Valerie se acomodó su capa y se estiró la camisa, se sentía realmente estúpida con ese patético uniforme escolar, jamás en su vida había utilizado uno.
Se encontraba en un amplio pasillo a la espera que las puertas del comedor se abrieran dejando entrar a los nuevos alumnos y a ella.
Si, ahí estaba, una vampira rodeada de niños inexpertos en la magia... De tan solo pensarlo se dio cuenta que el Albus del futuro estaría muerto de la risa. Una pequeña sonrisa se asomó en su rostro pero desapareció al recordar las circunstancias en las que había dejado a su amigo al iniciar su viaje al pasado.
"No pienses en eso... Ese futuro ya no existe, el Dumbledore del pasado es quien debe preocuparte ahora".
La vampira volvió a acomodarse la incómoda camisa y resopló molesta, esto no era lo que esperaba al ingresar como una nueva alumna, pero no le había quedado otra opción.
Cuando regresó del bosque tras haberse alimentado sus ánimos estaban más calmados y su sed controlada. Sus ojos rojos habían desaparecido, volviendo a tener su color café natural.
En la entrada del castillo, que daba al lago, Dumbledore la esperó con los brazos cruzados y un rostro serio.
- ¿Y bien? – le preguntó ella.
- El director Dippet aceptó que ingreses al colegio. Expuse que eras una joven bruja que ha debido escapar de su antiguo hogar debido a la guerra que se está librando en el este de Europa. Eres huérfana, hija de magos y con grandes avances en la magia.
- Vaya... es una historia que me representa bastante, muy inteligente de tu parte, sin embargo ¿el director no necesita ver a la nueva alumna?
- No – le dijo Dumbledore con el semblante serio – Con solo mencionar tu apellido no hizo falta para que la curiosidad del director no dudara en recibirte en el colegio.
- ¿Mí apellido? ¿Qué tiene que ver eso? – le preguntó la vampira, extrañada.
El profesor la miró con atención por medio de sus anteojos – Los Deanoff son una familia de magos histórica de Rumania, conocidos por sus grandes avances en el control de la magia negra y su dedicación al estudio y caza de las criaturas mágicas peligrosas. La última línea de la que se tiene registro es de hace miles de años, en la época de la caza de brujas. ¿No sabías que tus ancestros cazaban vampiros?
Valerie abrió los ojos sorprendida pero le respondió fríamente – No fue el caso de mi familia, todos murieron antes de que yo fuera convertida, por lo que debió haber sido algún pariente lejano quién se hizo famoso... De todas formas la época de la caza de brujas no es algo que quieras recordar con alegría.
- ¿¡Tú estabas viva en aquella época!?
- Esa historia no es para ahora – le respondió molesta Valerie. – Centrémonos en lo importante, por favor- cerró sus puños y un gruñido sobre natural escapó de su garganta.
Dumbledore la observó sin decir nada y su rostro se relajó – De acuerdo... Bien, como todo nuevo alumno deberás esperar a que lleguen los demás y participar de la ceremonia de selección para ver en cuál de las cuatro casas estarás mientras residas en el castillo. Me tome la libertad de pedirle a mi elfo domestico que te comprara todo lo necesario para tu año escolar.
- No era necesario, podría haberlo comprado yo perfectamente.
- Eres una alumna y yo un profesor - Dumbledore se encogió de hombros. - Tus cosas llegaran por la tarde. Por otra parte, por más que puedas alimentarte sola en el bosque, especifiqué a los elfos de las cocinas que en cualquier parte del comedor de este colegio que comas te den en tu copa un poco de sangre. Cualquier alumno que lo vea o pruebe será como tomar jugo de calabaza. Medidas de precaución ante cualquier... eventualidad - sin decir más se dio media vuelta dejándola sola.
Valerie suspiró, aquel Dumbledore iba a ser bastante difícil de convencer, sin embargo la idea de la copa no le pareció mala, después de todo así no levantaría sospechas al tener que disimular que comía como el resto de los alumnos.
Sus recuerdos se vieron interrumpidos cuando un pequeño mago, de pelo negro y ojos celestes la miró atentamente para preguntarle - ¿Eres una alumna nueva o una profesora?
Ella levantó una ceja - ¿Tú que crees enano? – pero antes de que el niño pudiera responder las puertas del comedor se abrieron y una profesora llevó a los pequeños alumnos hacia el centro del comedor. Valerie se quedó atrás sola mientras las puertas se cerraron y dejó salir un largo suspiro.
Tener que esperar a que la llamaran era algo que ponía en juego su paciencia, pero con tantos años en su espalda esperó sin quejarse.
