Me despierto muy contento después de todooooo lo que paso en la noche anterior, con una cara de pastel que no puedo disimular, y lo primero que me encuentro es la cara de Bryan, con un gesto que pareciera que fuera el mismísimo demonio, yo me asusto y le digo:
- que te paso, ¿dormiste mal o qué?-
El con el mismo gesto me mira y dice: - para nada, dormir muy bien, solo que hace rato me levante y tu madre y su amiga nada que se despiertan y tengo mucha hambre. ¿Quién va a cocinar?
No puedo disimular y suelto una carcajada que se escucha por el lugar y lo miro sin más remedio que alzar los hombros
- No es gracioso ¿sabes? Me dice inflando sus cachetes como un niño haciendo berrinche-
- para mí lo es y MUCHO- exclamo en voz alta para luego continuar con mi idea- pero fresco, relájate que ya voy a ir a cocinar- para nadie es un secreto que este chico no sabe cocina, y mucho menos que cuando le da hambre se pone de mal humor.
Me paro y de la cama estirándome un poco y poniéndome mis chanclas (sandalias) para dirigirme al baño a lavarme los dientes, las manos y ahí si encaminarme a la cocina.
Pasaron 20 minutos con un Bryan azarándome a mis espaldas, justo sentado en el comedor, y yo procedo a servir el desayuno, preparé huevos revueltos con salchicha ranchera y queso, arepa asada y un vaso enorme de milo para cada uno.
Mi madre y su amiga nada que despertaban, por lo que nos adelantamos nosotros para no importunar el sueño de ellas.
- esta delicioso ¿sabes?- me dice Bryan con la boca llena.
- Lo se me han enseñado a cocina muy bien, pero come primero y luego habla maleducado.- lo reprendo por su mala acción.
- Que aburrido eres, pareces una anciana, es más te pareces a mi abuela Ruby-
Lo fulmino con la mirada y le señalo el dedo grosero con mi mano y él se hace el aterrado.
- y dice que yo soy el maleducado, hablare seriamente con tu madre acerca de tus modales, con permiso pasa por mi lado dispuesto a llevar sus platos a la cocina.
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No tengo ganas de arreglarme aun, ya mi madre en compañía de su amiga se levantaron desayunaron, y se arreglaron para ir a una finca que queda cerca de la zona donde viven unos amigos de ellas.
Yo acostado con los ojos cerrados, pero sin estar dormido siento que alguien se tira bruscamente a mi lado:
- ¿hola que haces?- me pregunta enseñando todos sus dientes en una sonrisa boba
- aquí a punto de tirarme de un paracaídas, ¿que no ves?- respondo con ironía y seriedad
- Que bobo Felipe tu dañas todos lo momentos, yo que disponía hablarte tiernamente de mis sentimiento y a tratar de que te sintieras especial y tú lo arruinas – luego de ese comentario pone cara de tragedia
- aaah que pena – suspiro con algo de gracia, sabes como soy pero bueno dímelo todo, ¿Qué sucede? – actuó con seriedad (fingida)
- que tú eres un odioso, porque claro ayer me robaste un beso y me dejas antojado, ¿y sabes qué fue lo peor?- cuando yo iba a responder me hace callar volviendo hablar- que en todo el día no ni siquiera me has dicho algo al respecto.
- ni siquiera sé que decir, ni he pensado en eso, como te digo me resulta muy confuso lo que paso y mucha más confuso me resulta que te haya robado un beso, yo nunca había sentido nada por un hombre y para mí esto es nuevo.
- ¡¡Enserio!! Sientes algo por ¿mi? Waoooooo- se pone las manos en sus mejillas y abre su boca como si estuviera pronunciando la O
- cállese bobo- le digo tratando de disimular la pena que tengo en estos momentos- además como que tienes mucha cancha seduciendo hombres- le digo con picardía.
El me mira bastante serio, creo que la embarre con ese comentario, pero luego sonríe y me dice- Jamás Juan Felipe me he metido con un hombre, y más aún Jamás imagine meterme con uno, tu eres la excepción que confirma la regla, Tu-dice tocándome con su dedo índice- eres mi gran excepción.
