Las niñas siempre imaginamos nuestro primer beso como algo totalmente especial, como un momento único, como si fuera algo que nos marcará de por vida.
Y yo no era la excepción, también lo imaginaba así: frente al mar y luego de una larga caminata por la orilla, cuando la noche está a punto de caer y el cielo se torna color naranja con el sol escondiéndose por el horizonte... entonces nos quedábamos mirando hacia el ocaso, mientras nuestras manos rozaban, luego él giraba y yo también, y no pasa mucho tiempo hasta que acercaba su rostro hasta juntar nuestras frentes, para luego besarme... sí, ese era mi sueño sobre mi primer beso, tan hermoso como la de una película... pero no siempre se cumplen nuestras expectativas.
Bien...
Estoy recibiendo un beso del chico que me gusta...
Por un momento creo estar soñando, pero no... Luego de un instante se separa de mí y me mira esperando algún tipo de reacción.
En realidad, el beso apenas duró unos segundos, pero fue mi primer beso, lo que le agregó un grandísimo toque mágico a este pequeño momento... aunque la verdad, no fue como lo había soñado
-Lo siento... no sé que me sucedió... golpéame si quieres, estás en todo tu derecho... pero antes déjame decirte algo por favor... te extraño ¿Sí? Es que me cuesta ya no verte en el mismo salón, y la verdad que adoraba ver tu rostro cada mañana, adoraba verte feliz y observar tus gestos... fue cuando te fuiste que me di cuenta de algo: me gustas Mary, me gustas mucho... y quiero que seas mi novia... claro, sólo si tú aceptas... pero no volveré a acercarme a ti si no lo quieres, y soy hasta capaz de irme de la escuela si pides no volver a verme después de esto...
No supe como reaccionar, me quedé lela ante la situación, solo... no lo esperaba.... pero me gustaba este chico, sí que me gustaba... Así que no se me ocurrió mejor manera de responderle dándole otro beso, aunque fue corto también...
-Entonces... ¿eso significa que sí?
-Pues... ¿tú qué crees?- dije, a lo que él respondió con una sonrisa.
Nos la pasamos besándonos por un buen rato, después de todo, para un par de neo-adolescentes como nosotros, era lo más importante en una relación. Al darme cuenta que ya habían pasado dos horas, decidí volver a casa, y como era de esperarse, él se ofreció a acompañarme.
-Nos vemos mañana entonces... te quiero.
-Vale... yo también te quiero.- le respondí con una sonrisa tímida. Luego entré a casa, me recosté sobre la puerta y pegué un suspiro pensando en lo que acababa de pasar...
-Acabo de dar mi primer beso...- me repetía una y otra vez intentando asimilarlo. Estaba tan concentrada en eso que olvidé almorzar, lo que preocupó a mi madre quien vio la comida intacta cuando llegó a casa.
-¡Mary!- me llamó desde la cocina- ¿Porque la comida está tal como la dejé? ¿Es que acaso no almorzaste?
-Ah... Ehmmm... es que una amiga del colegio me invitó a almorzar a su casa y olvidé por completo avisarte.
-Ay Mary... la próxima vez que ocurra eso debes avisarme con anticipación, estuve a punto de creer que iniciaste alguna de esas dietas estúpidas que hacen algunas niñas de tu edad.
-Mi dispiace ma, no volverá a ocurrir, te lo prometo.
-Está bien pequeña, te la paso sólo por esta vez puedes volver a tu habitación si lo deseas
-Gracias ma, te amo - le dije, y le di un beso en la mejilla... odiaba mentirle, pero si le hubiera dicho la verdad sé que se hubiera enojado conmigo. Esto sucedió un viernes, así que al día siguiente no habían clases. El fin de semana me la pasé esperando ansiosa a que llegara el lunes para ver a Steve, mientras me la pasé escribiendo sobre él mil y un historias...
Cuando me cambiaron de salón me senté al lado de mis dos nuevas amigas, por lo que ahora nos la pasábamos conversando casi todo el día... al menos ellas hablaban, yo no mucho, y menos sobre mí... prefería escucharlas.
-¿Estás bien Mary?- dijo Alice
-Sí, ¿porqué?
