Luego de comerse los sándwiches, Stephen se acerca lentamente a Ramata y le da un beso en el cuello mientras le pide disculpas por las mentiras que le decía cuando recién se estaban conociendo. Cosas como su edad, la repentina noticia de que tal vez en alguna oportunidad la habría dejado chateando con su hermano pequeño, pensando que era él, etc.
Y ella estaba tan enamorada de ese peculiar muchacho, que aceptó las disculpas y se dieron un apasionado beso en la boca. Luego de eso, Stephen la empujo hacia la cama y ella se dejó llevar. Posteriormente ambos se fueron desnudando tímidamente, pues era la primera vez de ambos. Stephen cerró la puerta con llave y luego de que estuvo completamente desnuda, él se quedó contemplándola y no aguantó las ganas de hacerla su mujer. Se entregó a él e hicieron el amor aseguràndose de no meter mucho ruido por los intrusos vecinos, y después de haber quedado sudados de tanta acción, ambos se fueron a duchar. Si no fuera porque sonó el teléfono de Stephen, probablemente habrían podido estar horas haciendo el amor. Él se salió y contestó el celular mientras Ramata se terminaba de mojar y ambos se vistieron para abrirle a Natalie que estaba golpeando la puerta...
-¿Me extrañaron?- pregunta Natalie.
-No, cómo crees, si eres tan molesta- bromea Stephen.
-Claro que sí, te adoramos.
-Bueno, trajimos pizza para cenar- habla Edgar.
Y de esta forma se terminó la jornada, y aunque ya no sería lo mismo, ambos durmieron pegados el uno al otro, deseosos de entregarse otra vez... Pero ambos sabían que no podrían con Natalie y Edgar ahí.