- wao que responsabilidad ha de tener ser esa excepción- digo rodeando los ojos
Él sonríe y se acerca peligrosamente hacia mí, a lo que yo grito – RUUUUUN BITCH- y salgo corriendo de la habitación.
Rápidamente Bryan me alcanza justo cuando voy por la sala y me dice - ¡¡te atrape!!
Yo sonrió y le digo – okey ten tu premio – dándole un beso suave.
Pero con ese beso le demuestro lo que no he sido capaz de decirle, que me trae loco, que me gusta mucho, que no me importa nada pues él es la persona más especial en estos momentos para mí.
Se escucha abrir la puerta y mi reacción es empujar a Bryan tan fuerte que cae al mueble de la misma, y al caer se golpea su pierna izquierda yo me hago el relajado y me tiro al piso.
- ¿qué están haciendo?- pregunta Ximena la amiga de mi madre con cara de duda
- Jugando a las luchas- respondo con una sonrisa descarada, me sorprende la capacidad que he adquirido para mentir, antes ni siquiera hubiera reacción y todo hubiera sido un completo fiasco.
- muchachos, siempre en las mismas- responde mi mamá, prosiguiendo al interior de la casa.
Ya ellas estaban lejos, Bryan y yo estábamos en el patio trasero sentados comiendo mandarina, él me dice:
- oye Felipe de verdad muchas gracias, contigo he vivido tantas cosas y todas han sido geniales, la verdad es.... que te quiero mucho, que me encanta estar contigo y que cada día me va a doler más saber que me iré del país, y estaré lejos de ese ser tan especial, de ese gordito que me saca tantas risas, y que tiene esa boca que me hace enloquecer por un beso suyo- se queda pensativo mirando hacia las plantas del sitio.
- Sabes que no eres el único que siente cosas aquí, y no soy gordito, estoy llenito de amor, pero bueno volviendo al tema, aquí el único que tiene que agradecer soy yo, pues si tú has vivido momentos felices mucha más yo y cada día me pregunto que viste en mi para que fuera tu amigo y más aún que tengo para gustarte, no nos preocupemos por el futuro ni por tu viaje, disfrutemos este momento y vivamos al máximo hasta donde podamos- dicho esto el me empuja y se acuesta encima de mí para acariciar mi mejilla y robarme un beso, delicadamente.
- Besas como señorita- le digo, a lo que él me muerde el labio inferior y me saca un poco de sangre. - sigo pensando lo mismo bella dama- diciendo eso me paro y salgo victorioso del patio.
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Después del paseo más extraño e interesante de mi vida, me estoy a vistiendo para ir al colegio, se rompe mi burbuja, lastimosamente vuelvo a mi cruel realidad, a mi rutina que resulta ser tan nefasta como aburridora, cuando estoy con Bryan me siento único, seguro de mí mismo, siento que soy capaz de lograr cualquier cosa que se me presente.
Aunque la realidad es distinta, si bien el me ve como un atractivo singular en el colegio sigo siendo "Barney" el gordo feo, o cualquier apodo que se les ocurra, poco o nada tengo en cuanto a relaciones sociales hablando, solo tengo 2 amigos, que aunque son mis amigos se burlan de mí, aunque son igual de feos y marginado yo, por su lado esta Cristian, es delgado en exceso y una unos anteojos tan grandes y con tanto aumento que parecen lupas, es muy extraño a primera vez, pero por los menos es un buen amigo, por su otra parte se encuentra Diego él no es tan delgado pero tampoco gordo, es de afrodescendiente y en realidad es muy bromista, solo mantenemos los 3 y ninguno tiene otros amigos que no seamos nosotros.
Caminaba despistado por los pasillos pensando en los deberes del día, cuando de repente siento que me toman del brazo y me arrastran, hacia uno de los baños, yo no identifico quien es pero a oír sus burlas y apodos, me doy cuenta que son los brabucones, del colegio, me encierran en un cubículo y comienzan a lanzarme encima las canecas que contienen restos de papel higiénico usado, proceden a echarme huevo, papel, un sinfín de cosa yo nada más lo esquivaba como era posible, pero todo me caía encima, me gritaba cosas como – No que te gusta comer ¿mucho?, pues aquí está comete esto gordo de Mier....
