Whatsapp (Niall Horan)

By britirishxgirl

12.3M 617K 136K

❝Tú y tu bonita costumbre de ser lo mejor que me ha pasado en la vida❞ ¿Qué harías si un desconocido te man... More

Sinopsis
Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
thirteen.
fourteen (1-2)
fourteen (2-2)
fifteen
sixteen
seventeen
eighteen.
nineteen.
twenty.
twenty one.
twenty two.
twenty three.
twenty four.
twenty five.
twenty six.
twenty seven.
twenty eight.
twenty nine.
thirty.
thirty one.
thirty two.
thirty three.
thirty four
thirty five
thirty six
thirty seven
thirty eight
thirty nine
fourty
fourty one
fourty two
fourty three
fourty four
fourty five
fourty six
fourty seven
fourty eight
fourty nine
fifty
fifty one
fifty two
epilogue.
agradecimientos.
MI NUEVA HISTORIA

fifty three

11.9K 696 316
By britirishxgirl

[Se recomienda leer este capítulo con Start Of Time de Gabrielle Aplin, Find My Way Back de Eric Arjes o You Were Never Gone de Hannah Ellis. O cualquiera que sea vuestra canción preferida. Disfrutad]


4 años más tarde...

Hoy era mi cumpleaños y no podía estar más feliz. Me pongo lo primero que pillo para bajar dónde estás todos esperándome y me decanto por un jersey gordo de lana color gris con mis pantalones largos negros rasgados que me compró James hace un mes. Me pongo en frente del espejo y miro mi cara, estaba mucho más hinchada que antes y ni hablar de mis pechos, algo que odio, pero que sin embargo Niall está de lo más de acuerdo. Hombres.

Sonrío recordando todo lo que hemos pasado juntos estos tres años. Oigo como gritan mi nombre y me dispongo a bajar las escaleras, pero no sin antes peinarme un poco el cabello (que estaba por fin de su color natural, castaño... Ya que mi rubio era de decoloración). Por el camino me tropiezo con un juguete que enseguida cojo con las manos para ponerlo en alguna parte del salón.

En los últimos escalones, todos empiezan a gritar y a aplaudir, y unos segundos más tarde se disponen a cantar la típica canción de feliz cumpleaños que ya todos nos sabemos de memoria. Que a mis recién cumplidos 21 me tengan que cantar esto... ¡Qué más da! Me tapo la cara con mis manos de la vergüenza, ante la escena de ser el punto de mira de tantísima gente.

Pero rápido me agacho para coger en brazos a la niña que se acababa de soltar de la mano de su padre, para venir corriendo a mí, para oír seguidamente un montón de gente mirándonos con cara de ternura.

― ¡Feliz cumple mami! ―me grita mi hija que llevaba un gorrito de fiesta de cartón de alguna princesa que no conozco―. Papi.

Pongo la vista en Niall que se había puesto a mi lado y me pongo de puntillas para besarle.

―Estaba esperando a que bajaras en el sofá jugando con sus muñecas.

Asiento y me dirijo a saludar a mis familiares lejanos que habían venido de otras ciudades (ya que tengo familiares en bastantes sitios, por lo visto). Le digo a mi madre que me acompañe para saludarles y así nos pasamos unos minutos.

―Por favor, qué ricura de niña, cariño. Es igualita a su padre, a diferencia del pelo ―me dice una tía, que se llama Maggie.

Me río― De hecho, Niall tiene el pelo castaño oscuro, sólo que cuando era adolescente se empezó a teñir. Así que Holly no tiene nada mío.

Mi madre enseguida se enfada.

― ¡Claro que sí! Mira su nariz, pero si es una réplica tuya.

Yo niego, y me río de mi madre. Oigo que Holland también se pone a reír.

Agacho mi cara un poco para ver qué miraba Hollad y veo de lejos a Ashley con James haciendo el tonto, haciendo caras graciosas para hacerle reír. Me despido de Maggie y de mi madre, las cuales se quedan hablando un rato más y yo me voy hacia donde están mis amigos.

