*aun no pongan la canción *
Narra Link:
Hoy es el día. El día de mi ida a entregar el regalo a la familia real. Todos están felices, bueno, todos no.
Desde que ayer regresamos a Ordon luego del incidente de Talo, María ha estado muy triste y no me dirige la palabra. Hasta decidió quedarse con Ilia y no acompañarme al rancho.
¿Había hecho algo malo? ¿Acaso había sido porque casi nos besamos ayer? La verdad, antes no sabía que me pasaba en ese momento, pero cuando su rostro estuvo cerca del mío, sólo pude ver esos ojos castaños viéndome fijamente y sentí como si mi cuerpo tuviese mente propia. Aunque, en el fondo, desea sentir sus pequeños y finos labios. Creí que le había faltado el respeto pero, seguía sonriendo después de eso....
-Un segundo, ella empezó a estar triste después de que Rusl mencionó a la tal princesa Zelda -pensé -Es una princesa. La futura soberana del reino. Dudo que se fije en un chico de campo. Además, con María...me siento muy feliz. A pesar de que lleva poco tiempo aquí, se volvió muy cercana para mí. Me siento muy extraño estando a su lado y lo de ayer...me hizo sentir que ella podía detener el reloj. Que no había mal a nuestro alrededor. Que no hubiera nadie ni nada más que nosotros. ¿Qué es esto que siento hacia ella? ¿Acaso una profunda amistad o algo más?
No dejaba de preguntarme todo eso mientras veía el cielo azul sentado en el césped y luego la voz de Fado llamándome mientras el corría hacia mí. Me levanté para prepararme a trabajar.
- Bueno Link, ya viene siendo hora de que te marches. Así que terminemos esto rápido.
- Está bien Fado.
Llamé a Epona. Me monte en ella y me dirigí a guardar a las cabrás. Una vez terminado, Fado me felicito y me despedí de él para ir con el alcalde para que me de el regalo, y antes de irme poder hablar con María y ver en ella de nuevo su sonrisa. Al llegar al pueblo, logré ver a Ilia hablando con María. Ilia me vio y llamó al alcalde para luego ir donde mí. María me vio y me sonrió saludándome. Al parecer Ilia había logrado regresarle el ánimo y la felicidad.
- Vaya Link, ya estás aquí. Buen trabajo- me dijo el alcalde mientras me bajaba de Epona e iba con él -Ya hemos terminado los obsequios. Vete preparando para partir. Es un obsequio encargado expresamente por la familia real. No sería decoroso que quien representa a Ordon llegará tarde.
- Descuide alcalde. Llegare a Hyrule puntual- le respondí
- El viaje será muy largo, así que cuida bien de Link, ¿ok? - le dijo Ilia a Epona
- No te preocupes Ilia. Como sabemos que Epona quiere mucho a su amo, ella no dejará que le ocurra algo malo- dijo María sonriendo acariciando la cabeza de Epona. Le debía preguntar en ese instante.
- Oye María, ¿puedes venir un momento? Quiero preguntarte algo - ella asentó y camino hacia mí -Oye, ayer estabas triste y no me hablaste en todo el resto del día ni la mañana de hoy, y ahora estás de buen humor de nuevo, lo cual me alegra. En fin, mi pregunta es: que te entristeció? - le pregunté algo sonrojado frotando mi nuca y mirando hacia un lado para luego voltear a verla con las mejillas rojas y la mirada baja.
- Bueno Link....me entristecí cuando el señor Rusl dijo lo de tu encuentro con la princesa y....bueno yo...- ella jugaba con su cabello tratando de ocultar sus mejillas, las cuales se enrojecían más y más. Verla así se me hizo demasiado tierno.
Estaba cerca de tomar su mano con la que jugaba su cabello cuando de repente....
