Buenos Aires, Argentina
- ¡No puede ser Clara, otra vez no el Blanco! -Golpea la mesa - ¡Esto es una jodida broma! ¿cierto? - Le da una mirada fulminante.
-Lo siento Victor, ¡Pero es verdad! -Dijo la rubia, con miedo -El Blanco volvió.
- ¡Como puede ser, tu me dijiste que se fue para siempre de Argentina! -dijo apuntandola - ¡La vida de todas la mujeres corre en peligro desde ahora! -Se da la vuelta para quedar mirando la ciudad a través de la gran ventana. El Blanco reaparecía hoy en sus vidas, sabía que esto pasaría, sabía que él no cumpliría su palabra y menos sí se trataba de dejarlo de joder. Maldito.
- Vi- vi- vic- tor. - Tartamudeo la rubia, sentía miedo, su jefe aveces no sabía controlarse.
- ¿¡Qué!? - Gritó sin darse la vuelta, estaba enojado, apretaba sus manos formando un puño tanta era la fuerza que ejercia que sus nudillos eran de color blanco.
-Es que... Ya hay chicas - Dijo en un hilo de voz, su jefe en estas ocasiones podía ser bastante agresivo, para él ahora no importaba que fuera una mujer la que estuviera al frente de él.
- ¡Puta Madre! ¿¡Y cuando pensabas decirmelo!? - Dijo mirandola, su mirada estaba con un brillo para nada bueno. Furia. -¿Cuantas son?
-Seis. -Susurro, sus piernas temblaban levemente, sentía que en cualquier momento caería.
Victor abrió la boca para volver a contestar pero fue interrumpido por unos golpes en la puerta.
- ¡Quien mierda interrumpe! -Gritó muy enojado- ¡Pase!
- ¡Dime! ¿Cuanto me extrañaste Victor?
Fijó su mirada en aquel ser despreciable, si las miradas mataran aquel hombre estaria muerto, 10 metros bajó tierra.
(...)
¡Gracias por su apoyo!
♡[Si lees alguna historia con el mismo título y/o trama y en ninguna parte dice "adaptada" avísame, me están plagiando.]♡
-Voten y comenten.
-javiii lxs ama♡.