Intentaba tranquilizar mi respiración y mis nervios mientras observa el camino por el que transitábamos, no había cruzado ni una sola palabra más con Jason y la incertidumbre me consumía.
Al fin sabría cuál era el maldito plan por el cual todo había comenzado, mis preguntas serían respondidas y tendría probablemente más razones para odiar a McCann.
Fruncí el ceño al ver hacia dónde nos dirigíamos, había ido cientos de veces a ese lugar... LAX, el aeropuerto internacional de Los Ángeles.
-¿A dónde vamos?-Le dije a Jason, quién solo me miró y sonrió, tan seguro de sí mismo como siempre.
-Ya verás.-La camioneta entró por un lugar diferente al que acostumbraba normalmente y me di cuenta que no iríamos en vuelo comercial, era la entrada para los vuelos privados.
Jamás me había puesto a pensar en el poder y dinero que Jason tenía, desde el primer momento en que supe que era un traficante me pude imaginar que tendría dinero, muchísimo, pero ahora que había escuchado que trataba con la Bratva y realmente manejaba casi la mitad de drogas que se consumían en Estados Unidos, me sentía más impresionada y aterrada que antes.
¿Quién era realmente Jason McCann?
La camioneta se detuvo y de inmediato Jason bajó, abrió mi puerta y me ayudó a bajar.
-Vaya, ¿De cuándo acá eres un caballero?-Dije elevando una ceja hacia él.
-Te podría sorprender, princesa.-Me tomó de la cintura y comenzamos a caminar hacia el hangar.
Al entrar, me quedé de piedra al observar el impresionante jet que se encontraba frente a nosotros, había viajado un par de veces en vuelos privados, una vez como regalo de cumpleaños 16 y otra con amigos, pero en definitiva éste era más lujoso e impresionante que cualquiera que hubiera visto.
Al subir, noté que era sumamente espacioso y elegante, los sillones eran de piel color marfil así como las paredes, había una pequeña barra de bebidas e incluso dos pequeñas camas al final.
-¿Te gusta?-Dijo Jason mientras me abrazaba por la espalda y me daba pequeños besos en el cuello.
Giré los ojos y quité sus brazos de mi alrededor, lo último que quería era tenerlo cerca, ni siquiera me interesó su reacción al alejarme de él.
-No es diferente a otros.-Me encogí de hombros fingiendo desinterés, claro que me gustaba, era genial, pero no le daría el gusto de decirlo.
Cerró los puños y lo observé desafiante, quería ver si se atrevería a golpearme o a hacer cualquier cosa en mi contra, pero como era de suponerse, tan solo fingió que todo estaba bien.
-Ponte cómoda, tenemos 12 horas de viaje por delante.-Dijo mientras se servía algún tipo de bebida proveniente de una licorera, whisky seguramente.
-¿12 horas? Es muchísimo, jamás he viajado por tanto tiempo, ¿Ya me dirás dónde iremos?-Me senté frente a él y tomé un vaso para servirme lo que sea que estuviera tomando.
-No puedes beber.-Arrancó el vaso de mi mano y lo miré mal.-Iremos a Moscú.
Me quedé en shock, jamás había visitado ningún lugar de Rusia debido a que me daba un poco de miedo. Ahora no tenía opción, ya que apenas reflexione a donde nos dirigíamos, el avión despegó.
Contuve la necesidad de gritar para que me dejaran bajar, no sólo estábamos en camino a Rusia, esto seguramente tenía que ver con la mafia y se tornaba más aterrador cada segundo.
Aproveché que Jason estaba distraído revisando algo en su teléfono y tomé su vaso, le di un gran trago y sentí la relajación al instante, Glenfiddich, mi whisky favorito.
-Dime que Glenfiddich es tu whisky favorito y no que lo has seleccionada porque es el mío.-Hablé mientras me servía más.