Tras varios minutos en que la selección se llevó a cabo, la vampira escuchó la voz del director Dippet que dijo con energía – ¡Bienvenidos nuevos y antiguos alumnos, hoy es un día especial! ¡Como gran excepción a esta escuela se integra a nosotros una alumna mayor que debido a la guerra tuvo que escapar de su país natal! ¡Espero que sean cordiales con ella, por lo que le damos la bienvenida a Valerie Deanoff!
Valerie no esperó a que las puertas se abrieran sino que las empujó fuertemente y se adentró en el comedor. Caminó elegantemente y con el rostro inexpresivo hacia el centro. Varios fueron los comentarios que comenzaron a surgir a medida que ella avanzaba, a nadie le paso por alto sus sus atractivas facciones mientras, que de manera distinguida, se desplazaba por el comedor dejando un dejo de fiereza a su paso.
La vampira miró al director que le sonreía como loco y se le indicó que se sentara en una pequeña silla para dar inicio a su selección. Ella suspiró y tomó asiento mientras le ponían el sombrero seleccionador en la cabeza.
- Vaya, vaya... que mente más interesante tenemos por aquí. Querida mía eres un privilegio para este viejo sombrero. ¿Veamos donde te pondré? – le susurró el arrugado sombrero apenas estuvo sobre su cabeza.
Ella miró el comedor sin decir nada, ninguna de las casas le llamaba la atención en absoluto, jamás había entendido cual era la idea de separar a los alumnos por el resto de su etapa escolar. Los Gryffindor le daban risa por su intento de valentía, los Hufflepuff eran demasiado buenos para ella, Slytherin eran meras serpientes que se arrastraban según su propia conveniencia y finalmente estaban los Ravenclaw, aquellos "cerebrillos" que se creían superiores en inteligencia que los demás.
El sombrero seleccionador comenzó a reír - ¿Así que crees que ninguna casa es digna de ti? Me dejas la elección difícil, pero sé que tienes un peso muy grande por tu pasado y eso definitivamente ha marcado tu forma de ser...
Valerie tensó el cuerpo molesta por esas palabras cuando el sombrero gritó con fuerza - ¡SLYTHERIN! - La mesa de las serpientes aplaudió con energía para recibir a su nueva adquisición.
Valerie se puso de pie y sintió la dura mirada de Dumbledore sobre su cuerpo, la seriedad en su rostro no presagiaba nada bueno. Resopló frustrada, ahora tener la confianza de su viejo amigo iba a ser más difícil, pero sin mostrar emoción alguna se encaminó a su nueva mesa. Si lo pensaba mejor, estar en slytherin le otorgó el beneficio de poder acercarse al futuro mago oscuro de manera un poco más fácil.
Ante un rápido análisis de la mesa de las serpientes se percató de la presencia de Riddle, sin embargo decidió no mirarlo, aun así, logró captar quienes eran las personas que rodeaban al futuro mago oscuro los que asumió eran sus perros falderos, todos ellos le sonrieron falsamente para que tomara asiento a su lado.
Cuando le quedaban pocos pasos para llegar a la mesa vio a dos alumnos, de más o menos la edad de Riddle, que estaban un poco más alejados por lo que fue hacia ellos sin dudarlo. Tomó asiento al lado de un mago de pelo rubio y frente a ella había una joven de pelo negro corto.
- Hola, bienvenida a slytherin, soy Black, Walburga Black – le dijo la joven de pelo negro con una pequeña sonrisa y le extendió su mano con seguridad.
Valerie le estrechó la mano con firmeza con una pequeña sonrisa en su rostro, se encontraba frente a la futura madre de Sirius Black - Un placer, como ya sabes soy Valerie Deanoff.
- Bienvenida – le dijo el mago rubio con una sonrisa coqueta tomando sus dedos cuando soltó la mano de Walburga – Soy Malfoy, Abraxas Malfoy – y luego besó la palma de su mano.
- ¡Por Morgana! No lleva ni dos minutos y ya estas coqueteando con ella – le dijo Walburga con tono de burla y puso los ojos en blanco.
- Se llama educación, Black
Valerie carraspeó en un intento de aguantar la risa que quiso salir de su boca.
- ¿A qué año entraste Deanoff? – le preguntó Walburga, educadamente, dejando de lado el tema.
- Este sería mi sexto año
- ¡Excelente! – dijo Malfoy con una sonrisa pícara en su rostro – Esta malhumorada bruja y yo estamos en el mismo curso, podemos ayudarte en lo que necesites - Walburga observó al mago con cara de odio pero no le dijo nada, luego miró a Valerie y le regaló una pequeña sonrisa.
