Pov's Dipper
Llevó casi una hora, sin exagerar, encerrado en mi habitación junto con Will.
El peliazul estaba muy nervioso y asustado. Ya sé que Will siempre esta en esas condiciones... Pero esta vez es muy diferente a lo habitual, esta mucho más alterado.
- ¿Qué esta pasando?- pregunté por décima vez, pero como las veces anteriores, no recibí respuesta. Solté un bufido y me crucé de brazos, enojado. No se si ya se han percatado de esto, pero yo odio que me escondan las cosas.
- D-Dipper- Will llamó mi atención con voz temblorosa- No te enojes con Bill, él solo trata de protegerte.
- Sí, sí, ya lo se- respondí, sin evitar mostrar mi enojo.
Y justo antes de que Will dijera algo más, la puerta se abrió, causando que todos diésemos un respingo.
Al ver quien estaba entrando, corrí hacia él.
- ¿Qué paso, Bill?- le pregunté- ¿Está todo bien?
Él asintió con una sonrisa.
- ¿A qué vino?- le preguntó Will.
- No te va a hacer nada, Will, te lo aseguro- Bill no respondió a la pregunta de su hermano, pero al menos hizo calmar al peliazul.
Bill dirigió su mirada hacia mi y se percató de mi rostro lleno de confusión.
- Dipper, quiero presentarte a alguien, más bien, algo- me dijo Bill, pasando su brazo por mis hombros. Me llevó hacia fuera de mi habitación. Caminamos hacia el salón principal.
Cuando llegamos al salón, me encontré con "Él".
Aun cuando estaba al lado de Bill y sabiendo que el me protegería, no pude evitar sentirme intimidado por la presencia que tenía en frente. Era obvio que no era un humano, no se acercaba ni un poco al aspecto de uno.
- Qué ovejita más linda tenemos aquí- dijo, viéndome.
- Cállate, imbécil- le reprochó Bill rodando los ojos- No comparto
Me sonrojé ante tal comentario, provocando la risa de Bill.
- Dipper, él es Astaroth*- me dijo Bill con una sonrisa.
Astaroth caminó hacia mí y estrechó mi mano son la suya, mostrándome una sonrisa.
- Mucho gusto, pequeña oveja- fruncí el ceño al escuchar como me había llamado, pero el solo sonrió, divertido- Soy Astaroth, Gran Duque del Infierno de la primera Jerarquía Demoníaca... pero puedes llamarme solo Astaroth.
- Te das muchos aires, Astaroth- dijo Bill en burla- No le tengas miedo, Dipper, es un idiota de primera
- Si aquí estuviera Sitri**, él estaría gritando como una niña puberta al verlos a los dos juntos- Astaroth se acercó a mi y me susurró- No se lo que le viste a esta cosa amarilla, pero si te cansas de él... bueno, siempre podrás venir a mi y yo no tendría ningún problema...
Bill me tomó con la misma facilidad con la que tomaría a un muñeco y me acercó a su pecho, lejos del alcance de Astaroth.
- ¡No lo toques, imbécil!- Bill parecía fulminar con la mirada a Astaroth, mientras este reía.
Me sentía muy incómodo, no solo por el hecho de estar siendo cargado por Bill estilo princesa en frente de todos (bueno... solo un poco), sino por no saber las verdaderas intenciones de Astaroth y su aspecto no ayudaba mucho a evitar no sentirse inseguro. Parecería un hombre de mediana edad pelinegro a no ser por las inmensas alas de cuervo que tenía y los cuernos que sobresalían de su cabeza.
- Ya, ya, lo lamento
Y justo en ese momento Will llegó a la estancia. Astaroth se lanzó a el y apretó sus mejillas, mientras Will gritaba como un gatito asustado.
- ¡Will! Al fin te veo. Eres lo único hermoso y adorable que hay en la familia Cipher
- ¿En serio no aprendiste una lección la ultima vez, Astaroth? Volverás a meterte en problemas con los Gleeful- le reprochó Bill. Jamas había escuchado que hicieran mención de los ttales Gleeful, y por eso, no se ni quienes son.
Astaroth soltó un suspiro y soltó a Will, quien corrió detrás de nosotros, escondiéndose del demonio.
- Como odio a esos mocosos- escupió con agresividad Astaroth- ¿Están aquí?
Will y Bill negaron.
