El rubio ajustaba sus lentes mientras observaba como el pequeño cuervecito guardaba sus cosas en su mochila tras el entrenamiento.
A los perspicaces ojos de Tsukishima Kei, Shoyo se veía desanimado y apagado actitudes poco comunes en él, aunque odiara admitirlo el que se comportara así le preocupaba.
– ¿Le ocurre algo al enano? – preguntó sin mostrar preocupación en su tono.
Nishinoya y Tanaka lo miraron sorprendidos para seguido mirarse cómplices.
– ¿Tsukishima preocupándose? – soltó el más bajo.
– ¿Por el pequeño Hinata? – terminó su compañero.
Claramente la burla en sus tonos era notable a kilómetros, cosa que molestó a Tsukishima.
– Idiotas – contestó de mala gana.
El resto del equipo se acercó al escuchar a los tres hablando más alto de la cuenta, bueno todos menos Hinata que estaba tan absorto en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta.
– ¿Que ocurre? – preguntó Daichi arqueando una ceja curioso.
– Nada, solo nos hemos sorprendido ante el interés de Tsuki-kun – contestó Tanaka con una sonrisa divertida.
– La próxima vez no me preocuparé por ninguno – el rubio colocó su mochila en su hombro aún más molesto que antes.
– ¿Es sobre Hinata? – preguntó Asahi, Tsukishima asintió – No eres el único, yo también lo he notado extraño –
El resto de compañeros asintieron, todos habían echado en falta aquella alegría tan característica en el pelirojo.
– ¿Deberíamos preguntarle? – sugirió Yamaguchi.
Sugawara suspiró, el sabía que le ocurría, había presenciado la escena culpable de su comportamiento inusual, aún así no se veía en lugar de contar aquello.
El sonido de las puertas del gimnasio abriéndose provocaron que el reunido grupo desviara su atención de Hinata.
Los chicos no podían esconder su asombro al ver de quién se trataba, nada más y nada menos que t/n, la implacable y bonita chica de primero con aquel carácter tan fuerte,
Kageyama te miraba y te asustabas pero ella era cuatro veces peor.
Pese a ser tan novata se había ganado el respeto de media secundaria, era todo un caso, el grupo había coincidido varias veces con ella y solo porque era amiga de Sugawara.
– ¿¡t/n-chan!? Vaya sorpresa encontrarte por aquí... – Tanaka comenzó a hablar pero fue callado por la fulminante mirada de la (tcp)
– Quitad de en medio – soltó cortante.
Todos la hicieron caso, incluso Kageyama y Tsukishima, haciendo un pasillo para que pasara.
– Al final ha venido, esta chica... – Sugawara susurró con una media sonrisa formándose en sus labios.
(T/n) avanzaba a paso seguro hacia Hinata que ya había terminado de guardar sus cosas.
El chico se giró para encontrarse aquellos fríos ojos (tco) mirándolo fijamente.
– ¿t-t/n? – su voz sonaba entre asustado y nervioso.
La chica solo podía recordar lo que había presenciado horas antes, el pobre Hinata siendo cruelmente rechazado y humillado por aquella estúpida chica de su clase.
Se terminó de acercar e hizo lo que ninguno se esperaba, lo abrazó.
– Lo vi todo Hinata, Sugawara también, no te merecías ser tratado así – el pelirojo hundió su cabeza en su hombro, necesitaba a alguien con quién desahogarse.
– Ha sido horrible... ¿cómo ha podido ser tan cruel?– sus palabras salieron en un susurro audible a duras penas para la chica.
– Lo se, ella es solo una idiota que no te merece – notó su sudadera mojada, rápidamente puso su mano en su barbilla y lo obligó a mirarla. – Y como es una idiota no se merece que derrames ni una lágrima más por ella – con la misma mano le limpió las lágrimas que bajaban por sus mejillas.
Hinata estaba sorprendido ante tanta amabilidad por su parte, y no era el único.
– No quiero que te arrebaten esa bonita sonrisa y ese entusiasmo que te hace tan especial ¿oíste? Así que mañana te quiero sonriendo como siempre ¿lo harás por mí? – la (tcp) le mostró una amplia sonrisa.
Hinata se sorprendió aún más y asintió lentamente, jamás la había visto sonreír.
– Si necesitas hablar puedes contar conmigo – revolvió su pelo rompiendo el abrazo – Habla con Suga-kun y que te de mi número –
– S–si, ¡g-gracias! –
(t/n) le volvió a sonreír comenzando a avanzar hacia el grupo de nuevo.
Soltó una pequeña carcajada al ver las expresiones de los espectadores.
– ¿Y a vosotros que os pasa? Ni que hubierais visto un fantasma – ahora se rió más fuerte – Suga-kun no tardes, te espero en la salida –
La chica salió del gimnasio a paso firme sin decir nada más.
– Vale, ¿qué acaba de pasar? – dijo Tanaka confuso.
– Ha sido demasiado raro – Nishinoya rascó su cabeza.
– Es la primera vez que la he visto sonreír...– Yamaguchi susurró para si mismo con un pequeño sonrojo.
– Sois unos exagerados – rió Sugawara – Ni que (t/n) fuera un ogro –
– ¡Suga-san! – el pequeño Hinata se colocó frente al chico. – ¿Podrías darme su número? – le tendió una pequeña libreta y un boli, en sus ojos se comenzaba a ver de nuevo aquel brillo característico suyo.
– Por supuesto – sin dudarlo lo apuntó con una sonrisa.
– ¡Gracias! – sacó su celular registrando el número al momento, sin nada más salió corriendo al exterior.
Poco a poco el resto de miembros fue abandonando el lugar, dejando solos a Daichi y Sugawara terminando de recoger la red, el peli-gris de mientras le contó lo sucedido a su capitán y gran amigo.
– Vaya, ya veo, intenta hacerse la dura pero no lo es – Daichi sonrió.
– Ya, es muy buena chica, Hinata es un chico con suerte, ha llamado su atención –
Ambos chicos rieron y colocando sus mochilas en sus hombros abandonaron el recinto.
••••
Y aquí mi primer one-shot uwu
Espero que os haya gustado ~
[Editado 14/01/18]
✏ Siguiente: Kageyama.