La escuela era como cualquier otra: tres edificios de cuatro pisos cada uno, un enorme patio en el medio, una cafetería en el área recreativa, además de una pequeña bodega que se encontraba al otro extremo, cerca a una de la loza multideporte más grande fuera del circuito de pabellones. No conocía a nadie de allí como era obvio, pero tampoco me atraía la idea de conocer a alguien en ese momento. Luego noté que una extraña chica se aproximaba, pero la ignoré hasta que me habló:
-Hola
-Hola -contesté
-¿Eres nueva verdad?
-Ehm... sí, como lo has notado? ¿Eres alguna especie de espía enviada por el gobierno para seguirme y así descubrir donde escondí el tesoro?
-No, ¿como crees eso? - rió- es que aquí todos nos conocemos de vista, por eso es fácil notar la llegada de los nuevos... aunque consideraré eso de descubrir donde escondiste el tesoro.-y ambas reímos.
-Al parecer eres un tanto timida eh
-Supongo que sí- respondí sorprendida-¿pero porqué lo dices?
-Es que te he observado y lo normal es que alguien nuevo busque a quien lo ayude a ubicarse en su salón.
-Ah...-reí- pues... creí que no sería necesario
-Pero bueno, ¿ya ubicaste tu salón?
-No, la verdad que aún sigo perdida
-¿A cuál te mandaron? Tal vez nos toque juntas.
-Salon 3ºB
-Oh... lástima, a mí toco en el 3ºA - hizo un intento de puchero- pero al menos seremos vecinas ¿vamos? Los salones están al lado.
-Bueno, vamos- asentí.
-Por cierto, me llamo Alice
-Y yo Mary
-Mucho gusto Mary
-Igualmente Alice
-Bien... llegamos. Es posible que tu salón aún este vació, te asignaron con los revoltosos seguramente por ser nueva, y ellos tardan demasiado en aparecerse, sobre todo por ser el primer día.
-¿Revoltosos?... Genial... lo que necesitaba, gracias por la advertencia Alice
-Lo siento, bueno... debes entrar, y yo también... si quieres nos vemos en el descanso.
-Eres la única persona que me ha tratado bien hasta ahora, así que posiblemente te busque desesperadamente- dije, y ambas reímos.
-Vale, nos vemos entonces... y suerte en tu primer día.
-Gracias, sí que la necesitaré, nos vemos.
Entré al salón con más miedo de lo normal y me senté en una de las carpetas del medio, lo suficientemente atrás para no llamar mucho la atención de los profesores, y lo suficientemente adelante como para no dar a entender que me gusta el descontrol. Fueron llegando uno a uno, hasta que vi entrar a un pequeño grupo de amigos, eran tres, pero uno es especial clavo la mirada en mí, en mis ojos. Me puse nerviosa, así que esquive su mirada, lo que causó que él dejase escapar una media sonrisa. Al rato llegó el profesor, tendríamos matemáticas a primera hora. Sentí un gran alivio al ver que no se le había ocurrido hacer la típica presentación de los nuevos alumnos que los profesores suelen hacer cada primer día de clases para 'conocernos mejor'... pero el alivio me duró poco, solo su clase para ser sincera.
-Señorita
-Ehm... ¿sí?
-Usted es la única alumna nueva aquí y sus compañeros desean saber de usted, así que por favor póngase de pie y díganos su nombre completo, sus hobbys y sus favoritos.
(Maldito el momento en el que al profesor de psicología se le ocurrió que esta era una buena idea)
-Ehmmm.... pues... mi nombre es Anne Mary, mis hobbys son... leer, tocar la guitarra y ver películas... y... mis cursos fuertes son... ehm...
(Por qué rayos estoy temblando?- pensé al notarlo- oh no no... Mary, no desvíes la mirada hacia él, no lo hagas...)
-¡Maldición!- se me escapó al ver que se estaba riendo de mí.
-Disculpe señorita Anne ¿dijo algo?
-Eh, dije que... que no tengo curso específico
-Bien, gracias por permitirnos conocerla.... puede sentarse.
