La fobia de BaekHyun [ChanBae...

By Malvary

6.1K 647 278

BaekHyun estaba muy feliz por estudiar enfermería y poder cumplir su sueño de trabajar junto a su novio en el... More

Parte única

6.1K 647 278
By Malvary

Byun BaekHyun desde que era pequeño había admirado con gran devoción a su madre. Por eso no fue extraño que desde que podía recordar soñara con convertirse en enfermero como ella. La profesión tenía ese algo de ayudar no solo a los demás, sino también a los médicos que por alguna razón le llamaba demasiado la atención.

Sin embargo, había un pequeño problema. Uno que siempre estuvo ahí pero que no le causó molestia hasta este momento, y eso era su fobia.

Se podía decir que BaekHyun le tenía miedo a las agujas, al menos así fue al principio.

Recuerda perfectamente aquella vez que sus padres le tendieron una trampa. Como BaekHyun se negaría rotundamente a pisar el suelo de un pediatra si le decías que tenía que vacunarse, sus padres optaron por llevarlo diciendo que tenía una simple revisión.

El pequeño BaekHyun de ocho años no había sospechado, a pesar de que habían ido todos: sus padres y su hermano mayor. En sí, la cita sí que había sido una revisión, pero al acabar su pediatra les preguntó si les gustaría vacunarse contra la gripe. En ese momento BaekHyun se sintió traicionado, aún más cuando sus padres sonrieron y dijeron que sí.

BaekHyun había visto con horror como uno a uno iba recibiendo su inyección y cuando la pediatra se volvió hacia él, sintió pánico. BaekHyun recuerda a la señora como una especie de monstruo repugnante, pero eso seguramente fuera debido al miedo que estaba sintiendo. El pequeño castaño se había tirado al suelo, empezando a negar furiosamente con la cabeza y comenzó a patalear cuando se acercaron a él.

Necesitaron de otro pediatra más y de su padre para cogerlo y ponerlo en la camilla. BaekHyun había estado tan enfrascado en revolverse que le había pegado sin querer una bofetada a la señora. Al final consiguieron ponerle la maldita vacuna y BaekHyun recuerda que fue muy dolorosa.

Y a pesar de que la fobia a las agujas e inyecciones era algo bastante común, la de BaekHyun evolucionó hasta convertirse más bien en una fobia a las extracciones de sangre o analíticas. Lo más irónico de todo era que la culpable fue nada menos que la  persona que tanto admiraba

Durante su pre-adolescencia, BaekHyun pasó por una serie de problemas de salud (no muy graves), pero que necesitaban de constantes análisis de sangre. Por comodidad y ahorrar tiempo, muchas de las analíticas se las hizo su madre en casa, ya que era enfermera. El castaño siempre se mostró reacio a hacerlas por su miedo a las agujas, pero confiaba en su madre. Al menos hasta aquella vez.

Fue algo simple y su madre siempre le decía que exageraba cuando lo contaba, pero BaekHyun recuerda como su madre no había sido capaz de encontrar la vena y pinchaba y pinchaba una y otra vez, provocando que su hijo miraba con espanto como gotas de sangre empezaban a salpicar la mesa.

Y seguramente no fue para tanto. No obstante, el recuerdo le seguía poniendo los pelos de punta a BaekHyun.

Esa fue una de las principales razones por las que se replanteó más de una vez otra carrera relacionada con las ciencias de la salud en la que no tuviera que ver jamás una vía intravenosa en una persona. Pero BaekHyun ya se había imaginado su futuro como enfermero, sobre todo cuando conoció al amor de su vida en bachillerato. El chico en cuestión quería ser médico y el castaño vio perfectamente en su cabeza la escena de él ayudando a su novio en el hospital. De esa manera, todo volvió a estar claro para él.

Sin embargo, llegó el segundo año de carrera y con ello, las prácticas. Había tenido un primer año lleno de éxitos, lo que tuvo como consecuencia que empezara el segundo muy animado. Eso hasta que le llegó su horario de prácticas. Unas donde iba a tener que pinchar y le daba absolutamente igual que quizás hubiera un muñeco para ello.  BaekHyun estaba horrorizado por la mínima idea de tener que pinchar en una vena, arteria o lo que fuera.

Por eso, decir que estaba prácticamente en un estado de completa desesperación y agobio era quedarse corto y solo había una persona que podía ayudarlo a tranquilizarse. La misma persona que fue su fuente de soporte en los momentos más difíciles del castaño los últimos tres años.

—¡ChanYeol! —gritó nada más abrir la puerta—. ¡ChanYeol! ¿¡Dónde estás!?

Su alto novio salió de la habitación que utilizaban como estudio  (porque obvio que vivían juntos, no podía ser de otra manera, por favor), y le mostró una sonrisa tierna como siempre hacía cuando lo veía.

