Maratón recta final 3/5
Narra Ariana
No me extraña que ______ (Tn) decida no aparecerse. Creo que todo fue una excusa que inventó Chloe, porque en realidad pilló a mi mejor amiga y a Calum en un momento de tensión. La única que no parecía entender que estaba pasando era Alaska.
—¿Estás segura que ______ (Tn) quería que nos adelantáramos? —le pregunta a Chloe como por décima vez.
Les juro que no entiendo la insistencia de Alaska, sé que ella y mi amiga son muy unidas, pero parece haber algo más. Quizá tenga que ver con el hecho de que Ashton esté tan distraído y distante.
—Estoy más que segura, Alaska. —le responde Chloe sorprendiéndome a mí misma por la paciencia que está teniendo.
Una vez que le responde eso sigue caminando y Alaska la sigue por atrás. Me siento mal sabiendo que Alaska no tiene con quien conversar y tenga que correr detrás de Chloe sabiendo que ellas dos son como un tierno bambi a la siga de una pantera.
La lógica no está con nosotros hoy.
Doy un paso para caminar detrás de ella, pero un brazo me detiene. Me giro para encarar unos hermosos ojos celestes suplicantes.
—No me dejes ahora, Ariana. Por favor no te arranques de mí hoy.
Juro ver un puchero que me derrite hasta que no quedan más que mis ojos en el suelo. Como puedo recojo todo mi orgullo y me aclaro la garganta meneando la cabeza.
—_______ (Tn) no está y no quiero que se sienta mal luego porque dejé a Alaska sola. —le digo tratando de sonar normal.
—Quizá ______ (Tn) decidió por fin encargarse de ella mismo hoy. Te recomendaría que lo hicieras también.
Suena bien sabiendo que ______ (Tn) siempre está preocupada por todos nosotros, pero mi único papel aquí es hacerlo cuando ella no está y son solo pocas veces cuando eso sucede.
—¡Estamos casi en la hora! —grita Ian captando mi atención y haciendo que todos riamos, esperen, no todos... ¿Es que Alaska no está riendo? Y, ¿Dónde diablos se metió Ashton?
—¿Ves? —dice Luke captando mi atención de nuevo—. Alaska la está pasando bien.
Miro en dirección a donde esos ojos celestes me guían. Alaska se encuentra conversando con Curtis mientras Ian posa para unas fotos. ¿Por qué tuve que ver eso? Como si no fuera suficiente verlo luciendo horrible todos los días.
—¿Podrías ser solo mía esta noche? —me vuelve a hablar haciendo que mis rodillas se sientan menos estables. ¿A poco si pasaba? Odio admitir que no es fantasía de libros.
—Eso está difícil, Luke, ya sabes, no tengo dueño. —le digo con aires de grandeza mientras me encojo de hombros.
—Eso no durará mucho tiempo.
La sonrisa ladeada que se instala en su boca me deja sin aliento mientras ni siquiera puedo procesar sus palabras. ¿A caso habló de tomarse un zoológico?
No digo nada y él tampoco, toma de mi mano produciendo un escalofrío en todo mi cuerpo. Lo miro en seguida sabiendo que significará esto mañana para él... para todos.
Sus ojos me lo dicen todo, pero quiero escucharlo de su boca. Sus ojos brillan con tanta intensidad y su sonrisa busca hacerme sentir cómoda, ¿Cómo es que no lo entiende? Siempre que estoy con él todo el nerviosismo se va, como con ningún chico. Siempre recuerdo a mi madre burlándose de mí por mi poca capacidad de entablar una conversación con un chico, incluso ella supo que Luke era ese chico.
—Ariana, ¿Cuándo entenderás que no me avergüenzas? —sus palabras suenan tan suaves y tiernas que solo mantengo su mirada—. No habría aguantado ni un minuto más sin poder presumirte al mundo entero.
No pasó mucho tiempo antes de que Chloe y Mike desaparecieran. Ian seguía con su sesión de fotos y Alaska era su nueva camarógrafa. Ashton con el mismo genio, pero esta vez no me pienso meter, porque son amigos y los amigos arreglan sus problemas.
Se siente raro sin la tonta de mi amiga haciendo que todos rían con sus tontas ocurrencias, pero supongo que incluso ella merece un descanso de nosotros, digo, ¿Cómo no se aburre? Yo no podría. Tener que estar con todos nosotros, entendernos, aconsejarnos, unirnos y darnos lo que necesitamos. ¡Dios, suena agotador!
