Vinilo Vol. 1 : Mrs. and Mr...

By genesaorus

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Camille Casablancas es obligada a asistir a Berkley, internado para gente talentosa, mayormente poblada por h... More

¡Bienvenidos, estudiantes!
Artículo (2006)
Carta de aceptación a Camille Casablancas:
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By genesaorus

Luego de buscar un quiosco con ricos postres y que no estuviese muy abarrotado, Inna nos cuenta toda la historia de Ivanka y Kaidan.

Su resumen es rápido pero claro. Inna explica que Ivanka y Kaidan se conocieron en el curso de música. Ivanka estaba tomando clases sobre la voz y algunas coinciden con Kaidan. Aparentemente, a Kaidan le gustaba mucho Ivanka y la cortejó por mucho tiempo a pesar de que Ivanka no estaba muy interesada. Aunque, Kaidan tiene la cara que tiene... así que Ivanka le correspondio.

Muchos estaban sorprendidos por eso puesto que Kaidan, si bien no es el tipico muchacho que busca donde meter su pene, no estaba realmente interesado en una relacion. Siempre se enfoco en su educacion musical y fue su prioridad por lo que no estaba abierto a ningun tipo de relacion amorosa. Pero Kaidan hizo la excepcion, Ivanka fue su excepcion hasta que terminaron luego de ocho meses.

Inna nos explica que no esta muy segura de cual fue la causa por la que terminaron por lo que se teoriza una infinidad de cosas. Comienza diciendo que Ivanka se dio cuenta que Kaidan era una distraccion por lo que fue ella quien termino la relacion pero inmediatamente agrega que esto no tendria sentido porque Ivanka no regreso a Berkley despues de esto y su carrera se enfoco en el modelaje, contrario a lo que estaba estudiando en ese entonces.

Paris recuerda algo que escucho el año pasado. Kaidan estaba exhausto de que Ivanka fuese el centro de atencion (considerando que ella era la chica que habia llamado la atencion de Kaidan). Esto habia hecho que Kaidan perdiese un poco de popularidad y respeto ante la poblacion estudiantil pero tal como la primera teoria, no veo mucho sentido en ella.

La francesa prosigue sin mucho detalle con teorias sobre infidelidad, la quimica se habia esfumado, que Ivanka revelo unos secretos sobre Kaidan (aunque Inna no me dice cuales) o incluso que Kaidan descubrio que Ivanka tenia problemas mentales. Inna concluye, diciendo con firmeza que la inestabilidad mental de Ivanka fue la causa del rompimiento ya que Ivanka lucia muy inestable antes de irse del curso.

La campana suena y los alrededores se empiezan a abarrotar de gente. Recuerdo entonces que en la primera semana debo asistir a una curso nivelatorio para mi clase de Italiano por lo que me levanto tan rapido como puedo para no llegar tarde.

Reegan me acompañará en esta clase por lo que en el camino la encuentro. Le cuento que Inna nos ha puesto al día con el asunto de Kaivanka pero ella no me da mucho detalles que no sepa ya.

Al llegar a salón donde será el curso introductivo y nivelatorio, busco mi nombre entre los asientos que esta vez son individuales. Quiero llorar cuando veo el nombre de Kaidan atrás de mi asiento, en medio de la clase.

La profesora anuncia su inicio y por un momento pienso que Kaidan no vendrá y seguirá tocando en la terraza pero me equivoco. Cruza la puerta excusándose de la tardanza y toma asiento detrás de mi. Aprovecho que nuestra profesora se toma un tiempo para girarme en mi asiento y ver a Kaidan.

Su seriedad se desvanece y sonríe al verme. Es contagioso.

—Casablancas —saluda—, el destino nos quiere juntos, bebé. ¿No te parece eso curioso?

—El destino no siempre ha estado de mi lado, Jaxx, por lo que tan sorprendida de que estes aquí no estoy.

Se ríe.

—Te visualizaba en francés, por alguna razón.

—Ya lo sé y aquí entre nos, Inna me tiene algo mareada como el asunto también —ambos reímos y veo hacia el frente para ver la tardanza en iniciar la clase pero aparentemente la profesora se retira pues ha olvidado unas fotocopias necesarias. Me regreso a ver a Kaidan—. Te escuché tocar esta tarde. Eras tu, ¿no?

