Capítulo narrado
Los días transcurrían con bastante normalidad entre Camila Cabello y Lauren Jauregui, ambas chicas se sentían a gusto con la otra y la relación se volvía más unida e intensa. A veces una se quedaba en casa de la otra y los momentos íntimos no se hacían esperar, sin embargo no pasaba más allá de unos besos apasionados o algunos toqueteos, pero eso no era todo, también compartían momentos tiernos; tarde de películas, salidas a centros comerciales u otras cosas. Ésta pareja parecía haber nacido para estar junta y aquello era cada vez más increíble.
Ambas salieron de la institución tomadas de la mano y con la cabeza en alto. Cabe decir que Camila iba tomando confianza de sí misma cada vez más y ya no le importaban los comentarios de personas ajenas a su vida. Aquello sólo hacía que su relación saliese a flote.
—¿En tu casa o en la mía? —exclamó Lauren abriéndole la puerta del automóvil a su novia.
—En la mía.
Lauren le guiñó un ojo y cerró lentamente la puerta.
Camila al principio no había captado el doble sentido pero después abrió los ojos sorprendida y su rostro tornó un color rojo intenso.
—¡Lauren! —exclamó desde adentro. La recién nombrada rió achicando los ojos y entró.
—Es broma Camzi... —sonrió divertida. Camila rodó los ojos sonriente y el auto se puso en marcha.
Lauren condució con cuidado y Camila se encargó de ponerle música al ambiente acompañado de su voz. De vez en cuando Lauren se unía en su armonía, y cada vez que lo hacía, su novia le recordaba lo hermosa que su voz era.
Sólo unos minutos bastaron para que llegaran a su destino, ambas bajaron e ingresaron al hogar de Camila.
—¡Mamá llegué! —gritó la morena apenas había entrado. Lauren la seguía por detrás.
Camila no veía por ningún sitio a su madre, y aquello era algo extraño, comúnmente ella se encontraba en casa. Alejandro no podía puesto que debía trabajar y Sofía estaba en la escuela, así que la única que estaba en casa era Sinuhe, sin embargo no había rastro de ella.
—Mira Camz —murmuró Lauren tomando un trozo de papel que se encontraba sobre la mesa.
Camila se acercó hasta su novia para así tomar el papel con el ceño fruncido. Esa letra definitivamente era de su mamá.
❝Hija,
Estaré afuera un par de horas, Sofi tenía una actividad en la escuela con nosotros los apoderados así que debía ir. No sé cuanto demoraré así que de momento estás a cargo de la casa.
Apuesto que estás con Lauren, así que mandale saludos de mi parte. No hagan nada travieso.
¡Te amo! —Mamá.
PD: Hay comida en la cocina.❞
—¿A qué se refiere con travieso? —exclamó Lauren sonriendo divertida.
—No me mires así, no estoy en la cabeza de mi mamá —rió la morena algo nerviosa.
Lauren se encogió de hombros para después abrazar a su novia por detrás.
—Te ves muy linda hoy —susurró en su oído para después darle un suave mordisco.
Camila tragó en seco, cerrando momentáneamente los ojos y disfrutando la cercanía de Lauren.
—Creí que me veía linda ayer también —la menor hizo un mohín aunque su novia no pudiese apreciarlo.
—Todos los días bebé.
Camila sonrió y Lauren comenzó a besar suavemente su cuello. La morena otra vez cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. La respiración de Camila estaba algo entrecortada, y es que siempre que su novia comenzaba a besarle el cuello de esa manera todo parecía aumentar.
Pero de la nada, Lauren la soltó y alejó sus cuerpos lentamente.
—¿Vas a comer algo? —preguntó inocentemente. Parecía realmente ajena a todo lo que Camila estaba sintiendo en este momento.
—Mh, sí, sí. Claro. ¿Tú? —aclaró su garganta nerviosamente y dio media vuelta para mirar de frente a su novia.
—No, estoy bien. Gracias.
Camila asintió y dejó un suave beso en los labios de su novia antes de ir camino hacia la cocina. Se sirvió un moderado plato de comida y lo llevó hasta la mesa. Comió, rió y disfrutó el momento junto a su novia para después subir las escaleras hacia la segunda planta.
Ambas fueron directamente a la habitación de la morena, usualmente veían películas y tenían una divertida tarde, y hoy parecía tener el mismo destino.
—¿Qué peli sugieres? —preguntó Lauren tomando un estuche repleto de películas.
