Lo había resuelto, tal y como Calum lo pensó. Solo le bastó un par de llamadas y una caminata de cinco cuadras, cerca del vecindario donde vivía, así que estaba bien.
Le dijo a sus mejores amigos que estaría ocupado por la tarde y ellos lo entendieron sin preguntar al respecto, sabían que Luke a veces se ocupaba demasiado en los asuntos escolares y eso era un echo. ¿Qué otra persona, además de Luke, insistiría ir hasta la casa de un compañero (el cual no conocía) solamente por hacer un trabajo? Podía hacerlo solo, si, no era un problema para él pero muy en el fondo quería ver a ese Michael Clifford.
Estuvo parado al rededor de dos minutos frente a la puerta de la que suponía era casa de su compañero, timbró un par de veces más y esperó.
Suspiró, después de cinco minutos más, y se dio la media vuelta para regresar por donde vino cuando un cuerpo más ancho que el suyo chocó contra él y lo hizo caer al suelo.
—Dos veces en el mismo día, no puede ser. — Murmuró para si mismo y se levantó por su cuenta.
—¿Qué verga haces tú aquí? — Eso fue lo que detuvo a Luke, por un segundo, y volteó para toparse con unos ojos verdes y un ceño fruncido. Su voz era muy, muy ronca y le tomó a Luke unos segundos darse cuenta de que por primera vez lo había escuchado hablar. Sonrío por eso. Error.
— Estás loco. — Michael negó ahora dándole la espalda.
— Heeeey, soy Luke. Tenemos que hacer un trabajo en equipo, ¿lo recuerdas? — Dijo todo tan animadamente que el mayor tuvo que apretar las llaves entre sus manos para no correrlo de inmediato de ahí.
—Yo hago el trabajo. — Abrió la puerta y la cerró frente al ojiazul.
Luke se fue se ahí repitiéndose a si mismo que debería dejar de ser tan irritante, y la próxima vez no lo sería porque su deber (él que el aseguraba que lo era) era agradarle a todo el mundo, sin excepción.
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holaaa, estoy actualizando sin saber si alguien me sigue leyendo pero realmente quiero hacerlo y no tengo nada mejor que hacer.