Pasa unos segundos después de lo que dije, su cara mostraba severa seriedad, habré cometido un error ya grave como para decir eso?
-entiendes lo que acabas de decir?
-entiendo, crees que soy una bruja?
Pensaba que era el final, pero saco una sonrisa que me alegro a mi también.
-no digas bufonadas, una dama que habla de esa manera y su belleza, no puede ser una bruja, pero eso no descarta que vuestra historia no sea de una manera extraña, pero me gustaría saber mas de ese tiempo del que habláis.
-bueno...en mi mundo todos vestimos de formas diferentes, todas las opiniones son escuchadas y respetadas por igual-
-decís que vuestro rey no castiga ni manda a ejecutar a aquellos que osan a entrometerse en su camino, ni a los que les contradicen?
-que va, no hacen nada, solo si hacen algo malo de verdad, como robar o matar, pero los mandan a la cárcel, pero no es como un calabozo, allí les dan una cama, comida, gimnasio y les dan un lugar donde hagan cosas.
-pero eso parece una recompensa y no un castigo...
Mientras hablaba con erick, un señor que parecía sacado de un drama coreano avisa al príncipe de la hora de su comida.
-por cierto, le gustaría probar las fantásticas comidas de nuestro reino?
-estaría encantada.