Se que ando retrasada con colgar caps, cuelgo esto medio dormida, denle a la estrellita y comenten, les amo.
-No se preocupe señor...no me desmayaré-Me tranquilizó bastante la noticia.
-Preparalo todo mientras yo me alisto.-Asentí y salí corriendo con una sonrisa a prepararlo todo, me encanta montar a caballo y cuando mas lejos mejor.
Al tener los caballos listos fui a ir a llamar al rubio pero allí estaba el, mirando como hacia todo eso.
-Vámonos-Empezamos el camino ,que por cierto era muy malo y se notaba por lo nerviosos que estaban los caballos.
Me sonaba ese camino, ya había pasado yo por allí...
A las tres horas a pleno sol de la mañana llegamos a un terreno llano donde se podía observar que había un pequeño pueblo.
Fuimos directos a una cantina, ambos íbamos con unas capas holgadas, el con una marrón y yo con una negra.
Al entrar a ese lugar que realmente estaba oscuro, lleno de borrachos y meretrices el calor disminuyó un poco.
-Tssk, aquí no se puede ver nada, no te muevas de aquí que voy a ir a buscar a alguien-Asentí y miré a mi al rededor.
Laxus intentó hablar con alguien pero nada.
-No lo encuentro y nadie quiere decirme donde esta-
-¿Como se llama?-
-Bacchus, el jefe de la cantina, joder, nadie quiere hablar.-
-Es el príncipe, oblieales-
-No quiero que sepan quien soy...-Tomé aire y apoyé mis manos en sus hombros.
-Mi señor, salga y espéreme fuera, no haga preguntas por favor-Me miró extrañado.
-Por favor...-repetí y el me hizo caso.
Fui al primer chico que vi y aposta hice que tirase su copa sobre mi.
Me quité la capa dejando ver toda la parte manchada que era casi toda la parte del escote.
-Joo...mira como me has puesto...-Posé mis manos en su torso y fingí falso pesar.
-L...lo siento.-El chico estaba tartamudeando.
-Me ayudas a secarme, aquí no hay casi luz, vamos fuera anda...-
-Si quieres voy hasta el infierno-salí yo primera y nada más hubo cruzado la puerta le empuje contra la pared.
Le puse una daga en el cuello.
-Vas a temer por tu vida y obedecerás, vas a entrar y le dirás al halcón que el demonio le espera fuera...-Apreté mas la daga haciendo que un hilo de sangre decorase su cuello-si fallas te buscare y te mataré...-El chico asintió y corrió para dentro.
-¿Se puede saber que haces?-Preguntó Laxus.
-Ayudarle, usted es mi amo y señor, debo ayudarle en lo que pueda-
-Oh, así que además de pasar siglos sin venir, cuando vienes agredes a mis clientes...-Salió por la puerta Bacchus, un viejo amigo.
-Me enteré de lo que paso, sí huiste y buscas asilo has venido al sitio adecuado, mi demonio no servirá a nadie.-
-Callate, vas a ayudar a mi amigo y le dirás lo que necesita saber ¿entendiste?-Bacchus asintió, es conocido por saber y tener toda la información que necesitás.
-Ven y dime...-Laxus le acompañó dentro y yo me quede fuera.
Pov Bacchus.
-Así que tu eres el que ayudo a la albinita a escapar, seguramente te gusta, tiene un cuerpo tan ardiente que incendiaria hasta el hielo-
Notaba como el chico de la capa se ponía tenso, así que Mirajane encontró el amor eh.
-Quiero saber lo que sepas sobre el asesino de Makarov Dreyar...-tragué duro.
-Cuanto estas dispuesto a pagar...dime...-el de la capa saco una bolsa llena de relucientes monedas de oro.
-Toda la información de eso esta colgado al cuello de la albina...la llave es la clave, es lo único que se...-Noté lo extrañado que estaba el chico.
-Ahora vete y no le digas que yo te dije.-El chico en total silencio se levanto y salió.
Pov tercera persona.
