— ¿Y adónde vamos? —murmuró inquieto.
Shadow rodó los ojos.
— Por Chaos, Sonic —El azabache se rió un poco—. Es la quinta vez que preguntas. Espera un poco.
Sonic hizo un morrito por respuesta.
No podía evitarlo; él era muy curioso.
Habían ido al centro comercial, y el cobalto no dejaba de mirar todo cual niño pequeño. Ansioso por saber adonde iría con su pareja.
— Es que... tengo nervios, no sé —Sus mejillas ardían, y Shadow tuvo que contener sus ganas de comérselo a besos—. Por favor, Shuny... dime.
— Aquí —sonrió divertido, mostrando el puesto donde se compraban las entradas para una película.
La cartelera tenía varias, aunque lamentablemente, no podrían ver algunas. Eran para mayores de edad o de mayor edad que la suya.
— Quería hacer algo cliché al principio —ronroneó meloso, aprovechando para darle un pico a su novio—. Aunque esto es lo primero que planeo hacer en nuestro día. Hubiéramos disfrutado más si yo no me hubiera tardado tanto pero... —Sonic le calló con un piquito, apenas notó como Shadow comenzaba a divagar.
— Estar contigo me basta, Shadow —musitó tímido, había bajado sus orejitas y con sus mejillas que no podían arder más—. No tenías porqué llevarme a algún lugar... podíamos ver pelis juntos.
— Pero ya lo estabas haciendo con tu amigo —Picó su nariz con diversión—. ¿Le echarías de la casa solo por estar conmigo?
— No. Ni de coña. No soy tan grosero. —Sonic apartó la mirada algo sonrojado. No había pensado en eso.
Shadow alzó una ceja al escucharle. Últimamente su inocencia se iba perdiendo. Sonic desde hace mucho que había comenzado a decir malas palabras... como él.
«Me siento una mala influencia.» sonrió divertido. Mirando como Sonic buscaba una película. Murmuraba mientras leía los títulos y las horas en la que comenzaba cada una.
— Pues... podríamos... ¿quieres una romántica o algo? —preguntó curioso este al notar como el azabache no decía nada—. Eh, Shadow...
— Para mí cualquiera está bien —Sus ojos brillaron al ver una en especial—. Joder. Quiero ver esta —sonrió emocionado, señalando El aro 3.
El cuerpo de Sonic tembló un poco, él no era muy amante de las películas de terror.
Pero al ver como el azabache estaba que prácticamente gritaba por ella, mordió sus labios con nerviosismo.
— Sí quieres... veamos esa —musitó dudoso, suplicando porque Shadow no notara que se había puesto pálido.
— ¡¿En serio?!, vale. Compraré las entradas. —Pero este estaba ensimismado en la película que no prestó atención a ese detalle.
Sonic respiró profundo.
«Solo es tu mente que después querrá jugarte una mala pasada. No es real. No te asustes. Vamos, tú puedes... de todos modos, podrás abrazarte a él cuando te de miedo.»
Y su mente se calmó un poco con ese pensamiento.
O eso quería pensar.
[...]
Shadow no notó nada extraño durante la película, en la cual la mayoría gritaba producto del miedo. Y como él estaba tan emocionado con la misma, no notó como Sonic estaba tan pálido como una hoja. Aunque de todos modos no se veía nada debido a las luces apagadas.
Sin embargo, justo en uno de los screamers, pudo sentir como el cobalto le abrazaba con fuerza, apretándole contra su cuerpo.
Soltó una risita divertida y rodeó con cariño el hombro de su novio, mientras se inclinaba para besar la frente del erizo con ternura, en un vano intento por calmarle. Pero un sollozo apenas perceptible llegó a sus oídos.
— ¿Quieres irte? —musitó preocupado, tomando de una de sus mejillas para acariciarla con suavidad, notando hasta ese entonces el rostro pálido y las lágrimas que caían libremente por sus mejillas.
Chaos. ¿Cuánto llevaba así de aterrado?
— Pero... pero tú querías... —El menor mordió sus labios con fuerza, no quería arruinar ese día con sus miedos.
— La idea de este día es que ambos disfrutemos, mi amor —sonrió con dulzura—. No importa. Podemos ver otra o irnos al otro lugar donde tenía planeado. —Alzó una ceja inquisitivo.
— Al otro lugar —musitó tímido, ya que las películas de la cartelera le habían parecido algo aburridas. Si fuera por él se hubieran ido hace rato. Pero no quería ser tan grosero como para arruinarle la diversión de su novio al sacarle del cine.
Sonic volvió a cubrir su rostro mientras mordía sus labios, para acallar un chillido, estaba completamente aterrado. Escuchar siquiera la película le producía escalofríos.
Por otro lado, Shadow tenía que desviar la mirada y morder sus labios, para no soltar fuertes carcajadas. Ver a Sonic con miedo le daba demasiada gracia.
