Mugiwara
Luffy
Trabajar en un bar era divertido, claro, era divertido si tenias carácter para enfrentar a las personas que pasaban por la puerta, más en un lugar como aquel, pero para ti, con tu cabello rojo y tu sonrisa grande sabia tratar con gente más fuerte que tu.
Aquella tarde la clientela era, como siempre, piratas ya que los marines iban a la mañana.
-¡Carne! ¿¡Tienen carne!? -Pregunto un chico, grito mejor dicho, con una gran sonrisa, el camarero le dijo que enseguida le llevaba, después de unos minutos, cuando el chico ya estaba comiendo y tu estabas en la barra un grupo de piratas entro entre risas y claramente borrachos.
Se sentaron en una mesa cercana al chico de sombrero de paja y se burlaron de el ante tu vista, saliste de la barra y te pusiste delante de esos hombres.
-Lo siento, pero si no comprarán nada o no beberan nada retiren se y no molesten a el resto de la clientela.
El hombre, que seguramente era el capitán de la banda se paro riéndose de ti, toco tu cabello rojo y tiro un poco de el.
-¿Acaso quieres que te enseñe modales, guapa? -Y eso fue suficiente para golpear tu orgullo, pasaste una de tus piernas bajo las de el haciéndolo caer, con la bandeja en tu mano golpeas te su cuello dejándolo sin respiración y pisaste su mano antes de que agarre su arma.
-Lo siento, pero si no comprarán nada o no beberan nada retirense y no molesten al resto de la clientela.
Y, aquellos grandes hombres, ante las exigencias de su capitán se fueron.
-¡INCREÍBLE! -Grito el chico de la carne, el cual te miro cuando te giras te a el-Soy Monkey D. Luffy y seré el rey de los piratas. ¡Se mi nakama!
Zoro
Jugaste con tus manos mientras suspirabas fuertemente, no podías concentrarte, era imposible, más con los gritos cercanos a ti, no querías girar tu vista y gritarle a la mesa que reía y gritaba, ya que sabias que eran piratas y lo último que deseabas en ese horrible día era tener que golpear a alguien.
Volviste a golpear suavemente tu mano contra tu mejilla y recordaste aquel día.
Tu mejor amiga te había dicho muchas cosas horribles a la cara, cosas que terminaron por romper su relación.
Tu novio de hace más de dos años acepto que te engañaba hace más de un año y medio.
Se rompió tu vestido favorito y tu gato cago sobre tu sombrero.
Después recibiste un golpe de un perro y estuviste dos horas en el hospital por aquella mordedura en tu brazo que ahora estaba vendado fuertemente.
Y ahora no había sake... Nada de nada porque esos piratas que gritaban estaban acaparando toda la comida y la bebida,decidiste irte pero antes una botella de sake se pose delante de tu mirada.
-Toma, tienes cara de que quieres beber.
Levantaste la vista y ahí estaba, con una sonrisa de costado, el cabello alborotado y seguramente enviado por sus nakamas, tendiendo una botella de tu bebida favorita frente a tu nariz.
Sanji
Tu padre tu obligó a ir al restaurante con aquel chico pedante y fuera de lugar que en ese momento que estaba frente de ti, tenía un cabello rosa chillón y reía de sus propios chistes, presumiendo de lo bien que se vivía con dinero.
No fue hasta el llego un camarero rubio llego que se callo, el rubio te miro y casi se giro a tu alrededor.
Repentinamente te sentías atraída por aquel extravagante individuo que beso tu mano y sonrió galante mente ante tus mejillas sonrojada.
-Hey, camarero Idiota, ella viene conmigo.
El rubio lo miro de costado y, sin soltar tu mano le contestó sin mirarlo;
-Alguien tan bella como tu no tendría que estar como un bicho como ese.
Te sonrojarse hasta las orejas pero tu acompañante también se sonrojo, pero de la ira, pelearon un momento, el rubio ganó por muy lejos y el lo hecho del lugar.
Desde ese momento cada vez que podías volvías a el Baratie solo para verlo a el.
Usopp
Habías escuchado mucho de los Mugiwara desde que te uniste a los piratas de Bartolomeo, un chico con una cresta alta y verde que valoraba a sus ídolos como si no hubiera un mañana pero tu, extrañamente, te gustó Sogeking, el rey de los tiradores.
