Narra Max
Y... Llegamos.
Ese enorme cartel de "bienvenidos a Seattle".
Miro a Chloe y la noto indiferente, como si le faltara algo. Acabábamos de llegar a Seattle y, ni una sonrisa.
Por el camino hemos ido escuchando música y hemos hablado de como me había ido en Seattle, los amigos que tengo y donde vivo.
Y no hemos vuelto a hablar de la sexualidad de Chloe.
Ni de la mía...
-Tengo muchísimas ganas de ir al baño.- Decide decir.
Me mira sonriendo y yo le devuelvo la sonrisa.
Me encanta cuando sonríe.
-Mira, gira por aquí y tira recto, verás un edificio de muchas plantas, ahí es.- Le digo señalando.
-¿Es este de la puerta azul?-
-Si, justo aquí.-
Chloe aparca en el primer sitio que ve y antes de salir me mira.
-¿Estas preparada?-
-Claro, son mis padres, los he hechado muchísimo de menos.-
Entonces ella me guiña un ojo y sale del coche.
Salgo yo también y suspiro.
-He echado de menos este lugar.-
Entramos a la entrada y vamos hacia el ascensor.
Quinto B.
Añoraba ese olor a ambientador por extraño que suene, aquí es todo mas diferente.
Y llegamos.
Antes de llamar al timbre miro a Chloe.
-No te van a reconocer.- Digo y río.
-Lo se, ahora soy más sexy ¿no?- Dice eso y me mira a los ojos.
-Por supuesto.- Digo eso y llamo al timbre.
Entonces sale mi madre.
-¡MAX! !HIJA MÍA!- Grita y me empieza a abrazar llorando y llenándome de besos.
-Mamá, te he echado tanto de menos...- A mi también se me escapa alguna lágrima.
Nos separamos y mi madre se queda extrañada mirando a Chloe.
-¿Chloe?- Dice al fin.
-Así es- Dice y sonríe.
-¡Wow! Como has cambiado, me encanta ese pelo azul, ven aquí anda.- Le abre los brazos y se abrazan.
Venga, pasad, estaba en la cocina. ¿Quereis algo para picar? Debéis estar muertas del hambre- Dice mi madre ofreciéndonos galletas.
-Mamá, yo voy a la ducha, dejo la bolsa y pongo a cargar el móvil.- Digo yendo hacia el baño.
-Pues yo al menos cogeré una- Dice Chloe sonriendo y coge una galleta.
-Chloe bonita, tu puedes dejar tu ropa en el cuarto de Max, dormireis juntas.-
-Genial.-
-Mamá- Digo sacando la cabeza por la puerta del baño -¿Y papá?-
-Trabajando amor, venga duchate.
Y entro a la ducha, dios mio no me duchaba desde martes, esto es súper agradable.
Y de repente alguien interrumpe mi tranquilidad.
-Ey Mad Max ¿Donde...- No la dejo terminar.
-¡Chloe! ¡Que estoy duchandome!- Le grito.
-No me digas, no lo sabía.- Dice con tono sarcástico.
-No mires.- Esta chica me pone de los nervios.
-No lo hago, pinkiepromesa, entonces ¿Cual es tu parte del armario?-
-¿Que que? ¿Compartimos armario? Espera. Pasame la toalla.-
Chloe pasa, cierra la puerta y coge una toalla.
Abro la mampara y esta Chloe mirándome de arriba a abajo, tan pancha.
-Ahora si que disfrutas de las vistas cabrona- Y le cojo la toalla bruscamente -Gracias.
-Si, duermo contigo. No hay mas habitaciones Lupin.- Dice con cara pícara.
Salgo de la ducha y voy a la habitación. Chloe me sigue.
¿Enserio?
Tengo que dormir con ella.
-¿Me vas a seguir a todos lados o que?-
-¿Te pasa algo?- Dice seria.
-No.- Respondo seca.
-Oye que si es por lo del beso, no te preocupes, necesitaba besar a alguien, no a significado nada. A sido la emoción del momento.- Dice eso y ¿Me rompe el corazón?
-No... No es por eso. Por favor sal de mi habitación, me tengo que cambiar.
Y se va.
A cogido mi corazón y lo a pisado.
Necesito airearme y salir.
Voy a coger el móvil y hablar con mis amigos de aquí para quedar.