- Espera...esto de aquí...- nosotros y el alcalde volteamos a ver. Vimos a Ilia mirando una de las patas de Epona - es una herida. Que ha pasado? - me preguntó Ilia molesta. Yo me asustó ante ella. Siempre me ha dado miedo Ilia cuando se enoja - Link, has estado haciendo de las tuyas con Epona?!
- Vamos Ilia, no te pongas así.. - le dijo el alcalde, pero ella le gritó.
- ¡PADRE! ¡Encima no se lo conscientes! Eres el alcalde. Compórtate como tal! - le dijo su hija.
No podía creerlo. Ilia nos regaño a ambos, que vergonzoso fue. Apenados, el alcalde y yo nos miramos sin elevar la cabeza, pero levantamos la mirada de golpe a ver que Ilia se llevaba a Epona y a María
-Tranquila, ahora mismo María y yo te llevaremos a la fuente del bosque. En cuanto te mojes un poco con el agua del primaveral del espíritu, te pondrás bien. - María volteo a verme y se encogió de hombros con una sonrisa.
- Pe...pero, !Ilia¡. ¡Necesitamos a Epona para llevar los regalos hasta Hyrule!....que niña.
Narra María:
Me dio risa ver las expresiones del alcalde y Link al ser regañados por Ilia. La primera vez que vi esa escena en el juego, me dieron pesar. Ahora es divertido. Yo no había notado ninguna herida en la pata de Epona, pero con tal de que Ilia tampoco liberará su demonio en mí, me quedé callada. Además, estaba agradecida por las palabras que me había dicho horas antes.
> Unas horas atrás:
- ¿María que tienes? Estás muy desanimada - me preguntó Ilia sentada a mi lado en las escaleras de la entrada de su casa.
- Ilia....¿que harías si tuvieras que resignarte a que la persona que amas con todo tu corazón ame a otra persona? - le pregunté mirando al cielo.
- Pues si esa persona que amo es feliz con quién el ama, yo sería feliz porque sabría que es bien cuidado y muy querido como se merece. El amor es pensar en la felicidad del otro. Si el es feliz, yo también soy feliz. Pero....
- ¿Pero?
- Pero, si esa persona que amo no es feliz con quién ama, entonces le daría mi corazón para que sea feliz. Le demostraría lo que siento por él. ¿A qué vino esa pregunta? ¿Acaso te gusta alguien? - me sonrojé cuando Ilia me preguntó eso.
- Oh bueno....si...me gusta mucho esa persona...pero....por el destino ya tiene una pareja.
- Pero esa persona....¿ya conoce a su pareja?
- Pues no. Aún no, pe...
- ¿Entonces? ¡Aún tenes oportunidad! -me dijo tomando mis manos -¡Si lo amas tanto, entonces lucha por él! ¡Da todo de ti y demuéstrale lo mucho que lo amas! Sabiendo la persona que eres, estoy segura que te amara igual. Lucha por ese amor. No lo dejes ir.
Esas palabras me dieron fuerzas y me había decidido a demostrarle a Link lo que sentía por él, no me importaba lo que diga el destino. Le diría lo que siento por él. Las diosas dirán si me amara o no.
- ¡Tienes razón! ¡Le demostraré lo mucho que lo amo! ¡Gracias Ilia!
> Actualmente:
- Le demostraré a Link lo que siento por él, y debo hacerlo antes de que ocurra lo malo - me dije a mí misma.
Me encontraba con Ilia y Colín en la fuente del pueblo, como debía ser en este momento y según debía pasar, el portón estaba cerrado. En cualquier momento, Link vendría aquí por Epona así que pensé en como demostrarle un poco mis sentimientos. Pensé y pensé hasta que recordé algo
-<¿Así que cantas? Wow. Me gustaría escucharte un día...>
- Es verdad, él dijo que le gustaría oírme cantar...¡ya se!
Después de un rato, Link apareció.
- ¡María! ¡Colín! - dijo Link al otro lado del portón. Lo miré y me acerqué a él.