—La que quieras. De todos modos no estaré viéndola porque estaré demasiado ocupada besándote —murmuró con voz de bebé. Lauren volteó a verla con una sonrisa y asintió colocando una al azar.
Se acostó con su novia a un lado y finalmente la película pudo comenzar a reproducirse.
—¡¿Es Buscando a Nemo?! ¡Me encanta! Creo que tenemos un cambio de planes Jauregui —rió Camila acomodándose mejor y así disfrutar su película favorita.
Lauren hizo un puchero.
—Pero Camz...
Camila la hizo callar para escuchar, y lamentablemente a Lauren no le quedó otra más que obedecer cruzándose de brazos.
A los quince minutos de la película Lauren se encontraba totalmente aburrida, y es que esa película la había visto un montón de veces. En cambio Camila parecía encantada con las escenas de la famosa animación.
Lauren soltó un suspiro y sacó el móvil de Camila que estaba sobre la cama, su novia tenía algunas notificaciones de sus redes sociales, sin embargo prefirió revisar sus fotos. Habían muchas de ellas dos juntas y algunas donde Camila salía sola, pero nunca esperó encontrarse con lo que vino a continuación.
—¿Qué demonios Camz? —Lauren comenzó a reír mientras le mostraba la imagen a Camila, haciendo que la recién nombrada le prestase atención.
Camila miró la fotografía y enseguida sus mejillas se encendieron. Esa imagen fue tomada hace un par de años y le pareció tan divertida así que la mantuvo en su móvil.
—¡No veas eso! —exclamó quitándole el celular y dejándolo sobre el escritorio que estaba a un costado.
Lauren seguía riéndose y Camila sentía que iba a morir de vergüenza ahí mismo.
"¿Por qué diablos guardé eso? ¡Ahora Lauren no borrará esa foto de su mente!" Pensó.
—Bebé, salías muy linda —elogió Lauren sonriendo divertida. Camila la miró haciendo una mueca.
—No te burles de mí.
—¡No lo hago! Sólo digo la verdad —intentó convencerla. La morena hizo un puchero que llenó de ternura a Lauren, haciendo que la besase con suavidad.
—Ahora que terminaste de reírte de mí veamos la película —demandó la castaña acurrucandose junto a su novia.
—¡Ese pescado está recibiendo más atención que yo, Camila! —gruñó Lauren.
Camila la miró soltando una risita y siguió admirando la animación. Lauren por su parte rodó los ojos y sacó su celular del bolsillo. Vio que tenía unos cuantos mensajes y no dudó en abrirlos.
Keana: Hola 😋
Lauren: Hola 😢
Keana: ¿Por qué la cara, Lo?
Lauren: Mi novia me ignora 😿
Keana: Podrías venir aquí si quisieras, estoy solita :(
Lauren sonrió negando con la cabeza. Keana era tan coqueta a veces que le causaba diversión.
La morena notó la sonrisa en los labios de su novia por algo que vio en su celular, así que no dudó ni un segundo en averiguar de qué se trataba.
Frunció el ceño al ver el rostro de Keana en la pantalla de su novia.
—¿Por qué tienes esa imagen? —cuestionó enderezándose de la cama. Lauren de inmediato la miró.
—Me la acaba de mandar... —se encogió de hombros, enderezándose también.
—¿Por qué? —se cruzó de brazos.
—Simplemente estábamos hablando... —aclaró antes de que su novia se molestara, pero al parecer fue demasiado tarde.
—En primer lugar, ¿Por qué estás hablando con ella? Se supone que tendríamos una tarde juntas, únicamente tú y yo —bufó.
—Pero estabas viendo Nemo.
Camila rodó los ojos y se volvió a recostar en su cama, pero esta vez lejos de Lauren y todo lo que tuviera que ver con ella.
—Camila... —murmuró la mayor, sin embargo Camila la ignoró completamente.
Lauren odiaba cuando su novia se comportaba así de infantil en una situación como ésta, así que se puso de pie y caminó hasta la puerta de la habitación. Miró de reojo a Camila y notó que ni siquiera la miraba, así que procedió a abrirla y salir de su cuarto, cerrándola después. Caminó hasta el baño y se encerró ahí dentro, se lavó la cara y al terminar de secarse con la toalla sintió su celular vibrar.
Camila: ¿Te fuiste?
Decidió mentirle un poco.
Lauren: Sí.