— Malvado —gimoteó Sonic al darse cuenta de ello. Más no obtuvo respuesta, sólo un pequeño beso que sacó una pequeña sonrisa de sus labios.
— Vámonos —Shadow de levantó y tomó de su mano con dulzura—. Tenemos que apresurarnos para disfrutar al máximo —ronroneó meloso.
El menor luchó por no mal pensar esas palabras.
— ¿Adónde me llevas ahora? —Notó como Shadow entornaba los ojos y negaba con diversión. Ya empezaba de nuevo con esa insistencia de su parte.
— Ya verás. Es una sorpresa que espero que te vaya a gustar —Se volteo para darle un pequeño beso que dejó medio atontado al otro.
— Shadow... —El cobalto se sentía demasiado avrgonzado— ¿entonces tú sí te vas a quedar con...?
— Sube —instó con suavidad, mientras le tendía el casco, intentando que Sonic no terminara su pregunta para cambiar de tema. Su decisión todavía era un secreto.
[...]
Para Sonic, el día no pudo ser mejor. Bueno, quitando el hecho de que se había asustado en media película, todo había ido bien.
Y como dijo Shadow, sí hicieron alguna que otra cosa típica en las citas. Ir a un parque, comer helado y, a pesar de haberse caído varias veces por no saber patinar, valió la pena con tal de sentir los brazos de su pareja rodeándole.
— Pero no te entretengas con mi mechón —sonrió divertido Shadow, tomando de sus hombros para apartarle un poco—. La idea es que aprendas a patinar.
— Yo solo quiero tu pelusa —gimoteó entre un ronroneo, mientras frotaba su rostro contra ese apetecible mechón de pelo.
— No tienes remedio.
— Tienes razón —sonrió divertido, y siguió moviéndose contra el pecho de su pareja.
Bueno, si a eso se le llamaba aprender a patinar...
[...]
— Cuidado. Sonic, piedra, piedra, sube un pie... ¡Hey! Te dije que lo subieras. No es mi culpa que hayas pagado un dedo o... no sé. —Iba indicando con cuidado, pues Sonic llevaba los ojos vendados. Le tomaba de los hombros con cuidado para guiarle. Soltó una risita cuando pegó contra la piedra, evitando a como pudo, el jalón en una de sus orejas que el menor le dio.
— ¿Por qué hay una silla en la pura entrada? —chilló nervioso, tentando con las manos para apartar cuanto objeto pudiera.
— No estamos en la entrada, Sunsun. Y eso no fue una silla. Era un poste —rió divertido. Sonic gruñó comenzando a enfadarse.
Cuando el azabache notó que habían llegado, se apegó a su espalda y repartió tiernos besos por todo su cuello. Sonic suspiró gustoso, mientras echaba hacia atrás su cuello para darle espacio. Pero de repente, Shuny paró, y se alejó de su cuerpo.
Gimoteó en respuesta, decepcionado. Quería sentir más.
— Aquí celebraremos nuestro aniversario —sonrió Shadow, al apartar la venda para que notara el decorado.
Se deleitó al ver como Sonic veía maravillado el lugar. El cual estaba vacío ya que era un lugar un tanto escondido.
— S-Shadow... no puedo creer que... —Se volteó a mirarle emocionado, sus mejillas comenzaban a arder producto de la vergüenza.
— Sshh... solo quiero complacer a mi novio en nuestro primer aniversario —sonrió conciliador, acariciando sus mejillas.
— Pero esto... no debiste molestarte. Algo pequeño me bastaba.
— Sonic. Por favor, celebremos juntos nuestro aniversario. Como la pareja que somos. Hice esto porque quería pasarla al máximo contigo. —Ahora las mejillas de Sonic eran verdaderos tomates. Mientras que Shadow intentaba no perder su paciencia por culpa de la terquedad de su pareja.
El menor tomó de su rostro más que apenado y miró las almohadas que servían de asientos.
Se dejó guiar tomado de la mano para sentarse en una de ellas.
— Por eso fue que tardé. Porque estaba planeando todo esto para mi hermoso novio.
— Deja de decir eso —chilló cubriendo por completo su rostro. Shadow juraba que se moría de ternura—. Me apenas mucho.
— Lo diré cuántas veces quiera —Rodeó su cuerpo con fuerza mientras repartía cientos de besos por toda su cara. La cual estaba completamente roja, culpa de las atenciones de Shadow en esos momentos—. Porque eres la persona más hermosa que he conocido en toda mi vida. Porque te haz convertido en alguien especial para mí, y porque ya he tomado mi decisión. Ha pasado un año desde que nos dimos nuestro primer beso. ¿Recuerdas?
Sonic sonrió y asintió un tanto tímido. Sentía como su colita se movía inquieta, al igual que su corazón, que palpitaba como loco.
— El golpe que me diste ese día, me quedó doliendo demasiado. —Shadow sonrió nervioso.