- ¿A que viniste realmente, Astaroth? Estoy seguro que no estas aquí sólo para saludar- preguntó Bill con un rostro severo.
- ¡Acertaste, Dorito!- exclamó y me hubiese reído si no estuviésemos en una cuestión un tanto seria- Lo que les vengó a decir se que nos beneficiará a todos, o al menos, a ti y a mi, Bill
Bill se quedó callado, y gracias a estar con el tanto tiempo, me hizo darme cuenta que Bill no estaba seguro de lo que decía Astaroth... Y creo que el demonio alado también se dio cuenta de eso.
- También se involucra la ovejita- agregó. Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal. Era obvio que se refería a mi. Y el estar involucrado en cosas de demonios... Nunca es buena señal.
Bill me miró por un segundo y después regreso la mirada hacia el pelinegro.
- Vamos a discutirlo en la sala de estar- anuncio Bill y se giro hacia su hermano- ¿Vienes, Will?
Will negó frenéticamente y se fue corriendo hacia su habitación, dejándonos solos con Astaroth.
- Dipper... Creo que ya se tu respuesta- estoy seguro que Bill iba a preguntarme si quería ir, pero mi rostro le dio a entender que no importase lo que me dijeran, iría de todos modos.
Bill me dejo sutilmente en el piso (aun me tenia cargado) y me tomo de la mano. Caminamos seguidos de Astaroth a la sala de estar.
Bill abrió la puerta de la habitación y dejo que yo pasará primero, después el entro y Astaroth hasta el último, reclamándole a Bill que primero iba el... Si, era de esperarse que a Bill le valiera.
Me senté al lado de Bill en un sillón doble y Astaroth en frente de nosotros, en un sillón individual.
- Espero no me hagas perder mi tiempo, Astaroth- le reprochó Bill, cruzándose de brazos.
- Te aseguró que no- dijo Astaroth borrando su sonrisa sarcástica- He perdido algunos de mis poderes- soltó un suspiro y vio su mano- Perdí el mas importante...
- ¿Por qué no fuiste con Phill? En estos momentos estoy ocupado en cosas mas importantes que ayudar a un demonio a encontrar sus poderes perdidos. Y Phill seguramente esta haciendo el estúpido en algún universo, como siempre, además de que el te ayudará mejor- le pregunto Bill enojado.
- Tentador, si... Pero como dije al principio, ustedes están involucrados en esto. Y el poder que perdí los iba a ayudar...
El silencio reinó en toda la habitación.
El rostro de Bill mostraba asombro y preocupación, y el de Astaroth era una mezcla de varios sentimientos y en ellos no estaba alguno positivo.
No comprendo que sucede...
-Perdiste el poder de cambiar el hilo del destino, ¿no es así?- Bill pregunto, recibiendo como respuesta un asentimiento de parte del pelinegro. La expresión de Bill era severa.
- Antes de perder ese poder, tuve una visión de un futuro. Al principio no entendía del todo, pero viendo a la ovejita a tu lado... Todo tiene sentido- me vio con pena- Él esta en un gran peligro junto contigo, Cipher. Con mi ayuda pueden librarse de ese destino y sabes que si soy capaz...
El pánico estaba invadiendo todo mi ser. Agradecí tener a mi lado a Bill, de no ser así, seguramente hubiese sufrido un ataque de pánico en esos momentos.
Él me abrazó y me acercó a su pecho, acariciando con su pulgar mi espalda, reconfortandome de alguna forma.
- ¿Y por qué los perdiste? ¿Alguna apuesta?- preguntó Bill, sin dejar de abrazarme.
- Que fácil seria si hubiese sido una simple y absurda apuesta- respondió enojado Astaroth- Me los robaron
Otra vez el silencio invadió la estancia. Gracias al abrazo, pude sentir que Bill estaba tenso, aunque su rostro mostraba estar calmado.
- ¿Quien fue?- Bill rompió el silencio primero.
- Ni la menor idea. Seguí su rastro y llegue hasta aquí... Pero no se donde podrá estar escondido- respondió Astaroth- aunque creo mas o menos quien podría ser...
Bill lo miro, expectante.
- Puede ser Marchosias***- agregó Astaroth.
- ¿El que piensa que puede volver con los "no caídos"?
Astaroth asintió.