Camila: Aún está tu auto afuera...
"Diablos..." Pensó.
Lauren: Quise caminar.
Camila: ¿Volverás por él?
Lauren: ¿Quieres que lo haga?
Camila: Sí. Digo, sólo para que te lo lleves. Obviamente no es por mí. Yo no tengo nada que ver.
Lauren sonrió. Hasta por mensajes Camila le parecía torpe y al mismo tiempo perfecta.
Lauren: Te amo.
Guardó su celular sin esperar una respuesta y salió del baño. Caminó en silencio hasta encontrar a una sonriente Camila mirando su móvil. Estaba de espaldas así que definitivamente no podía verla. Lauren no dudó ni un segundo en acercarse para después abrazarla con suavidad. Murmuró un suave "¡Bu!" y fue suficiente para que Camila diera un brinco de sorpresa. Se dio la vuelta y golpeó bruscamente el hombro de su novia.
—¡Estúpida, mi corazón!
Lauren rió.
—¿Me extrañaste bebé?
La morena fingió estar molesta y se cruzó de brazos negando con la cabeza.
—¿Sigues enojada? Sólo era una foto —hizo un mohín.
(PÓNGAN AHORA LA CANCIÓN)
La morena fijó su vista en otro sitio y Lauren procedió a agarrarla de la cintura para así besarla de una buena vez. Camila se sorprendió un poco, sin embargo respondió aquel beso con gusto, colocando sus manos en el rostro de su novia.
Al principio solo fueron unos labios sobre otros, y cuando ambas se relajaron Lauren capturó el labio inferior de Camila entre los de ella. La recién nombrada llevó una mano a su nuca y la acercó más a ella. Comenzaron a moverse y a sincronizar sus labios, aunque en realidad parecían conocerse desde siempre. La mayor rozó su lengua en el labio inferior de la morena y ella inmediatamente abrió su boca cediéndole el paso, cuando sus lenguas se encontraron ambas soltaron un gemido, el de Lauren dándole justo en la parte baja de Camila, y viceversa. El beso pronto se volvió más rápido, más intenso y más fuerte. Lauren la hizo retroceder un par de pasos hasta chocar con la fría pared, sujetó las piernas de la menor y la llevó hasta la habitación, más concretamente a su escritorio. Se acomodó entre sus piernas y con la punta de sus dedos comenzó a acariciarlas. Cuando los pulmones de la ojiverde exigieron aire, su boca se dirigió al cuello de Camila, a este punto los sentidos de ambas chicas no estaban funcionando. La morena enredó una de sus manos en el cabello de Lauren y ésta subió hasta sus labios, mordió su labio inferior y Camila gimió.
Lauren la miró por un segundo pero Camila se encargó de guiarla hasta su cuello otra vez. Una de las manos de la ojiverde estaba tranquilamente sobre su cintura pero rápidamente subió hasta la mejilla de Camila, mientras la otra se metía bajo su camisa. Las piernas de Camila se enrollaron nuevamente en la cintura de Lauren y ésta se encargó de dejarla sobre la cama, tomó el borde de su camisa y la subió, sacándosela por completo. Camila hizo exactamente lo mismo con ella y luego sus labios fueron directamente al cuello de Lauren, lamiendo y mordiendo a su antojo.
—¿Camila... Estás segura? —la morena tomó su cara y la besó, metió su lengua sin previo aviso y comenzó a jugar con la de Lauren nuevamente—. Camila... Si no estas lista no hay problema. Puedo esperar... —Lauren se incorporó y Camila gruñó, se levantó también y enlazó sus brazos en el cuello de la ojiverde, haciéndolas caer en la cama de regreso.
—Sí, sí quiero. Sólo... Hay algo que tienes que saber —murmuró.
Sus miradas conectaron y Lauren le indicó que siguiese hablando. Camila tragó saliva antes de finalmente decirlo.
—Soy... Soy virgen —soltó escondiendo su rostro en el cuello de su novia.
—¡¿Qué?! —exclamó Lauren sorprendida—. Entonces no podemos hacerlo así. Tiene que ser especial Camila...
—No —la cortó inmediatamente. Lauren la miró con atención—. Lo haremos aquí y ahora, ¿Entendiste?
