Pov Stiles
—¿A dónde vamos? —cuestionó Scott.
—Ya lo verás —respondí.
—Oye, tío, no deberiamos estar aquí. Mi madre está nerviosísima desde lo del instituto.
—Tu madre no es el Sheriff, ¿sí?— recalqué.— no compares creeme.
—¿Me puedes contar que hacemos aquí? —preguntó nervioso
—Sí. Cuando a tú mejor amigo lo dejan...
—¡No me ha dejado! —me cortó.— nos hemos dado un tiempo
—Bien... pues cuando a tu mejor amigo le dice su novia que se van a dar un tiempo... Y. —recalqué.— su otra mejor amiga por desgracia...—paré de hablar y sacudí mi cabeza.— a lo que iba, te emborrachas con él.
Levanté una botella de alcohol que llevaba en mi mano sonriendo de lado.
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—Tío, ahora no te rayes, solo es una tía más... —dije, o eso creo...— hay mogollón de tías en el mar.
—Dirás, de peces. — ¿peces?
—¿Peces?, ¿por qué hablas de peces? —respondí extrañado.— yo te estoy hablando de chicas. Me gustan las chicas. Especialmente las de pelo castaño..., ojos color miel, metro sesenta y dos...
—Un momento... ¿estás hablando de Cassi? —me miró incrédulo
—No vuelvas a decirle Cassi, así solo le digo yo. —repliqué como un niño pequeño.— Y... sí, exacto. ¡Como sabías que estaba hablando de... ¿de qué estaba hablando?
Continué hablando. —Oye no estás contento bebe un trago anda... —le ofrecí la botella.
—No quiero más.
—¿No estás borracho?— pregunté, creo que correctamente...
—Para nada.
—Sí eres lobo a lo mejor no te colocas... ¿se me nota?
—Mogollón —dijo aún serio.
—¡Sí! —exclamé alzando la mano.— venga tio, se que estás mal y que duele, lo sé. Bueno no lo sé, pero sé esto... ¡Sé que aunque duela que te rompan el corazón, estar solo y que mi chica esté en el hospital, es mucho peor. —paré de hablar y me reí.— se me va la pinza...
—Mira que tenemos aquí, dos putitas pillando un buen pedo...—que diablos.
—Damela —dijo Scott.
—¿El qué, capullo?
—A lo mejor, quiere un trago —respondió el otro.
—Quiero la botella.
—Scott... —dije.— deberiamos irnos.
—Me has traído aquí para beber Stiles... y no he bebido.
—Scott.
Este se levantó y encaró al que tenía la botella.
—Dame la botella. —puso sus ojos dorados y contestó con un gruñido.— dame la botella de whisky.
Mientras yo miraba como crecían sus uñas.
—Scott —repetí un poco más consciente de mis actos.
—Toma —respondió el tipo con miedo.
Scott se la quitó y la lanzó contra un árbol.
—Tío... dime que eso ha sido por la ruptura. —rogué cuando nos largamos.— o por qué mañana hay luna llena...
—Vamonos a casa —respondió abriéndome la puerta del Jeep mientras me tiraba.
—Scott... ¿crees que Cassi estará bien? ¿Que... despertará?
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Escuché mi corazón latir. Sentía una ligera presión en mi muñeca. Abrí mis ojos aunque automáticamente los cerré al sentir toda la luz dándome de pleno en la cara.
—Diblos... —gruñí.
Abrí mis ojos ahora lentamente aconstumbrándome a la claridad.
Miré a mi alrededor comprobando que estaba en una camilla del hospital. Miré mi muñeca y ví un tubo conectado con esta.
—Vaya...
Alguien abrió la puerta mientras yo me sentaba cómodamente.
—Señora McCall... quiero decir, Melissa —saludé.
—Oh, Cass. Despertaste. —me abrazó.— hemos estado muy preocupados por tí. Sobre todo Stiles, te viene a ver todos los días.
Sonreí.
—Gracias, Melissa. ¿Pero qué hago aquí? —pregunté confusa.
—¿No te acuerdas? Os quedasteis encerrados en el instituto Cass.
—Oh...
Mierda, ya me acuerdo.
Recuerdo, entrar en el instituto, correr junto a Stiles, Allison, Scott, Jackson y Lyd del alfa. Recuerdo que me rasguñó y que nos encerramos en el cuarto de química. De ahí nada más.
—¿Están todos bien? —pregunté preocupada.
—Sí, todos salieron ilesos excepto tú. —recogió una libreta.— tenías solo una herida en la pierna, aunque con la sangre perdida te desmayaste.
—Ya veo... —un segundo.— ¿tenía?