Como por arte de magia Holland quiere ir a los brazos de Ashley.

―Holly, ¿sabes que puedes estar de pie? ―le digo mirándole divertida, obviamente no le estaba echando la bronca. Sólo tiene 3 años.

Ella sonríe tontamente, luego pone una cara extraña ―Pero no quiero.

―Ha salido igual de consentida que tú ―dice James en un momento de hacerme molestar, pero sólo consigue que me ría y asiente frenéticamente. Le pregunto qué tal con Pierre (su antigua pareja cuando era un poco más joven, le engañó y eso hizo que James quisiera cortar de inmediato), pero unos meses más tarde, en un viaje a España conoció a Pierre, un francés que por lo visto vive muy cerca de Londres. ―Ayer discutimos, pero fue una tremenda estupidez, nada de lo que preocuparse. La discusión acabó en sex...

Ashley le hace callar de un grito ―Está Holly, idiota.

Y él solo nos guiña el ojo haciéndonos saber cómo acaba su frase. ―Sólo diré que los franceses... Oh là là!

Nos reímos y alguien por detrás me tapa los ojos.

― ¿Quién es? ―pregunto, aunque es obvio que no me van a responder.

―Es un idiota ―contesta Ashlove.

Vale. ― ¿Luke?

― ¡Oye! Por qué tengo que ser idiota, ¿no podía ser Liam o Harry? O incluso Niall, tú le llamas así a veces.

―Ya, pero porque es mi idiota. Sólo yo puedo llamarle así. Y él no podía ser, yo sé cómo huele mi novio y...

―Menuda novia controladora y loca te ha tocado, Niall... ―oigo a alguien soltar detrás de mí, y mis amigos se ríen. Holland empieza a levantar los brazos hacia Luke y esta vez le toca a mi hermano.

Me giro y veo a Louis al lado de Niall, era obvio que Louis había dicho eso. Cojo y le doy un abrazo muy fuerte, hacía mucho tiempo que no le veíamos. Escucho como Niall refunfuña y suelto una risita para darle un pico muy largo, que hace que todos empiecen a silbar. Mis mejillas se vuelven un poco rosas pero no le doy importancia.

Niall coge a Holland que estaba llamándole desde que había llegado con nosotros, la sujeta con un brazo y el otro brazo lo pasa alrededor de mis hombros, juntándome más a él.

―Sois toda una familia, madre mía.

Louis era el tío favorito de Holland junto con Harry, a muy pesar de Luke, que según ella es el tercero (enserio, mi hermano ha llegado a discutir con Louis y Harry por ser el tercero siendo él el verdadero tío), ya que la consienten demasiado. Cuando yo estaba en el hospital siempre se querían quedar conmigo, y hacían compañía a Niall, porque él sí que no se iba nunca de mi lado.

Cuando Holland ya tenía unos cuantos meses, creo que unos cinco, se la llevó de paseo Harry... El cual volvió a casa con dos bolsas de una tienda infantil, con un montón de vestidos de flores.

Menuda obsesión.

―Yo creo que ya estaría estresado ―comenta Luke, y todos asienten, haciéndonos a Niall y a mí reír. Las veces que nos habremos puesto nerviosos, menos mal que teníamos la ayuda de nuestras madres.

Aún me acuerdo sus reacciones a mi embarazo. Creo que las dos se lo tomaron bastante bien, hasta diría que esperaban muy pronto que esto pasara... Quizás la madre de Niall es la que a lo mejor se notó más reacia a la idea, pero conforme las semanas y meses pasaban, era la que más ilusionada estaba. Por mucho que intentara demostrar lo contrario.

Una vez todos se fueron nos quedamos en el sofá viendo una película de dibujos animados que repetían en el canal de niños. Recibo un mensaje.

Niall.

Dime cosas calientes, pequeña Stevens. Me aburro.

Hayley.

Sopa de verduras recién sacada de la olla.

Niall.

Qué graciosa. Me vuelvo a ver la peli.

Hayley.

Te quiero.

―Sabes que yo también ―oigo decir a mi derecha.

