Jacob rió irónico ante mis palabras. Lo miré algo confundida por su gesto y fue cuando habló.
"¿Imposible? Solo recuerde de dónde viene, recuerde que yo soy una persona normal y míreme ahora, no tengo ni una mínima idea de qué es lo que estoy haciendo. ¡La magia existe! ¿Qué tan imposible suena eso?" murmuró señalando nuestro alrededor. "Hay criaturas mágicas por todo New York, ¿eso es imposible? Claro que no."
"Está bien, entendí el punto, señor Kowalski."
Newt se nos unió con su maletín en una de sus manos y sonrió con victoria.
"Solo faltan dos" asentí contenta.
Los tres caminamos rumbo la puerta principal y el arco que formaba ésta misma se encontraba hecho pedazos, algo decidida extendí mis manos al aire. Suspiré nerviosa mientras cerraba mis ojos.
"Reparo" cuando abrí mis ojos los bloques se acomodaron en su lugar. "¿Lo hice? ¡Por la tanga de Merlín, lo hice!" me giré eufórica a los chicos, salté abrazando a Jacob y después a Newt muy satisfecha.
"Fue fantástico" alagó Scamander deshaciendo el abrazo, como premio besó mi frente con cariño.
"Quiero ser un mago" susurró Kowalski con una sonrisa, a cambio le apreté una mejilla.
"Es usted muy noble, señor Kowalski" caminamos cerca del puente.
"Pueden llamarme Jacob, no hay problema" se encogió de hombros.
Newt nos dirigió debajo del puente y abrió su maleta, nos dio una señal de que entráramos y así lo hicimos.
"Me estaba congelando afuera" dije quitando mi abrigo negro.
Dentro estaba más cálido y acogedor. Kowalski se fue con las criaturas dejándome sola con el castaño rojizo, no hubo ningún diálogo entre nosotros pero si contacto visual. Lo vi des hacerse de su moño azul marino y revolver su cabello.
"¿Eres feliz aquí?" cuestionó recargándose en un estante de madera.
"Uh, sí" afirmé pasando un mechón de cabello detrás de mi oreja derecha. "Me gusta estar contigo."
Él sonrió dejando ver un pequeño hoyuelo.
"¿Quieres quedarte?"
"Por supuesto..." me acerqué a él con seguridad. "Aun que, tengo que volver a mi mundo, sé que no pertenezco a éste."
"Estarás bien aquí, con nosotros" se acercó hasta estar de frente.
"No, puedo lastimarte, siempre lastimo a las personas de alguna manera" trato de retroceder pero él me lo impide.
"¿A qué le temes?"
"A todo" respondo sincera.
"No deberías, yo estoy aquí."
"Ese es el problema" dije y pareció tomarlo tranquilo. "Las personas antes me han prometido lo mismo y al final terminan yéndose sin importarles cuánto me duela."
"Yo no lo haría."
"Lo sé, eres la persona más adecuada para decirlo."
"¿Por qué no solamente me acompañas en un viaje por el mundo? Sé que te encantan las criaturas al igual que a mí" ofreció con una sonrisa de lado.
"Me encantaría, además... podríamos, no sé, ir a Hogwarts. Claro, a visitar a Dumbledore" jugué con mis manos haciendo una mueca.
"Si nos da tiempo, por supuesto" Newt dice. "Oh, el primer lugar al que visitaríamos, sería París."
Lo miré con una ceja alzada.
"Entonces..." dije con ambas manos en las caderas.
"Entonces..." me siguió arrastrando la frase.
"¿Nos besamos o qué?" pregunté con una sonrisa. "Digo, para romper la tensión, no sé tú."