Los ojos de ambas brillaban como nunca antes y una sonrisa se coló en sus rostros. Lauren se quitó los zapatos y quitó los de su novia también para quedar en el centro de la cama. Camila quedó acostada y Lauren arrodillada entre sus piernas, desde su punto de vista veía a la morena en sujetador, con la respiración agitada y los labios hinchados. Lauren pasó la punta de sus dedos por su abdomen plano y Camila entre abrió sus labios. Tocó sus costados y sus piernas que estaban a cada lado de la ojiverde. Desabrochó su short y se lo bajó lentamente, metiendo sus manos por las piernas de la menor y tocando todo hasta quitárselo. Lauren volvió a su posición anterior y la miró. Se inclinó y besó su abdomen, repartió besos por todos lados, sus costados y su vientre también. Al subir y encontrarse con su sujetador la miró, pasó la punta de su lengua al rededor de éste y Camila apretó las sábanas mientras mordía su labio. La mayor sonrió al notar que la morena se desabrochaba el sostén, y cuando lo hizo, la ojiverde sujetó uno de sus pechos mientras que su boca se llevaba su otro pezón para que su lengua entrara en acción. Camila gimió y fue música para los oídos de su novia. Su lengua buscó su otro pezón y comenzó a jugar con él, estaba completamente duro y Camila gemía. Cuando los gemidos de la morena aumentaron Lauren se detuvo y subió repartiendo besos hasta su boca, mordió su labio y Camila hizo lo mismo con el de ella. Sus manos se posaron en el pantalón de la mayor y lo bajó. La ojiverde besó su cuello y bajó por su cuerpo besando todo a su paso, según ella su cuerpo era perfecto y merecía ser besado con paciencia, con dedicación. Al llegar a su vientre elevó su mirada y los labios de Camila llamaban los de Lauren otra vez, así que subió a besarla, y mientras lo hacía llevó su mano a la entrepierna de su novia, tocándola por encima de su ropa interior. Movió sus dedos lentamente haciendo que Camila arqueara su cuerpo y gimiera en su boca. Lauren quitó su mano y la menor gruñó haciéndola sonreír.
—Lauren... Por favor...
—¿Qué? —besó su cuello.
—Haz algo.
Rió contra su cuello y volvió a bajar su mano hasta su centro, esta vez metiendo su mano por debajo de su ropa interior, un pequeño gemido salió de sus labios al sentir lo húmeda que estaba Camila. Movió sus dedos y la morena gimió más fuerte, Lauren con su otra mano quitó la ropa interior de su novia completamente. Camila por su parte desabrochó su sujetador y apretó sus pechos, haciendo gemir a Lauren y presionando más sus dedos en ella. Su boca encontró la de la morena y cuando sus lenguas chocaron introdujo uno de sus dedos, haciendo que Camila gimiese más alto y mordiera el labio inferior de Lauren. Aplicó más velocidad y segundos después introdujo otro, las manos de Camila se aferraron a su espalda mientras sus lenguas jugaban exquisitamente, la menor gimiendo en su boca. Su cuerpo se tensó y Lauren se detuvo, sacó sus dedos logrando que Camila casi la matase con la mirada. Sonrió al ver la frustración de su novia mientras se quitaba la última prenda que quedaba en su cuerpo. Apoyó sus codos a cada lado de ella e hizo que sus centros chocaran, haciéndolas gemir a ambas. La mayor comenzó a moverse lentamente.
—Oh mierda... —murmuró Camila cerrando los ojos y disfrutando la sensación.
Ella gemía y la excitación en Lauren aumentaba, la mayor movió sus caderas más rápido y Camila apretó con fuerza las sábanas. Su boca buscó la de Lauren y se besaron de nuevo, clavó sus uñas en la espalda de la ojiverde y el cuerpo de la menor se arqueó al soltar un gemido ronco desde lo más profundo de su garganta. El cuerpo de Lauren no aguantó mucho más y estalló en un orgasmo al igual que su novia, movió sus caderas una última vez y así alargar un poco más el placer y cayeron rendidas sobre la cama, intentando recuperar el aliento. Ninguna supo en qué momento, pero se quedaron dormidas.
•••
—¡Hija, estoy aquí!
El grito de Sinu rebotó por toda la casa, y definitivamente no pasó desapercibido para Camila. La morena abrió los ojos y miró a su costado, Lauren dormía plácidamente abrazando su cintura, sonrió al observarla pero volvió a la realidad en cuanto escuchó sonidos en la primera planta.
—Lauren... Lauren, despierta —murmuró sacudiéndola.
La ojiverde abrió los ojos y sonrió inmediatamente al ver a su novia, recordando todo lo sucedido hace algunas horas.
