1 de marzo de 1990.
Carolina se encontraba sentada en una silla pequeña de madera mientras su madre le cepillaba su hermoso y sedoso cabello.
-Mami ¿Por qué papi siempre se enoja? -Preguntó la pequeña, su padre todos los días tenía un excusa perfecta para enojarse y salir de casa a tomar alcohol para así no volver en una semana.
Ella veía cómo su mamá sufría y salía cada noche a preguntar por las calles si lo habían visto, con el corazón en mano de que un día le dijeran que estaba muerto en alguna esquina.
-No lo sé pequeña, no lo sé. -Contestó su bella madre, una mujer de unos 30 años, pelo castaño, ojos verdes y piel blanca.
Carla, la madre de Carolina, sí sabía en verdad la razón; su padre había descubierto el día en que ella se embarazó, y así obligando a David, su ahora esposo alcohólico, a casarse con ella. Lo cierto es que David nunca la quiso y solo fue una noche más pero Carla se enamoró aunque con el paso de los años odio a ese hombre, jamás odio a su pequeña y jamás lo haría, esa misma noche habían peleado, nuevamente.
Pero David no volvió en una semana, si no que al otro día, en ese momento que Carla cepillaba el pelo de su hija él entro, borracho como era de esperarse.
-¡Te odio Carla, a ti y a esa niña que llamas por mi hija! -Gritó fuertemente, a la pequeña se le llenaron los ojos de lágrimas, su padre, su héroe, aunque sea un borracho, la odiaba y a eso ella le dolía.
La mujer solo lo miró con indignación, en los años que estubieron ese día se atrevería a enfrentarlo, su borrachera había sobrepasado los límites y ver a su hija llorando le partía el corazón.
Se acercó al hombre y le dio una bofetada dejándole roja su mejilla, recibió una a cambio, la botó al suelo y la golpeó, patadas y más patadas recibía Carla. Cuando él se cansó fue a la cocina, dejando a la pequeña sorprendida.
Era la primera vez que veía a su padre golpear a su madre, siempre escuchaba pero nunca los vio. Ágilmente se paró de su silla e intento despertar a su madre la cual estaba inconciente
-Vete dónde tu tía Catherine, sálvate hija. -Dijo su madre cuando medio despertó.
-Mami, no, yo quiero ir contigo -Contestó con la voz quebrada la pequeña.
Carla no alcanzó a contestar cuando se escucharon pasos y David en segundos estubo en frente de las dos.
-Salte de ahí niña. -Sonó amenazante el hombre.
La niña no se movía y el hombre perdió la poca paciencia que tenía. La agarró fuertemente del brazo y la tiró, Carolina se reincorporó rápidamente y fue capaz de ver a su "padre" con un cuchillo en mano.
Fue cuando vio la imagen más horrible, su papá levanto el cuchillo, su madre se resistió en un principio pero él era más fuerte y se lo clavó en el corazón. Murio instantáneamente.
Carolina se fugó de casa y fue con su tía Catherine le conto la historia entre llantos y fue cuando vio a su padre entre las rejas.
Odia a los hombres, para ella son un asco, los aborrece.
Pero...
Ahora llego Agustín, al cual no sabe si confiarle su corazón.
(...)
Ay we esa vez me salió lo profunda ahreke.
♡[Si lees una novela con igual título y/o trama y en ninguna parte dice "adaptada" avísenme, me están plagiando.]♡
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-javiii lxs ama♡.