Y ahí estaba, justo en frente tuyo, Usopp, su nombre real, con una sonrisa grande después de darle a Sugar, se giro y sus ojos se posaron por primera vez sobre ti, le sonreiste y el te sonrió.
Así empezó una extraña relación.
Franky
Water 7 era un lugar increíble, era la primera vez que estabas ahí y te quedarías por mucho tiempo, ya que por fin, después de convencer a tus padres de que con 20 años era lo suficientemente grande como para vivir sola.
Después de instalarte y hablar con la mujer que tenias por vecina saliste a ver el lugar, te repetias que habías elegido bien la isla para vivir o eso fue hasta que una música empezó a soñar, v
Varias personas suspira ron de desgana pero tu giras te tu vista a el hombre de gran tamaño y cabello azul eléctrico que estaba arriba de un edificio bailando.
Esa fue la primera vez que conociste a Franky y su familia.
Brook
Era una tarde como cualquiera, vivías con tu hermano mayor que en ese momento estaba en el trabajo y tu también en el tuyo, escribiendo lo que salía y entraba del puerto.
Todo era normal hasta que un barco llego a el puerto, la música salia de todos lados y no dudas en salir para ver de que se trataba aquello, eran piratas, reconocidos por su bandera claro, piratas reconocidos pisando una isla pacífica.
Bajaron cantando y bailando, a su alrededor todo parecía paz.
Entonces bajo un hombre de afro con un elegante traje y cantando con un violín en mano, el te miro y tu bajaste la mirada sonrojada.
-OH, tengo buen ojo para las mujeres guapas-Dijo cuando se acercó a ti, tuviste que levantar la vista y mucho, ya que era alto, tenía una gran sonrisa -Perdón por mi perversidad pero ¿Podría mostrarme sus bragas?
Chopper
Tu padre, un médico con un sueño increíble, Hiruluk, tu, una chica obsesionada con la escritura, tomaste a tu padre como un personaje ficticio, con un sueño definido y de gran voluntad, escribías de el y de lo que te contaba.
Aquel día un capítulo más empezó cuando el entro con lo que parecía un reno pequeño, entre sus brazos, lastimado, corriste hacia el mirando a el pequeño que respiraba cornamente pero fuerte, buscando de donde aferrarse.
Chopper tuvo capítulos en el libro de tu padre, los capítulos más importantes.
Robin
Apenas tenias diez años cuando te cerraron el orfanato, el único lugar en donde podías sobrevivir en un frío mundo como aquel, tu vestido nuevo, de un despampanante amarillo con flores blancas, después de bajar días y días sola se arruinó, las puntas estaban marrones y solo tenias un zapato ya que un perro te arranco el otro unos días atrás.
Esa noche llovía y, mientras corrias alejándote de la panadería que acabas de robar te metiste en un callejón que tenía techo y suspiraste como triunfo, no fue hasta que un llanto llamo tu atención.
En un esquina había una niña de tu edad, abrazando sus rodilla, caminante hacia ella y le te diste uno de los panes calientes que habías protegido con tu cuerpo.
-Hey, niña, no llores, no estas sola.
Sus ojos azules, con lágrimas rondando le los ojos y manchando sus mejillas, te miro un momento y acepto el pan silenciosamente.
Nami
Golpeaste tu espalda espalda contra la madera mientras contabas el dinero de tu jefe, tenias doce y trabajabas para arlong hace ya más de siete años, como contadora, aquel día llegaron a una isla y te dejaron en la nave, esperaste pacientemente hasta que llegarán.
Y llegaron, con una niña menor que tu, de un cabello naranja que lloraba fuertemente, Hachi la tiro a tus brazos, te arrodillarse, dejando el dinero a un lado y golpeando a la pobre niña contra tu pecho, sabiendo de lo que significaba que aquella pequeña este aquí.
Acariciaste su pelo corto suavemente y, cuando el pulpo se fue diciendo que ella sería su nueva navegante, bajaste la mirada a la pequeña que, aunque no te conocía, te abrazaba por sér la única mujer que, además de ser humana, podía comprender su dolor y ayudarla.
Sus ojos chocaron por momentos, diciendo más que lo que las palabras podían decir, le sonreiste suavemente, limpias te sus lágrimas con tu manga y besas su frente.
-Un gusto conocerte, navegante.