Suspiré aliviada... juraba que fueron los tres minutos mas largos de mi vida.
Pero al fin sonó la campana, luego de dos largas horas con el profesor de psicología... a este paso acabaré odiándole.
-Hey Mary!
-¡Alice! Justo te estaba buscando
-¿Qué tal te fue?
-Creo que aún estoy viva, así que supongo que no tan mal.
-Eso me deja mas tranquila- dijo, y ambas reímos
-Y... ¿hiciste nuevos amigos?
-Pues... como dijiste, soy un poco tímida, así que...
-Vamos... si conmigo te fue fácil
-Contigo, porque tú fuiste la que me habló primero
-Oh vaya... tendré que decirles a todos que te hablen entonces- me respondió, lo que ocasionó que riamos otra vez.
-Gracias supongo
-No es necesario que me agradezcas. Por cierto... ¿me acompañas a buscar a una amiga? Se llama Rouse, es mi mejor amiga desde primaria y pues... salió corriendo apenas sonó la campana.
-¿Por qué? ¿Le sucedió algo?
-No... solo moría de hambre como siempre- dijo, y volvimos a reír.
-Bien, yo también tengo hambre.
Ella me hablaba de lo grandiosa que era su amiga mientras caminábamos hacia la cafetería, hasta que la encontramos con tres sandwiches de pollo y una malteada de fresa.
-Vaya combinación eh Rouse...
-Hey Alice... lo siento... es época de antojos- Dijo Rouse, lo que causó la risa exagerada de Alice
-¿Y cuándo acabará esa época? Porque en todos estos años no ha habido señal de que acabe.
Rouse le tiró un pequeño golpe en el brazo
-Por cierto, ella es Mary
-Hey Mary... ¿eres nueva verdad?
-Sí, parece que todos lo han notado.
-Sí, es que todos nos conocemos de
vista aquí
-Eso me han dicho- respondí, y las tres reímos.
Los siguientes diez minutos nos la pasamos ayudando a Rouse a terminar su sandwiches, resultaba que ya se había comido dos antes que lleguemos. Estaba todo tranquilo hasta aquí, por lo que pensé que quizá la nueva escuela no sería tan mala despues de todo.. quizá sea mi oportunidad de hacer amigas de verdad por primera vez. Estaba pensando en eso mientras las miraba y reía cuando veía que ellas también reían, aunque no sabía muy bien lo que decían porque estaba inmersa en mis pensamientos.. hasta que vi que sus miradas se centraron en mí.
-Mary... ¡Mary!
-Llamando a tierra a Mary... ¿Hay alguien ahí?
-Eh... lo siento, estaba pensando, ¿pasó algo?
-Pues sí, y vaya que es algo... Steve ha clavado la mirada en ti, y al parecer no pretende apartarla.-Dijo Rouse
-¿Qué? ¿Quién es Steve?
-Si volteas discretamente hacia tu derecha, lo verás parado al lado de una columna respondió Rouse.
-¿Qué? (Volteé discretamente y... ¡Rayos! ¿Él? ¿Él se llama Steve? ¿Y qué rayos hace mirándome así?- pensé, fue inevitable sonrojarme)
-Parece que le gustas- dijo Alice como si leyera mis pensamientos.
-Vaya... al parecer sí. Después de terminar con Nadia no se fijó en ninguna chica más porque dicen que seguía enamorado de ella... pero parece que su época de luto amoroso ha terminado- acotó Alice lanzándome una mirada traviesa.
-¿No está en tu mismo salón?- preguntó Rouse
-Ehm... ssí... y se ha burlado de mí un par de veces, así que no creo que yo le guste.
-Venga... ¿es que acaso no conoces a los chicos?
(Por dios... pero apenas somos unas niñas, ¿Cómo podría conocer a los chicos en ese aspecto si a apenas entré a la adolescencia y nunca he estado con alguien?- pensé)
-Yo te recomendaría que te cuides de él, quizá solo te quiera detrás suyo.