- No se para que los quiere o que esta haciendo en este universo, pero hay que estar con cuidado... Probablemente ya hizo un pacto con alguien, o algo parecido. No lo se aun y eso es lo alarmante
Bill frunció el ceño y apretó sus puños hasta que sus nudillos se tornaron blancos. Una pieza de cerámica cerca de nosotros estalló en pedazos, como si alguien le hubiese disparado. Me encogí en los brazos de Bill por el susto al escuchar como se rompían más piezas de cerámica.
Iba a preguntarle a Bill que estaba pasando, pero me basto con ver su sombrío rostro para saber la respuesta. Sus ojos brillaban en un ámbar intenso, su ceño estaba fruncido al igual que sus labios... pareciera que en cualquier momento iba a matar a alguien.
- Bill- lo llamé, moviendo sutilmente su hombro... pero no reaccionaba- Bill, tranquilízate- exclamé tomando entre mis manos su rostro, obligándole a que me viese a los ojos.
Pareció salir de su trance a los pocos segundos.
- Dipper- murmuró, posando sus manos sobre las mías. Barrio con su mirada la estancia, dándose cuenta de lo que había provocado.
Antes de que Bill perdiese la compostura, le dijo rápidamente a Astaroth:
- Quédate aquí como invitado hasta que encontremos tus poderes y arreglemos esto. Pídele a las pesadillas que te indiquen donde es tu habitación. Mañana hablaremos mas del tema
Y en un parpadeo, me encontraba siendo arrastrado por Bill hacia su habitación. Por segunda vez en este día, el pánico se apoderó de mi.
Intenté zafarme del agarre de Bill con todas mis fuerzas, pero era obvio que no lo lograría, habia un gran marco de diferencia entre su fuerza y la mía.
Llegamos a su habitación y cerró la puerta tras de si. Solo en ese momento aflojó su agarre y me permitió liberarme de este. Corrí hacia una esquina de la habitación y me resguarde ahí.
Bill pareció no darle mucha importancia, ya que se fue a sentar en el borde de su cama y tomó su cabeza con ambas manos, como si tuviera un fuerte dolor de cabeza. Se encorvó en si mismo y comenzó a temblar. Yo estaba a sus espaldas, gracias a eso no podía ver su rostro. Y la verdad que no quería.
Segundos después, lo mismo que pasó en la sala de estar comenzaba en su habitación. Varias cosas fáciles de romper comenzaron a estallar en varios pedazos. Pero al ya no quedar muchas, el piso comenzó a agrietarse.
- Bill, basta- susurré, con lágrimas en los ojos.
Maldita cobardía...
Caminé lentamente hacia el y cuando estuve lo suficiente cerca, toqué su hombro. Esperé a que reaccionará al menos un poco.
Todo es muy confuso
De alguna forma funcionó.
- Te protegeré, no importa qué- me dijo, mientras me abrazaba con fuerza.
Correspondí su abrazo como pude. Sentía como Bill aun temblaba, pero al menos dejo de intentar partir la habitación en dos.
Percibía las caricias de Bill en mi cabello y sus pequeños besos en mi cuello, haciéndome cosquillas.
Nos separamos después de varios minutos, viéndonos frente a frente. Sus ojos tenían un leve fulgor ámbar. Solo lo había visto así... Y fue cuando sucedió "ese" incidente.
- ¿Ya estás mejor?- le pregunte y recibí un asentimiento de su parte como única respuesta. Seguido de eso, volvió a abrazarme.
- Te amo, Dipper- me susurró.
No le respondí, solo me limite a abrazarme a su cuello.
Aún no..
Sólo bastó con un par de horas para que Bill volviera a ser el mismo. Pero para ese entonces, ya había caído la noche.
Los dos estábamos limpiando lo que Bill había roto. Las grietas en el piso y parte de la pared las dejamos agrietadas, porque no tenían remedio.
- ¿Y si duermes hoy conmigo, Dipper?- me susurró mientras me abrazaba. Sentí mis mejillas arder al escucharlo.
- B-Bill- balbuceé, tímidamente.
- Entonces... ¿qué dices?- me preguntó. Sentí como Bill acariciaba mi espalda hacia bajo.
Otra vez no...
Empujé con violencia a Bill, apartándolo de mi. Caí de rodillas y cubrí mi rostro con mis manos.
Pensé que ya empezaba a superarlo...¡Ja! estaba muy equivocado.
