Dirigí mi vista hacia la figura que caminaba directo hacia nosotras y el corazón me dio un vuelco. Era ella...
La chica que había besado en la discoteca a Harry se encontraba dirigiéndose hacia nosotras. ¡Maldita sea!, ¿Qué quería?
-¡Dios mío!, ¡Si son ustedes!-chilló la voz de la chica rubia que había besado a Harry.
El estómago se me revolvió solo de recordar aquella fatídica noche. No quería tener a ésa chica cerca. Había sido novia de Harry y un recordatorio para mi de que Harry jamás se habría fijado en mi si pudiera ver.
Ella era hermosa, su cabello era perfecto, rubio, largo, brillante, sus ojos eran azules, su cuerpo era esbelto y alto; yo en cambio no tenía nada espectacular. Mis ojos eran castaños, mi cabello era una melena indomable y larga de color castaña, era bajita y mi cuerpo nunca sería tan delgado como el de Taylor. A decir verdad, nunca me habían molestado los kilos que tenía de más hasta ése momento.
-Soy Taylor. Taylor Swift. No tuvimos oportunidad de charlar la otra noche-dijo amablemente.
Mi estómago volvió a retorcerse del coraje pero forcé una sonrisa.
-Soy Perrie Edwards y ella es _______ Evans -dijo Perrie.
Podía notar que no se sentía cómoda con Taylor ahí pero Perrie era educada y jamás iba a insultar a nadie si no lo merecía.
-Si te recuerdo, eres la novia de Zayn y tu amiga-dijo Taylor con una sonrisa.
-Si, bueno. Mi amiga es novia de Harry-dijo Perrie con irritación en la voz.
La mirada de Taylor se posó en mi y me miró con asombro. Era lógico que no esperaba que alguien como yo fuera novia de Harry.
-¡Oh!, ¡Vaya!, ¡Ésto es... Genial!-dijo Taylor.
En ése momento quise que la tierra me tragara. Todo era tan incómodo.
Me molestó el hecho de que Harry no le dijera que tenía novia. ¿Cómo entonces la había apartado?, ¿Sólo se había separado?, ¿No le había dicho que iba con su novia?...
-Un gusto saludarte, Taylor. Perrie y yo tenemos un poco de prisa-comencé dispuesta a alejarme de ella lo antes posible. -Nos vemos.
Comencé a caminar mientras jalaba a Perrie del brazo y la voz de Taylor gritó detrás de mi-¡_______, espera!
Me detuve en seco y me giré para mirarla. -¿Si?-dije lo más educadamente posible.
-Necesito hablar contigo. Será solo un minuto, ¿Está bien? -dijo con gesto preocupado.
El corazón se me estrujó en el pecho.
No tenía un buen presentimiento sobre ésto, pero miré a Perrie y dije-Espérame aquí. Ya vuelvo.
Caminé directo hacia Taylor y me quedé de pie frente a ella.
-¿Desde hace cuánto eres novia de Hazza?-preguntó sin rodeos.
¿Por qué demonios le decía "Hazza"?, ¿De qué privilegios gozaba para decirle así?, no iba a decirle que tenía unos escasos 3 días siendo novia de él así que mentí:
-Poco tiempo. Una semana.
-¡Oh, Dios mío!, ¡_______, lo siento tanto!, ¡No lo sabía!-Fruncí el ceño confundida, ¿Se estaba disculpando por haberlo besado?, éso era algo que no esperaba. Después de todo, no había sido tan malo como creí. -ayer me dijo que seguía solo y que me extrañaba; le creí. ¡Dios mío, le creí!
-¿Q-Qué?-tartamudeé.
¿Ayer?, ¿Lo había visto ayer?, ¿Le había dicho que la extrañaba?
Escruté el rostro de Taylor en busca de algún atisbo de inseguridad, de algo que me dijera que estaba mintiendo pero la angustia en su mirada era tan real.
Ella cerró los ojos con pesar y susurró -Harry fue a mi casa ayer después del medio día. Me pidió otra oportunidad y yo estaba dispuesta a dársela. No tenía ni idea de que él y tú eran novios. Si lo hubiera sabido jamás habría dejado que me besara como lo hizo.
Mi corazón se hundió dentro de mi pecho. Un nudo se formó en mi garganta y las lágrimas comenzaron a picar dentro de mis ojos.
-Creí que había cambiado después del accidente pero veo que sigue siento el mismo mujeriego que era antes de que pasara lo que pasó.
Levanté mi mirada hacia Taylor y pude ver lágrimas resbalarse de sus ojos.
Yo no quería creerlo. No podía creerlo; Harry siempre había sido tan lindo conmigo. Siempre había sido un chico excepcional. ¿Cómo podía ser él un mentiroso?
-¿Cómo era Harry antes del accidente?-pregunté luchando contra el nudo de mi garganta.
Taylor me miró dudosa unos segundos y se cruzó de brazos mientras decía-Harry siempre fue un mujeriego. No le importaba herir a las mujeres con las que salía. A mi me engañó tres veces pero yo lo amaba lo suficiente como para perdonarlo.
Humillaba a las personas por su forma de vestirse o de verse, tomaba hasta perder la consciencia..., no era una buena persona.
Eso no sonaba para nada como al Harry que yo había conocido. No era el Harry tierno, cariñoso, amable y voluntarioso que yo conocía, pero él mismo me había dicho que no había sido bueno en el pasado.
-G-Gracias por decirme ésto-tartamudeé con las lágrimas escociéndome los ojos. -D-Debo irme, cuídate.
Comencé a caminar antes de que ella pudiera decir algo más. Cuando vi a Perrie se echó a mis brazos diciendo-¿Qué pasa?, ¿Qué te dijo?
Yo no podía hablar. Mi cabeza era una maraña de pensamientos y sentimientos encontrados. Quería creer en Harry pero él mismo me había dicho que él había sido alguien del que no se sentía orgulloso. Por otro lado, Taylor parecía tan dolida y herida. Tan sincera.
Mi celular comenzó a sonar y tragué el nudo de mi garganta para responder.
-¿Si? -dije con la voz ronca y temblorosa.
-¡Cariño, te esperamos para comer!, ¡Harry ha estado muy insistente con que te llame para que vengas más temprano!-dijo la voz de Anne por el teléfono.
Cerré mis ojos con fuerza luchando contra las lágrimas. No quería ver a Harry en ése momento. No quería tenerlo cerca.
-A-Anne, lo lamento mucho. Tengo mucha tarea, no podré ir hoy. Lo lamento mucho-mentí mientras luchaba contra mis inmensas ganas de echarme a llorar.
-Oh... -la decepción en la voz de Anne me partió el corazón -no te preocupes, cariño. Será otra ocasión.
-L-Lo siento-tartamudeé.
-¿Qué está mal?-espetó la voz de Harry de repente.
La sangre se me bajó a los pies al escuchar su voz pero yo no quería hablar con él en éstos momentos.
-Hablamos después, Harry. -dije.
Sin esperar a que me respondiera colgué el teléfono.