No paraba de llorar, me sentía ruin, débil y humillado, no decía nada pues no sentía fuerzas para hablar ¿porque me paso esto a mí? me odiaba por ser como soy, cuando sentí que se fueron mis verdugos, comencé a escuchar la voz de mis amigos, que me preguntaban si estaba bien, yo me quede callado, no tenía fuerza moral para hablar.
Cuando me sentí mejor y con fuerzas, tome el picaporte y salí oliendo a mil demonios, mis amigos me miraban con compasión, aquello me dolía mucho más, jamás me ha gustado causar lastima.
Me encamine por los pasillo del colegio hasta llegar al salón que me correspondía y en el camino todos se burlaban, me gritaban cosas horribles, me señalaban, me sentí como lo más bajo de este mundo, no era capaz de sostenerle la mirada a nadie, tan solo caminaba mirando hacia el suelo.
Al llegar a mi salón, tome mis pertenencias y me volé por un hueco que se encuentra en las rejas atrás de la cancha de futbol. Cuando llegue a mi casa, mi madre asustada me pregunto que me había pasado, le mentí para no preocuparla y le dije que me había caído en un bote de basura al tropezar, me encerré en mi cuarto y saque mi "caleta", así le llamo a una caja que mantengo escondía bajo mi cama llena de frituras, panes dulces, y chocolates, con los ojos aguados y una música tétrica de fondo, comencé ahogar mis penas en la comida, engulléndome todo lo que se encontraba en esa caja y llenando mis cachetes de comida.
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Una semana después del incidente mi vida no cambia pero, almenos ya mañana salimos a vacaciones de semana santa y tendré una semana sin ver a nadie de ese apestoso colegio, nadie me va amargar mi vida y voy a poder estar en mi habitación tranquilo y sin que me molesten o digas cosas feas, siento mucho miedo cada mañana al ir a la escuela, siento miedo de ver las personas, siento miedo de que no me respetan y más aún siento tristeza de saber que soy lo más bajo que hay en el colegio.
Mi madre se irá a visitar a mi abuela y a una tía al campo, la verdad es que no me encuentro bien de ánimos para ir al campo, entonces les insisto en querer quedarme, y que mantendré la casa en orden durante toda la semana que se ausenten, luego de tanto rogar ella acepta y decide irse sin mí.
Por el día domingo en la mañana mi madre ya con sus maletas listas y ella bien arreglada se despide de mi dándome un sinfín de recomendación, ya saben cosas como no le abras a los extraños, si escuchas un ruido corre en dirección opuesta de donde proviene, que no deje la estufa de gas encendida o si no hare explotar la casa y volare a china, en fin ideas descabelladas y absurdas que solo pasan por la loca cabeza de mi madre, cierra la puerta y sale dispuesta a encaminarse a verse con mi abuela y mi tía, yo me quedo en el mueble de la sala y me dejo llevar por mis pensamientos.
Esta semana será sola, aburrida y deprimente como todas las anteriores, cuando me encarreto en mis pensamientos depresivos, escucho que llaman a la puerta, mi mama siempre olvida algo que cosa con ella.
Pero estaba muy equivocado al abrir la puerta entra Bryan con sonrisa de oreja a oreja y una cara de recién levantado que me resulta bastante graciosa.
- Hola como vas, como puede ser que seas tan malo, tantos días y ni siquiera me has llamado ni me has enviado un mensaje al Messenger, que triste Felipe pensé que era importante para ti- me dice haciendo una actuación de tristeza.
- Oye lo siento, la verdad es que estos días no he estado de ánimos y además he tenido muchos trabajos en el colegio ya sabes cómo es eso, pero el hecho que no te halla llamado o buscado no significa que no te haya pensado bobo- digo esto encaminándome a mi cuarto, mientras el me sigue.
- y bien que tienes planeado para esta semana, para donde es el paseo –
Yo lo miro mientras organizo mi habitación y le digo – nada estas vacaciones no quise ir a ningún lado, no tengo ganas, me quedare aquí solo toda la semana, mientras mi madre se fue a visitar a mi abuela y a mi tía.