Parece sorprendido y sus mejillas se sonrojan un poco. No puedo creer lo que veo.

—Sip, era yo.

Decido que debo mantener la conversación viva, meramente por que soy curiosa.

—Tocas muy bien, Jaxx, pero si dices que lo admití en voz alta lo negaré —se ríe un poco—. ¿Vas a menudo a tocar?

Alza una ceja.

—Deja de fingir que tus amigos no te han puesto al corriente. Tienen toda la pinta de ser como las señoras que hablan sobre rumores en un salón de belleza.

Pongo los ojos en blanco.

—Bueno, tal vez me dijeron algunas cositas pero eso no es importante —canturreo—. ¿Vas a menudo a tocar?

Claudica y parece que accede a hablar conmigo sobre el tema pero la profesora regresa para anunciar que tiene las fotocopia y la clase inicia oficialmente.

Realmente no presto mucha atención. Muero de aburrimiento en el proceso y debo admitir que jamás en mi maldita y miserable vida he sentido una hora tan larga cómo esta. El cambio de horario aún no es algo con lo que estoy familiarizada por lo que comienzo a sentir bastante sueño como si estuviera desvelada y mi estómago hace ruidos extraños. No tuve que mezclar el café con una malteada de frutas, me parece.

Comienzo a sentirme agotada y me acomodo de mil maneras en el asiento porque siento una urgencia terrible de ir al baño. Me siento mareada y reconozco que estoy cerca de vomitar. Mi estómago tiene una guerra interna, necesito salir de aquí en cuanto antes o haré un estrago en el suelo.

Me inclino hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza.

—Eh, ¿Casablancas? —dice Jaxx, cuando me inclino hacia enfrente—. ¿Estás bien?

—¿Te parece que lo estoy, Jaxx? —respondo, volteándome a verlo—. Necesito salir de aquí. Sé gentil y dile a la profesora que me siento mal.

—Te llevaré a la enfermería.

Levanta su mano interrumpiendo la clase y explica en el italiano más fluido que he escuchado en un no nativo que necesito ir al baño y luego a la enfermería urgentemente (entiendo unas palabras, pocas pero algunas).

La profesora accede a nuestra petición. Kaidan es paciente y gentil al ayudarme a levantarme y tomar mis cosas para partir al baño. Una vez que comienzo a vomitar, me espera afuera del baño y luego continuamos nuestro camino a la enfermería. Paramos en una ocasión, solamente, por una botella de agua que me entrega.

Nos toma unos doce minutos poder llegar a la enfermería, en el primer piso del edificio general, justo donde me inscribí en un principio y ocurrió la icónica carrera. Hay un par de chicos, siendo atendidos por una anciana con un pantalón azul claro y una camisa de enfermera azul oscuro.

Kaidan se coloca atrás de mi, poniendo su mano derecha en mi cintura y su izquierda en el marco de la puerta. Se limpia la garganta, provocando que la mujer lo voltee a ver.

—Oh —dice, mientras se da la vuelta y me mira. Sus ojos miran la mano de Kaidan, entonces yo lo golpeó con mi codo, provocando que mi suelte—. Ahora todo el mundo está enfermo. Toma asiento linda, te atenderé en unos minutos.

Kaidan me ayuda a subir a la camilla. Me deja allí y luego se acomoda en la pared. Los otros dos chicos están sentados en un rincón hablando de lo que sea.

Siento lo peor de lo peor en mi estómago. El karma por la broma del auto me ha llegado. Creo firmemente que esto es lo más cercano a "dolor de embarazo" que yo tendré.

—Suena como si estás dando a luz —dice Kaidan, cruzando sus brazos y sonriendo.

No es el momento.

—Suenas como el idiota más grande del mundo —bufo, apretujándome el estómago—. ¿A eso viniste? ¿A decirme que sueno como gata dando a luz?

—Yo no dije gata —sonríe, se yergue y se sienta a mi lado— pero ya que lo dices.

—Muérete —gimo, sintiendo un retorcijón más—. ¡Mierda!