La verdad era que para BaekHyun no podía existir un mejor novio que Park ChanYeol porque el pelinegro era atento, comprensivo, cariñoso, con sentido del humor y guapo. Todo lo que alguien desearía, y él era muy consciente de eso cuando a veces iban a almorzar juntos y veía las miradas que algunas envidiosas le echaban a su novio. Pero ChanYeol era suyo y seguiría siéndolo por mucho tiempo.

—¿Qué pasó, BaekHyunnie?

—Salió el calendario de prácticas —su cara se contrajo en una mueca de espanto al dejar salir las palabras.

—¿No deberías estar feliz por eso? —le preguntó mientras llegaba hasta él y lo rodeaba con los brazos dejando un suave beso sobre su frente.

—¡Sí! Pero mi problema, ChanYeol, ¿o no te acuerdas? —el alto se quedó callado unos instantes pensando en cuál era el problema de BaekHyun—. ¡Mi fobia!

—Ah —el alto se apartó de él—. ¿Y qué pasa?

BaekHyun resopló un poco exasperado, apartándose ligeramente del toque del alto, pero permitiendo que éste todavía lo envolviera con sus brazos. Le lazó una mirada cargada de reproche por no entender el punto del castaño.

—¿Qué voy hacer si me mandan pinchar un muñeco?, ¿o ver una extracción de sangre? —hizo una pequeña pausa y luego abrió los ojos ampliamente cuando una idea más horrible se le cruzó por la cabeza—. O peor, ¿¡y si me mandan hacérsela a alguien o a mí!?

—Baekkie, estás exagerando las cosas —trató de calmarlo ChanYeol, volviendo a llevar la cabeza del castaño contra su pecho a la vez que le acariciaba suavemente el pelo—. No te van a mandar hacerle una extracción de sangre a alguien si no tienes experiencia. Seguramente en la primera práctica solo os enseñen cómo hacerlo y como mucho practicar con un muñeco o algo parecido.

—Channie, que yo ni siquiera puedo ver esas cosas, ni siquiera puedo aguantar que me lo expliquen. Me pongo malo —lloró—. Ya me estoy poniendo malo solo de pensarlo.

El pelinegro se rió suavemente tomando ventaja de que el rostro de su novio estaba todavía enterrado en su pecho y así no podía verlo. Le resultaba tierno la forma en la que BaekHyun se estaba agobiando, aunque era perfectamente consciente de lo mucho que le afectaba al bajito su fobia.

—¿Cuándo tienes la primera práctica?
—Dentro de dos semanas, ¿por qué? —preguntó alzando ligeramente la cabeza para poder ver al más alto.

—Entonces tenemos tiempo para intentar solucionarlo aunque sea al menos un poco.

—¿Cómo?

—Terapia de choque.

A BaekHyun no le gustó nada lo que aquellas palabras escondían detrás y sabía que iba a tener unas semanas muy espantosas por delante.

~***~

BaekHyun miró a su novio entrar en la cocina con un ceja alzada y el ceño fruncido. Iban a tener su primera "sesión de tratamiento" para curar su fobia o algo así, pero no entendía por qué ChanYeol estaba vestido con su bata blanca, sus gafas de pasta negras y una libreta con un bolígrafo en la mano.

—¿Qué haces?

—De ahora en adelante soy tu psicólogo, el Doctor Park, un gusto —se presentó y le tendió una mano como saludo.

BaekHyun entrecerró los ojos a la vez que pensaba que debía haber supuesto que ChanYeol se iba a tomar aquello en serio. Muy en serio, al parecer.

—¿Pero tú no querías ser cardiólogo o algo así?

—Shh, todavía me queda mucho tiempo y hay demasiadas opciones.

El castaño dejó a su novio hacer lo que le diera la gana. Si se sentía mejor metiéndose en el papel, él no era quién para decirle que no. Además, le ponía bastante ver a ChanYeol en la bata blanca. Era una imagen muy caliente, incluso se le ocurrió que podría ser una idea interesante jugar al doctor y su paciente la próxima vez que tuvieran sexo. Él no se opondría a que el Doctor Park ChanYeol le hiciera una buena revisión.

—Se me han ocurrido un par de ideas que creo que son bastante sencillas para la primera sesión —BaekHyun volvió a la realidad al escuchar a su novio hablar y apartó los ojos que peligrosamente estaban dirigiéndose a un sitio que no era para nada la cara de ChanYeol.