Giro unos centímetros mi cara para sonreír y notar los labios de Niall sobre los míos. Me aparto aguantando la sonrisa y le hago señas para que vea que Holly ya se ha dormido en medio de nosotros dos. Se ríe y la coge en sus brazos con la mayor delicadeza del mundo para levantarse y llevarla a su habitación que estaba en el segundo piso.

A los minutos baja, para tumbarse a mi lado y acariciarme el pelo hasta que nos quedamos ambos dormidos.

Pero estoy mintiendo. Porque esto no es real. Nada de esto fue lo que pasó...

Niall

Unos meses después de volver de Francia, otra vez en Londres.

Quedaba solo un mes para que nuestra pequeña niña conociera finalmente a sus padres y no me podía encontrar más entusiasmado. Alomejor no lo demostraba siempre ya que tenía que estar la mayor parte del tiempo fuera de casa trabajando, pero de verdad que lo estaba.

Hayley se quedaba en casa con nuestros padres, a no ser que tuviera clases de preparación al parto donde yo ponía alguna excusa y me escapaba para ir con ella. Mucha gente diría que pasábamos menos tiempo juntos ahora con el tema del embarazo, pero no es nada en comparación a como nos encontrábamos antes.

Habíamos madurado, y no necesitábamos estar pegados todo el rato para saber que nos teníamos ahí. Por eso cada vez que algún conocido (no amigo, aclaro) nos preguntaba por nosotros, suspirábamos cansados. Os sorprendería el saber cuánta gente ha llegado a pensar que ya no éramos una pareja formal.

Pero claramente, los comentarios eran lo de menos para nosotros. Cada día, a la hora que fuera, nos íbamos a dar un paseo al parque donde Hayley me confirmó que íbamos a ser padres... Llamadlo como queráis, pero yo ya sospechaba que algo pasaba, pero nunca llegué a pensar en algo como eso. Sin embargo, fue la mejor noticia que me podía haber dado: y lo seguirá siendo por siempre, por muchos años que pasen.

No todos los meses han sido perfectos (sobre todo por mi parte, que todas las broncas me caían a mí), sin embargo no los cambiaría por nada ya que nos han convertido en quienes somos ahora y no puedo estar más feliz por ello.

Estoy entregándole una cosa a un compañero del trabajo cuando recibo una llamada.

Me acuerdo que hace unos años cuando me leí un libro en el que el protagonista explicaba en la sinopsis un problema que tenía y hacía saber al lector (yo en este caso) que era al único a quien se lo había contado ya que temía el qué dirían. Supongo que así me sentía yo antes de enamorarme: asustado. Asustado a todo un poco, por mucho que supiese que tener miedo no solucionaría nada... Nunca me lo terminé de leer, así que tampoco sé qué más decir.

Hayley había cambiado eso. Ella hizo que me sintiera más seguro de mí mismo, que no importaba cuantas veces me equivocara si eso implicaba un acierto...

Pero cuando me llama para decirme que ha roto aguas, se me cae el teléfono.

Oigo la voz de mi novia en el aparato desde el suelo, cojo lo más rápido que puedo el teléfono que ahora tiene la pantalla rota y le digo que estaré ahí lo antes posible. Porque sí, lo mejor de todo es que yo era el que se había llevado el coche y ella estaba sola en nuestra casa.

Acelero cada vez que veo que los semáforos están a punto de ponerse en verde e intento esquivar lo más deprisa posible a los otros conductores que parecen no tener prisa hoy, con lo que me llevo algún que otro insulto y desde mi asiento doy gracias a que me la sudara lo que me dijeran ahora mismo. Ellos no estaban a punto de ser padre. Yo sí.

Nada más llego freno el coche de tal forma que hacer chirriar las llantas. Parece que va todo en contra mía cuando a la hora de quitarme el cinturón consigo que se atasque, pero con mi fuerza descomunal (o quizás sólo fue suerte) consigo quitármelo de encima y salir dejando la puerta del piloto abierta en busca de mi chica.

Veo a Hayley en la puerta del patio, a punto de salir y le cojo de la cintura, ayudándola a bajar los dos escalones que había.

