Pov Sam.
Despierto y me empiezo a remover, siento un brazo en mi cintura, miro hacía abajo y es un brazo de hombre.
Miro al dueño de tal brazo y es un chico unos años mayor, con cabello marrón y labios sexys.
Miro hacía mi cuerpo y noto que estoy en ropa interior.
Y el chico a mi lado solo está con Boxers.
Ay, carajo...
Santa madre de todas las chicas borrachas y que ahora tienen una resaca de los mil demonios, te imploro que no haya pasado lo qué creo que pasó.
Por favor.
No quería llegar tan lejos, maldita sea.
Quito el brazo del chico de alrededor mío y me levanto silenciosamente.
Mi maldita virginidad, mierda.
Bien, esto no tiene que ser tan malo... ¿Cuántas chicas han perdido su virginidad en una noche de alcohol?.
Las suficientes.
Joder.
Miro a mi alrededor, estoy en una maldita habitación.
Abro la puerta con cuidado y salgo emitiendo el más mínimo ruido.
Suelto un suspiro.
Recorro el pasillo y empiezo a ver las habitaciones, debo encontrar a Clarisa.
En la tercera puerta que abro la encuentro.
Esta con un chico rubio.
Entro en absoluto silencio y me dirijo hacía mi mejor amiga.
Me gano a su lado y le empiezo a mover despacio.
Cuando no reacciona le muevo más brusco.
Suelta un quejido.
Suspiro cansada.
Resignada le apreto la nariz para que no pueda respirar.
Suelto una risita cuando abre los ojos asustada.
Me mira y frunce el ceño.
¿Sam?, ¿Qué haces?, ¿Intentas matarme?.-Pregunta desconcertada.
Sonrió.
Hey, monilla, nos hemos pasado, mira a tu lado.-Le susurro.
Ella mira al chico a su lado y suelta un suspiro.
La he cagado.-Murmura.
Niego con la cabeza.
La hemos cagado.-Murmuro.
Ella me mira y sonríe.
Así que, ¿Tuviste una noche loca?.-Pregunta divertida.
Le miro mal.
Oh, cállate, acabo de perder mi virginidad con dios sabe quién...-Murmuro enfadada.
Pff, que gran mierda.-Susurra.
Asiento.
Ven, vámonos de aquí antes de qué despierte tu rubiete.-Le digo sonriente.
Ella asiente.
Sale de la cama en silencio y busca su ropa, me mira y me saca la lengua.
¿Piensas irte en ropa interior?.-Me pregunta divertida.
Miro hacía mi cuerpo.
¡Oh, genial!.
Pongo los ojos en blanco.
Tendré que ir a buscar mi ropa, apresurate, nos encontramos en el pasillo.-Le sigo rápido a la vez que salgo de la habitación.
Me dirijo hacía donde estaba con el moreno y abro la puerta con cuidado.
Sin mirar alrededor empiezo a mirar el suelo.
¿Dónde está mi ropa?.
Carajo y más carajo.
¿Buscas esto?.-Dice una voz ronca.
Levanto la cabeza y miro al chico que antes estaba dormido.
Mierda, se despertó.
Empiezo a toser.
Si.-Logro murmurar avergonzada.
De seguro estoy roja como el mismísimo color.
Él se acerca a mí y me tiende la ropa.
Estiro mi mano y la tomo con nervios.
¿Cómo le doy cara al chico con el que perdí mi virginidad?.
Ni siquiera le conozco...
Le miro y él esta sonriendo.
Lo fulmino con la mirada.
¿Tuviste una buena noche?.-Pregunta burlón.
Suspiro.
No.-Respondo y hago una mueca.
¿No?.-Pregunta extrañado.
Ruedo los ojos.
No recuerdo.-Murmuro molesta.
Él suelta una risita.
Que bien...-Murmura.
Le miro mal.
¿Qué pasó anoche, castaño?.-Le pregunto.
Se muerde el labio.
Ay, esos ojazos verdes que tiene...
Al menos la perdí con un chico atractivo.
Eso es bueno, ¿No?.
¿Fue tu primera vez?.-Pregunta de vuelta.
Abro los ojos como platos.
Mierda... ¿Tan obvia soy?, Santísima madre de las chicas irresponsables apiadate de mí, ya te apiadaste al mandarme a ésta guapura de chico, hazlo de nuevo, ¿Si?.
Suspiro y hago una mueca.
¿Eh?.-Pregunto atontada.
Sonríe.
¿Tu primera vez bebiendo alcohol?.-Pregunta más explícito.
Suspiro en alivio.
Sep, supongo que la tuya no.-Digo y busco mis tacones.
Le escucho reír.
No, no fue mi primera vez.-Dice y me tiende mis tacones, eso sonó mal.
O seguramente yo soy la de la mente pervertida.
Como siempre, Sam, como siempre.
Le agradezco.
Bien, ¿Qué hice anoche?.-Le digo nerviosa.
Por favor, qué no haya hecho el ridículo.
Él suelta una carcajada.
Te propongo algo.-Murmura pensativo.
Ruedo los ojos.
¿Qué cosa?.-Pregunto intrigada.
Intento no mirar hacía su torso, qué ésta al descubierto.
Dame tu número, nos juntamos y te aclaro dudas.-Responde y se encoge de hombros.
Suspiro.
¿No podrías hacerlo ahora?.-Le pregunto fastidiada.
Es simplemente decir, qué mierda hice anoche, no le estoy pidiendo demasiado.
Él sonríe.
No, estamos semidesnudos, y aún que sea algo muy tentador, prefiero no acosarte sin antes conocerte.-Responde y me guiña un ojo.
Le miro mal, que caballero, en serio, sorprendente.
¿Has notado el sarcasmo, cariño?.
Maldita resaca, me duele la cabeza.
Bien, acepto tu trato, solo... dame algo en donde anotar mi número.-Le digo ya cansada.
Quiero ducharme y descansar.
Solo eso.
Asiente.
Se acerca a la cama y de unos pantalones saca un celular.
Me lo tiende y yo dudosa lo tomo.
Registro mi número y le miro.
Listo, entonces... nos vemos luego, creo.-Murmuro y me dirijo a la puerta.
Salgo y camino por el pasillo.
Me encuentro con Clarisa y ella me mira divertida.
¿Te irás semidesnuda?.-Me pregunta.
Ruedo los ojos.
Me coloco el vestido.
Listo, vámonos.-Murmuro.
Vaya, ¿Por qué el mal humor?.-Dice Clar preocupada.
Suspiro.
Resaca, perra, resaca.-Le digo y bajamos una escalera.
Abajo todo esta echo mierda, gente por varios lados, tragos, cervezas tiradas, vidrios rotos, etc.
Matarán a mi amigo.-Susurra Clar.
Hago una mueca.
¿Vamos a tu casa?.-Le pregunto a Clar.
Ella asiente.
Mi mamá esta trabajando y papá anda de viaje.-Dice y suspira.
Salimos de la casa y buscamos su auto.
Nos adentramos en el y Clar conduce.
En unos 15 minutos llegamos a su casa.
Nos vamos a su habitación y nos sacamos los vestidos.
Luego de ducharme, se ducha Clar.
Suspiro.
Aún no se que hice en aquélla fiesta.
Espero que no sea algo tan vergonzoso.
Al menos perdí mi virginidad con un chico atractivo, eso es algo bueno, ¿No?.
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Chico nuevo.😋
Les pido; Pasen por mi nueva historia: Déjame pecar.
«Para pervertiditos como yo.» ;)