El bajito observó al pelinegro moverse por la cocina y sacar una manzana de la nevera, la cual puso delante de él encima de la mesa, para luego sentarse en frente. BaekHyun escrutó la manzana preguntándose para qué coño iban a necesitar una manzana. A no ser que fuera para comérsela, porque la verdad tenía bastante buena pinta. Después el alto sacó una aguja del bolsillo de su bata y la puso al lado de la fruta.

BaekHyun tardó tres segundos en reaccionar y cuando se dio cuenta de que aquello no era una simple aguja, sino una de las que se utilizaban para hacer extracciones de sangre, saltó de la silla y retrocedió unos tres pasos.

—¿¡Por qué cojones tienes una cosa de esas!? —chilló horrorizado.

—Baekkie, están en el botiquín.

—¿¡Por qué tenemos esas monstruosidades en el botiquín!? —volvió a gritar.

ChanYeol suspiró. Le encantaba la voz de su BaekHyunnie, pero sinceramente sus chillidos no. Eran ensordecedores y se te metían en el tímpano como si fueran a reventarte el oído.

—Cálmate, BaekHyun, no vamos a hacer nada que te dé miedo, confía en mi —explicó con voz suave—. Pero primero vamos a empezar familiarizándonos con los materiales, ¿de acuerdo?

BaekHyun no se veía muy convencido, pero aun así asintió y se acercó despacio hasta volverse a sentar en la silla. ChanYeol continuó sacando más material de su bolsillo y colocándolo al lado de la mesa. Al final, al lado de la manzana había una aguja de mariposa unida a un tubo transparente con un conector y un recipiente vacío. Al castaño no le gustaba nada como se estaba viendo ese conjunto, pero confiaba en ChanYeol.

—Bien, para empezar quiero que montes todo.

El pelinegro vio la reticencia en los ojos del castaño, pero finalmente extendió las manos y conectó el tubo transparente al recipiente vacío.

—Muy bien —lo felicitó—. Ahora quiero que pinches la manzana.

—¿En serio?

—Sí.

—Yeol, no tengo ningún problema en pichar la manzana.

—Pues tal como te asustaste al ver la aguja... —el castaño bufó.

—Eso fue porque estaba desprevenido —y para demostrar que de verdad no tenía ningún problema en pincha la manzana, cogió la aguja y empezó a clavarla en la fruta—. Ves, ningún problema —pero por algún motivo fue aumentando la velocidad y la fuerza con la que clavaba la aguja, hasta parecer que la estaba apuñalando—. Ningún. Maldito. Problema.

—Vale, ya lo veo —dijo ChanYeol tomando la mano de su novio para que parara de maltratar a la pobre manzana—. Pero... ¿qué pasaría si la pongo aquí?

Se remangó la manga izquierda de su bata y colocó la fruta justo en la flexura del codo. Vio a BaekHyun tragar saliva y quizás volverse un poco más pálido. Estuvieron unos segundos en silencio, en los que BaekHyun trataba de mirar a la manzana sin sentir nauseas por el sitio dónde estaba colocado y lo que tenía que hacer con ella.

—Claro. Puedo perfectamente —su voz lo traicionó al salir entrecortada y muy baja.

Sin embargo, tomó una fuerte respiración para calmar ese retortijón que tenía en el estómago y agarró la aguja. Movió la mano con lentitud, acercándola a la manzana y por ende al brazo de ChanYeol. Cuando estaba a un centímetro de meterla en la carne de la fruta, lanzó la aguja a algún lado de la habitación y se levantó llevándose las manos a la cabeza.

—¡No puedo! ¡No puedo, no puedo, no puedo!

—BaekHyun, es solo una manzana.

—Pero de solo imaginar que puede ser un brazo de verdad y que voy a pinchar... ¡No puedo! De verdad.

ChanYeol vio los ojos de su pequeño novio empezar a aguarse y se levantó. Lo rodeó con sus brazos y le dio un suave beso sobre los labios.

—Está bien, terminamos por hoy.

BaekHyun asintió agradeciendo a su novio y apoyó la cabeza contra el hombro del alto.

—¿Podemos acurrucarnos en el sofá y ver El Rey León? —le preguntó el bajito haciendo un puchero que se veía demasiado adorable a los ojos de ChanYeol, quien no puedo evitar inclinarse y pegar sus labios a los otros en otro beso.

—Por supuesto.

~***~

Las siguientes tres sesiones fueron tal mal como la primera y BaekHyun estaba empezando a desesperarse al ver que el tiempo avanzaba y él todavía seguía con su fobia. ChanYeol, por otra parte, no perdía la determinación de ayudar a su novio y continuaba pensando en nuevas ideas para tratar el problema del castaño.

En ese momento se encontraba en el salón de su pequeño piso, con un BaekHyun con el ceño muy fruncido sentado en el sofá marrón claro y un JongDae que por algún motivo se había enterado de la misión "Curar la fobia de BaekHyun", uniéndose sin que nadie se lo pidiera.