—Sí, curiosamente se te curó rápido. Bueno te dejo un descansar un rato. Voy a informar al doctor de que despertaste. Si te encuentras bien, igual te dejan salir hoy. —me guiñó un ojo mientras salía.
Me quedé mirando a la nada, al techo pero a nada a la vez, hasta que sentí la presencia de alguien. Giré la cabeza encontrandome con...
—¿Derek?
—Te mordió, ¿verdad? —preguntó seriamente.
—¿Qué... —oh.—bueno técnicamente me rasguñó.
—¿Se te curó?, ¿sientes olores?, ¿sonidos? ¿¡Algo!?
—¿¡Qué!? NO. No siento nada. Absolutamente nada.
Me miró intensamente.
¿Los hombres lobos pueden leer la mente?
Le respondí la mirada hasta que de repente se giró y se fue.
Oh genial, primero vienes me reclamas y te vas como si nada...
—Menos mal que se fue ese hombre lobo.
—¡¡AHH!! ¡Qué diablos! —le grité.— oh genial, primero Derek y ahora tú.
—Me llamo Logan.
—¿Qué quieres? —le contesté bruscamente.
—Te dije que te cuidaras Cassi. Ahora el proceso se adelantará —dijo Logan alzando la vista al techo.
—¿¡Qué diablos dices!? —chillé cerrando los ojos.
...
Abrí de nuevo los ojos encontrandome... nada.
Logan se había ido. Tenía la frecuencia cardiaca a cien por hora. Hasta que volvieron a abrir la puerta.
—¿Hablabas con alguien? —preguntó extrañada Melissa.
—Eh... no, no —dije dudosa.
—¿Estas bien verdad? Si quieres quedarte más tiempo en el hospital yo...
—¡No! —la sobresalté.— estoy bien, en serio. Gracias Melissa.
—¿Quieres que te deje en casa del Sheriff?
—No, está bien. Iré caminando.
Caminé con la brisa de la noche a paso relajado. No quería llegar a casa de los Stilinski, que se alegraran de verme, y hacer como si nada ha pasado.
Me paré en frente de mi casa, que quedaba al lado de la de Stiles, y me acerqué a la puerta.
Hacia mucho que no hablaba con mis padres así que saqué el móvil y les mandé un mensaje.
Cogí la llave que había debajo de una maceta y me la guardé en el bolsillo para caminar otra vez hasta la casa de al lado.
Piqué al timbre, esperando que me abrieran. Nada.
Mierda.
Me senté en el escalón a esperar a que el Sheriff o su hijo llegaran. Después de veinte minutos esperando por alguién sentí la luz de un coche dándome en la cara.
—¿Cassi?
—Hola Sti. —sonreí por su cara de asombro con una pizca de ¿alegría?
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—¡Dios mio! ¡En serio, acabo de salir del hospital! —grité un poco alterada.
—¿Más deprisa? —preguntó Scott mirando hacia atrás.
—Mucho más —contestamos Sti y yo.
Scott pisó el alcelerador provocando que suelte un chillido agudo.
—Dios mio, dios mio, nos vamos a matar —murmuré.
Para ponerlos en situación; nada más llegar Sti me agarró de la mano y sin determinar donde ibamos nos metimos en un coche conducido por Scott. En el que ahora estamos y el que está siendo perseguido por Kate Argent. Sí, la tía de Allison.
En resumidas cuentas: si salimos de esta vivos rezaré todos los días.
—Veo que no tienes claro el concepto de persecución Scott —soltó Stiles mirando hacia detrás, lo que provocó que mirara también.
—Si voy más rápido nos mataremos —contestó.
—Scotty agradezco tu preocupación, pero si no lo haces ¡ellos nos matarán! —volví a gritar.
Pisó a fondo el acelerador sin contestar.
—Se han ido. —suspiró Sti volviendo a mirar por el cristal de atrás para después encender la radio de los policias.
—A todas las unidades el sospechoso va a pie y está en las obras —dijo el Sr. Stilinski.
Nos miramos los tres con los ojos bien abiertos.
¿En que te has metido Derek?
—¡Para, para! —grité en cuanto localicé a Derek.
—¡Sube! —le gritó Stiles pasando a los asientos traseros, por poco tirandose encima mía.
Scott frenó, lo que le dió el tiempo suficiente a Derek a subir para que Scott volviera a arrancar mientras nos disparaban.
—¡Qué parte de no llames la atención no has entendido! —formuló más bien como una exclamación, mientras yo le ataba el cinturón a Stiles; para precaver.
—¡Mierda, lo tenía! —gritó también Derek.
