Mis piernas bajaron al suelo mientras Harry me bajaba. Tomé una respiración profunda y Harry acarició mi cabello con ternura.
-¿Sabes qué es lo que quiero hacer en éste preciso momento?-susurró con voz ronca.
Yo me tensé por completo. Lo quería; me hacía sentir cosas que nadie más, me gustaba estar con él, pero no me sentía lista para estar tan íntimamente con una persona.
Mi 'Primera vez' tenía que ser especial. Quería que fuera especial.
-¿Q-Qué?-tartamudeé con nerviosismo.
Harry reprimió una sonrisa y acercó su rostro al mío. Su nariz tocó la mía suavemente y deslizó su toque por mi mejilla. Su aliento hizo que mi piel hormigueara y su cabello me hizo cosquillas en la mejilla.
-Quiero dormir contigo. -susurró contra mi oído.
Tragué saliva intentando pensar con claridad.-¿D-Dormir?-dije con nerviosismo.
Mi corazón comenzó a latir a una velocidad increíblemente fuerte.
-Si, sólo dormir.-dijo en voz baja contra mi oído antes de plantar un beso en mi mandíbula.
Fruncí el ceño confundida-¿S-Sólo dormir?
Harry se alejó de mi un segundo para que pudiera mirarlo y una sonrisa tímida se extendió por su rostro. Mi corazón dio un vuelco al ver aquella sonrisa. Era la clase de sonrisa que le arrebataría el aliento a cualquiera.
-Sólo dormir. Abrazarte, besarte y dormir-dijo encogiéndose de hombros.
-¿Quieres dormir aquí? -dije sonando completamente boba. Él acababa de decir que no iba a tocarme. Sólo quería dormir abrazado a mi. Era todo.
Harry rió ante mi torpeza y dijo-Puedo pedir un taxi si no te sientes cómoda.
-¡No!-dije exaltada-, no quise decir éso.
Él sonrió tiernamente mientras presionaba sus labios contra los míos suavemente.
-D-Debo ponerme pijama-dije en voz baja. Me sentía completamente estúpida, completamente cohibida porque Harry Styles estaba en mi habitación e iba a dormir abrazado a mi cuerpo.
Tomé de una gaveta una desgastada playera de algodón que me quedaba holgada y un short holgado. A pesar de saber que Harry no podría verme, abrí la puerta de mi baño para meterme a vestirme.
Él soltó una risita ahogada mientras se quejaba-No puedo verte, _______.
Yo me ruboricé y cerré la puerta para que no siguiera hablando. Era una completa tonta pero no quería pasearme en ropa interior con Harry en mi habitación.
Lavé mi cara meticulosamente, me cepillé el cabello, me lavé los dientes y me puse la pijama. Cuando salí, Harry se encontraba sentado al borde de la cama.
Mi respiración se atragantó cuando lo vi solamente en bóxer negro. Su ropa estaba perfectamente doblada sobre mi mesita de noche y tragué saliva nerviosamente.
-Espero que no te moleste. No traigo nada para dormir y dudo mucho que tu ropa me quede.-dijo. ¿Era mi imaginación o una sonrisa maliciosa comenzó a formarse en sus labios?
-E-Está bien-tartamudeé.
Estaba segura que mi rostro estaría completamente rojo para ése momento. Harry se levantó mientras destendía el pesado edredón estampado de mi cama. Se introdujo con cuidado y se acurrucó en un lado de la cama.
Yo lo miré unos segundos antes de armarme de valor y meterme a la cama con él. Me tapé hasta el cuello y él sonrió con mi nerviosa actitud.
-¿Estás bien?-dijo reprimiendo una risita boba.
Yo me ruboricé aún más mientras susurraba-Nunca he dormido con nadie. Ni siquiera con mi madre.
Él sonrió y pude sentir como su mano de deslizaba hasta instarse en mi cintura. Me atrajo cerca de él y pude sentir el calor de su pecho contra mi mejilla.
Se giró para quedar boca arriba y me acurruqué sobre su pecho. Mi mano tocaba su piel caliente y mi corazón bombeaba con fuerza contra mi pecho. Su aroma a loción era embriagadora y no pude evitar deslizar levemente mi mano sobre su pecho. Era firme y suave al mismo tiempo.
-Sólo dormir-gruñó juguetonamente mientras yo me ruborizaba aún más.
-L-Lo siento-musité.
Él besó mi frente y yo alcé los ojos para mirarlo. Sus labios buscaron los míos en una danza que comenzaba a ser familiar para mi. El sabor de su beso era delicioso, su lengua invadía la mía lentamente y mis manos acariciaron su cabello mientras él me acercaba a su cuerpo.
-Te quiero-susurró contra mis labios.
-Te quiero.-susurré de vuelta.
Continuamos besándonos un rato mientras me sentía completamente embriagada por el sabor de sus labios.
En ningún momento intentó tocarme o hacer algo que fuera más allá de besarme y lo agradecí.
Después, comenzamos a charlar. Me contó como había sido su niñez, sus más graciosas y vergonzosas anécdotas, sus aprendizajes, sus recuerdos, su vida en la secundaria y lo que había vivido en la preparatoria.
Me contó como había conocido a Taylor y una punzada en mi pecho me hizo hacer una mueca de dolor. No podía soportar imaginarlo cerca de ella. No después de lo que había pasado ésa noche. Me contó como había tomado muy mal su situación y lo había terminado. Me dijo que, en el fondo, nunca había estado verdaderamente enamorado de ella.