Y ese era justo el problema.

El mejor amigo del castaño estaba parloteando sin parar sobre múltiples formas de quitarle ese miedo irracional a BaekHyun de la cabeza. Algunas de ellas bastante espantosas a ojos del bajito y aquello le estaba empezando a provocar dolor de cabeza.

—Me duele la cabeza —se quejó llevándose una mano a dicho lugar.

ChanYeol no tardó en sentarse al lado de su novio y mirarlo con ojos preocupados.

—¿En que parte te duele: lóbulo frontal, occipital, temporal?

BaekHyun le dio una mirada interrogante al azabache, a pesar de que ya estaba acostumbrado a que su novio fuera un friki de la medicina y le gustara utilizar términos médicos cada vez que podía. El bajito siempre le seguía la corriente porque le gustaba ver la sonrisa del alto cuando lo hacía.

—Frontal.

—¿Qué clase de pregunta es esa, ChanYeol? ¿No puedes preguntar como las personas normales? —ese fue JongDae, al que no le gustaba que el pelinegro hablara con esos términos, aunque él también estudiaba enfermería y los conocía.

—Así es más exacto y si le duele en otro sitio puede ser algo más que un dolor de cabeza.

—¿Y si lo que le duele es el hueso y no el lóbulo?

—No creo que sepa distinguir. Le duele y punto.

El dolor de cabeza de BaekHyun iba aumentando mientras esos dos discutían por cosas inútiles como aquella. Quería echar a JongDae de su casa y tal vez distraer lo suficiente a ChanYeol como para que éste se olvidara que hoy tocaba una de esas estúpidas sesiones que no servían para nada, para poder recibir la ronda de mimos que tanto le apetecía en ese momento.

Salió de su ensimismamiento y pensamientos sobre las manos de su novio acariciando su piel, cuando escuchó su nombre en la conversación que los otros dos tenían.

—Lo que necesita BaekHyun de verdad es exponerse totalmente y ya que no le vamos a hacer una extracción de sangre aquí mismo -aunque podríamos-, lo tendrá que hacer visualmente.

Acto seguido encendió un ordenador, que BaekHyun no sabía de dónde había salido, y buscó hasta dar con un vídeo que empezó a reproducir. Muy para el horror del castaño, se veía en primer plano un brazo con una aguja acercándose peligrosamente. Como acto reflejo, BaekHyun cerró los ojos, se dio la vuelta y cruzó los brazos.

Desde que había desarrollado esa fobia, cada vez que veía algo sobre eso, tenía el impulso de flexionar los brazos de manera que no quedara esa área donde se solía pichar, al descubierto. ChanYeol lo notó y lo venía notando desde las sesiones anteriores y estaba empezando a pensar que quizás su novio no tuviera miedo a que le sacaran sangre en sí, sino que le pincharan ahí.

—Vamos BaekHyun, necesitas superar esa fobia tuya —insistió JongDae viendo al bajito dándole la espalda a la pantalla—. Imagínate que ChanYeol necesita una transfusión de sangre urgentemente y solo estás tú ahí para hacerlo. ¿Te quedarías sin hacer nada?

BaekHyun nunca antes se había planteado algo así. Siempre fue consciente de que si quería ser enfermero tenía que presenciar constantemente pacientes con alguna vía colocada en el cuerpo, pero nunca llegó a pensar que tal si por su fobia no podía hacer algo como eso. Por ese motivo se obligó a abrir los ojos y echarle un vistazo a la pantalla, lo que solo duró unos segundos pues sentía que se iba a desmayar al ver la aguja clavada en la piel.

—No puedo —lloró, escondiendo el rostro en sus manos.

JongDae suspiró, pero no insistió más. Apagó el ordenador y al poco rato se fue dejando a la pareja a solas.

Durante los siguientes días siguieron intentando cosas nuevas y otras formas de intentar de que a BaekHyun no le diera un infarto al ver cualquier cosa relacionada con aquello. El castaño ya estaba perdiendo la esperanza y se veía diciéndole a su profesor de prácticas que le era imposible asistir a ellas, lo cual le llevaría a suspender la asignatura y BaekHyun podría ponerse a llorar ahí mismo.

Estaban a un día de las primeras prácticas del bajito y aunque éste no se diera cuenta, ChanYeol vio un pequeño cambio en la actitud de su novio. Continuaba alterándose ante cualquier imagen o vídeo, pero al menos ya no era una reacción tan escandalosa como antes. El alto estaba seguro que si tuviera más tiempo aquello desaparecería por completo, simplemente por acostumbrarse a ello.