―Me estás apretando mucho la cintura, Niall ―me dice ella suspirando de lo que creo que es el dolor.

―Es que no quiero que te caigas.

― ¿Me estás llamando gorda? ―me mira directamente, para enseguida recibir un golpe en el hombro que me hace tambalear.

― ¡Pero si no te he llamado nada! Déjame ayudarte a subir ―le abro la puerta del copiloto y le cierro la puerta no sin antes escuchar desde fuera un: ¿ahora me estás llamando torpe?

Suspiro lo más profundo que pude y me río. Iba a ser un camino muy largo.

Me subo corriendo al asiento del volante, pongo en marcha el coche y al segundo ya estoy de camino al hospital.

― ¿Has avisado a alguien? ―me responde con un gruñido que lo confundo con una expresión de dolor, pero me lo tomo como un no.

Como puedo y sin soltar el volante, saco el teléfono y mando un mensaje a Luke lo más rápido posible para hacerle saber que estábamos yendo hacia el hospital Hayley y yo y que avisara a los demás. No sabría decir si mi mensaje estaba bien escrito porque no había despegado mi vista de la carretera pero sé que lo había entendido porque mpiezo a recibir mensajes de casi todo el mundo.

―Apaga ese puto teléfono o haz que se calle ―me grita.

―A mí también me está poniendo nervioso.

― ¿Y a ti también te duele tu parte intima o solo soy yo? ―no puedo evitar reírme porque ver así a Hayley es de las mejores escenas que he podido presenciar.

Suelto una de las manos que sujetaba en el volante y la dejo caer en su pierna izquierda, para darle ánimo e intentar calmarla. Lo consigo, aunque a los minutos me agarra la mano con sus dos manos y la lleva hacia sus labios para darle un beso, acto que me hace sonreír como un gilipollas.

―Me duele mucho, Niall. Me duele muchísimo.

Puedo notar el dolor y desesperación en su voz y me odiaba en ese instante por no poder hacer nada por ella. ―Tú respira, cariño. Lo estás haciendo genial, en menos de seis minutos estamos.

Ella asiente y comienza a respirar de manera que solo se le oye a ella en el interior del coche.

De vez en cuando giro unos segundos mi cabeza hacia ella para verla y es que no podía evitar no mirar a la mujer más hermosa del mundo. Y más cuando ésta está a mi lado, cogiéndome la mano de la forma más cariñosa del mundo, sudando, con el pijama más simple de todos y con el pelo desordenado en un moño que parece estar hecho así a propósito.

En una de esas veces me pilla mirándola, con la suerte de que había un semáforo en rojo.

―Deja de mirarme así ―intenta no sonreír y se tapa con mi mano para que yo no la vea lo que hace que suelte una carcajada. Cierra los ojos y se encoge por una contracción. Había más tráfico que de normal y no podíamos ir más rápidos, joder.

― ¿Así como? ―el semáforo se ha puesto en verde ya, pero hay tantos coches delante de nosotros que seguimos sin poder avanzar.

―Como si estuvieras a punto de decir lo guapa que estoy cuando es... ―suspira―... Mentira.

Niego con la cabeza chasqueando la lengua y pego mi vista al frente cuando ya nos podemos mover. No quería ni saber por lo que estaba pasando Hayley en estos momentos, pero sabía que iba a merecer la pena. Mi pulgar acariciaba sus manos que aún tenían la mía sujeta bien fuerte.

De repente, el sonido de la respiración de Hayley se ve interrumpida por un montón de cláxones pitando al unísono. No entiendo qué ocurre, lo único que sé es que veo a Luke y a todos en la puerta del hospital junto a sus coches saludándonos a lo lejos... Pero sus rostros comienzan a reflejar el terror en vivo, nosotros seguíamos sin entender qué pasaba, y los cláxones continuaban sin cesar.

Suelto la mano de Hayley un segundo lo que hace que doble su labio inferior como un bebé y coloco mi codo en mi asiento, mirando hacia atrás para poder colocar el coche en su sitio. Noto la mano de Hayley en mi rodilla.

