Si alguien pudiera definir su primer día de clases en una escuela de magia, diría que es perfecto, animado y que ningún profesor dejo tarea, yo, podría decir con gran certeza, que eso es una ¡MENTIRA!
No llevo ni media hora del día y ya estoy perdida, gracias a Merlín no era la clase de posiciones por que he escuchado por mis hermanos que el profesor Snape, no es alguien que quiera tener como enemigo.
Un tanto desesperada por no encontrar el salón adecuado, corrí por todo el pasillo del castillo, hasta llegar de nuevo al mismo punto donde me encontraba anterior mente
—¿El de gafas? — escuche una voz un tanto lejana, camine por inercia hacia ella —¿Has visto su cara?— esta vez fue una voz diferente, que mientras mas avanzaba mas clara la podía escuchar— ¿Has visto su cicatriz? — mire al grupo de chicos que hablaban entre ellos, dirigiendo su vista a un solo lugar, sabía a quien se referían, así que seguí sus miradas, encontrando a un desaliñado Ron y un despeinado Harry quien parecía un poco molesto por los murmullos, que debieron haberlo seguido desde que dijeron su nombre ayer en el gran comedor.
— ¡HARRY! — grite al llegar a ellos, ocasionando que ambos saltaran, me reí mientras me miraban desaprobatoriamente y me posicionaba en medio de ellos
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En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas.
También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y estaba segura de que las armaduras podían andar. Los fantasmas tampoco ayudaban.
Teniendo todo eso en claro, prácticamente no era nuestra culpa que estuviéramos perdidos.
-Hemos caminado tanto- me queje haciendo resonar mis pasos, Harry se río un poco pero Ron no, contesto sin mirarme
-Sara, puedo ver desde aquí el pasillo donde nos encontraste hace cinco minutos
-Pues han sido los cinco minutos más largos de toda mi vida - insistí una vez más
-No pareces ser alguien que es inteligente, Sara
-¿¡Qué dijiste cabeza de zanahoria!?, SOY MÁS INTELIGENTE QUE TODOS -al parecer Ron quería pelear, bien, que se prepare
-Creo que Hermione es muy inteligente también -dijo Harry de repente, a lo cual reaccione mirándolo feo -o no? No, Sara es mejor - dijo después, sin darse cuenta de mi mirada hacia él.
Sonrojada y tímida avance sin esperarlos caminando por adelante de ellos
-Me dijo cabeza de zanahoria- susurro ron detrás de mi - ella también lo es - sentenció
Al final decidimos solo caminar, a ver que pasaba. Hasta que encontramos el aula, de nuestra primera clase, esas horas entendí que en Hogwarts había mucho más que magia, y bromas mucho más que agitar la varita y decir unas palabras graciosas, había historias que aprender, reglas que seguir.
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Teníamos que estudiar los cielos nocturnos con los telescopios, cada miércoles a medianoche, tres veces por semana iríamos a los invernaderos de detrás del castillo a estudiar Herbología, todas mis clases iba bien, me entusiasmaban, hasta que entre a la siguiente asignatura, una que incluso yo considere la más aburrida, era Historia de la Magia, la única clase dictada por un fantasma: El profesor Binns, quien ya era un hombre muy viejo: era quien daba la clase, al parecer murió un día mientras enseñaba y no se dio cuenta.
Después de esa clase, estaba el profesor Flitwick, el de la clase de Encantamientos, era un brujo diminuto, varias pulgadas más bajo que yo, tenía que subirse a unos cuantos libros para ver por encima de su escritorio, era algo gracioso.
La profesora McGonagall era siempre diferente. Estricta e inteligente, nos habló en el primer momento en que se sentaron, el día de la primera clase.
—Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprenderán en Hogwarts —dijo— Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya están prevenidos. Entonces transformo un escritorio en un cerdo y luego lo regreso a su forma original, me sorprendí tanto que ya no aguantaba las ganas de aprender de inmediato.
Por supuesto, la clase que todos esperaban era Defensa Contra las Artes Oscuras, pero bien dicen, nada es lo que parece, las lecciones de Quirrell resultaron ser casi una broma, así que después de esa primera clase que esperaba con tantas ganas, decidí no tener altas expectativas sobre ello.