Aprendí mucho de él aquella noche mientras me abrazaba contra su cuerpo y hablábamos. Me encantaba hablar con él. Era interesante, entretenido, divertido..., Harry podía llegar a ser un chico con mucho tema de conversación. Me preguntó un mundo de cosas, desde las más ridículas hasta las más complicadas, mi color favorito, mi comida predilecta, mi talla de zapatos, mi flor favorita, mi vida en la escuela, mis experiencias amorosas... Quería saberlo todo y yo quería que él lo supiera.
Eran casi las cuatro de la mañana cuando caí sumida en un sueño profundo y no supe de mi hasta que el sol me dio de lleno en la cara.
Se filtraba por la cortina que había olvidado cerrar la noche anterior.
Me estiré y sentí detrás de mi un cuerpo caliente. Unos brazos poderosos me rodeaban la cintura por la espalda y me tomó un segundo recordar que Harry se encontraba en mi habitación.
"Mierda." dije para mis adentros al recordar que, quizás, mis padres estarían en casa. No era bien visto que un chico saliera de tu habitación por la mañana.
Intenté salir de la cama para ver si mis papás estaban en casa pero no pude. Harry me aferraba con fuerza contra su cuerpo y una de sus poderosas piernas estaba enganchada a mis caderas. Me removí lentamente para no despertarlo pero era inútil, era más fuerte que yo.
"Por favor, que hayan ido a surtir. Por favor, que hayan ido a surtir." me repetí mentalmente aquellas palabras. Me metería en un verdadero lío si se daban cuenta que Harry se encontraba en casa.
Harry murmuró algo en voz baja que no pude entender, pero aún seguía dormido. Se revolvió y deslizó su pierna fuera de mi.
Intenté safarme de su brazo y comencé a conseguirlo. Estaba a punto de liberarme cuando su brazo se tensó a mi alrededor y una voz ronca por el sueño me dijo-¿A dónde crees que vas?
Alcé la vista y sonreí al ver a Harry abriendo los ojos pesadamente. Su cabello lucía terriblemente alborotado, sus ojos verdes pestañeaban luchando contra el sueño y su voz había sonado muy ronca.
Presioné mis labios contra los suyos y murmuré-Necesito ver si están mis papás aquí. Si es así, prepárate para morir.
Él sonrió mientras decía-Moriré feliz. Fue la mejor noche en mucho tiempo. Puedes acallar todos mis miedos, ¿Sabías?
Mi corazón dio un vuelco con sus palabras.
-Y tú acallas los míos-susurré.
-Ve amor, aquí espero-dijo. ¿Acababa de llamarme "amor"?
Me liberó y mi corazón comenzó a latir con fuerza. Su voz resonaba en mi cabeza llamándome "Amor" cuando abrí la puerta de mi habitación.
Busqué en la habitación de mis padres pero no estaban ahí.
-¿Mamá?-dije en voz alta mientras bajaba las escaleras.
Nadie me respondió.-¿Papá?-volví a hablar con firmeza. No había nadie en la sala. Tampoco en la cocina. El local estaba cerrado y no había nadie en el estudio. La casa estaba vacía.
Una sensación de alivio me recorrió el cuerpo y entonces, vi una nota con la letra de mi madre:
"No quise despertarte, cariño. Fuimos a surtir, volvemos a la una."
Me precipité a la sala para ver la hora y un suspiro de alivio me alcanzó. Apenas eran las once.
Volví a mi habitación casi corriendo y abrí la puerta mientras veía a Harry completamente vestido con la ropa de la noche anterior.
-No hay nadie-anuncié.
Una sonrisa curvó sus labios mientras se ponía de pie-Mi madre está furiosa. Le dije que me había quedado en casa de Zayn. Debo irme.
Una punzada de decepción recorrió mi pecho pero intenté sobreponerme. Quería hacerle de desayunar, seguir charlando y besarlo.
-E-Está bien. Te veré luego-dije. El dolor de mi voz no pudo ser ocultado.
-Te llamaré en cuanto llegue, ¿De acuerdo?-dijo mientras se acercaba a mi.
Enredé mis manos en su cintura y lo besé. Su lengua buscó la mía casi de inmediato y la sensación de mareo que provocaban sus besos volvió.
-Te quiero, princesa-susurró contra mis labios.
-Te quiero, amor-dije. La palabra "amor" picó en mis labios de forma positiva y mi corazón dio un vuelco.
Era la primera vez que llamaba a alguien de aquella manera y se sentía tan bien. Caminamos juntos hasta la puerta principal y una vez ahí, volvió a besarme.
Caminó hasta la calle y se detuvo. Se volvió hacia mi y dijo-¿Puedo venir a verte mañana?
Yo me sorprendí con su petición-Puedo ir yo a tu casa, si quieres-sugerí.
Él comenzó a negar con la cabeza-No. Quiero ser yo el que venga. Es bien sabido que el novio es el que tiene que ir a buscar a la novia y tú eres mi novia. Quiero venir a hablar con tus papás. Ya sabes, contarles que somos novios.
Mi corazón dio un vuelco-E-Está bien-dije nerviosamente.
Ésto estaba resultando mejor de lo que había pensado. Harry comenzaba a fundirse en mi como nadie lo había hecho. Lo quería. ¡Maldita sea!, ¡Lo quería!, ¡Lo quería demasiado!