Estaba a punto de aparcar cuando oigo un fuerte estruendo y un gran golpe en mi costado. Siento que todo alrededor nos empieza a dar vueltas. A medida que seguimos girando, mi cuerpo va siendo golpeado por distintas partes, de diferentes formas posibles y a cada golpe, más dolor. Mi coche está volcado, lo sé porque puedo notar los cristales de mi ventanilla sobre el suelo, intento incorporarme lo mejor posible pero un pinchazo en la costilla hace que pegue un grito. No sabía qué había pasado.

Intento abrir los ojos pero creo que tengo pequeños cristales sobre mis parpados que me impiden abrirlos, con cuidado los aparto con mi pulgar y consigo ver, aunque borroso.

Mi respiración empieza a fallar cuando veo también en el suelo a mi novia, a Hayley, a la madre de mi hija ahí, con los ojos cerrados y con una brecha en la frente de la cual brotaba sangre. No me importa el dolor que tuviese, lo intento soportar cuando vuelvo a incorporarme. Pero vuelvo a caer en el intento.

― ¿Niall...?

Apenas puedo escucharlo, pero sé que es ella. Tiene la voz rota y le cuesta hablar, por eso solo alcanza a susurrar.

Toso antes de poder articular palabra.

―Estoy aquí, amor. Estoy aquí. No me voy a ir a ningún lado, nos voy a sacar de aquí, te lo prometo.

No sabía lo mal que me encontraba hasta que escuché mi voz grabe carraspear a medida de cada palabra que pronunciaba.

―Hayley, contesta ―aún tenía sus ojos cerrados, y me estaba comiendo por dentro no recibir respuesta―. Eh, cariño, por favor, contéstame. Nena, por favor.

Le oigo murmurar pero no consigo entender nada.

―Repite, Stevens, por favor.

―Estoy bien... ―susurra.

Pero sé que no lo está, no está bien. Sus ojos siguen cerrados y no la he visto moverse en ningún momento. La rabia me invade por un segundo y consigo estirar mi brazo hacia su asiento y desabrocharle el cinturón, no sin antes haber quitado el mío. Hago que se tambalee un poco, ya que ella continuaba sentada, del revés, mientras que yo había caído al suelo.

Peleo un poco para sacarla del coche y dejarla a la vista de todos. Me doy cuenta de que la zona está acordonada con la típica señal de policía que ponen en las películas, y paramédicos venían hacia nosotros, con dos camillas. Vuelvo a mirar y veo a mi madre, a la madre de Hayley, a Ashley, a Luke, a Harry, a Ed, a Liam... A todos, con cara de preocupación a la vez que lloraban desconsolados.

Quiero gritarles que estamos bien, que vamos a salir de esta y que no es nada, pero ahora mismo solo me importaba que Hayley estuviera bien.

La tumbo en el suelo y coloco su cabeza debajo de mis piernas con la mayor delicadeza del mundo. Agacho mi cabeza hacia su boca para ver si escuchaba algo, y efectivamente, podía escuchar su respiración... Más lenta de lo normal, pero al fin y al cabo era su respiración.

Noto como alguien me agarra del hombro, a lo que finjo que no me doy cuenta.

― ¿Hayley, me puedes escuchar? Cielo, si puedes escucharme abre los ojos por favor. Abre los ojos por favor, cariño.

No me doy cuenta de que estoy llorando hasta que una lágrima cae en la cara de mi novia, la cual está más pálida que de normal y mucho más fría. No me molesto en quitar las lágrimas porque no me importa en este momento lo que la gente esté viendo.

Me giro para ver como un camión blanco se halla tirado en el suelo. No me hace falta mucho más para darme cuenta de que es el imbécil que se ha chocado con nosotros, pero por mucho que quiera, no me permito ir y darle un puñetazo en la cara.

― ¿Niall?

Vuelvo mi vista a Hayley, que tiene los ojos entreabiertos. Parece mentira, pero llevaba una sonrisa en la cara. Una de las sonrisas más bonitas que haya podido ver en mi vida, y casi me vuelvo a poner a llorar.