Las escenas de ese "incidente" pasaban en mi mente como si de una película en cámara rápida se tratase, atormentándome cada vez más y más.
No quiero arruinar lo que había avanzado con Bill por esto, aunque sé que en parte él influyo mucho para que este así...
- Dipper... lo siento- Bill corrió hacia mi y me abrazó, acunandome en su brazos- Todo es mi culpa
No le respondí, solo me acomode en su pecho y seguí sollozando. Quiero mucho a Bill, pero no mentiré solo por eso al decir que no estuvo casi a punto de romper mi mente. Ya había tenido suficiente con los experimentos de Ford. No necesitaba que Bill me violará después de que empezáramos a establecer una relación especial (como mi hermana diría).
Pero no me largué de ahí por el simple hecho de que lo quería. Sé que con eso mandó al caño todo lo que habíamos avanzado, pero no quería dejarlo. Aun creo que sin importar lo poderoso que sea o el miedo que pueda provocar, tiene una parte que es sensible y que puede dar todo de si al tratarse de los seres cercanos a el.
Sin embargo, ya me ha hecho daño una vez. No le permitiré que lo haga una segunda vez. Le di una segunda oportunidad y espero que no la desperdicie.
No necesitó mas torturas...
Al final accedí a dormir con el, solo eso. Bill dejaba un poco de distancia para evitar que me sintiera incómodo, pero no pudo soportarlo mucho, ya que a los minutos sentí como casi me aplastaba con su abrazo.
- Ayuda, no respiro- dije, en parte broma y en parte verdad.
- Eres tan abrazable... Como una ovejita- me dijo entre sueños. Fruncí el ceño. Ya tenia suficiente con un demonio que apenas conozco me llamase así... ¿Pero Bill? Eso ya no lo soportaba. ¿Qué seguía? ¿Qué me vista de ovejita y cante, o que demonios?
Reuní las fuerzas suficientes para quitarme a Bill de encima, de quien no sabia si estaba realmente dormido o solo fingía para molestarme. Lo mas seguro es que era lo segundo. Dejé a Bill a mi lado y ví como "venganza" recostarme sobre su pecho para que sintiera lo mismo que yo acaba de sentir.
¿Mi plan funcionó? No. De alguna forma no lograba acomodarme. Y no era porque su pecho no era realmente una almohada muy suave, lo que no me causaba mucho conflicto, porque yo sin problemas podría dormir en el piso. El verdadero problema es que, no sabia el porque, necesitaba que tuviese algo de respaldo para no resbalarme al costado de Bill.
Iba a darme por vencido a no ser por que sentí como el brazo de Bill me rodeaba la cadera, sirviéndome como respaldo. En la oscuridad sus ojos brillaban sutilmente y cálidamente. Con su otra mano tomo una de las mías y las junto, entrelazando nuestros dedos en el acto.
Al final resultó que nos habíamos acomodado los dos sin ningún problema y cumpliendo el capricho de Bill de estar abrazados.
- Descansa, mi Pine tree- me susurró, besando mi frente.
Y segundos después, ya estaba cayendo en los brazos de morfeo.
Desperté al mismo tiempo que Bill. No perdimos la posición que habíamos hecho en la noche.
- Buenos días, Dipper- me dijo Bill con voz adormilada.
- Hola- respondí, formando una sonrisa adormilada.
Hubiese sido algo lindo si no hubiese visto parte de unos cuernos y parte de unas alas negras asomándose detrás de un sillón. Al principio me asusté, lo acepto. Pero esos cuernos y alas ya las había visto.
- ¿Astaroth?- pregunté, apegandome mas a Bill.
- Ya salgan de su escondite- ordeno Bill, riéndose. Espera... ¿salgan?
El primero en salir fue Astaroth, quien nos saludó con una sonrisa, como si no hubiese pasado nada. Después salio dando trompicones Will, quien nos veía apenado.
- ¿Qué hacen aquí?- pregunté, sonrojado.
- Haciendo recuerdos- dijo Astaroth, enseñándonos lo que parecía ser una cámara y Will tenía lo que parecía ser un teléfono celular- Pensé que seria mala idea. Podríamos haberlos encontrado teniendo "ya thu sabeh" y verlos "ya thu sabeh". En parte me alegró no haberlos encontrado así...