- enserio vas a estar aquí solo toda la semana, que mal Felipe, yo también me voy a pasar las mejor semana santa de mi vida y lo mejor con alguien muy especial para mí, es más me cogió la tarde te dejo adiós- posterior a eso sale corriendo y se va de la casa
No puedo negar que me entristecí cuando dijo que se iba, conservaba la esperanza de que compartiéramos almenos un día de esta semana y así no me podría aburrir tanto, pero sin duda alguna más que tristeza me dio rabia, como así que se la mejor semana y peor aún que con una persona muy especial para que eso, será que conoció alguien que le interesa más que ¿yo?, tan poco me duro la alegría, no puede ser, eso me pasa por bobo, por dejar pasar las cosas.
Mejor me voy a dar una ducha y así despejo un poco mi cabeza, de nada me sirve estresarme, bueno eso es lo que intento pero resulta imposible.
Cuando cantando en pleno concierto de opera donde soy la estrella principal de mi baño, y enjabonando mi cabello, escucho la puerta.
Y grito - ya voooy-
Como puedo, me enjuago mi cabello y cuerpo, mientras tocan la puesta desesperadamente. – que ya voy hombre, esperen que veringo no voy a salir- grito con algo de molestia
Cuando ya me he puesto en condiciones, me dirijo abrir la puesta y me encuentro a un chico parado con un maletín y muchas frituras y dulces, arre costado en la puerta, mirándome con picardía, si señores, es ¡BRYAN!
- ¿Qué se te quedo?- le digo en un tono seco
- no nada solo vine a pasar las mejores vacaciones de semana santa, con una persona muy especial para mí- enseguida de ese comentario entra a mi casa y se instala.
- venga venga, no entiendo ¿no que te ibas?, explícate.
- hay Felipe siempre tan lento- suelta una carcajada – tu eres esa persona especial, y contigo voy a compartir esta semana de vacaciones, vendré a quedarme aquí contigo ¿entiendes? O te hago figuritas con plastilina.
-tú lo que quieres es que yo sea tu mucama esta semana, bobo, tú no sabes cocinar y quieres que yo te alimente, pues no, me niego- respondo cruzándome de brazos y dándome la espalda.
En ese instante siento unos brazos rodeando, yo reacciono alejándome, y diciéndole – wou wou cálmate ¿Qué fue eso?-
-cálmate, es tan solo la primera de las muchas caricias que te voy a brindar esta semana- alza una ceja y me mira con cara de coqueto.
- eres un degenerado ¿lo sabe? – Le digo mientras llevo su maleta a la habitación de huéspedes y la acomodo sobre la cómoda que se encuentra en el lugar, - aquí vas a dormir, lujurioso- exclamo
- ¿enserio Felipe?, renuncio a ir a la playa para quedarme contigo y ¿esto es lo que me das, una cama fría y sola?
- hahahaha fue tu decisión quien te manda a bobo- digo entre cortado por la risa
El hace un puchero y se sienta en ella, recuerdo que he dejado mi ducha a mitad de camino, lo dejo ahí mientras retomo lo interrumpido.
El me espera y cuando ya estoy listo lo miro, y ya dejando el juego de hacerme el difícil a un lado me le acerco, pues este esta con los ojos cerrado, supongo que está dormido.
Le contemplo esos labios que tienen, sus cejas y esos ojos que aunque estén cerrados, me parecen fascinantes, ¿Por qué nunca lo había visto de esta manera antes? ¿Será que esta atracción que siento por él es de antes, o recién comienza?
Me acerco lentamente hacia él y le robo un beso, junto mis labios con los suyos, el ronronea como un gato cuando lo acarician, y abre un poco la boca en señal de que le gusta mi beso y quiere continuar.
Yo me recuesto en la cama, y entierro mi cabeza en su cuello, estando cerca de su oído le susurro:
- porque me gusta ¿esto?, jamás me habría imaginado en esta situación, es muy raro- digo aun con los ojos cerrados – pero me gusta y mucho Bryan, tú me gustas mucho a pesar de los raro que sea esto quiero seguir.
Siento como el aclara su garganta – y me dice algo ronco - tengo que admitir que si a ti te gusta a mí me encanta que estemos aquí y ahora en esta situación- me mira con mucha seriedad para continuar diciendo- eres mi gran excepción y solo quiero disfrutar estos momentos contigo, sin pensar en el mañana.
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