- Link, viniste. Perdón por no poder abrirte, pero Ilia me dijo que no te dejará entrar.
- Así es - dijo Ilia, quien estaba con Epona - Si has vuelto para llevarte a Epona, ¡olvidalo! Deberías reflexionar sobre lo he has hecho. Mientras no lo hagas, no te abriremos el portón.
- Ilia, tú no sabes lo que ocurrió ayer...- dijo Colín -Escucha Link, no sé si pueda explicárselo bien a Ilia, pero haré lo que pueda. Mientras, Link, pasa por el agujero de atrás.
Link asentó con la cabeza y se fue. Yo fui corriendo hacia la salida del agujero por donde Link entraría a la fuente.
Miraba como Colín le explicaba a Ilia lo de Talo y el mono cuando escuché algo detrás de mí. Me di la vuelta y ahí estaba Link sacudiendose la ropa. Corrí hacia el para abrazarlo y el me correspondió el abrazo. Después del abrazo, le hice un gesto con la mano para que fuéramos donde estaban Ilia y Colín.
- No lo sabía....no tenía idea de que Talo lo hubiera pasado tan mal...pero Colín, yo... - dijo Ilia hacia Colín para luego ver dónde estábamos parados. Rápidamente, ella fue donde Epona, pero retrocedió cuando la yegua relincho - A pesar de todo, prefieres a tu amo antes que a mi, verdad Epona?....No te preocupes por Epona Link. Por suerte, la herida no parece gran cosa y te podrá acompañar. Link...prométeme una cosa por lo menos, ¿ok? Pase lo que pase en el viaje, no cometas ninguna locura, por favor. Quiero que vuelvas sano y salvo.
- Lo prometo Ilia - respondió Link.
Esa es una de las escenas que siempre me ha gustado en el juego por ser muy tierna; pero el tiempo se me acababa.
- Bien...es ahora o nunca....Link...quiero darte algo antes de que te vayas -la voz me temblará de los nervios -Hace tiempo me dijiste que deseabas escucharme cantar un día. Así que....como regalo de buen viaje, te cantaré algo. Ojalá te guste.
Tome aire, me concentré, cerré mis ojos y empecé a cantar.
*Aquí pueden poner la canción *
Pude escuchar como si la melodía de la canción sonará en mis oídos. Tal vez porque casi siempre la escuchaba en mi celular. Más la escuchaba, más ánimo me daba de cantarla. Sólo la melodia escuchaba mientras sentía el viento soplar a mi alrededor.
Las aves cantaban al compás de la canción y mi corazón latía más fuerte porque sabía que cantaba para él, pero...sentía que esto ya lo había hecho antes. Ya había cantado para Link antes. Eso era imposible, esa era la primera vez que le cantaba.
Pude sentir como si mis nervios y miedos se iban, dejando solo tranquilidad, paz y amor.
En un momento que pause de cantar, sentí como Link tomo mis manos y me invitó a bailar al ritmo de la canción. Acepté y baile con mientras seguía cantando. Nunca imaginé que eso fuera real. Bailar con el héroe legendario. Era más que bello bailar con él.
Cuando el canto y el baile terminaron, besé su mejilla en agradecimiento y vi cómo se sonrojó sonriendo.
- Tienes una bellísima voz María - me dijo Link con una linda sonrisa
- Gracias Link. Me alegra saber que te gustará la canción. - le respondí sonriendo. Ya era momento de decirle mi sentir.
- Link, hay algo que quiero decirte -tense mis manos agarrando valor -Desde que te conocí, me he sentido muy feliz. Intensamente feliz. Tu presencia me hace sentir que no hay tristeza, ni dolor, ni oscuridad. - vi que Link se sonrojaba y eso me hacia estar igual - En resumen...lo que quiero decir es que...yo...yo....
No pude terminar de hablar porque se escucharon unos fuertes galopes los cuales se hacías más fuertes. Eso solo significó una cosa: ya era el momento....