Ríe y levanta mis piernas para acomodarlas sobre las suyas.

Ese movimiento movió mis intestinos. Hago una mueca haciendo que él me mire.

—¿Segura que no es un gas? —pregunta—. Todos nos tiramos gases, bebé, es normal.

No es legal matar, pienso, no lo es.

—Estoy a punto de sacarte un ojo con esa hoja en el escritorio —le advierto, señalando el arma—. Puedo hacerlo.

Levanta su brazo solo para ponerlo sobre mi espalda. Estoy a punto de vomitar y sé que lo haré encima de él .

—Estás algo... salvaje. Pensaría que eso solo ocurre cuando estás en ese momento del mes.

—Eres un idiota. ¿Puedes callarte? Estás siendo un dolor en el culo y si no te vas a callar, apreciaría más que te fueras. Conozco el camino de regreso a mi habitación.

—Calma, solo quería saber si así es como reaccionas cuando se viene el mar rojo.

Le doy un codazo con fuerza en su entrepierna. Saca su brazo de mi espalda y se tapa la ingle. Gime y yo sonrío. Miro la puerta y luego miro a los chicos enfrente de nosotros. Les guiño un ojo y estos simplemente asienten y ríen.

—Deberías ver si todavía podrás darle hijos al mundo —sonrío, balanceando mis pies abajo de la camilla—. Si no es así, podría planear una fiesta anti—Jaxx en muy poco tiempo.

Me escucha pero no dice nada. Solo gime y gime mientras se pone la mano en la entrepierna para aliviar el dolor. Empiezo a reír, su mueca es épica.

—Vas a pagarla.

Luego de un rato, se baja de la camilla.. Camina hasta el estante donde están las medicinas y se pone a revisar cada una. Estoy a punto de cuestionarle el por qué mete las narices donde no lo llaman pero la enfermera entra.

—Bueno, me alegra saber que arreglaron sus problemas, pero, hay una mala noticia —Los dos chicos se levantan de sus asientos. Uno de ellos tiene sangre seca en su nariz y el otro tiene perforada la ceja—. Te has roto la nariz y me temo que no tengo el equipo para tratarlo. Un montón de medicinas y curitas no te ayudarán en nada. Hay un auto esperándote afuera para trasladarte a un hospital, Allen.

El de la nariz rota asiente y choca su puño con el otro.

—Gracias, Beth —dice, con una deslumbrante sonrisa.

La anciana le responde de la misma manera y le abre paso. Allen sale de la enfermería y deja a "ceja afeitada" allí.

—Vete, Darren, no perderás más clases.

Beth hace un ademán señalando la puerta pero Ceja no hace nada para moverse.

—¿Segura que no tengo nada? —pregunta. Poniendo los ojos en blanco, Beth niega—. ¿Costilla rota? ¿Nariz? —la mujer cruza sus brazos. Hasta Kaidan sonríe—. Dengue, tal vez. ¡Ya sé! ¡Alguna enfermedad rara que nadie más tenga y usted sea la primera en diagnosticar!

—Darren, vete por el amor de dios.

—Beth, estoy con Cabeza de Coco, en Orientación. Eres mi salvación.

—Bien, si te quedas, te daré una maldita píldora que te hará ir al baño toda la vida. ¿Eso quieres?

El chico sonríe y niega, abraza a Beth y besa su mejilla. La anciana cierra la puerta tras de ella y me dedica una agradable sonrisa, tomando un cuaderno mediano de pasta dura.

—Hola, lin... Kaidan, deja de tocar —Este obedece a la orden y se da la vuelta para vernos. Beth regresa para verme—. ¿Tu nombre?

—Camille Casablancas —estrecho mi mano y ella la toma gustosa, luego apunta en su cuaderno—, mucho gusto.

—Soy Bethabelle Rose, el gusto es mío, soy la abuela de todos aquí —dice, mientras se quita los lentes de su cuello y se los coloca—. Aunque a veces siento que soy una madre para Kaidan.

Él sonríe orgulloso y continúa tocando las cosas del estante. Beth lo toma del trasero, lo pellizca y luego mete sus dedos en el cinturón que él porta, y lo sienta en uno de los asientos. Beth camina unos cuantos pasos y me observa.