Había tantas cosas por aprender, tantas materias, que no sabia si iba a ser capaz de hacerlo bien
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—¿Qué tenemos hoy? —preguntó Harry a Ron, interrumpiendo mi reflexión sobre si este día seria igual que el día anterior mientras Harry echaba azúcar en sus cereales
—Pociones con los de Slytherin —respondió Ron — Snape es el jefe de la Casa Slytherin. Dicen que siempre los favorece a ellos... Ahora veremos si es verdad
— Pero aun así es un buen maestro — le guiñe un ojo a Harry, algo que ya se estaba haciendo costumbre y no podía dejar de hacer
—Ojalá McGonagall nos favoreciera a nosotros —dijo Harry, cambiando de tema, con la cara roja. La profesora McGonagall era la jefa de la casa Gryffindor; pero eso no le había impedido darnos una gran cantidad de deberes el día anterior.
No dije nada más y justo en aquel momento cuando me disponía a terminar mi comida llegó el correo, miles de lechuzas inundaron el gran comedor volando sobre las mesas hasta encontrar a sus dueños, para dejarles caer encima cartas y paquetes. Mamá le había mandado el profeta a Ron mientras a mi una rana de chocolate, escuche a Ron quejarse, pero aun así tomo su periódico y empezó a leerlo, esta vez, incluso Harry recibió una carta.
Luego del alboroto de las lechuzas, el día transcurrió normal, hasta por supuesto...
Llego la clases de Pociones que se daban abajo, en un calabozo. Hacía mucho más frío allí que arriba, así que me asegure de llevar un abrigo debajo del uniforme, el salón se encontraba en la parte principal del castillo, y habría sido igualmente tétrico sin todos aquellos animales conservados, flotando en frascos de vidrio, por todas las paredes
Snape comenzó la clase pasando lista y como otros profesores, se detuvo en el nombre de Harry
—Ah, sí —murmuró— Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad — mire a los chicos que tenían la misma cara que yo, aquí venia el maestro a tratar de forma diferente a Harry, como él mismo había mencionado, llegaba un punto en donde cansaba
Pero no, grande fue mi sorpresa cuando en vez de darle favoritismo, lo trato tan mal, con sus ojos que eran tan negros como los de Hagrid, pero no tenían nada de su calidez. Estos eran fríos y vacíos me hacían pensar en cuartos oscuros
El profesor hablaba casi en un susurro, pero se le entendía todo. Era casi como la profesora McGonagall, Snape tenía el don de mantener a la clase en silencio, sin ningún esfuerzo mientras daba a aquel pequeño discurso de introducción
—¡Potter! —dijo de pronto Snape sobresaltando a mas de uno— ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo? — diferentes pensamientos llegaron a mi mente, en el lenguaje de las flores victoriano el Asfódelo, lo que dijo el profesor, es un tipo de lirio que significa "Mi lamento te sigue hasta la tumba" , mientras que ajenjo significa "ausencia" y el dolor generalmente simbolizado amargo. Varias respuestas surgieron de esto, mientras seguía divagando en mi mente, Harry miraba a todos lados sin saber la respuesta, y Hermione alzaba la mano al aire entusiasmada, de repente quise disculparme con Harry por no poder ayudarlo, mientras en el mismo momento pensaba el nombre de una alumna de Ravenclaw cuando Ron se quedaba dormido y tiraba alguna de sus cosas, entonces si juntábamos todo eso la respuesta seria "Lamento... producir una poción de sueño muy poderosa" confundida mire al profesor que seguía esperando una respuesta de Potter, me impulse para quedar en la misma posición de Hermione con la mano levantada para preguntar
—No lo sé, señor —contestó Harry interrumpiendo el rumbo de mis acciones
Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón y baje mi mano inmediatamente sintiéndome un poco molesta —Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo — No hizo caso de la mano de Hermione, ni de mi mirada intensa —Vamos a intentarlo de nuevo, Potter ¿Dónde buscarías si te digo queme encuentres un bezoar?
— Se saca del estomago de una cabra — pensé o bueno al menos eso creía hasta que sentí la mirada de todos parando las risas del final incluso sentí la mirada del profesor
— Le pedí a usted que respondiera, Weasley? — se dirigió a mi —No, verdad, así que limítese solo a quedarse callada como lo hace su hermano — no dije nada y al parecer a Snape no le importo ya que siguió molestando a Harry
—Parece que no has abierto ni un libro antes de venir. ¿No es así, Potter? — Harry que estaba sentado a lado de mi, se vio obligado a a seguir mirando directamente aquellos ojos fríos del maestro, mientras temblaba ligeramente, ya cansada de todo, tome la mano de Harry y la apreté junto a la mía por debajo del escritorio, tratando de darle ánimos.
