del agarre de James y me iba directo a mi habitación pero James me siguió.
- Era cuando teníamos diez años.-Me tocó el hombro y me hizo girar. A quien quiero engañar no podía enojarme, menos por eso ya que el estaba conmigo.
- Seré yo quien le provoque pesadillas esta noche.-Suspire tratando de relajarme.
- Tranquila amor.-Depositó sus manos en mi cintura apegandome a él.-La verdad yo venía a preguntarte si quería dormir conmigo.
- ¿y tu madre no se enojará?.-Me burlé de él.
- No, me ha dado permiso.-Me sonrió. Haciendome reír por su respuesta.