Ya amo a esta mujer.

—¿Dolor de cabeza?

—De estómago, de hecho —respondo, haciendo una mueca, recordando que tengo un monstruo destruyendo mis órganos.

Asiente y me toca la frente con la espalda de su mano. Toso un poco, comenzando a sentir frío. Soy una esponja de enfermedades.

—¿Haz comido algo que te haya hecho daño, tal vez?

—El cambio de horario me tiene haciendo estragos en el estómago. Vengo de Belfast, es algo frio en comparacion a este lugar. Últimamente dependo del café mucho y tome una malteada en la tarde de frutas. Tal vez las frutas no estaban en buen estado, creo.

Asiente, anotando.

—El cambio de clima y horario definitvamente trae tus sintomas. Te daré un bote de pastillas que te ayudará con el cóctel de enfermedades, recomiendo tomarlas por un mes para estar segura y que ademas trates de llevar esta semana con calma —se da la vuelta pero antes de que la pueda buscar, Kaidan la sostiene enfrente de ella. No pienso tomar algo que Kaidan le ha alcanzado. No antes de que ella lo autorice. Lee la inscripción y asiente, viendo otra vez a Kaidan—. Quítate.

Kaidan no parece ofendido, le divierte Beth.

Ella me da el bote y se sienta en su escritorio, donde apunta mi nombre junto a la medicina que me ha dado.

—Beth es como mi madre, sin duda —escucho a Kaidan decir, acercándose a mi lugar mientras arrastra las mangas de su suéter hasta sus codos—. Fue enfermera de mi padre cuando estuvo aquí y ayudo a que papá no se metiera en tantos problemas. Cuando supo que Jaxx hijo estaba aquí y se metía en problemas, supo ponerme en mi lugar. Creo que es la única que me puede aguantar.

—Créeme que no lo hago, Jaxx —sonríe la mujer, sin dejar de escribir en la hoja —. He aprendido a convivir con ello. Ademas, eres mas tranquilo que Branndon. Era un cabron insoportable, no le digan a la directora que dije eso.

Ambos reimos.

—No puedo creer que Kaidan sea mas facil de manejar que su padre —digo, viendolo sonreir con mucho orgullo.

Beth sonrie, sellando la hoja—: Branndon era insoportable, siempre venia a la enfermeria por pelear todo el tiempo. Especialmente con otro chico, Preston... no recuerdo su apellido pero un gran musico.

Kaidan pone los ojos en blanco y ahora quien sonrie con orgullo soy yo.

—Preston Casablancas.

Ella chasquea sus dedos, confirmando que habla de mi padre.

—Un chico divino, tranquilo, educado, humilde, carinoso, bien portado...

—Beth —canturrea Kaidan.

—... un musico espectacular, creativo, generoso...

—Creo que es hora de irnos.

Beth me guina, entregandome la hoja—: Tu padre es espectacular, cada vez que viene a Berkley pasa por aqui.

Kaidan alza su ceja, confundido.

—¿Por que Preston pasaría por Berkley? Este es el primer ano de Camille.

Beth se da la vuelta y temo que explique que Christhian es mi hermano y es la razon por la que Preston viene regularmente a Berkley. Me levanto de la camilla.

—Creo que si es momento de que nos vayamos, quisiera descansar lo mas pronto posible.

Beth asiente, me congratulo por no ser tan obvia con mi despiste. Kaidan le agradece a Beth por sus atenciones y luego se acerca para abrazarla y susurrarle algo en el oído. Ella asiente mientras se ríe.

¿Qué fue eso?

La abrazo en respuesta, como agradecimiento, prometiéndole que la vendré a ver cuando pueda. Cuando Kaidan sale primero que yo, aprovecho para hacerle una observacion.

—Probablemente lo sepa pero tengo un hermano y Kaidan no...

—Christhian me ha explicado. No me metere en sus asuntos. Puedes estar tranquila.

Siento que la adoro. Vuelvo a abrazarla y salgo con Kaidan quien me acompana a mi habitacion en donde pienso que comenzar a planear sobre mis bromas.

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