-Dicen que conquista a las chicas con tan solo mirarlas- agregó Rouse
(¿Qué? Bueno... eso no me sorprendería.. tiene una mirada un poco tierna, solo un poco... ya, está bien... tiene la mirada demasiado tierna... y una sonrisa un tanto tímida pero espectacular.... espera... ¿acabo de pensar eso? No no... no puede gustarme nada de él... malditas hormonas)
-Maldición - dije en voz alta.
-¿Por qué te enojas? ¿O es que acaso te gusta también?
-Mira que aún no aparta la vista de ti- dijo Rouse pícaramente
-¿Ignórenlo sí? Por favor...
Agradecí que me hicieran caso y que no volvieran a hablar del tema hasta que tocara la campana. Luego subimos con dirección a nuestros salones, bueno, ellas dos estaban en el mismo. Entré y ahí estaba él, sentado sobre mi carpeta. Vi que jugaba con un lápiz moviéndolo entre sus dedos, y aceleró el moviento del lápiz cuando me vio entrar... supongo que estaba nervioso...
-Hola...
(Oh rayos... ¿me está hablando a mí?)
-Ehm... ho-hola (¿es que ahora también tartamudeo?- pensé, y me sonrojé al ver que lo notaba y sonreía de lado)
-E-estas sobre mi carpeta- fueron las únicas palabras que salieron de mi boca.
-Lo sé- dijo él- sólo quería conocer mejor a la chica nueva... por cierto, me llamo Steve Samders aunque escuché que tus amigas ya te dijeron mi nombre.
(Oh rayos)
-Ellas no hablaban de ti, sino de otro Steve
(Ahora sí me hundí)
-Ya... ¿por eso me miraban tanto?- dijo alzando un ceja
-Ehm...- no supe qué decir, a lo que él sonrió victorioso.
Para mi buena suerte, en ese momento ingresó el profesor y Steve tuvo que ir a su carpeta. Las siguientes horas transcurrieron con relativa normalidad hasta que sonó la campana que indicaba la salida. Recogí mis cosas y salí del aula esperando encontrarme con las chicas, pero ellas mi indicaron que el padre de Rouse las recogería en auto, así que salí sola con rumbo a mi casa. Doblando en la esquina me encontré al que menos quería ver en ese momento: Steve...
-Vi que tus amigas se iban sin ti, así que decidí ser caballero y acompañarte a tu casa.
-Nno es necesario, vivo cerca( ¿Por qué sigo tartamudeando?)
-No te preocupes, quiero caminar, de paso que hago un poco de ejercicio... a propósito... ¿Te han dicho que eres bajita?
-Sí, varias veces, pero ese no es tu problema- dije intentando parecer enojada, a lo que él sonrió. Sí soy bajita, y a su lado me sentía más diminuta aún.
El resto del camino se la pasó haciéndome preguntas sobre mi vida, si tengo hermanos, cuántos años tenía, y cosas así mientras también me contaba sobre su vida. Me dijo que tenía una hermana mayor, y un hermano menor, por lo que a él no le prestaban atención, también dijo que le gustaba tocar la batería, aunque nunca formaría la típica banda de garage porque se sentiría ridículo 'escondiéndose' de ese modo.
-Bien... Aquí vivo
-Bueno, supongo que debo dejarte, nos vemos mañana Mary.
-Nos vemos.
Ya habían pasado los minutos de tensión para mí, cuando se le ocurre regresar a 'despedirse'
-¡Mary!- dijo un poco agitado, había corrido para llegar antes de que yo ingresara a mi casa.- Mary espera...- y sentí sus labios sobre mi mejilla que enseguida se acaloró, algo que le causó gracia. Retrocedió sonriendo y yo solo me límite a despedirme con la mano de lejos. Pero hizo algo más, o mejor dicho, dijo.
-¡Mary!... por cierto... eres preciosa- dijo casi gritando mientras caminaba de espaldas y ya estaba a unos veinte metros de mí, lo único que hice fue ingresar velozmente y cerrar la puerta detras intempestivamente...