- ¿Quiénes más son de sexto año? – preguntó Valerie con curiosidad.
De pronto, dos brujas que estaban sentadas cerca de Valerie la miraron con unas enormes sonrisas falsas en su rostro. Una de ella tenía el pelo rubio casi blanco y los ojos azules, la otra era morena, tenía el pelo desordenado y su cara llena de pecas.
- Soy Hamilton, Georgia Hamilton – dijo la rubia estirando su mano, su tono frío no concordaba con la sonrisa forzada que cruzaba su rostro.
- Yo soy Elsie Griffin – dijo la de pelo negro – Bienvenida a slytherin. Escuchamos que entras a sexto curso, por lo que también seremos compañeras.
- Aunque tal vez deberías ver bien con quien te empiezas a juntar desde tu inicio – le dijo Georgia mirando despectivamente a Malfoy y Walburga.
Valerie alzó una ceja, extrañada - ¿Algo más que deba saber? - preguntó con voz neutral.
- ¡Pues claro! Cabe dejar en claro que nuestra casa es la mejor que hay en Hogwarts, siempre seremos los más talentosos dentro de esta escuela pese a que este infestada de magos impuros que no merecen aprender de la magia – le respondió Georgia con superioridad.
- Oh cierto, la supuesta supremacía de sangre ... Había escuchado de ello... La cual estipula que solo los meros magos de sangre limpia deberían tener el privilegio de poder estudiar y aprender magia. Ahora veo que casa es la infundió dicha teoría en el castillo - le dijo Valerie con sarcasmo llamando poderosamente la atención de varios miembros de la mesa.
- Yo que tu tendría más cuidado con lo que dices, Deanof... Acá hay muchos que no estarían contentos en que les llevaras la contra- sentenció Elsie en un vano intento de sonar amenazante.
- ¿De quienes debería preocuparme? – le preguntó con falsa inocencia la vampira.
- ¿Ves el grupo de allá? – Elsie señaló de manera relajada al séquito que rodeaba a Tom Riddle como si fuera un dios – Ese joven apuesto del centro es Tom Riddle, el mejor alumno que ha pisado nuestra casa y este colegio. Es alguien a quien no quieres llevarle la contra y menos cuestionar sus ideales, pero que tal vez te gustaría pasar el rato, si es que logras que te dé un mero minuto de su preciado tiempo- le dijo con sarcasmo y le dedicó una mirada despectiva.
- Griffin, todos sabemos que mueres por pasar una noche con Riddle pero creo que tu sangre no es lo sumamente limpia para él – se mofó Malfoy. Walburga se tapó la boca tratando de disimular su risa y Valerie sonrió maliciosamente.
- ¿Lo dice el que se muere por formar parte del grupo selecto de Riddle? – le respondió Elsie con odio.
- Prefiero eso a querer pasar una noche junto con él – le respondió Malfoy, ganándose como respuesta una gran carcajada de parte Valerie.
Todos los presentes se quedaron mirando a la nueva alumna que reía fuertemente, su risa era contagiosa y varios le siguieron de manera disimulada.
Elsie y Georgia la observaron con odio, pero Valerie se percató de que era observada por el mismo Riddle con gran atención. Lo miró a los ojos mientras terminaba de controlar sus carcajadas y le guiño un ojo, la cara de sorpresa de Riddle le dio aun más risa. Respiró e inhaló un par de veces y clavó sus ojos en las dos brujas - Creo que me han dado una gran introducción a la casa de slytherin, se los agradezco.
- Yo tendría más cuidado Deanoff, no sabes en que casa te has metido... – le sentenció Elsie y su magia revoloteó alrededor de la vampira, en un intento por intimidarle.
Todo atisbo de alegría desapareció del rostro de Valerie, sus ojos parecieron oscurecerse y un leve tono rojizo se asomó en ellos – Y yo creo que deberías guardar tus patéticas amenazas para cuando realmente sepas infundir miedo, mientras tanto te sugiero que guardes silencio.
Malfoy y Walburga se quedaron sorprendidos, la oscura mirada de la nueva alumna daba bastante miedo y Elsie se quedó de piedra, pero tan pronto como esa terrorífica mirada apareció Valerie sonrió falsamente y se inclinó sobre su plato simulando que comía algo.
A su alrededor las conversaciones se volvieron susurros y sintió varios ojos sobre ella, más no les prestó atención y continuó comiendo con la cabeza en alto. Sabía que una de las miradas fijas en su cabeza era de Riddle, quien no le quitaba la vista de encima.