- ¿Por qué hiciste todo esto, Astaroth? Es la primera vez que te veo haciendo algo así- preguntó Bill, aun riendo. ¿Por qué ríe? Esto no es nada gracioso.
- No fue mi idea, fue de Will- Astaroth señalo al mencionado, mientras el peliazul se sonrojaba- Will fue la mente perversa tras de esto
- Ahora si tiene sentido, haberlo dicho antes- dijo Will.
Sentía mis mejillas arder. Aquí ya no hay privacidad.
Bill los corrió minutos después con el pretexto de que debíamos cambiarnos de ropa, y tenía razón. Yo también me salí a dirección a mi habitación para vestirme con algo que no fuese mi pijama.
De camino al comedor para desayunar, me encontré con Astaroth. Iba vestido con un frac negro con detalles rojos.
- Hola ovejita- me saludo, con una sonrisa.
- Me llamo Dipper- le contesté.
- Si, si, como sea- dijo, sin tomarle mucha importancia- Dejame felicitarte, pequeña ovejita. Jamás había visto así a Bill
- Amm... ¿Gracias?
- De por si es raro ver que se encapriche con algún ser, ¿pero de un humano? Eso es nuevo. Pronto sera tu cumpleaños, ¿verdad?
- ¿Como lo sabes?
- Yo lo se todo, pequeño. Pero Will me lo confirmó. Retornando, me gustaría mucho saber que sorpresa te tiene para tu cumpleaños
Me quedé callado, sonrojado. Acepto que casi había olvidado mi cumpleaños por todo esto, además de que no tenía a mi hermana recordándomelo cada dos minutos.
Sentí una palmada en mi hombro de parte de Astaroth.
- Va a ser interesante ver como termina esto, ovejita- me susurró- Y recuerda... No confíes en nadie
Astaroth sonrió con malicia y emprendió marcha, como si nada hubiese pasado. El miedo y la desconfianza se apoderó completamente de mi.
¿Que va a pasar en el futuro?
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Estrellitas, la Tierra les dice Hola!!! (⌒▽⌒)♥♥
Capitulo nuevo, oie zi. ¿Que paso en este capítulo? Pues que Dipper sigue traumado, que la inestabilidad de Bill se me hace muy adorable y que apareció un nuevo personaje que no pertenece a Gravity Falls.
*Astaroth es conocido como el Gran Duque del Infierno en la primera Jerarquía Demoníaca. Es un demonio que seduce por medio de la pereza, la vanidad y filosofías racionalistas de ver el mundo. Es una de las pocas criaturas de manipular la linea del destino, ya sea humano o divino y conocedor de estos. Es dibujado como un hombre desnudo con manos y pies de dragón y un par de alas con plumas, llevando una corona, sosteniendo una serpiente en la mano y cabalgando sobre un lobo o perro con alas de dragón. Decidí cambiar su aspecto un poco, así que el demonio que esta en multimedia es como aparecerá en esta historia (si, es mi hermoso Sebastian Michaelis de Kuroshitsuji).
**Principe Sitri: Se dice que el puede hacer que tanto las mujeres como los hombres se enamoren. Es representado como un hombre con cabeza de leopardo y alas de grifo, pero puede parecer a un hombre muy apuesto bajo ordenes del conjurador. Puede tener parentesco con Set, el dios del caos en la mitología egipcia, ya que a los dos les gusta engañar a las personas.
***Marqués Marchosias: Es un fuerte y excelente luchador. Da respuestas certeras a todas las preguntas que el invocador formule. Es representado como un lobo con forma de hombre, alas de grifo y cola de serpiente, pero bajo petición acepta transformarse en un hombre. Marchosias espera volver con los no-caídos, pero es obvio que lo están engañando. ¡Nunca olviden a este demonio, en serio que es importante en esta historia!
En esta historia me estoy basando en que hay infinidad de Universos y por eso, infinidad de cosas superiores, como en este caso, la demonología. También en próximos capítulos pondré detalles que provengan de otras mitologías, como egipcia, griega, japonesa y probablemente nórdica. Esperen sorpresas!!!
Mañana hay especial, estrellitas mías!!! Van a ser sus preguntas y creanme que nos estábamos riendo por tan buenas que eran.
Y pues creo que nada más...
Mushos beshos baboshos y abrashos asfixiantes!!! ♥♥