Sin embargo, el castaño necesitaba lo que fuera para poder olvidarse de su fobia, al menos durante las prácticas de mañana. Así que ChanYeol estuvo pensando todo el día en qué podía hacer. Le dio vueltas y vueltas, hasta que un idea se le cruzó por la cabeza. No estaba seguro de si funcionaría, pero al menos tenía claro que ambos se beneficiarían de ello.

Así fue como después de cenar, ChanYeol dejó a su novio en el sofá leyendo un libro y se fue a preparar su plan. BaekHyun estaba muy concentrando leyendo que no se dio cuenta del hombre que estaba de pie a unos cuantos pasos de distancia, hasta que escuchó un pequeño carraspeo.

—¿Byun BaekHyun?

El mencionado despegó sus ojos del libro y los clavó en ChanYeol. Su boca se abrió ligeramente, a la vez que la sentía secarse y su corazón empezaba a latir rápidamente.

—Me dijeron que está usted enfermo, ¿qué le parece si pasa a mi consulta y le hago una revisión? —aquella insinuación entonada por la voz grave y ronca, dejó prendiendo a BaekHyun.

El muchacho se relamió los labios admirando la vista de su novio con la bata blanca, su pelo negro y ese conjunto de pantalones y camisa ajustados que casi lo tienen babeando.

—Me parece bien, Doctor Park. Últimamente no me he estado sintiendo muy bien.

Se levantó del sofá y caminó lentamente hacia el chico alto, pasando por su lado enviándole una mirada tentadora y dirigiéndose a su habitación mientras meneaba de manera provocativa sus caderas.

ChanYeol definitivamente no sabía si su plan iba a funcionar, pero estaba seguro de que iba a tener un buen postre esa noche.

BaekHyun se sentó en la cama y esperó a que el doctor entrara y empezara con su revisión. El Doctor Park no tardó en hacer eso mismo, arrastrando la silla giratoria del escritorio y acercándola a la cama. Se sentó y cruzó las piernas en una pose que resultaba demasiado sexy.

—Bien, señor Byun, puede empezar contándome qué le pasa.

El castaño se volvió a relamer sus labios, teniendo especial atención en que el movimiento fuera captado por los ojos del doctor antes de hablar.

—Verá, doctor, recientemente hay una zona de mi cuerpo que no me para de molestar y hay veces que llega al punto de que duele.

La mirada caliente junto con la sonrisa de medio lado del alto, estaba empezando a tener un fuerte efecto sobre BaekHyun.

—¿Y qué parte es esa exactamente? —preguntó a la vez que se inclinaba ligeramente hacia delante.

—Me da vergüenza decirlo —respondió con falta inocencia y con un rubor extendiéndose por la mejillas a causa del calor que estaba empezando a sentir.

—Entiendo —el doctor se levantó y se acercó a su paciente, tomando el fonendoscopio que colgaba de su cuello y colocándoselo—. Le voy a pedir que se quite la camiseta y empezaremos con las cosas básicas antes de entrar en el detalle de su dolor, ¿le parece?

BaekHyun asintió y tomó los bordes de su camiseta azul claro que utilizaba para andar por casa y que en realidad era de ChanYeol. Levantó la prenda lentamente, revelando poco a poco pedazos de piel blanca consiguiendo impacientar al alto aunque éste tratara de no hacerlo ver. Al acabar, tiró la prenda al suelo y miró al doctor con ojos brillantes de deseo.

Dicho hombre se colocó más cerca de su paciente y acarició con las yemas de sus dedos la espalda de BaekHyun antes de colocar el fonendo contra su piel y pedirle que tomara una respiración profunda.

El bajito tembló ante el contacto frío del aparato contra su espalda e hizo lo que se le pidió. Dios tres respiraciones profundas más antes de que el doctor se sentara detrás de él en la cama y una mano lo empezara acariciar de una forma nada inocente.

—Debo decir, señor Byun, que parece un joven muy sano. No me puedo imaginar cuál puede ser su problema —el susurro del doctor contra su oído lo hizo estremecerse.

Luego sintió unos labios posarse detrás de su oreja y descender por todo su cuello. BaekHyun ladeó la cabeza para darle más acceso, mientras dejaba escapar pequeños suspiros. La mano que no estaba sujetando el fonendo se movió hacia su abdomen, subiendo lentamente y alcanzando uno de los rosados pezones, provocando que BaekHyun jadeara.

—Le está latiendo muy rápido el corazón, señor Byun, y tiene la respiración acelerada.

El Doctor Park separó sus labios de la piel del cuello de su paciente, para volver a posarlos sobre él, pero esta vez succionando fuerte en un punto en concreto para después pasar la lengua por todo lo largo.

