Si hay algo que pueda destrozar más el corazón de YoonGi que ver su JiMinniePoo llorando, es verlo enfermo.
Ver a Park JiMin enfermo debe ser uno de los peores castigos que Dios pueda poner sobre alguien, el solo hecho de ver a su pequeño niño tirado en el sofá echo un burrito de mantas, con una caja de pañuelos al lado, grandes ojeras y la piel pálida rompe el corazón de YoonGi de una manera que nadie podría imaginarse.
— ¿Seguro de que no necesitas nada más, Minnie? —Preguntó con suavidad YoonGi peinando el desordenado cabello rosado de JiMin hacia atrás para así despejar su vista.
—No PinkyPoo, enserio, así está bien —Negó el menor en un tono bajo acurrucándose más contra las mantas.
—Está bien —Asintió el pelinegro no muy convencido de que significaba 'estar bien' para JiMin, porque él lo veía de muchas maneras, mas 'bien' no era una de esas— Mochi debo ir a terminar unos trabajos de la Universidad al cuarto, cualquier cosa que necesites solo llámame, ¿Bien? —Preguntó acariciando sus pálidas mejillas y recibiendo una leve sonrisa de vuelta.
—Sí, PinkyPoo Hyung —Murmuró JiMin desviando su mirada del mayor, al nuevo capítulo de su PinkyPoo serie japonesa favorita. YoonGi depositó un beso en su frente y se levantó del sofá con una mueca de preocupación.
Tal vez sea un poco exagerado, de todas formas sólo iba a estar en el piso de arriba, pero después de ver que su bebé había prácticamente evacuado su peso en vómito, a YoonGi le preocupaba incluso pestañear, ¡Y es que enserio lo estaba intentando! Enserio estaba intentando concentrarse en el plano de su próximo proyecto, y enserio estaba intentando crear dimensiones coherentes, pero le era simplemente imposible pensar en otra cosa que no sea JiMin. JiMin y su nariz congestionada. JiMin y su estricta dieta de sopa de pollo. JiMin y su garganta adolorida por la bilis. JiMin y sus ojeras casi moradas. JiMin y sus ojitos tristes. JiMin y sus suspiros cansados. Su JiMinniePoo y la ausencia de su alegría y energía.
Tomó su celular que reposaba en el escritorio dispuesto a llamar a Jin Hyung para que le ayudara a cuidar de JiMin mientras hacía su proyecto de arquitectura que, maldición, era para mañana, pero la idea fue desechada tan rápido como se me ocurrió. Era estúpido molestar a Jin y apartarlo de sus propias responsabilidades para que cuidara de Mochi siendo que él estaba en la misma casa. YoonGi soltó un suspiro cansino y se dispuso a volver su atención a su plano para terminar lo más rápido posible e irse a sentar con JiMin al sofá. Y estuvo a punto de hacerlo cuando unos pasos apresurados en el primer piso captaron toda su atención.
— ¡¿JiMin?! —Medio gritó para que el menor lograra oírlo— ¡¿Estas bi-?! —No terminó de formular la pregunta cuando el sonido de audibles arcadas se escucharon por todo el departamento alertándole de sobremanera.
El pelinegro se levantó de un salto de la silla y corrió al baño lo más rápido que pudo casi cayendo escaleras abajo y tal cual pasó el día anterior y a medianoche, JiMin estaba arrodillado frente al escusado volteando su estómago en la tasa del vater, soltando un par de silenciosas lagrimas por el esfuerzo. La sensación de impotencia se apoderó del pecho de YoonGi y se sintió aún más inútil cuando no pudo hacer nada más que sobar la espalda de JiMin suavemente y susurrarle palabras de consuelo mientras dejaba que terminara de vomitar de una vez por todas. Cuando esto pasó, JiMin volvió a sentarse sobre sus talones y echó la cabeza hacia atrás permitiéndole ver al blanquecino su verdoso tono de piel.
—Ya, me cansé —Sentenció duramente el pelinegro— Minnie, iremos al hospital, me da igual si dices que no— Advirtió levantándose para tirar la cadena y ayudar a JiMin a ponerse de pie.
— ¡No! —El gritó del menor le sobresaltó, pues no creyó que estuviera en condiciones de gritar— Por favor, PinkyPoo Hyung, enserio voy a estar bien, pero no quiero ir al hospital —Lloriqueó con la voz rota.
—Lo siento, bebé.
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—Por dios, YoonGi, dijeron que no era nada grave, deja de dar vueltas que me pones más nervioso— Rogó Jin con la voz ahogada al muchacho que estaba a punto de hacer un agujero en el piso de tanto caminar de acá para allá.
—No es eso, Jin Hyung, demonios, ¿Sabes el pánico que le tiene JiMin a los hospitales? Yo debería estar ahí adentro con él —Explicó YoonGi desesperado a su mayor, con la mirada baja intentando ocultar su expresión entre su cabello.