***
Tom Riddle miró intensamente a la nueva alumna que comía como si nada hubiera pasado. De pronto Malfoy se le acercó para decirle algo, lo que generó una sonrisa cómplice entre los dos. Riddle frunció el ceño extrañado, la nueva alumna ya se había ganado las intensas miradas de odio de Hamilton y Griffin, aunque tampoco es como que fueran amenazantes, esas dos brujas no podían ser más que un estorbo.
Sus pensamientos se removieron rápidamente en su mente. Apenas escuchó como el director presentaba a la nueva alumna, el apellido Deanoff llamó la atención inmediatamente. En la lectura que había realizado de libros de magia oscura, se mencionó unas pocas veces a una familia originaria de Rumania que estudiada la magia negra y las criaturas de la noche, los Deanoff. Según lo que leyó, se estipuló que los antiguos originarios de esa familia cazaron varias criaturas oscuras y obtuvieron conocimientos sorprendentes en la magia negra.
La oscura ambición de Riddle creció cuando observó a Valerie caminar por el comedor. No pudo negar lo atractiva que era aquella bruja con su largo pelo suelto, con ese andar tan seguro y feroz, dejando detrás de ella una estela de poder. Riddle se percató que no fue el único en quedar pegado observando a la nueva alumna, pero sonrió malignamente cuando fue elegida en slytherin.
Si las historias eran ciertas y ella era definitivamente descendiente de los Deanoff, decidió que tenía que averiguar si poseía algún gran conocimiento de sus ancestros digno de su interés.
Sin despegar sus ojos de ella, observó como la nueva alumna se encaminó hacia la mesa de las serpientes y sonrió cuando se dio cuenta que había un espacio vacío cerca de él y de sus seguidores. Sin embargo, ella no reparó en su presencia y se dirigió donde se hallaban sentados Malfoy y Walburga, ambos magos que pronto caerían en sus encantos y los tendría comiendo de su mano. "Patéticos".
Tras observarla por varios minutos el mago decidió no perder más su preciado tiempo y continuó comiendo mientras escuchaba las conversaciones a su alrededor, pero no emitió palabra alguna. Varios de sus seguidores hablaron sobre la nueva alumna y más de algún comentario indecente sobre ella llegó a sus odios, una sonrisa maliciosa apreció en la comisura de sus labios, las serpientes habían visto una nueva presa. Riddle ya estaba expectante a ver como Deanoff se desenvolvía, teniendo aquel apellido sobre ella, aunque dudaba que algún otro alumno supiera la historia de su linaje.
De pronto, oyó una risa pegadiza que jamás había escuchado y levanto la vista, curioso. Valerie reía con fuerza y varios de ellos la copiaban, al igual que la mayoría de sus seguidores. ¿Qué era tan gracioso? Se percató de la cara de odio de Griffin y Hamilton, como también el rostro de suficiencia de Malfoy.
Se fijó que la nueva alumna era el centro de atención y la estudió atentamente, justo ella se dio vuelta y sus miradas conectaron, los ojos cafés de ella lo observaron profundamente, le sonrió levemente y le guiñó el ojo, luego se giró dándole la espalda.
Riddle quedó de piedra estupefacto ¿acaso ella le acaba de guiñar el ojo a él? ¡¿Quién se creía que era?! ¿¡Acaso le estaba coqueteando?!
Su repentina rabia se esfumó cuando oyó como Griffin amenazó a la nueva alumna en un intento de ponerla en su lugar. Por el rabillo de su ojo observó como el rostro de Deanoff dejaba de sonreír para poner una dura cara de odio, estaba seguro que sus ojos se oscurecieron un poco y que no fue él único que se percató del cambio. Aquella mirada daba miedo y se percató como Griffin tembló un poco, sin embargo lo que nadie notó, excepto Riddle, fue la oscura sombra que se alzó sobre el cuerpo de Valerie la cual rápidamente desapareció cuando ella cambio su rostro por una sonrisa falsa y continuó comiendo.
Tom Riddle sonrió, una chica interesante no cabía duda, pero no quiso comenzar a sacar conclusiones apresuradas, ya tendría tiempo de estudiarla y darle a conocer que él era, después de todo, el rey de las serpientes.
- Tom – le llamó Rosier - ¿Qué piensas de la chica nueva?
Todos quedaron atentos a sus palabras pero él sin mirar a ninguno simplemente respondió– En la sala común le daremos la bienvenida que merece, aunque... hay que dejar en claro quién soy y donde se está metiendo. - Todos sus seguidores sonrieron malignamente y Tom continúo comiendo tranquilamente esperando el momento de llegar a la sala común.
"Ya me conocerás Deanoff..."