El día de hoy se cumplen tres meses de estar de gira. Y dentro de una semana junto con Ariana cumplimos también tres meses de relación. ¿Emocionante, no?.
Estos últimos meses han sido fabulosos y mas si estoy al lado del amor de mi vida. Aveces peleamos como algo normal entre toda pareja, a causa de sus celos pero resolvemos todo como si nada hubiera pasado.
He conocido a mi suegra, Joan, quien es la madre de Ariana y es una persona muy encantadora. Me agrada. Al igual que ella, mi madre también sabe que yo me encuentro en una relación con Ariana. Ese día yo estaba charlando con mi madre por Skype y mis hermanos también, de repente salio de mi boca decírselo y gracias al cielo ella acepto que Ariana fuera mi novia con algunas lágrimas en sus ojos al sentirse orgullosa de su hija, osea yo. Había sido un buen momento.
Son las 3:20 de la madrugada y nos encontramos saliendo del aeropuerto de Venezuela.
Con una mano sujetaba la suave mano de Ariana y en mi otra mano traía mis maletas.
Los fans que esperaban por Ariana eran demasiados pero por suerte, pudimos subir a la camioneta que nos esperaba fuera del aeropuerto. En esta entramos las chicas, Scooter, Ariana y yo. Como no sabía nada sobre este país, me puse a investigar en Internet, ya que el camino en la camioneta se estaba tornando muy aburrido. Ariana, quien iba al lado mío, recargo su cabeza en mi hombro, así podía ver lo que yo hacía.
-Aquí dice que las mujeres Venezolanas son hermosas -Le Susurre en el oído para que nadie escuchara lo que le estaba diciendo-
En eso sentí un gran golpe en mi pie derecho, no pude evitarlo y jadee de dolor.
-¿Estas bien? -Preguntó Taylor-
-Am.. Si, solo que me golpee el pie -Conteste un poco nerviosa-
Taylor asintió con la cabeza y ya no dijo nada más.
-No escuche bien lo que dijiste, ¿Que era? -Dijo Ariana pellizcando mi mano-
-N-Nada, Ariana -Dije en casi un susurro-
-Eso espero -Susurro de vuelta.
Y sí, yo era la 'gobernada' de esta relación, pero que puedo decir, yo amo a Ariana y eso es lo único que importa aquí.
Luego de que llegáramos al hotel donde nos quedaríamos estos días aquí en Venezuela, Scooter nos asigno individualmente a cada una nuestra propia habitación, pero como ustedes saben, en mi cama no estaría yo sola, por que ahora me acostumbre a dormir en los brazos del amor de mi vida.
Si hablar del amor es estúpidamente ridículo, en ese caso yo estoy jodida.