Laxus estuvo callado todo el camino de vuelta y Mira igual.
-Si necesito algo luego te mando llamar, ahora largate...-La actitud de Laxus desconcertaba a la albina.
Mira fue directa a su cuarto y descanso un poco, pero al poco tiempo entro una mujer mayor, la madre de Wendy, Grandine .Porlyuska para los mas cercanos.
-¿Porlyuska-sama que ocurre?-Estaba agitada y aguantando las lágrimas así que en seguida todas las alarmas de la albina apuntaron a un único hecho, Makarov.
La albina se levanto rápido y corrió para sujetar por los hombros a porlyuska.
-¡¿Qué le pasó?!-Su voz sonó mas alto de lo que ella pretendía y también mas afectada.
-Parece que no le queda mucho muchacha, solo quiere ver a una persona y esa eres tu, eres la única que lograra que ese viejo cabezota vuelva a tomar su medicación.-
-¡¿No toma la medicación?!-La albina hecho a correr, le importaba verdaderamente poco el echo de no poder salir.
Con una rapidez impresionante esta salió con lágrimas en sus ojos.
-¿Donde te crees que vas?-Uno de los guardias de la puerta la sujetó, pero ella solo tuvo que sacar a flote sus dotes para dejarlo a el y a su compañero en el suelo, sabía que las ropas que vestía llamarían la atención pero le importaba una mierda.
Entró a la cantina que se encontraba poco animada y todos se giraron a ella.
-Mira...-Susurró Gildarts, ella asintió dandole a entender que sabía de la situación.
Entro en la barra, abrió un cajón y de el saco un frasco con pastillas.
Se limpio las lágrimas y abrió con la llave el cuarto de Makarov donde se encontraba un viejo en la cama con los ojos cerrados.
-¡Arriba!-Gritó la albina haciendo que el señor bajito se asustara y abriese los ojos.
-Tomate esto y te juro que si pones tan solo una excusa te mato,¿Sabes lo preocupada que estaba?¿Qué es esto de que no tomas tu medicación?-
-Je je...ya voy.-el anciano que se veía muy cansado no tuvo fuerzas para rechistarle a su niña. Se tomo su medicación y se vio obligado a volverse a acostar y a cenar algo, porque ya era hora de cenar.
-Yo me voy ya master.-La albina no lo quería aceptar pero se encontraba mal, estaba cansada y sentía que en cualquier momento se uniría al suelo.
-Comportate, ¿si? Come bien y toma las medicinas.-El viejo asintió con un poco mas de color en las mejillas.
Cualquiera en el lugar de Mirajane tendría miedo, había golpeado a unos guardias reales y había huido, tendría un castigo severo o tal vez la muerte pero seguía sin ser algo que la afectase.
Estaba atravesando el bosque ya que era la manera mas rápida de llegar al castillo cuando...
En el castillo Laxus acababa de enterarse de la noticia, estaba dispuesto a castigar el mismo a esa insolente así que mando a sus mejores hombres a buscarla.
Estaba molesto y muy enfadado. Alguien tocó la puerta de su despacho.
-Pasa...-Vio a un soldado con el que tenía algo de relación.
-Señor, encontré a Mira, estaba en el bosque...-
-Pues mandala llamar ahora mismo, yo voy a encargarme de que reciba su castigo.-
-Ahora no podrá ser señor, cuando la encontré estaba inconsciente y aun no ha despertado.-Los ojos de Laxus salieron de sus órbitas.
-¿Que?¿Donde esta?-
-En su cuarto.-El príncipe se dirigió al cuarto indicado...
-Es mi culpa Mirajane-san-
Pov laxus.
Vi como una mujer, la mujer encargada de cuidar a los enfermos del castillo, llorando sujetando la mano de Mira.
-Es mi culpa Mirajane-san-No entendía que decía esa señora, ¿por que era su culpa?