Un enfermero me vuelve a decir que me aparte pero le niego con la cabeza a la vez que cojo las manos de Hayley y las beso como si no hubiera un mañana. Ella niega con la cabeza y me dice:

―Niall, si algo pasa... Por favor salva a Holland antes que a mí.

No puedo dar crédito a lo que mis oídos están escuchando, no puede ser cierto.

― ¿Quién es Holland, Stevens? ―le grito nervioso.

―Nuestra niña preciosa. Quiero que la llames Holland ―me susurra con la voz temblando, con lágrimas en los ojos, igual que yo―. Mi hija, Holly. Nuestra hija...

―No, Hayley. Ambos la vamos a llamar Holland y dentro de un rato la tendrás en tus brazos por fin, ¿vale? ―me doy un tiempo para respirar ya que los sollozos me dificultan el habla―. Hayley, por favor, abre los ojos y escúchame. Vamos a salir de aquí.

Mi cabeza me empieza a doler porque no dejo de negar fuertemente con ella, pero Hayley parece no importarle. Los oídos me pitan, pero no oigo nada por culpa de mi llanto.

―Eso no lo sabes...

―No, Hayley, no te va a pasar nada, ¿me entiendes? Te van a ayudar. Los médicos te van a ayudar, ¿me oyes?

Ella sólo afirmó con la cabeza, sin parar de sonreír.

Los enfermeros se rindieron y dejaron de apartarme sabiendo que no les iba a hacer caso. Sobretodo habiéndole dado un codazo a uno en la mandíbula cuando intentaba forcejear conmigo para quitarme de ahí.

­―Señor, vamos a levantarla. Apártese un segundo, por favor.

Dudo un segundo, pero enseguida me aparto para ver como suben a mi novia en una camilla, con una mascarilla de goma en su boca para ayudarle a respirar y con un gotero en su brazo izquierdo. No nos podía estar pasando esto.

Cuando me doy cuenta de que me están llamando me acerco a ellos y vuelvo a cogerle la mano a Hayley la cual comienza a estar fría y sin movilidad alguna.

Podía escuchar a mi madre gritarme por mi nombre pero no me iba a girar. No en este momento, no podía.

Noto que la mano de Hayley se mueve para dirigirse hacia su mascarilla. La aparta con un poco de dificultad y comienza a toser.

­―Señorita, vuelva a ponerse eso.

Ella niega con la cabeza tosiendo.

Le ayudo a volver a ponerse la mascarilla y ella me niega a mí esta vez.

­―Por favor, Hayley.

― ¿Te he dicho alguna vez lo mucho que te quiero?

Y abre los ojos por un segundo. Se me queda mirando y mira a su alrededor.

Yo solo puedo asentir. ― ¿Por qué lloras?

―Te vas a poner bien, lo sabes, ¿no?

­―Lo sé ―me susurra, cerrando los ojos lentamente... A la vez que un enfermero que llevaba la camilla comenzaba a gritar.

No me acuerdo de mucho más. Todo me empezó a dar vueltas, no sabía cómo sostenerme. Me habían apartado de un empujón y se llevaban la camilla hacia un quirófano o eso me habían dicho. Consigo apoyarme en un mostrador donde una mujer me pregunta si estoy bien, me encontraba a punto de contestar cuando vomito.

Cierro los ojos y unos brazos me rodean.

―Tío, tranquilo, por favor. Todo va a ir bien, ¿vale?

No sé quién me está hablando en este instante pero sólo me limito a mover la cabeza y a dejar de pensar en todo.

― ¿Cómo estás?

Sigo sin responder. Me arrastran hasta una silla y suspiro. Todo me seguía dando vueltas y creo que podría volver a vomitar, aunque dudaba tener algo en el estómago todavía. Miro hacia arriba para encontrarme con Louis, Luke y mi madre.

El abrazo de mi madre me deja sin respiración por unos segundos, aunque se da cuenta y enseguida se aparta. No me apetecía hablar con nadie pero almenos sentía que no estaba solo aquí en este momento. Por mucho que me sintiera así.