—Mi mamá me está llamando, ya vuelvo. —me dice Luke. Yo asiento aún ida y él desaparece entre la multitud.
Mike y Chloe siguen desaparecidos, Alaska parece haberse aburrido de su profesión y la entiendo, digo, con un modelo como Ian cualquiera. Ashton está alejado, pero no pienso salvar su noche, que lo haga él mismo. Curtis... bueno, él como siempre está tranquilo.
10...9...8
¿Qué? No me digan que ya estamos casi a media noche. Dios, ¿Dónde está Luke?
7...6...5
Me muevo como puedo empujando a todos lo que me estorban y me miran con cara de no querer moverse. Juro haber visto a Luke girar por aquí.
4...3...2...
Miro todas las cabezas con la esperanza de encontrar una rubia, pero todos parecen ser Luke en mi subconsciente. No me gusta la idea estar sola en este gentío, menos lejos de todos.
1... ¡Feliz año nuevo!
—¿Ariana?
Me giro con la ilusión a mil, pensando que puede ser Luke, pero no es así y mi boca se abre por completo cuando la veo.
—¿Aleisha?
Los fuegos artificiales suenan detrás de mí cuando ella asiente sonriente y se acerca a abrazarme. No lo puedo creer, la ex novia de mi actual... ¿novio? Está al frente de mí, hermosa y sonriente como siempre. ¿Puede ser más diferente a mí?
—¿Qué haces aquí? —dice cuando me suelta—. No sabía que estarían aquí, Luke no me contó nada.
¿Qué? ¿Cómo que Luke no le contó nada? ¿Por qué Luke debería contarle algo? No lo entiendo y no sé si quiero entenderlo.
—Ya somos dos. —le digo intentando sonreír, pero todo lo que tengo en mi mente ahora mismo son preguntas sin respuesta.
No puedo dejar de mirarla y ella no puede dejar de sonreír. Siento un poco de envidia en este momento. Envidia, porque ella parece tan feliz estando al frente de mí y yo no puedo sentirme de la misma forma. Aleisha es hermosa y simpática si la llegas a conocer bien. Se nota madura y parece haber mejorado con los años, ¿Y yo? Pues estoy igual, ni siquiera más alta.
Unos brazos tiran de mí hacia atrás sacándome de un trance del que ni yo misma habría podido sacarme. Su aroma me invade y sus brazos me dan el calor que necesito.
—Feliz año nuevo, hermosa.
Sé que es Luke, su aroma, su calidez, su voz, pero es irónico que me llame "hermosa" cuando hace unos segundos estaba hablando con lo que es la personificación de hermosura.
—Feliz año nuevo, Luke. —le digo intentando tranquilizar mis pensamientos.
—Oh, casi lo olvidaba. —habla Aleisha haciendo que Luke me suelte y la mire—. Feliz año nuevo, chicos.
—Aleisha. —dice él en forma de saludo.
Ella se acerca a saludarlo y desearle el feliz año nuevo como corresponde, lo mismo hace conmigo. Luke me toma de la mano y me hace sentir como si no quisiera que nos perdiéramos de vista de nuevo, pero estoy muy confundida como para emocionarme por eso.
—Bueno... me alegro haberte visto. —le dice a Luke—. Me están esperando, los veo luego.
Se va con una sonrisa, pero Luke no me da tiempo de hablar. Tira de mi mano y luego va hacia Ashton, hago lo mismo con Ian, luego con Alaska, Ashton y Curtis. Después de que todos nos hemos deseado un feliz año nuevo vemos como Ashton y Alaska se abren camino para llegar al otro. Cuando los veo casi correr comienzo a notar algo raro. Se abrazan y... ¿Qué es lo que mis ojos acaban de ver? Pensé que jamás viviría para ver esto.
Alaska y Ashton se están besando, ¿Cómo eso puede pasar? Digo, Alaska andaba loca por Ian, o eso todos pensábamos, y Ashton siempre se preocupaba de ella como su mejor... Oh, claro, ya lo entiendo. Soy malísima para descifrar a las personas.
Todos sonreímos y escuchamos expectantes el tan ansiado momento.
—Alaska, no quiero pensar en el futuro, ni en qué pasará días después. Estoy en el ahora y estoy contigo. —dice tan convencido que, por primera vez, me siento conmocionada—. Por eso te pregunto, ¿Quieres ser mi novia?
