-Jax, no lo hagas-pide Nate, -No me dejes-, tomo la curva con la velocidad que llevo, -¡Te perdí una vez Jax, no lo hagas!-llora en el auricular, -¡No voy a perderte de nuevo!-,
-Lo siento Nate-sollozo apuntándole al poste de luz a un lado de la recta, justo antes de la meta, es perfecto, tengo la velocidad justa para estrellarnos y no salir vivos,
-¡Jax, el poste de luz!-me dice Cade, -¡Jax, dobla!-pide, -¡No lo hagas Jax, tengo un bebé recién nacido!-me recuerda, -Hermano, sé que las cosas están mal pero no nos mates, tienes mucho porque vivir-me anima, -Quién sabe, tal vez un día Alex te diga que puedes visitar a tu hijo o hija pero, si nos matas no vas a estar aquí para que eso ocurra-, aprieto la mandíbula , -Por favor-ruega a mi lado,
-¡AAAAAAAH!-grito molesto esquivando el poste y atravesando la meta, freno el auto y me bajo, inmediatamente los periodistas se agolpan a mi alrededor, -¡Déjenme en paz!-les grito antes de quitarme el casco, me arrodillo a un lado del circuito, tenía la oportunidad perfecta y no la aproveché. Una mano aprieta mi hombro,
-Gracias-dice Cade, no digo nada. Escucho otro auto frenar a un lado,
-¡Ahora no!-chilla Brodie, siento sus pasos cerca mío, es probable que lo haya escuchado todo, nuestros auriculares están conectados. Se arrodilla a mi lado antes de apretar mi hombro,
-Si nos tuviéramos que rendir cada vez que las cosas se ponen difíciles, el mundo estaría lleno de desertores-afirma, -Hay que aprender a vivir Jax, de alguna forma tienes que aprender a cargar con lo que te ha tocado-continua, -Suicidarse es ser un cobarde y, encima, es demostrarle al mundo que eres uno-, la miro secándome los ojos con el puño del traje,
-Tu y Nate son perfectos el uno para el otro-admito, -No me hagan ir a su casamiento si van a invitarla-, soy el único, además del equipo que sabe del compromiso,
-No voy a invitarla, te prefiero diez mil veces a ti que a ella-asegura, trago y me levanto, -Por favor-pide, -No te conviertas en un cobarde-, su pedido es tan sincero que no puedo ignorarlo,
-No voy a prometerte algo que no estoy seguro que voy a cumplir-admito,
-Entonces, al menos, prométeme que vas a intentar no convertirte en uno-,
-De acuerdo-acepto, -Pero no te decepciones después-pido.
Subo al podio de pura formalidad, no quiero hacerlo pero, tengo un contrato que me obliga a hacerlo, es eso o pagar una multa millonaria.
Cuando llego al departamento me doy con que la mitad de las cosas han desaparecido, es de verdad, Alexis va a irse. Cierro los ojos con fuerza y estrello el trofeo contra la mesa del living, rompiéndola en pedazos. Contrataré a alguien para que limpie este lugar, no voy a volver. Subo y termino de armar la valija que dejé antes de ir a Utah. Creo que entre todo lo que ha pasado, mi decisión de mudarme a Chicago ha sido lo mejor que he hecho.
Suspiro una última vez antes de cerrar la puerta,
-Olvídate Jax, lo has perdido todo-me digo, cierro la puerta y me volteo,
-¡Vaya, vaya!-exclama Dean,
-Dean, ¿Qué...qué haces aquí?-,
-Viéndote como lo pierdes todo-se burla, me río, este fue su plan, por eso fue a ver a Henry,
-¿Esto querías?-,
-Así es Jackson-asegura, -Quería ver como tu vida se caía a pedazos-admite, -Esta es mi venganza Jax-,
-¿Por qué?-pregunto,
-Por mis malos años de negocios-,
-¿Qué?-,
-Nadie, nadie quería tratar conmigo cuando te fuiste, perdí mucho dinero por tu culpa-,
-¿Y arruinas mi vida por dinero?-,
-No-asegura, -Arruino tu vida porque no puedo matarte, esa sería mi solución más simple, un disparo, chau problema-admite, -Pero tú y tu tío son un grano en el culo-,
-No es mi tío-, sonríe,
-¿Cómo dices?-,
-No es mi tío Dean, saca el revólver que tienes en el cinturón y deshazte de mi-, él se ríe,
-Por Dios, ¿Me dejas destruir tu vida y ahora me das la oportunidad de matarte?-,
-Si-admito,
-Hazlo, me has hecho la basura que soy, no le hago falta a nadie-, se ríe con ganas y saca el revólver de su espalda,
-Muchacho, no tienes idea lo mucho que acabas de alegrarme el día, no-me abraza, -La semana-asegura,
-Me alegro Dean-admito, -Al menos hice algo bueno por alguien-,
-Igual vas a ir al infierno-me asegura,
-Si y nos vamos a ver ahí-,
-Oh si, me verás ahí-, la situación lo divierte y a mi, sinceramente, me da igual lo que haga, -Voltéate-me pide, -Es un revolver nuevo-comenta, -Dicen que puedo manchar toda una pared con un disparo-, dejo el bolso en el suelo y la valija a un lado y me paro en medio de la pared,
-Veamos si es cierto-lo animo, -Bueno, tú vas a verlo-, él explota de la risa mientras miro la pared, por un segundo encuentro paz dentro de mi cuerpo y respiro tranquilo mis últimos momentos, al menos todo se va a acabar.