El castaño ya estaba sintiendo toda la sangre desplazarse hacia el sur, volviendo presente el dolor del que le hablaba al Doctor Park. Los besos y chupones que estaba dejando en el lado derecho de su cuello y hombro solo conseguía que su cuerpo se encendiera más.

Dejó escapar un pequeño chillido cuando sintió algo frío contra un pezón y abrió los ojos que no sabía que había cerrado. Gimió ante la sensación del frío del fonendo en contraste con la mano caliente del doctor.

—Doctor Park —suspiró al mismo tiempo que posaba su mano sobre la otra que se movía traviesa por su pecho.

—¿Sabe que está siendo muy provocativo, señor Byun? Su piel tan blanca que queda perfectamente marcada con mis besos y los suspiros que salen de sus labios de manera deliciosa.

BaekHyun gimió ante las palabras del doctor y antes de que pudiera darse cuenta, estaba con la espalda contra el colchón y dicho médico se cernía sobre él.

—Eres tan malditamente caliente.

Y lo besó. Un beso que iba cargado de deseo y lascivia que solo provocó que el fuego entre ellos creciera. El castaño rodeó el cuello del hombre con sus brazos, atrayéndolo más contra su cuerpo y abriendo la boca para dejar que sus lenguas se encontraran con fervor. Era un beso que los estaba encendiendo a ambos a unos niveles insospechados y que provocaba que gimieran en la boca del otro.

El doctor fue el primero en separarse, dejando a su paciente jadeando debajo de él.

—Creo que es hora de ver en dónde le duele —dijo mientras palpaba distintas zonas del pecho de BaekHyun—. ¿Es aquí?

—No.

La mano descendió.

—¿Aquí? —volvió a negar.

La mano se movió hasta situarse justo encima de su entrepierna que clamaba por ser liberada de la prisión que suponían sus pantalones.

—¿Aquí?

BaekHyun gimió en respuesta, echando la cabeza hacia atrás. El Doctor Park sonrió con satisfacción. Comenzó a mover la mano por encima de la tela y se inclinó para besar el tierno cuello que el castaño dejó expuesto para él. Los dedos se movieron expertamente sobre el botón del pantalón, desabrochándolo. Luego se incorporó para poder quitarle tanto los pantalones como los bóxers de golpe al chico.

—Mmm, ya veo cuál es su problema, pero no se preocupe, sé perfectamente cómo tratarlo —susurró la última parte con voz ronca.

Una mano volvió a moverse y se posó sobre la erección de BaekHyun, rodeándola con los dedos largos y fuertes. El bajito gimió y levantó sus brazos para llegar a la cabeza del doctor y llevarlo de nuevo a un beso desesperado y caliente.

—Doctor Pa- ¡ah! Más —pidió con sus labios a meros centímetros de los otros.

Al parecer el doctor parecía saber perfectamente lo que su pequeño y sexy paciente necesitaba. Se levantó rápidamente de la cama, provocando que BaekHyun lloriqueara ante la falta de calor y contacto. Se quitó la bata y la ropa a la velocidad de la luz y se movió para coger el bote de lubricante del cajón de la mesita de noche.

Se reunió de nuevo con BaekHyun que lo esperaba con las piernas abiertas. Se acomodó en ese espacio. Contempló desde su posición el cuerpo jadeante y deslumbrante del castaño enfrente de él, sintiendo su cordura irse poco a poco de su mente.

—Mierda, Baek, un día de estos me vas a matar —declaró mientras volvía a chocar sus labios en otro beso candente.

Con eso BaekHyun supo que el juego del doctor y su paciente se había acabado y ahora volvían a ser simplemente BaekHyun y ChanYeol. Este último arrastró sus manos por ambos lados del bajito hasta llegar a sus caderas, donde se entretuvo un poco. Luego las deslizó hasta situarse en la cara interna de los muslos del castaño y acarició la suave piel de ahí, obligándolo también a abrir un poco más las piernas.

Sin despegarse ni por un instante de esos labios que lo volvían tan loco, cogió el bote de lubricantes y se las apañó para abrirlo sin mirar y colocar un poco del gel sobre la entrada de su novio.

BaekHyun se estremeció y gimió ante la sensación. ChanYeol apartó sus labios y empezó a besar a lo largo de su mandíbula mientras deslizaba un dedo dentro. El castaño se aferró a la espalda del más alto y trató de relajarse para hacer más fácil la preparación.

ChanYeol siguió besando por aquí y por allá, dando de vez en cuando pequeños mordiscos que le sacaban grititos a BaekHyun y usando su lengua lo que causaba que el otro jadeara su nombre. Pronto el único dedo se convirtieron en tres y BaekHyun ya estaba empezando a ver estrellas de colores para ese momento.

—Ya, ChanYeol, ya —lo apuró dando unas palmaditas en el hombro de éste.