Todo es perfecto. Perfecto para ellos. Alaska y Ashton es una de las parejas más perfectas que en mi vida conoceré.
Luke busca el camino hacia mi mano de nuevo y, cuando la toma, me mira sonriente. Ambos estamos esperando que suceda y nos sentimos envueltos en un ambiente romántico.
—Ashton Fletcher Irwin, eres el chico más dulce y gracioso que he conocido. ¿Recuerdas cuando me quedé en silencio en la minivan cuando íbamos camino al aeropuerto? Pues me di cuenta que no quería a Ian, porque te quería a ti, pero me dijiste que "no te importaba" y me dejaste dolida.
—Alaska... te estás desviando. —le dice riendo y todos reímos bajito también.
—Además, ¿Quién nos aguantaría? —le dice acercándose más a él—. Acepto ser tu novia.
Nosotros comenzamos a gritar y aplaudir como locos, muchos desconocidos se nos unieron. La verdad es que todos estamos contentos de que ellos se sientan felices. _______ (Tn) saltará en un pie cuando se entere.
Al rato después llega Chloe con Mike y nos desean un feliz año nuevo. Ashton y Alaska se pierden después de saludar a los chicos y sonrío contenta por ellos.
—Nosotros también nos tenemos que ir. —nos excusa Luke con Ian y Curtis. Mike también escucha, aunque no parece importarle mucho, pero Chloe parece en otra.
Y mi estómago se revuelve. Casi lo había olvidado. La cena familiar. Voy a morir.
—Tenemos la cena con mi familia, así que nos vemos luego, chicos.
Me despido como puedo con la mano, nerviosamente, porque es la parte de la noche que intentaba olvidar. Si les digo que me siento segura y confiada para ir a la casa de los Hemmings, están equivocados. Jamás en mi vida me había sentido tan nerviosa. ¿Es el suelo que tiembla o yo?
Cuando Luke hace sonar el timbre de su casa, me doy cuenta que casi la había olvidado por completo. Un completo me haría bien para los nervios.
—¡Ariana!
Liz casi me hace morir de un infarto con su grito contrastado con mi habilidad de concentración. Sus brazos me rodean e intento decirme a mí misma lo tranquila que estoy, sin preocupaciones.
—Hola, mamá, también existo. —le dice Luke cuando me suelta.
Gracias Luke, no sé si habría podido aguantar más con la presión de no ser grosera con tu madre, porque no soy buena con los abrazos.
—Mi niño de vuelta después de tanto tiempo. Aún no lo creo. —dice suspirando.
—Llegamos ayer. —dice Luke.
—Bueno, ¿No querías que te prestara atención? —le responde haciendo que yo me burle de él silenciosamente—. ¡Pasen, pasen!
Entramos y todo parece ordenado a la perfección. El árbol de navidad es gigantesco y hermoso, sus adornos fueron elegidos con mucha paciencia. Miro hacia las paredes y parece que alguien se ha tomado la molestia de tapizar todo. Dios, es muy perfecto para mí.
Mi vista se dirige a la chimenea y pensé que jamás viviría para ver unas botas navideñas colgadas de esta. Casi siento ganas de llorar cuando visualizo mi nombre en una de ellas, junto a la de Luke. Me pregunto de quién habrá sido la idea.
—Ariana. —me llama una voz y me giro para encararlo. Dios, no sabía que Luke tenía un gemelo, ¿o Luke se teletrasporta?—. Al fin te conocemos. Soy Jack, mucho gusto.
Lo sé, claro que lo sé. Sé todo de Luke Hemmings y pensé que estaría lista para este momento, pero verlos en persona es diferente. Me hace sentir pequeña.
Sonrío y recibo su saludo de manos, luego se acerca y me da un beso en la mejilla. Me siento avergonzada de estar rodeada de tanta gente que sabe cómo interactuar con gente.
Una chica alta y linda aparece de la cocina y Jack es el primero en notarla.
—Ella es Celeste, mi novia. —me informa sonriente. La chica se acerca a mí con la misma sonrisa que Jack tiene en su rostro.
—Mucho gusto, tú debes ser Ariana. —me saluda muy amable—. Luke ya nos tenía mareados hablando de ti. Supongo que yo era la más ansiosa.