La sala de espera se quedó en silencio. Los seis chicos ahí presentes callaron seguido de esas palabras, no era común ver a YoonGi así de desesperado, y dos veces en un corto periodo de tiempo, los hacía preocupar inevitablemente. El primero en levantarse fue TaeHyung, se paró firmemente frente al segundo mayor del grupo y lo tomó por los hombros antes de que el pelinegro chocara con su pecho.
—Todo.va.a.estar.bien —Pronunció lentamente el castaño, para luego, rodear a su Hyung con sus brazos suavemente— No te preocupes, Hyung.
Y luego de eso, no bastó mucho tiempo para que los otros cuatro chicos se unieran en un significativo abrazo grupal.
— ¿Familiares de Park JiMin? —Los interrumpió una voz femenina, contestada por un coro de "Yo's"— El doctor necesita conversar con los padres, o el familiar más cercano, puerta 309 —Indicó la muchacha sin siquiera darles una mirada para luego desaparecer por el pasillo.
No hizo falta preguntar quién entraría a ver al PinkyPoo niño, YoonGi caminó con seguridad hacia la puerta blanca donde el médico lo esperaba con una ficha entre los brazos. Luego de un pequeño intercambio de palabras y de que el hombre le explicara que el desmayo de JiMin se debía a algo tan simple como "estrés" dejando a YoonGi demasiado confundido, le indicó que podía entrar.
Un abrazo fue todo lo que recibió YoonGi al entrar por la puerta. No hicieron falta palabras entre ellos, así había sido siempre. Un fuerte abrazo bastó para que sus corazones se calmaran en una acompasada sinfonía y soltaran suspiros llenos de alivio por estar juntos otra vez. Los minutos pasaron rápido en silencio, y cuando sus cuerpos se alejaron por fin, las palabras se abrieron lugar.
— ¿Estrés?—Fue lo primero que los labios del pelinegro pudieron formular.
JiMin bajó la mirada, demasiado avergonzado de sí mismo como para mirar al mayor. YoonGi siempre había hecho todo y nunca había colapsado cómo él. Su PinkyPoo Hyung trabajaba, estudiaba, salía a veces por las noches, hacía sus trabajos escolares recibiendo notas sobresalientes, y siempre estaba de humor para jugar con él o llenarlo de mimos, ¿Por qué él no pudo hacer lo mismo?
—Yo sólo quería tener un trabajo para... para poder ayudar a PinkyPoo Hyung, pero... pero la señora de la PinkyPoo cafetería es mala conmigo, me grita y... Lo siento, PinkyPoo —Confesó JiMin marcando fuertemente un puchero en sus abultados belfos.
A YoonGi le costó un poco procesar la información que estaba recibiendo, ¿JiMin trabajando?, ¿Desde cuándo?, ¿Cómo es que él no lo sabía?, ¿Por qué su PinkyPoo bebé no se lo había dicho?, ¿Acaso no confiaba en él?
—No me gusta cuando PinkyPoo Hyung sale por las noches. No me gusta que llegue herido a casa. ¡Sólo quería ayudar un poco!
—Por dios, JiMin —Suspiró YoonGi incrédulo— ¿Y crees que no ayudas?, ¿Enserio? Minnie, ¿Cómo crees que soportaría ir todos los días a la universidad y al trabajo sin saber que cuando llegue, estarás tú con tu linda sonrisa esperándome en casa? Tú eres quien me da fuerzas para levantarme de la cama todos los días, ¿Y crees que no ayudas? —Preguntó tomando a JiMin por las mejillas, juntando sus frentes— Te necesito sano, con esa alegría tan linda tuya, porque no sé qué haría si no estuvieras a mi lado —Murmuró rozando sus labios mientras hablaba— No necesitas conseguir un trabajo para ayudarme, lo haces todos los días sin moverte de casa —Esta vez fue JiMin quien estrujó entre sus brazos al mayor, llenándole los oídos de murmullos inentendibles pero reconfortantes.
YoonGi no mentía, no podría hacerlo, JiMin era todo lo que necesitaba para estar bien frente a cualquier dificultad. Su pequeño era su remedio ante todo.
🌸
Ustedes me confunden. Primero todas quieren Lemon y hacen insinuaciones al Daddy Kink durante toda la historia, y luego cuando les digo que probablemente haré un maratón con Lemon, nadie quiere:c no las entiendo🙆
Así que recurriré a mi amiga votación y que el público elija. Ya saben la dinámica de seguro, pero nunca está de más. Comenten sobre la opción que más les agrade.
Maratón con Lemon👌👈
Maratón con Lime😳
Maratón sin ninguna💕🍼
•Lime: Es un tipo de narración erótica más poética que el Lemon. Mientras que un Lemon diría "Y lo embistió fuertemente" el Lime diría "Y sus cuerpos danzaron sobre el lecho", espero se entienda lo que quiero decir.
Elijan bien, y por favor, no se peleen😢
¡Muchas gracias por leerme!
¡PinkyPoo!💕
-Nico
#CajitadeLeche.