ChanYeol obedeció, posicionándose correctamente antes de comenzar a meter la punta. BaekHyun abrió la boca aunque de ella no salió nada, mientras sentía como sus paredes se iban estirando con la entrada de ChanYeol en él.

Una vez que estuvo totalmente apretado dejó salir un gemido de pura gloria a la vez que se revolcaba internamente de satisfacción al escuchar el joder que ChanYeol gimió contra su oído.

Comenzó y fue lento, a ambos les gustaba más así. Cuando el ritmo se hubo establecido y los gemidos entrecortados de BaekHyun se volvieron constantes, ChanYeol tomó uno de los brazos del castaño y empezó a besarlo desde la palma de la mano hasta llegar al codo, besando la parte interna.

Tal como supuso, BaekHyun abrió los ojos e intentó apartar el brazo, pero ChanYeol no le dejó y continuó besando y lamiendo esa zona.

—Yeol, ¿qué haces? —volvió a tirar de su brazo—. Para, no me gusta.

Era una sensación extraña porque ChanYeol golpeaba con cada estocada en el punto exacto que provocaba que BaekHyun llegara a las nubes, pero a la vez el que le estuviera besando esa zona lo ponía nervioso y lo incomodaba. Es más, le estaba produciendo la irrazonable sensación de miedo.

—Está bien, Baek, relájate —pero no soltó su brazo y continuó con ello.

Pronto la sensación de incomodidad se vio olvidada cuando en placer se hizo mucho más presente y un conocido calor se empezaba a formar en su bajo vientre. El alto, por otro lado, siguió con su tarea de besar y acariciar esa zona que sabía que era parte de la fobia de BaekHyun en un intento por hacerle ver que no había ningún problema con que le tocaran ahí.

ChanYeol era consciente de que aquello no iba a curar la fobia de BaekHyun ni de lejos, ya que el miedo era realmente a que le pincharan, pero aprendió que su novio a causa de su fobia también desarrollo una especie de miedo a que lo tocaran ahí. Además, se dio cuenta de que la piel allí era excepcionalmente suave.

—¡ChanYeol! —gimió fuerte BaekHyun cuando notó que le quedaba muy poco.

El mencionado dejó caer el brazo izquierdo de su novio y se centró en las sensaciones que estremecían su cuerpo de arriba a abajo. Envolvió el cuerpo del castaño con sus brazos, mientras que éste hacía lo mismo con los suyos y aceleró un poco sus embates, lo suficiente para que con un par de empujes más, ambos alcanzaran el orgasmo con fuerza.

Siguieron abrazados durante el tiempo en el que tardaban en bajarse de la nube de placer y recuperar el aliento. ChanYeol se salió con cuidado y sin dejar de rodear a su novio, se acostó a su lado y enterró la nariz en su cuello, respirando levemente el aroma a BaekHyun que tanto le encantaba.

—Eso fue increíble —susurró el bajito después de unos minutos.

—Sí lo fue.

—Me gusta el Doctor Park, es muy sexy —rió suavemente.

—¿Ah sí? —ChanYeol levantó la cabeza para mirar los ojos traviesos de BaekHyun que le sonreían con picardía, pero que pronto se suavizaron para darle la más dulce de las miradas.

—Sí, pero me gusta más el Park ChanYeol normal y corriente —confesó y depositó un tierno beso sobre los labios del alto.

~***~

Al final el plan de ChanYeol no sirvió para nada más que para una noche de sexo caliente, porque ahora mismo estaban a diez minutos de que empezaran las dichas prácticas del estudiante de enfermería y el alto se encontraba  junto a su novio, delante de la puerta de la clase e intentando que a éste no le diera un ataque.

—ChanYeol, no puedo hacerlo, no puedo hacerlo —lloriqueó mientras caminaba de un lado a otra y movía las manos, causando que varias personas se le quedaran mirando—. ¡No puedo!

El azabache suspiró, cerró los ojos y pensó en una forma de tranquilizar a BaekHyun para que a éste de verdad no le diera un chungo porque estaba comenzando a hiperventilar.

—Baek, ven aquí —llamó.

El bajito paró su movimiento y lo miró con ojos llorosos, pero se acercó y dejó que el alto lo envolviera con sus brazos. No había nada más reconfortante y calmante que un abrazo de ChanYeol.

—Me siento mal —expresó con el rostro enterrado en el cuello de ChanYeol y sus manos fuertemente agarradas a la camisa del chico.

—Lo sé, pero ya verás como...

—No —lo cortó—. Me siento mal porque durante estas dos semanas has intentado ayudarme y no ha servido para nada. Lo siento.

—Aw, Baekkie, ¿qué clase de novio sería si no lo hiciera?