Su declaración me hace sonreír y siento que mis nervios se van al saber que no soy la única que ha tenido que pasar por la aprobación de la familia Hemmings. ¿Aleisha habrá tenido que pasar por lo mismo?
—Ahí viene mi padre. —me avisa Luke. Miro en busca de Liz que me pueda salvar de esta situación, pero no la veo por ningún lado. Miro a Celeste, pero ella retrocede sonriente. Jack sonríe también. Genial.
—Mucho gusto, señorita Sánchez. —me saluda él de manera muy correcta. Y ahora qué le digo yo—. Soy Andrew Hemmings, el padre de Luke.
Lo sé, lo sé, lo sé todo menos cómo comportarme en situaciones así.
—Ariana Sánchez. —digo presentándome y pareciendo una chica educada y con clase—. La...
¿Qué? ¿Qué pensaba decirle? ¿La novia de Luke? ¿A caso lo soy? ¿A caso lo merezco? Dios, todos me están mirando, debo decir algo. Rápido.
—La cena huele muy bien.
Él sonríe, así que supongo que no lo he arruinado.
—Siempre he dicho que las chicas con buen apetito son las mejores.
Todos ríen y vamos a la mesa. Me ofrezco a ayudar, pero me dicen que soy la invitada. Celeste me guiña el ojo antes de irse a la cocina, pero yo no puedo estar tranquila aquí, rodeada de hombres sin saber qué decir. Por primera vez en mi vida quiero ir a ayudar a la cocina, por favor.
Luke parece notar mi nerviosismo, porque toca la mano que descansa en mi muslo produciendo una reacción extraña en mi interior. Su sonrisa parece inocente, pero lo que me hizo sentir no fue inocente.
—¡Hola, familia!
La puerta se abre dejando pasar a un chico más. Ben Hemmings, como olvidarlo, el mayor de los hermanos Hemmings.
—Espero que no hayan empezado sin mí. —dice mirándonos en la mesa.
—Te perdiste la cena, Ben. —dice Luke levantándose para abrázalo.
Dios, no debería recordar que Adrián tiene un hermano que se llama igual. No debería buscar pretextos para no pensar en la cena.
—Mi hermanito menor. —le responde Ben abrazándolo.
—Ben siempre llega tarde a donde sea. —me comenta el padre de Luke haciéndome sentir tranquila, yo también siempre llego tarde—. Es una pésima costumbre.
Bien, ¿Cómo era que se respiraba?
—Ella es Ariana. —me presenta Luke haciendo que de un golpe deba volver a respirar.
—La famosa chica de Chile, ¿No es así? —me dice en forma de saludo.
—Así es. —respondo intentando sonreír. Esperen, ¿Sonó muy agrandado? Digo, yo asentí por lo de "chica de Chile" no por la parte de "famosa"
—¡Cierto! Casi lo había olvidado. —habla el padre de Luke nuevamente—. ¿Cómo es todo por allá?
Bien, lo último que me faltaba. Que Chile fuera un tema de conversación.
—¡La cena está lista! —grita Jack saboreándose los labios—. Hey, Ben, al fin llegaste.
—Siempre a tiempo para comer. —le responde sentándose al lado de Luke.
Celeste y Liz llegan con la comida y mis nervios aumentan. Soy demasiado mañosa para las comidas, hay muchas cosas que no me gustan y no necesito un recordatorio más de que no encajo aquí.
Cuando todos estamos en la mesa intento no arrugar mi cara cuando veo el pavo aliñado con un jugo especial el que contiene arvejas. ¿En serio? Bien, ese destino al que _______ (Tn) y Calum le tienen tanta fe, me odia.
—Esto está de maravilla, mamá. —la alaga Ben.
—Es una muy buena cocinera. —me explica Jack.
—Sí y voy a necesitar esta receta. —le habla Celeste a Liz.
—Claro que sí, linda. —le contesta mirándola feliz—. Oh, Ariana, ¿Tú también la quieres?
Joder. ¿Qué si yo quiero qué?
—Está muy rico...
—Ariana no sabe cocinar, mamá.
Miro a Luke queriendo matarlo. ¿En serio? Estoy tan preocupada porque esto salga bien y a él se le ocurre decirle a su mamá que soy un fracaso como futura esposa.
—¿En serio? —pregunta el padre de los chicos—. ¿Y cómo sacias tu apetito?