Snape seguía haciendo caso omiso de la mano temblorosa de Hermione —¿Cuál es la diferencia entre acónito y luparia? Potter— No hay diferencia, pensé, son la misma planta, quise decirle a Harry la respuesta pero ante eso, Hermione se puso de pie, con el brazo extendido hacia el techo de la mazmorra
—No lo sé —dijo Harry con calma mientras apretaba mi mano—Pero creo que Hermione o Sara lo saben ¿Por qué no se lo pregunta a ellas?
Unos pocos rieron, Snape, sin embargo, no estaba complacido
—Siéntate —gritó a Hermione luego de dedicarme una mirada tan fría como el hielo —Para tu información, Potter; asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida— oh, estaba bien mi respuesta —Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra, como bien respondió la Srta. Weasley, y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta — dejo de hablar y nos miro a todos —Bueno, ¿por qué no lo están apuntando todo?—Se produjo un súbito movimiento de plumas y pergaminos.
Por encima del ruido, Snape dijo:—Se le otorga un punto a Gryffindor por la respuesta de la señorita Weasley, — deje de respirar y la mayoría parecía sorprendidos, antes de decir algo Snape volvió a hablar — pero se le restará ese mismo punto a la casa Gryffindor por tu descaro, Potter
Las cosas no mejoraron para los Gryffindors a medida que continuaba la clase de Pociones. Incluso perdimos más puntos, y Neville termino en la enfermería, todo parecía injusto.
Una hora más tarde, cuando subíamos por la escalera para salir de las mazmorras, los animos de Harry estaban por los suelos. Había perdido dos puntos para Gryffindor
—Anímate —dijo Ron— Snape siempre le quitaba puntos a Fred y a George.
— Cierto, animo Harry — dije en medio de ambos como costumbre — no es tu culpa, ganaremos esos puntos después — Harry medio sonrió y asintió — veras que el sera tu profesor favorito — bromee un poco
—¿Puedo ir a ver a Hagrid contigo? — dijo Ron cuando terminamos de subir las escaleras
— Sí — respondió el azabache — Sara tu también puedes venir
— Iba a ir, aun sino me invitaban — me encogí de hombros y los seguí
Salimos del castillo y cruzando los terrenos que lo rodeaban. Hagrid vivía en una pequeña casa de madera, en el borde delbosque prohibido. Una ballesta y un par de botas de goma estaban al lado dela puerta delantera. Cuando Harry llamó a la puerta, se oyeron unos frenéticos rasguños y varios ladridos
—Atrás, Fang, atrás.
La gran cara peluda de Hagrid apareció al abrirse la puerta
—Entren —dijo— Atrás, Fang nos dejó entrar, tirando del collar de un imponente perro negro.
Pasamos un rato agradable en casa de Hagrid, sin incluir los momentos que parecía evitar a Harry cuando menciono que el profesor Snape parecía tener algo en contra de él, o cuando leyó el profeta y menciono algo sobre un robo que había ocurrido el mismo día que su cumpleaños. Nos ofreció pastel e incluso nos reconoció por nuestras pecas antes de que Harry nos presentara. Hablamos de Charlie y de los gemelos, Hagrid parecía ser una buena persona, bueno, un buen medio gigante, alguien podría ser un buen amigo.
Mientras regresábamos al castillo para la cena, ninguno de lo tres menciono grandes palabras, Harry parecía sumido en sus pensamientos y Ron solo caminaba sin tratar de tropezar
Al llegar al castillo encontré a la pequeña Darcy ya sentada a lado de Edward, quienes me saludaron desde la mesa Revenclaw, les devolví el saludo, para ir a mi mesa a tomar la cena y esperar que mañana fuera un mejor día
POR FIN HE REGRESADO, ESPERO QUE NO LOS HAYA HECHO ESPERAR MUCHO.
SON 2283 PALABRAS, DISFRUTENLO.
SON LAS 16:33 Y HE TERMINADO OFICIALMENTE CON ESTE CAPITULO
Hoy no estoy comiendo nada, estoy esperando para mañana, así que...., espero que hayan tenido una hermosa navidad y que tengan un lindo fin de año.
Los quiero mucho, muchas gracias por leer esta historia y comentarla, no saben como me animan a seguir escribiendo.
¡Felices fiestas chicas (os)!
Pd: el siguiente capitulo es narrado por Harry.