-Yo te dije aun sabiendo lo impulsiva que eres, sabía que tu le obligarías a tomarse su medicina, a que se dignase a comer, a que no se dejase morir...Pero es que estaba tan mal que me preocupe demasiado, no debería habertelo dicho. Sabía que tu eres la luz de sus ojos, en cierto modo te hice sentir culpable, sabías que el esta así desde que te fuiste y te sentiste culpable, pero no lo eres, la culpable es la buena para nada de tu madre y ese maldito viejo.-
-Ejem, ejem...¿Sabe usted que esta dormida y que no la escucha?-Mis palabras no fueron las mas sabias pero bueno...
-Oh, príncipe...Si, lo se.-
-¿Que tiene?-
-Pues que se resbaló y se golpeó quedando inconsciente, además muestra signos de estar agotada, pero creo que con una noche de descanso bastara para que se ponga bien.-
-Yo me quedo con ella.-La preocupación se adueñó del rostro de la señora mayor de cabello colorado.
-Tranquila, no pienso dañarla.-Ella asintió y se marcho, seguramente no me creyó, pero no le quedaba de otra.
Se veía tan frágil que me sorprendí y todo, parecía que hasta una brisa suave sería capaz de romper a la mujer insolente y fuerte de cabellos blancos.
Tenía unas ganas incontrolables de besar esos rosados labios que parecían libre y ajenos a todo pecado existente.
Me conformé con pasar mi mano por su cabello...me sorprendió poder pensar de manera tan cursi, pero al parecer puedo.
Se removió un poco, parecía una niñita pequeña, casi me rio por eso.
Hasta ese momento no me fije en la venda que tenia en la frente, tonta...No debería ponerse en peligro.
-Si sigues mirandola así la vas a desgastar tío...-Al girarme me encontré con el estúpido que molesto mi tranquilidad.
-¿Tu eres idiota o que? Sal de aquí imbécil.-Era el idiota de Bickslow.
-Okay, okay, solo te venía a decir que tu padre te mando decir que mañana por la tarde va a tener visita y tu tienes que cenar con ellos.-
Tssk, a veces pienso que ser el maldito príncipe es un total asco...
-Allí estaré, ahora largate.-No dijo nada mas y se fue para mi tranquilidad.
No se cuanto tiempo me quede mirando a Mira como si fuese gilipollas.
Alguien tocó la puerta, eran dos sirvientas.
La pequeña niña peliazul y la chica de pelo morado corto.
-Oh, di...disculpe príncipe Laxus...veníamos a ver como seguía Mira-san.-dijo la peli morado.
-Pues dormida, ¿Algo mas?-
-En realidad no esta dormida, esta inconsciente...-La niña de unos doce años me corrigió para luego recibir un codazo de la mayor.
-Vamonos, ya no le molestamos mas señor-Cuando se fueron recordé las palabras de ese bacchus,todo tiene que ver con la llave.
Al mirarla me di cuenta de que estaba sujetandola fuertemente,aun asi le quite el colgante y su cara mostro angustia.
¿Que tenia que ver una llave con la muerte de mi abuelo?No conocia mucho a esa esclava testaruda y peleona pero no la veia capaz de dañar a nadie,ademas,en esa epoca ella debia ser una cria.
A saber cuando me quede dormido con su colgante en mi mano.
Pov Mira.
senti un dolor punzante en mi frente,lleve mi mano alli sin abrir los ojos...
-Auch...-Abri los ojos por el dolor y me encontre de frente a un chico recostado en una silla dormido.
¿Que hacía yo aqui o peor que hace el aqui?
Me fije en un dije que el principe idiota tenia en su mano...
Lo cogí en mis manos y tire de el de una manera algo bestial.
-¿Eh?¿Qué?-Abrió los ojos y me miro para luego observar mi colgante de neuvo en mi poder.
-¿De donde es esa llave?-
-Mi señor,esa es la llave antigua de la cantina donde trabajaba,la guardo por cariño.-Era temprano,ya de día.
Mañana revisare otra vez si esta algo mal en el capitulo, me voy a domir, besos.
Att:Un zombie del sueñop.