-Mi favorito es Chivas Regal.-Comentó y quitó la botella de mi mano.-Glenfiddich es mi segundo favorito y no, no lo elegí por ti, aunque sé que es tu favorito.-Dejó el teléfono y me observó mientras me llevaba el vaso a la boca.
-Vale.-Dije y observé a través de la ventana, me encantaba viajar en avión y a pesar de las circunstancias, seguía siendo increíble.
-Bien...-Tomó un trago directo de la botella y lo observé.-Contestaré tus preguntas, aunque te pediré que te abstengas de cualquiera relacionada con el plan, eso lo trataremos cuando lleguemos a nuestro destino, hay algunas personas que deben estar presentes.-Cruzó sus manos.
Tenía miles de preguntas en mente y aunque muchas estaban relacionadas con el plan, había otras que solo involucraban a Jason y mí.
-¿Quién eres?-Dije, sin sí quiera pensarlo, era una pregunta que englobaba todas referentes a él.
-Soy Jason McCann.-Sonrío y mordió su labio inferior.-Deberías ser más específica, princesa.-Se acercó a mí y tomó mi mano, una pequeña mesa nos separaba y la situación solo me hacía sentir incómoda, así que alejé mi mano de él y su rostro se tornó serio de nuevo.
-Háblame de ti, es incomodo y aterrador que incluso estuvimos a punto de tener un bebé...-tragué en seco.-Y ni siquiera conozco una mínima parte de quién eres.
Noté como se tensó y una lágrima recorrió mi mejilla, ambos estábamos afectados por la pérdida de ese pequeño de la cual él era el único culpable, y lo sabía.
-Soy Jason McCann Mallette, tengo 27 años, nací el 1 de Marzo del 89, mis padres son Jeremy McCann y Patricia Mallette, murieron cuando yo era joven.-Tomó aire y siguió.-Estoy metido en esta mierda desde que nací y listo.-Noté la tensión que se había acumulado en su cuerpo y no pude evitar sonreír, sufre pequeño Imbecil.
-¿Qué parte de Estados Unidos manejas? Uhm, no sé explicarme, ¿En qué estados manejas las drogas y todo eso?-Dije sintiéndome incómoda, era sumamente raro preguntar esto.
-Demasiados.-Susurró y frunció el ceño.-¿Quieres una lista o algo así?-Asentí y sacó su iPhone.-California, Arizona, Nevada, Colorado, Texas, Louisiana, Georgia, Florida, Michigan, Iowa, Nebraska, Montana, Idaho, Oregon, Illinois, Kentucky e Indiana.-Finalizó.
-¿Estás de broma? Mierda, ni siquiera lo puedes recordar.-Reí.-¿Tienes todo anotado en el iPhone?-Señalé su teléfono y asintió.
-Tengo muy mala memoria, así que sin esto.-Señaló su teléfono.-Probablemente enviaría cargas que van a Texas para California o alguna mierda así que provocaría una guerra interna.-Comenzó a reír.
-¿Vamos de camino a Rusia para que hables con la Bratva o algo así?-Pregunté sintiéndome un poco agobiada.
-Así es, en parte. La Bratva es la mafia en general, yo haré tratos solo con una familia. Y también veremos a alguien allá, personas involucradas contigo.-Me estremecí y asentí, seguro no me contaría más.
-La primera vez que nos vimos... bueno, que te vi, ¿Sabías que era yo? ¿Por qué me ofreciste, ya sabes... Pasar un buen rato?
-Obviamente sabía que eras tú, no creí jamás encontrarte en un lugar así cuando se suponía que estabas en casa, cuando te vi no supe cómo reaccionar y quise hacerte una prueba.-Sonrío maliciosamente.
-¿Prueba? ¿De qué?-Dije con el ceño fruncido.
-Quería ver hasta dónde serían capaz de llegar tus mentiras.-Se encogió de hombros.-Y realmente termine sorprendido, fingiste ser una prostituta por entrar a un jodido bar.-Se apretó el puente de la nariz y negó.-Me alegra haber sido yo a quien recurrieras para entrar y no algún otro Imbecil que pudiera dañarte.