—¿Al alfa? —preguntó Stiles echándose para delante sin dejarme acabar de ponerle el cinturón.
—¡Sí! —exclamó.— lo tenía delante, pero la puñetera policia a aparecido.
—Eh, solo hacen su trabajo —dijo Stiles ofendido.
¿No se puede callar verdad?
Derek le dió una mala mirada asustándole; y a mi también.
—Ya... —dijo "calmado".— gracias a que alguien decidió convertirme en el fugitivo más buscado de todo el estado.
—Habla de tí, Scott —murmuré echándome hacia delante rozando con la cabeza de Stiles.
—¿Podemos olvidarnos de eso? Ya se que la cagué, y lo siento.
—¡Ya está! ¿Cómo lo has encontrado? —pregunté a Derek quien dándome una mirada rápida volvió a mirar hacia delante.
—¿Puedes confiar en nosotros un segundo? — preguntó mas calmado Scotty.
—Y en todos —reclamó Stiles pero se corrigió con la; otra vez, mirada "matadora" de Derek.— oh solo en Scott y Cassi.
—La última ve que hablé con mi hermana estaba apunto de descubrir algo. Sabía dos cosas. —presté atención.— la primera, de un tal Harris
—¿Nuestro profe de química?— asomó otra vez la cabeza Stilinski provocándome un golpe en la nariz.
—¡Stiles! —alcé la voz gruñendo.
—Oh dios Cassi, yo lo siento, yo...— decía pero yo estaba prestando atención a Derek y Scott agarrándome el puente de la nariz.
—¿Y por qué él? —le pregunté a Derek.
—Todavía no lo sé —respondió con cara de derrota.
—¿La segunda? —preguntó; esta vez, Scott.
—Una especie de símbolo —abrió el papel monstrándonos un dibujo.
Oh mierda.
Miré a Scott rápidamente mientras me volvía hacia el dibujo.
—¿Qué? ¿Sabeis que es?
Por desgracia sí, es...
—Lo he visto grabado en el colgante de... Allison.
Y cada vez hay más problemas.
Pensé mirando hacia Stiles.
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—No me será nada fácil, ¿por qué no lo hace Cassi?
—Oh no, a mi no me metais en eso, NO. —negué moviendo frenéticamente las manos.
—Pregúntale si te lo presta —dijo Stiles acomodándose su mochila.
—¿Cómo?
—Sí, ¿cómo? —dije sabiendo que vendría la parte del sarcasmo de Stiles.
—Es fácil, preguntale "oye Allison ¿puedes prestarme el colgante para ver si descubro algo con él que me lleve al lobo Alfa, que por cierto he de matar para que podamos estar juntos?". —solté una carcajada agarrando la mano de Stiles y dándole una palmada en el hombro.
—No me ayudas. —negó Scott.
Mi turno; —¿Por qué no hablas con ella?
—No me habla —suspiró mirando hacia delante.
—¿Y si solo se lo quita para ducharse o algo así?
—Precisamente, tienes que entrarle suave. —ya está el mal plan a la vista.— tienes que recordarle los buenos momentos y entonces... le preguntas por el colgante... ¿Te la estás imaginando en la ducha verdad? —le pegó.
—¡Scott! —grité riéndome.
—Sí, lo siento.
—Concentrate, el colgante, el Alfa, curarte y Allison. En ese orden. —dijo Sti mientras nos empezamos a ir.
—Estoy de acuerdo, excepto por el plan, con eso no mucho.
Dejamos a Scott solos para irnos por otro lado.
—¿Qué tienes ahora? —me preguntó.
—Quimica, ¿tú? —sonreí.
—Em, espera que miro. —bajó su mirada hasta su mano provocando que hiciera lo mismo. Al ver nuestras manos aún juntas y esta vez con los dedos entrelazados me sonrojé. Iba a quitarlos pero Stiles me los apretó dándome una sonrisa.
Y sí, me sonrojé más.
—No importa, lo miró luego cuando llegué al casillero. Aún así creo que también tengo química.
Y seguimos hablando hasta nuestros casilleros. Caminando juntos. Con las manos entrelazadas.
••••••
1894 palabras.
Wow.
Bueno, bueno... ¡ya estoy de vuelta!
Porfín acabé los examenes, menooos maalllll.
Y dentro de una semana es Navidad!!! ¿Alguién más ilusionado?
Quería haceros una pregunta, ¿de qué país son?
Yo soy de España ^-^.
Otro asunto importante, hice un "trailer" de la novela. Un poco cutrillo porque no tengo ningún programa ni nada, tampoco se me da muy bien😂. ¿Os gustaría que lo subiera con el próximo capítulo?
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