—Bueno —me encojo de hombros—, comparto departamento con mi amiga, ella sabe algo de eso y pues entre las dos nos ayudamos.
—Chica inteligente. —dice Jack.
Me sonrojo por su cumplido, pensé que jamás recibiría un cumplido de esta familia.
—¿Y cómo lo harás cuando ya no la tengas? —me pregunta Liz haciendo que yo pare de comer.
¿Ya no tener a ______ (Tn)? ¿Alguna vez había pensado en eso? No lo creo. Ella es mucho más responsable y madura que yo, de seguro lo sabría llevar, pero ¿Yo?
—Seguro se las arregla, mamá. —habla Ben salvándome de la pregunta—. ¿Cómo yo?
—Aún me llamas para que te vaya a cocinar a la casa. —le contraataca Liz.
Todos se ríen, bien, al menos tengo unos segundos de paz.
Celeste parece notar que no estoy de humor para hablar, así que comienza a hablar de cosas que le han pasado con Jack, anécdotas y demás. Cuando todos terminan de comer yo aún tengo restos, pero es muy poco así que nadie se extraña. Me niego a comer postre y me excuso con ir al baño.
Jack me indica por donde es y camino hacia allá, enciendo la luz y cierro la puerta tras de mí con picaporte.
Suspiro cuando me miro en el espejo del baño. No soy nada parecida a esta familia, incluso mi familia es todo lo contrario. Aquí parecen tener todo perfecto y controlado, ¿Cómo voy a poder con esto? ¿Cómo voy a ser la novia perfecta para Luke? ¿Qué somos? ¿Qué tiene que ver Aleisha en todo esto?
Algo dentro de mí se siente raro y le ruego a Dios que no sea la guinda del pastel, porque si es así estoy perdida. Aprovechando que estoy en el baño chequeo mi inseguridad y cuando me voy cuenta que estoy en lo correcto quiero llorar.
Gracias a Dios tenía puesto un protector, pero ¿De dónde saco toallas higiénicas? Quiero llorar y gritar porque todo lo que he hecho ha arruinado la noche.
Saco mi teléfono de la parte trasera de mi pantalón y hago lo último que me queda por hacer.
"Luke, ¿Dónde estás?"
-Ariana.
Enviado.
"En la cena en donde tú también deberías estar. ¿Dónde estás tú?"
-Luke.
"Difícil de explicar, solo necesito que vengas al baño ahora, sin decirle a nadie a dónde vas, por favor."
Enviado.
No pasan muchos segundos cuando siento unos pasos caminar hacia la puerta del baño y me ahogo en mi vergüenza.
—¿Ariana, estás bien?
Agh, no, Luke. Está todo jodidamente mal.
—Luke, me pasó un percance. Me da mucha vergüenza decírtelo, pero si no te lo digo a ti a quien le diré. —hablo intentando no enredarme en mis palabras—. Me vino a visitar Andrés.
Silencio. ¿Qué le pasa?
—Ariana, no me quiero enfadar ¿Quién jodidos demonios es Andrés? ¿Es por él que andabas tan rara?
—¿Qué? Luke, no, Dios, no. Bueno, quizá sí, pero...
—Mierda, Ariana, podrías salir de ahí y hablar bien del tema de ese Andrés. —dice a regañadientes.
—Ese es el problema, Luke, no puedo. Está conmigo ahora. —le digo obvia. Dios, ¿Cómo tanto?
—¿Qué? —su enojo se está haciendo cada vez más evidente—. ¿Quién es ese desgraciado y como carajo se metió en mi casa? ¿Estás con él? Sal de ahí. Si te toca...
—Luke, me llegó mi periodo. —le suelto cansada, pero me arrepiento al instante que mis mejillas se tornan rojas.
Silencio y más silencio.
—¿Cómo... digo, cómo?
—La cosa de chicas, Luke, ahora necesito que me vayas a comprar toallas higiénicas. —le explico cansada y avergonzada por la situación—. ¿Puedes?
—Sí, sí, claro que puedo. —responde rápidamente como un niño obediente.
—Solo no le digas a nadie a dónde vas, por favor. —le pido con vergüenza.
—Saldré por atrás, no te preocupes, iré enseguida. —me dice calmándome—. Pero cuando llegue hablaremos de ese tal Andrés y por qué te fue a visitar dejándote tan rara.