—¿Qué pasa bebé? ¿Quieres que lo hagamos otra vez? Ya sé cuales son tus puntos débiles —bromeó dándole un suave beso en los labios.
Camila enrojeció y tragó en seco. Le había encantado lo que pasó con Lauren, pero su madre estaba en casa y a juzgar por la oscuridad que dejaba ver la ventana, se había hecho algo tarde.
—Mi mamá llegó, tienes que vestirte —informó haciendo que Lauren asintiera inmediatamente.
Lo último que Lauren quería era que la madre de Camila las viera en una situación como ésta. Comenzó a vestirse y cuando vio a su novia de espaldas completamente desnuda, no pudo evitar ponerse detrás suya y besar suavemente su hombro.
—Te amo Camz. Y me encantó hacer el amor contigo —susurró en su oído, logrando que se le erizara la piel a Camila.
La morena dio media vuelta encontrándose con su novia únicamente en ropa interior, y enrolló sus brazos en el cuello de Lauren.
—Te amo mucho más, Lern. Y a mí también me encantó hacer el amor contigo... —juntó sus labios con los de la ojiverde, y hubiesen estado besándose mucho tiempo si dos golpes en la puerta no las hubiesen sobresaltado.
—Mija, acabo de llegar. ¿Estás ahí dentro con Lauren?
Camila sintió su corazón ir a mil por hora, sin embargo tomó con rapidez su ropa interior y comenzó a ponérsela. Lauren hizo lo mismo pero con el resto de su vestimenta.
—Mh, sí, sí, aquí está —aclaró su garganta—. Salimos en un momento, ma. Estamos terminando un... Un trabajo, y es muy importante —inventó.
—Está bien, estaré haciendo la cena. ¡Las espero! —gritó antes bajar las escaleras y haciendo que ambas chicas respirasen con normalidad.
—Eso estuvo cerca —murmuró Lauren riéndose, y Camila le lanzó una almohada—. ¡Auch! ¿Por qué hiciste eso?
—Porque quise —sonrió divertida Camila.
Lauren rodó los ojos y la castaña se encargó de llegar a su lado y así besarla suavemente. Después de unos minutos ambas se encontraban vestidas y con el pelo ordenado, bajaron con ligero temor las escaleras y la primera en verlas fue Sofía.
—¡Lolooo! —gritó emocionada llegando hasta ella. Lauren la miró con una sonrisa divertida y la tomó en brazos.
—¿Cómo estás pequeña?
—¡Bien! Hoy con mamá estuvimos jugando mucho, y mis amigas también con sus padres. Fue muy divertido —afirmó sonriente. Lauren asintió dándole un beso en la frente y la bajó de sus brazos cuando vio a Sinu mirándola desde la cocina.
—Hola señora Sin-
—¿Cuántas veces tengo que decirlo? Llámame sólo Sinu, Lauren —le dio un beso en la mejilla y sonrió—. Y hola también querida, ¿Te quedarás a comer?
Lauren negó apenada.
—No, lo siento, tengo que irme. Pero muchas gracias. Tal vez en otra ocasión —sonrió.
—Está bien, no te preocupes. Al menos terminaron el trabajo, ¿No es así?
—Sí, lo terminamos muy bien. ¿Verdad, Camzi? —la ojiverde miró coquetamente a su novia y ésta la miró sorprendida, sin embargo asintió.
Hablaron un poco más sobre cosas básicas y finalmente Lauren dijo que debía retirarse. Se despidió de la madre de Camila y también de la menor de los Cabello. Su novia la guió hasta la salida y cuando su madre no las podía ver, le dio un fugaz beso en los labios.
—¿Cómo se te ocurre hablar con doble sentido delante de mi mamá? —fingió molestia golpeando suavemente el hombro de su novia.
—No se dio cuenta Camz —rió divertida—. De todas formas no mentí. Hicimos un muy buen trabajo... ¡Auch! —se quejó cuando sintió otra golpe en su cuerpo gracias a Camila.
—Nos vemos mañana. Te amo —susurró besándola con delicadeza. Lauren correspondió aquello y segundos después entró a su auto.
Sólo unos minutos bastaron para que la ojiverde llegase a su casa. Clara estaba ordenando algunas cosas cuando su hija finalmente había aparecido. Hizo caso omiso a las palabras de su madre pidiéndole explicaciones y subió felizmente a su habitación.
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