— Lamento eso. Pero... aún no podía creer que fueras hombre —Sonic frunció el ceño y gruñó—. Hey, que no lo digo a mal, Chaos. Solo digo que para las lindas palabras que escribías, te... por así decirlo, te sentía alguien delicado.
El azabache se arrodilló en frente suyo para besar sus labios. Sonic ronroneó en respuesta y abrió los suyos, dejando pasar la traviesa lengua de su novio que, al instante, comenzó a jugar con la suya.
Gimió de manera inconsciente. Los besos así realmente le dejaban tonto y con la respiración entrecortada.
Finalmente su novio se separó y él respiró profundo, no por mucho, ya que de nuevo, recibió otro profundo beso que robó su poco aire.
— Podría decirse que soy delicado —jadeó sonriente al separarse de nuevo, su pareja había pasado sus besos a un lado de su cuello, aunque lo hacía sin malicia.
— Eres como una bella rosa —ronroneó meloso el otro erizo, haciendo sonrojar demás al menor—. Porque eres tierno, delicado, y demasiado bello.
— Pensé que era una Morita —rió divertido, recordando el apodo por el cual Shadow le llamaba, debido al color de su pelaje.
— También. Eres mi dulce Morita —Besó su mejilla y rodeó su hombro con un brazo para dejar caer la cabeza contraria sobre su hombro.
Sonic miró de reojo la playa. Agradecía que estuvieran lejos de la misma, aunque no negaba que tenía unas buenas vistas, además del sonido de las olas que le calmaban.
Sonrió risueño y ladeó un tanto la cabeza para besar a su novio. Este sonrió correspondiendo el beso, que no tardó en subir de tono cuando, en un movimiento de travesura, el mayor comenzó a chupar su lengua.
— E-Espera —jadeó gustoso, dejando un dedo sobre los labios de un erizo ansioso— falta traer algo, Peque.
— Pero yo quiero seguir besando a mi novio —Formuló un puchero con sus labios, a lo que Shadow negó divertido, mientras se levantaba y caminaba tras las almohadas del otro lado.
Tras estos estaban dos platos, ambos de dos diferentes comidas. Ellos tenían un gusto diferente en eso.
Las dejó sobre la mesa, al igual que una botella y vasos.
— Shadow, te amo tanto —sonrió emocionado, abrazando al aludido cuando este volvió a sentarse a su lado. Mas, se separó un poco para mirarle a los ojos.
— ¿Qué pasa? —musitó con suavidad, al notar como Sonic bajaba sus orejitas al igual que borraba su sonrisa.
— Sé... sé que no es un buen momento, pero... ¿cuál ha sido tu decisión? —Le tomó de la mano con nervios. A pesar de lo que habían hecho hoy en día, no quería significar que se quedarían juntos.
— ¿Mi decisión? —Sonic asintió ansioso—. Pues ¿que no es obvio? Te amo, Sonic —Sonic jadeó sorprendido. En todo lo que llevaban de pareja, el azabache no le había dicho ningún te amo. Solo él.
— ¿Q-Qué?
— Te amo —sonrió risueño, mientras acariciaba con ternura las mejillas sonrojadas de Sonic—. Y es que en todo este año que llevamos juntos, no sabes cuán feliz me he sentido, por tenerte a mi lado. A pesar de los días en que me he sentido mal, tú siempre estás para mí. A pesar de que a veces me he senrido de mal humor, y por eso termino gritándote, siempre sigues a mi lado, intentando hacerme sonreír.
— Porque te amo —respondió tan bajo, avergonzado, que Shadow apenas si pudo escucharlo. Pero sonrió enternecido.
— Lo sé. Y yo también te amo, Sunsun. Con toda mi alma. Porque sólo tú me has demostrado que en verdad me amas. No como los demás, a excepción de mis verdaderos amigos y mis familiares. Porque eres como una bella rosa que encanta con su belleza... —Se encogió un poco de hombros, se estaba quedando sin palabras, pero no quería cortar el momento. Sonic le besó para acallar sus divagues.
— ¿Entinces... sí seguiremos siendo novios? —Le miró con ilusión, y Shadow asintió, riendo cuando Sonic se le tiró encima para besarle.
Tal vez tener un año como límite para amar a alguien, es para muchos algo temprano. Pero cuando una persona realmente siente ese dicho sentimiento, se puede saber bien cuando ama.
Su forma de comportarse, la forma en la que te besa o te abraza. Hay muchas señales para saber cuando alguien ama a alguien. Y Shadow estaba seguro que si, la razón por la que su corazón latía como loco, era a quien tenía en brazos, entonces podría decirse que el erizo se había ganado un gran pedazo de su corazón.
— Shady.
— ¿Hmn?
— Te amo.
— Yo también, bebé.
[...]
No le pongo lemon porque sino me atraso mucho más.
Y bien. Aquí termina completamente la historia :v salió más corta de lo que me imaginé, ahora que lo pienso. Pero fue a todo lo que no cabeza pudo dar...
Espero que les haya gustado y... tengan bien día, tarde, o noche.