-Yo... tan solo quería un poco de diversión.-Me sentí regañada ante su comentario, pero realmente no tenía porque disculparme con él.-No debo darte explicaciones.-Cerré el tema.-¿Por qué has matado a Melissa?-Contuve las lágrimas y un nudo se formó en mi garganta.
-Cualquier persona ajena a el plan o que interfiera en él, debe ser eliminada.-Fingió desinterés.
Sentí como si una gran presión inundara mi pecho y me levanté del asiento, comencé a caminar un poco y tomé una cerveza del bar.
-¿No entiendes que no puedes beber?-Susurro Jason en mi oído y recargó su pecho en mi espalda.
-Haré lo que se me la gana.-Tomé un trago y sentí su aliente en mi cuello, haciéndome estremecer.
Antes, cualquier contacto con Jason me hacía estremecer de placer, no importaba en donde nos encontráramos, quería que me follara. Ahora, me daba pánico, sentía que en cualquier momento podría enloquecer y matarme.
Sostuvo fuertemente mi cintura y besó mi cuello salvajemente, sentí incluso una pequeña mordida.
-Basta.-Me alejé de él y me senté de nuevo, intentando evitarlo a toda costa.-Con mi padre, en la fiesta, ¿Iban por nosotras? ¿Por Melissa y por mí?
-Si. No quería que te enteraras aún de todo, así que fingimos querer secuestrar a tu padre.-Se recargó en el respaldo del sillón y tuve que quitar la mirada de él, era demasiado imponente.
-¿Todo?
-El plan.-Finalizó.
-¿Cómo es que puedes saber todo el tiempo donde estoy?-Tal vez no quería saber la respuesta a eso, pero la curiosidad me consumía.
-Tienes un chip en teléfono, la laptop y cualquier aparato electrónico que uses, además tengo amigos en aduanas y aeropuertos, no importa dónde vayas, siempre te encontraré.-Una sonrisa torcida iluminó su rostro e intente fingir que no me asustaba.
-Iré a dormir.-Dije intentando librarme del incomodo y aterrador momento y sólo asintió.
-Sueña conmigo princesa.-Tomó un trago de whisky y gire los ojos.
-No quiero tener pesadillas, McCann.-Dije por último y me acosté en una de las pequeñas camas, la cual estaba increíblemente cómoda.
Cerré los ojos y caí en un profundo sueño, el cual sentí como si hubieran sido días.
-Hey... amor.-Escuché vagamente hablar a Jason y fruncí el ceño.
-No me digas amor, idiota.-Dije con la voz soñolienta y sonrío.
-Amor, hemos llegado, tienes que ponerte el cinturón.-Dijo remarcando la primera palabra y le mostré el dedo medio.
Caminé hacia el asiento y me coloqué el cinturón.
-Hay alguien esperándonos, intenta darles una oportunidad, no los juzgues hasta saber la historia completa.-Dijo y asentí sin decir nada.
¿A quién se refería?
El avión comenzó a descender y sentí mis manos sudar, siempre había tenido un miedo inexplicable respecto a Rusia, tal vez mi subconsciente sabía algo que yo no.
Después de algunas indicaciones y esperar un poco por cosas técnicas, bajamos del avión.
Sentí el aire sumamente frío golpear mi piel y me quedé en shock al observar a las personas que Jason se refería, parados frente al jet, abrazados y con lágrimas en los ojos...
Mis padres.
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Vale, creo que jamás había escrito un capítulo tan largo lol Pero bueno es que, debemos celebrar...
¡LLEGAMOS A 100,000 READS!
Estoy en shock, les juro que no me la creo, jamás creí que esta novela podría llegar tan lejos, ¡Wow!
Quiero agradecerles infinitamente por todo el apoyo, sin ustedes esto jamás habría sido posible.
400 votos y 300 comentarios para el próximo capítulo.
All the love, xx.