Dedicado a LauraNelly4
NARRA DRAVEN
Frente a nuestros ojos se alzaba una majestuosa y terrorífica fortaleza. Con paredes de más de 70 metros de altura, y hechas de piedras extraídas del mismísimo núcleo del infierno, tan negras como el Onyx y talladas por los mismísimos demonios grabadores que alguna vez crearon el reino de aquel ser que los humanos llamaban diablo.
Sin detenerse a analizar las posibles fallas del plan, y con una valentía digna de admirar, los soldados comenzaron a tomar sus posiciones. Dos filas se ubicaron a la derecha de la construcción, y otras dos filas a la izquierda. Dos hileras se ubicaron en la parte posterior del castillo, y las dos restantes que se quedaron a nuestras espaldas.
-¿Y ahora qué?- Preguntó Leslie mientras preparaba su carcaj y sus cuchillos.
-Esperaremos le señal- La demonio bufó molesta.
-¿Por qué no atacamos de una vez? Yo ya estoy lista para patear traseros de demonios.
-Tú eres un demonio- Aclaró Elinor en tono burlón.
-Ya lo sé, pero yo soy un demonio "bueno"...
-Pues no eres muy "buena" que digamos.
-No debo que perder la esencia de mi especie- Le guiñó un ojo.
La vampira rodó los ojos e hizo ademan de contestarle algo poco grato, pero la voz de Filiel la detuvo.
-La señal- El demonio de pieles rojas señaló la fortaleza.
Todos viramos la vista y seguimos el dedo de mi amigo, intentado encontrar fuese lo que fuese esa maldita señal. Pero, a causa de la oscuridad, no pudimos hallarla.
-Creo que a este se le descarrilaron los patos- Susurro Vladimir.
-Te eh escuchado idiota- Respondió el demonio, en voz neutra.
-Esa era la idea- Aclaró mi amiga en el mismo tono.
-Basta- Demandé cerrando los ojos cansinamente- Estamos aquí para rescatar a Skylar, no para discutir sobre a quién se le descarrilaron los patos o quién es un idiota- Suspire- Su vida es más importante que una maldita e insignificante pelea. ¿Entendido?
Al no recibir ningún gruñido ni maldición como respuesta, volví a abrir los ojos y los observé con el ceño fruncido. Pronto me di cuenta de que todos mis compañeros habían clavado su mirada en la fortaleza, y observaban algo en ella con un deje de temor impregnado en sus pupilas.
Gire la cabeza y, lo que vi, me hizo saber que rescatar a Sky sería muchísimo más difícil de lo que habíamos pensado...
Un ejército, eso era lo que veía.
Un ejército compuesto por seres infernales que no sabía que aún seguían existiendo. Tales como los Lacrans (Alacranes de dos metros de altura) o los Youries (Seres casi esqueléticos, con cuernos que alcanzan el medio metro de altura, y sin ojos), los cuales habían existido, según la historia, hace más de dos milenios. Pero habían sido aniquilados por el antecesor de mi padre.
Este ejército, nos ganaba fácilmente en número. Y sin contar el hecho de que los seres que lo conformaban eran del doble de nuestro tamaño, mucho más fuerte... y con sed de sangre.
-Bien... ¿Y ahora qué?- Asesiné a Vladimir con la mirada- ¿Qué? Oye, por si no lo has notada, ese puta tropa no supera en número y en fuerza. No sé tú amigo, pero yo no soy un suicida. Además, si nos asesinan, ¿Quién salvará a Skylar?
-Sin ofender Draven- Interrumpió Leslie- Pero el sopenco tiene razón. Esto es una misión suicida, del que no tenemos garantías de salir con vida.
-De eso estaba hablando... Oye... ¿Te acabo de oír llamarme sopenco?
Suspiré y cerré los ojos, intentando tranquilizarme y pensar en algún plan que no nos lleve a una muerte segura.
-Hey- Kan se posiciono a mi lado y me sujeto el hombro- Mira Draven, quiero hallar a Skylar tanto como tú lo quieres, pero eso será imposible sin un plan bien elaborado- Aparté la mirada- Sé que estas molesto y frustrado, pero no podemos solo ir y atacar a lo primero que se nos cruce por el camino. Si hacemos eso, nos matarán antes de llegar hasta la puerta principal- Suspiró- Es momento de dejar el corazón a un lado y pensar con la cabeza.
Solté un gruñido y asentí.
-Odio admitirlo... pero tienes razón. Todos lo tienen. Pero, es que el no saber cómo esta ella. Si está pasando frio o si tiene hambre, me está consumiendo lentamente. Ver a Grecia llorar por su madre y no poder hacer nada para evitarlo, me duele en lo profundo de mi oscura alma.
-Lo se amigo, lo sé. Pero la vas a encontrar... ¿Acaso no lo haces siempre?- Asentí- Entonces debes confiar en que en esta ocasión será igual.
Observé la fortaleza y luego al ejercito frente a nosotros. Tome las riendas de mi caballo y me acerqué a mis amigos.
-Emprenderemos la retirada, avisad al resto.
-Eso será un problema- Filiel le hecho una ojeada al castillo- Al parecer encontraron el escondite de la fila de soldados que se encontraba en la parte posterior de la fortaleza- Bajo la mirada- No hay sobrevivientes.
-Eso me suena a declaración de guerra- Thalion nos observó con el ceño fruncido.
-Y lo es- Los siete me observaron expectantes. Suspiré con fuerza- Bien, quiero que se coloquen con los soldados que aún quedan con vida. Filiel tu vienes conmigo- Le dediqué una mirada llena de decisión- Iremos a por Skylar.
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Cabalgamos lo más rápido que pudimos, escuchando los gritos de la guerra a nuestras espaldas. Cuando llegamos a la parte posterior de la fortaleza, disminuimos el paso, alertas a cualquier ruido.
Descendimos de las monturas y dejamos a los corceles en libertad. Alzamos la vista y analizamos la estructura de la torre, y la distancia hasta la ventana más cercana.
-Bien... debemos hallar la forma de llegar hasta allí. Si trepamos hasta la cima de ese árbol y luego saltamos...
-¿Quién dice que necesitamos un árbol?- Del interior de mi chaqueta saque una soga, la cual poseía en unos de sus extremos un gancho de hierro- Está algo oxidado por los años que estuvo guardada en el desván, pero creo que servirá.
-Es perfecta.
Haciendo uso de mi excelente puntería, lance la soga hasta la ventana más cercana, dando en el blanco y trabando el gancho en la roca. A continuación sujete la cuerda y, luego de tantear la pared, comencé a escalar, siendo seguido por Filiel.
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