—Sí, Luke, cuando llegues lo que quieras. —le respondo rápido para que se vaya.
¡Dios! ¿A caso puede ser más vergonzoso? Más encima no tenía idea de que era Andrés. A este niño faltan explicarle muchas cosas.
No pasaron ni un minuto cuando alguien golpeó la puerta.
—Ariana, ¿Estás bien?
Dios, ¡Celeste!
—Sí, lo estoy...
—Es que me mandaron a verte, porque te has demorado mucho. —me explica un poco preocupada.
¿Y ahora qué hago? No puedo dejar que los demás sepan que me pasó.
—Celeste, necesito que me cubras. —le digo pensando bien que le diré—. Me pasó un percance y Luke fue a encargarse de eso. ¿Podrías inventar algo?
Es una chica, entenderá y no hará preguntas.
—Claro que lo haré.
—¿Ariana está bien?
Joder es Jack.
—Sí, ella y Luke tenían cosas que resolver. —le responde alejándose un poco de la puerta.
—¿Están en el baño? —pregunta extrañado. Lo próximo que escucho es una exclamación de su parte—. ¡Estás cubriendo a mi pequeño hermano y a su novia mientras tienen relaciones en el baño!
¡Dios, esto no podría ser más vergonzoso! Su hermano pensará que soy una perra que solo quiere a su hermano por el sexo y no tengo ningún respeto por estar en su casa con su familia.
—Claro que hago eso, Jack, claro que sí. —le responde Celeste con un tono de sarcasmo y luego no escucho más.
Dos minutos después siento una voz agitada acercándose.
—No sabía hacer esto, Ariana, le pedí ayuda a una señora, pero me miró mal y me llamó "falta de respeto", no sé por qué.
Dios, si pudiera reiría hasta morir. ¿En serio le pidió ayuda a una abuelita que seguramente le llegó la menopausia?
—Pero luego una de las chicas del supermercado me quiso ayudar y me preguntó: "¿Con alas o sin alas?" ¿Qué significa eso? Preferí decirle que ya sabía lo que hacía y tomé la primera que pillé, era rosada así que pensé que sería más delicada y suave...
—Luke. —le llamo la atención haciendo que se detenga—. Basta, solo cierra los ojos y pásamela.
—Está bien.
El cambio fue rápido. Me lavé las manos y tardé más de lo normal. No quería salir, así que mis manos se pusieron de abuelita. Salí y no pude mirar a Luke a la cara.
—Ariana...
—Si todo acabó, me quiero ir a dormir. —digo olvidando por completo que esta noche me iba a quedar aquí.
—Tranquila, les diremos que estamos cansados y nos dejarán. —me avisa calmándome.
—Gracias y... perdón por lo de hace un rato, en serio es muy vergonzoso y...
—Ariana. —me llama, pero solo produzco un sonido en señal de que estoy escuchando—. Mírame.
No lo hago, la vergüenza es grandísima y de seguro me pondré colorada y quizá hasta me vengan ganas de llorar, no por mi percance, sino por todo lo anterior. Por no ser perfecta para él.
Toma mi mentón con la punta de sus dedos y hace que lo mire. Sus ojos están brillantes incluso en la oscuridad. Me mira como si solo existiera yo, como si todo lo que le importara fuera yo.
—No es vergonzoso, es más, me sentí muy bien siendo parte de esas cosas. —me intenta explicar haciendo que yo quiera besarlo—. La mayoría de las chicas excluyen a sus novios y...
—¿Qué dijiste? —le pregunto y él se hace el loco—. Luke, ¿Qué somos? —no me responde y suelto la pregunta más temida—. ¿Aún tienes algo por Aleisha?
Sus ojos me miran tristes, quizá porque siente pena de mí por no ser como ella o por haberme dado cuenta que sobro.
—Ariana, deje a la persona con la que pensé que pasaría el resto de mi vida, porque te conocí. Porque sentí contigo cosas que jamás había sentido con ella. No estuve con nadie más en estos dos años. A Aleisha me la encontré hace unos días y solo me ayudó a... desahogarme de ti. Le conté todo lo que sentía, ella me escuchaba y de verdad está feliz por nosotros...
—Luke. —le digo haciendo que cierre la boca—. Te quiero.
—Y yo a ti, Ariana. —me dice acercándose más a mí—. No tengas dudas que eres perfecta para mí.
Y luego de eso juntó sus labios con los míos.