-Es que andas con una enorme cara de boba el día de hoy- dijo Rouse
-Ah... debe ser porque ayer vi una película romántica que me fascinó- mentí
-No te creemos nada- dijeron a la par.
-¿Acaso se trata de algún chico?- dijo Rouse y yo me sonrojé.
-Ehm... ehm....
-Vamos... Sabes que puedes confiar en nosotras...
-No, no es eso... es que...
-¿Es que qué?
-Es que....
-¿Vas a decirnos o no?- dijo algo impacientada Alice.
-Está bien... -pegue un suspiro- lo que pasa es que... el viernes...
-¡¿El viernes qué?!- dijeron otra vez al unísono
-El viernes Steve me pidio que sea su novia y yo acepte- dije rápidamente y cerrando los ojos para evitar ver sus reacciones mientras lo decía. Cuando decidí abrir uno, noté que no estaban tan emocionadas ni exaltadas como creí que lo estarían... y Alice salió corriendo con dirección al baño...
-¿Steve? ¿Pero como así?- dijo Rouse
-No lo sé... supongo que ustedes tenían razón y sí le gusto- le respondí tímidamente
-Pero ¿Por qué no nos contaste nada?
-Lo siento... es que yo... son las primeras amigas que tengo... y no solía tener la costumbre de contarle mis cosas a alguien.
-Está bien, pero el problema no es tan simple.
-¿Por qué? ¿Qué paso?
-Es Alice...
(Oh no... no ella... que no sea lo que creo que es por favor... - pensé)
-No... no me digas que a ella...
-¿Que a ella le gusta Steve? Pues sí Mary, desde que lo vio por primera vez hace cinco años.
-No... lo siento... es que yo... no lo sabía...
-Lo sé, por eso no te culpo, pero ella debe estar dolida... quizá no te hable por un buen tiempo... lo siento Mary- dijo al final, y en seguida fue al baño en busca de Alice quien seguramente estaría llorando.
A la salida corrí a encontrarme con Steve, que me esperaba en la esquina como siempre... quería sentir un poco de tranquilidad.
-Hola Mary
-Hola
-¿Te sucede algo? Te siento cabizbaja
-No, no es nada... Solo que anoche me quedé haciendo un par de trabajos y no dormí bien, es todo...
-Vale, si eso dices. Entonces ¿Vamos?- y yo asentí.
Fuimos por el mismo camino hacia mi casa, conversando sobre los mismos temas (aunque en realidad, no teniamos muchos temas de los cuales conversar). No pude evitar no prestarle atención, estaba muy triste por lo de Alice... si tan solo le hubiera contado lo que me pasaba con Steve desde un principio... pero ya no había nada que hacer, y cortar con Steve solo la haría sentir culpable.
-Bien, llegamos, aquí te dejo Mary.
-Gracias por acompañarme- le dije dándole un beso.
-Vamos.. sabes que lo hago porque te quiero
-Lo sé- dije, y sonreí.
-¿Nos vemos mañana entonces?
-Nos vemos mañana.
Entré a casa y esta vez tampoco almorcé, no tenía ganas de nada. Para que mi madre no se preocupara tuve que botar la comida que había dejado ese día, algo que me dolió extrañamente. En la noche intenté comunicarme con Alice vía Skype, pero fue inútil, no quería verme.
Al día siguiente fui sin ganas a la escuela, y tuve el presentimiento de que Alice ya no querría sentarse al lado mío. Cuando llegué al salón no encontré a las chicas, lo que me contristó profundamente... Me sentí estúpida por perder a mis dos primeras amigas en la vida... ¿Cómo es que pasó eso? Si todo iba tan bien... en fin, ya las perdí.
Estaba tan distraída pensando que no había notado que sobre mi carpeta había una nota:
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Mary, tenemos que hablar... te espero en el cuarto del conserje, él siempre llega a las 9.
-Alice
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Vale, esta es mi oportunidad de arreglar las cosas con ella... Sólo... No digas ninguna tontería... no lo arruines Mary... por favor...- fue lo único que pensé antes de encaminarme hacia mi encuentro con Alice...