― ¿Dónde se han llevado a Hayley?

Es lo primero que alcanzo a preguntar y me contestan que se la han llevado a un quirófano. Que había perdido mucha sangre y estaban intentando salvar al bebé. Creo volver a tener ganas de vomitar, pero Luke me pregunta si estaba bien. Otra vez.

­―Sí, sí. Estoy bien. Enserio, estoy bien.

No me había dado cuenta de que mi madre tenía su mano sobre mi cabeza sujetándome una gasa hasta que me inclino un poco hacia atrás para respirar tranquilamente.

Intento levantarme pero al instante Luke y Louis me sientan a la fuerza. ―Quédate aquí tío, no deberías ni de estar sentado.

―Déjame, Louis. Tengo que verla.

―No vas a ver a nadie porque no puedes ir, ¿vale? Los médicos van a terminar de operarla y tú te vas a quedar aquí con nosotros mientras tanto.

Nunca había visto tan serio a Louis y me paro a verle el rostro para darme cuenta de que ha estado llorando.

Ahora Luke era el que estaba hablando. ― ¿Quieres que te duerman con a saber qué? No, ¿verdad? ―yo niego enseguida―. Bien, porque te recuerdo que casi dejas inconsciente a un enfermero ahí fuera y créeme que no les importaría pincharte cualquier mierda para calmarte así que haznos el favor.

Por mucho que pareciera que me estaba echando la bronca, no era eso ni lo más mínimo. Él también había estado llorando y ahora mismo estaba aquí con nosotros, Louis se había reído un poco tras lo que había dicho Luke y mi madre estaba intentando sonreír a mi lado sujetando aún la gasa. Me acomodo bien y paso un brazo alrededor suyo para reconfortarla.

Las horas se me estaban haciendo eternas. Todos seguíamos aquí quietos en la sala de espera y no me quedaban uñas las que morder, azulejos que contar ni enfermos que preguntar cómo iba la operación o si tenían novedades. Oigo el sonido de las ruedas de una camilla y enseguida me levanto, pero no era Hayley.

Un hombre venía hacia mí, tenía mejor pinta que yo pero tampoco tanta así que enseguida supe quién era, pero no hice nada. De momento.

Mis amigos y familia me estaban mirando atentos. Creo que no se han dado cuenta de quién era ese hombre.

―Oye, chico... Perd...

No le permito terminar la frase porque mi impulso había actuado antes atizándole un puñetazo en toda la cara haciéndole caer en el suelo frío del hospital. No me rebajo ni un poco más agachándome para seguir pegándole, con un puñetazo me servía. Y a él.

Una mujer se acerca a él mirándome con cara de pocos amigos para volver a sentarle en la camilla y llevárselo a otra sala.

Que nadie me dijera nada y ni me parase me afirma que, efectivamente, ese gilipollas era el que conducía el camión que nos había arrollado.

―Yo le había dado un puñetazo antes también, tranquilo.

Me río al escuchar la voz de Harry a mi lado, dándome un golpecito en el hombro.

―Nosotros también ―miro hacia arriba y veo al padre de Hayley y Luke, asintiendo. Y vuelvo a reír.

El médico por fin sale del quirófano.


-

Siento haber desaparecido de esta manera, pero espero que haya merecido la pena.

Todo y mi entero corazón, Sandra.

¡Aún queda el Epílogo!

Continue Reading

You'll Also Like

37.2K 670 5
OneShots de Muichiro Tokito x Tú (***LECTORA***) 🔞 Diferentes OneShots, Taisho y Moderno. ¿Voy a seguir subiendo? Sí y no, a la vez, no lo sé. (Pro...
8.5M 451K 87
#Book2 Luego del verano y de un año de vivir con One Direction, viene la parte más interesante. La Gira. ¿Qué pasa cuando Harry empieza a sentir cosa...
28.6K 1K 10
la continuación de erreway
975K 53K 59
Nick Wilcutt es una chica a la que autoestima no le falta; tiene una gran personalidad, carácter de sobra y una vida de la que no puede quejarse. Si...