Se inclinó para dejar un beso casto sobre la frente del castaño, quien cerró los ojos con el rostro levantado, y luego bajo un poco más para posar sus labios contra los finos y rosados del otro.

—¿No tenéis suficiente con estar pegados como lapas en vuestra casa, sino que también tenéis que dar el espectáculo delante de clase?

BaekHyun se apartó con el ceño fruncido ante la molesta voz de su mejor amigo. El chico en cuestión ya llevaba puesta la bata que se requería para todas las prácticas y una mochila en el hombro. El castaño no se acordaba de que JongDae también tenía el mismo horario que él y gracias a eso se le cruzó una brillante idea por la cabeza.

—ChanYeol, entra conmigo.

—¿Qué?

—Entra conmigo —repitió—. Estoy seguro de que si estás allí no será tan malo.

El alto lo miró con ojos cargados de algo parecido a pena.

—Cariño, no puedo hacer eso. No estoy en tu clase, ni siquiera estudio la misma carrera que tú.

—Ya lo sé, pero JongDae sí. Te puedes hacer pasar por JongDae.

—Pero seguramente pasen lista.

—Es cierto, Baek. Además, ChanYeol es muy popular, seguro que alguien lo reconoce —intervino JongDae que se había acercado un poco.

—Cállate —escupió mordazmente al chico—. Eso lo tengo controlado. Ningún profesor nos conoce y me sé de memoria el DNI y puedo imitar a la perfección la firma del vago este de tantas veces que faltó a clase.

El mencionado en vez de mostrarse avergonzado, inclinó la cabeza y entrecerró los ojos dándole el punto a BaekHyun. ChanYeol todavía no se veía muy convencido, pensando en las graves consecuencias que podía tener aquello si los llegaban a pillar. Sin embargo los ojos de cachorrito que estaba poniendo su novio lo estaban tentando a decir que sí.

—Por favor —pidió haciendo un puchero.

—No traje bata.

—JongDae te dejará la suya.

—Pero me va a quedar pequeña.

—¡Park ChanYeol! —gritó aunque no muy alto para no llamar más la atención de aquellos que ya estaban empezando a entrar en la sala para comenzar las prácticas—. Si tú no entras, yo tampoco y suspenderé por tu culpa.

Ante eso, ChanYeol no pudo más que aceptar. Le tendió una mano a JongDae, que se quitó la bata mientras decía algo como «yo de todos modos no quería venir, así puedo pasar más tiempo con mi MinSeokkie».

La práctica, al final, no fue para tanto, aunque ChanYeol tuvo que inclinarse más de una vez a susurrarle palabras tranquilizadoras y promesas un tanto indecentes si lograba hacer todas las cosas que les pedía el profesor sin montar un escándalo, a su novio. Y BaekHyun tuvo que admitir que pinchar a la cosa esa de plástico no fue tan malo como pensaba, a pesar de que al principio tuvo ganas de vomitar.

Al menos estuvo tranquilo hasta que llegó el final de la clase, dos horas más tarde, y el profesor anunció con voz tranquila y algo orgullosa por los buenos resultados de ese día.

—Como alguno de vosotros lo habéis hecho tan bien hoy, el próximo día quizás lo llevemos a un nivel más y tal vez podáis pinchar de verdad.

A BaekHyun se le fue todo el color del rostro y se agarró fuertemente del brazo de su novio. Le dio una mirada horrorizada y ChanYeol ya sabía lo que le iba a esperar los días siguientes.

—Ay no, ChanYeol, no puedo, no puedo, no puedo.

~***~

N/A: Aquí otro OS con el que participé en una convocatoria. También lo escribí apurada y viviendo al límite, por eso tal vez tampoco quedó tan bien como me lo imaginaba en mi cabeza, sobre todo la parte del smut.

En fin, también quisiera decir que me costó bastante escribir esto porque Baek soy yo literal y algunas cosas que le pasan a Baek me pasaron a mí. Sí, me dio mucho repelús escribir algunas partes porque le tengo mucha fobia a que me pinchen o ver pinchar en esa zona del brazo.

No olvidéis de pasaros por la cuenta de SeshatSociety para poder leer los otros OS de esta convocatoria.

Espero que de todas formas os haya gustado. Hasta pronto. Bye ~

Continue Reading

You'll Also Like

409K 24.6K 8
[ Dónde a Jimin le atrae su profesor y daría todo por acostarse con él...] Historia corta Kookmin💜 Relaciones entre dos hombres No hacer copias ni...
267K 14.2K 35
Jeon Jungkook un chico de 16 años vivía solo con su madre desde que sus padres se separaron cuándo tenía unos 9 o 10 años, siempre fue un chico tiern...