-Hola cariño
-Hola papa- dije salundándole con un beso en la mejilla, por un momento creí que había escuchado todo, pero luego noté que llevaba audífonos puestos-hoy has llegado temprano
-Sí, es que tenía que recoger un par de cosas, tu madre te dejo la comida lista, y tu hermana se fue con ella después de la escuela- respondió
-Vale, creo que eso no es novedad, ahora recaliento el almuerzo... ¿quieres un poco?
-No es necesario, yo ya almorcé, además que ya estaba por salir. He dejado un par de monedas sobre tu cómoda, al lado de tu alcancía.
-Gracias pa, te quiero.
-Yo también. Bueno.. tengo que regresar al trabajo, no hagas travesuras eh... - a lo que yo reí
-Ciao pa- dije y el asintió.
Por ser el primer dia no habían dejado tareas, así que me pasé la tarde escribiendo en el cyberdiario que tengo en mi laptop, escribí sobre Alice, Rouse, sobre Steve y sobre sus bellos ojos color café.
-Soy ridícula escribiendo sobre Steve- pensé.
Y lo era, pero me gustaba, así que continué. Luego vi un par de películas de Disney, quería ver una pelicula dramática también, pero recordé que mi madre estaba por llegar y no me hubuera gustado que me encontrara llorando por una película, así que ignoré la idea. Al llegar mi madre estaba tocando mi guitarra, que era del mismo color de mi cabello, castaño, con algunos diseños color naranja. Al entrar mi hermana se abalanzó sobre mí y me pidió que tocara alguna canción.
-¿cuál quieres?
-Circle of life de The Lion King- dijo emocionada... ella también amaba Disney, era un gusto compartido.
Luego de eso cenamos, y papá llegó tambien, así que comimos los cuatro, después nos fuimos a dormir. Aunque lo intenté no pude dormir esa noche pensando en Steve me quedé pensando en él mientras miraba mi techo adornado con estrellas de papel que brillaban en la oscuridad. Mi cuarto era el lugar mas especial para mí, por eso no dejo que nadie entre, solo mi hermana en algunas ocasiones, ni siquiera la señora de limpieza.
-Me dijo preciosa - pensé. Esto provocó que me quede ilusione demasiado... Después de todo, era la primera vez que alguien me decía algo así.
Los siguientes días en la escuela fueron similares al primero:
Estaba con las chicas en el descanso, pero Steve me acompañaba a casa mientras conversábamos y reíamos mientras me contaba de su vida. Luego, en casa, hacía las tareas mientras escuchaba música, también veía alguna película o algún blog en Internet.
Después de los primeros exámenes llegó la época de la re-asignación de alumnos en todos los salones
-Señorita Bachiarelli, felicitaciones, usted pasará al salón de 3ºA, sus notas son estupendas,..., Samders, usted se quedará en 3ºB, sus notas son buenas pero tiene demasiadas faltas por indisciplina.
Este cambio sería bueno, ahora estaría en el mismo salón que las chicas que se habían vuelto mis unicas amigas, en 3ºB todos y todas eran demasiado revoltosos, por eso no había hablado con nadie allí, a excepción de Steve.
Un par de semanas después de la misma rutina al terminar las clases, Steve hizo algo totalmente inesperado para mí.
-Mary... ¿Qué dices si... esta vez nos desviamos un poco?
-¿A dónde quieres ir?
-Es un lugar cerca, solo vamos ¿sí?
-Vale, pero no hay que demorar tanto.
-No te preocupes, puedes decirle a tus padres que te quedaste conversando con tus amigas.
-No, ellos llegan más tarde, por eso no hay problema.
-Genial, vamos entonces.
Me llevó hacia un parte de la ciudad que no había visto (cabe decir que no salía mucho de casa). En este lado las casas eran más angostas y estaban todas pegadas, no tenían jardín ni patio como la mía, aunque la mayoría superaba los dos pisos y medio que tenía mi casa. Ingresamos a un callejón sin salida que soprendentemente estaba limpio y bien cuidado.
-Llegamos-dijo.
-Y bien... ¿para qué hemos venido?
-Para esto...- dijo, y me besó.