-¡Mamá! ¿Vos sabes dónde está mi remera negra?-los gritos de mi hijo menor se hacían escuchar por toda la casa.
-¿Cuál de todas?-le dije apareciendo por la puerta de su habitación.
-La que tiene el dibujo acá-dijo tocándose el pecho.
-¿En serio Max? El 99% de tus remeras tienen un dibujo acá-imite su gesto cosa que le causo gracia-Se mas especifico por favor.
-Esa que tiene un…-miro detrás de mí y abrió los ojos muy grandes-¡¡ESA!!-dijo señalando al pasillo, entonces me di vuelta y vi a mi otro hijo usando la remera de su hermano menor.
-¿Yo que hice?-dijo Benjamín con su mejor cara de niño bueno.
-¿Qué haces con mi remera?
-Vos me la prestaste.
-Si pero hace como dos meses, se supone que ya me la habías devuelto.
-Bueno…-dije pasando entre ellos- Los dejo con su linda charla, pero tengo una vida que me necesita.
Baje despacio la escalera, ya que con esta panza no puedo moverme demasiado rápido. Fui a la cocina por algo fresco para tomar y me senté en el sillón a relajarme un rato, leer un buen libro tranquila no me vendría nada mal. No llevaba ni media página cuando se escuchó otro grito, ahora proveniente de mi hija menor.
-¡¡Mamaaaaá!!-la pude ver bajar la escalera hecha una furia-Emma no me quiere llevar a la casa de Ana.
-No puedo andar haciendo de taxi todo el tiempo. Entro a trabajar en 10 minutos y la casa de Ana queda del otro lado de la cuidad-cerré los ojos y respire profundo.
-Decíle a Benjamín que te lleve en mi auto, pero…
-¡¡Benjamín!!
-No es necesario que grites todo el tiempo Olivia, te decía que…-otra vez fui interrumpida por los gritos de mi hija.
-¡Benjaaaa! Dice mamá que me lleves a la casa de Ana-le dijo a su hermano mientras él bajaba la escalera.
-Pero yo me voy a la casa de Violeta-Olivia, Emma y yo nos miramos bastante confundidas.
-¿De Violeta?-dijimos las tres al unísono.
-Sí, de Violeta. ¿Tan raro les parece?
-No, no-dijo yo tratando de disimular mi asombro pero Emma no hizo lo mismo.
-La verdad que sí. ¿Qué tenes vos con Violeta?
-¿A vos que te importa nena?
-¡Ta basta!-les dije poniéndome de pie con un poco de dificultad y ese momento sentí un dolor muy fuerte que me hizo caer nuevamente al sillón.-¡¡Ahhhhh!!
-¡Mamá! ¿Estás bien?-preguntaron los tres al mismo tiempo.
-¿Co… como me dijiste Emma?-le dije aguantando el dolor.
-Mamá-se sentó a mi lado y toco mi barriga-¿Contracción?
-Si… pero… ya estoy… bien.
-¿No querés que lo llame a papá? Digo... para que no te quedes sola-dijo Benjamín antes de sentarse junto mí.
-¡Noooo! Estoy bien- les dije- Lo único que necesito es un poco de tranquilidad. Ahora vayan cada uno a sus cosas que yo voy a estar bien. Y Benjamín…-se giró a mirarme-No quiero que llames a tu padre.
-Ay mamá, tanto orgullo te va a hacer mal-dijo Emma besando mi frente.
-Gracias…-le dije con lágrimas en mis ojos.
-¿Por qué?
-Por decirme nuevamente mamá.
-Vos sos y siempre fuiste mi mamá. Lástima que pase tanto tiempo peleando en vez de disfrutar de la asombrosa mamá que tengo.-me abrazó y yo no pude hacer otra cosa que llorar más fuerte aun-Perdóname por…
-Sht… no tenes que pedirme perdón por nada. Todo está bien. Te amo hija.
-Y yo a vos mamá-es eso momento sentí un peso extra sobre nosotras asi que romí el abrazo y pude ver a Olivia, Benja y hasta Max encima de nosotras.
-Son tan tiernas-dijo Max riendo.
-Cállate bobo-Emma golpeo a su hermano en el brazo.
-¡Ya! No se quieran tanto por favor. Y ahora vayan... –dije haciendo ademanes hacia la puerta.
-Si nos echas así mejor nos vamos-todo me dieron un beso y luego desaparecieron tas la puerta.
Volví a mi lectura, hacía tiempo que esta casa no estaba tan tranquila. Después de un rato de lectura me empecé a aburrir, no estaba acostumbrada al silencio y la tranquilidad. Camine un rato por la casa sin saber claramente que hacer, decidí darme un ducha para quitarme un poco el calor y luego un poco más fresca me senté a ver un película.
Hacia unos quince minutos que había empezado cuando sonó el timbre, asi que me dirigí a la puerta y en ella me encontré con Teo.
-Le dije a Benjamín que no te llamara.
-Yo también me alegro de verte Morena-dijo besando mi mejilla, es muy extraño ese momento cuando nos saludamos ya que ambos nunca sabemos cómo reaccionar-Pero Benjamín no me llamo, fue Olivia.
-Tendría que haberlo sabido-dije riendo-Pasa. ¿Queres tomar algo?
-Sí, pero yo me sirvo-dijo dirigiéndose a la cocina.
-Estoy embaraza, no enferma. Todavía puedo servirle algo de tomar a mi…-me calle enseguida cuando me di cuenta lo que iba a decir. Aunque sigue siendo mi marido es raro llamarlo así puesto que hace ya poco más de cuatro meses que estamos separados. Todavía no me acostumbro a estar sin él. Cada mañana lo busco a mi lado en nuestra cama y cada noche antes de dormir le doy las buenas noches aunque ya no esté ahí. Sé que lleve las cosas demasiado lejos, pero ahora no puedo dar marcha atrás.
-¿Tu que More?-dijo mirándome algo confundido Yo sin contestarle abrí la heladera y saque una jarra de jugo. Serví en un vaso y se lo entregue
-¿Necesitabas algo?
-Yo vine a ver como estabas, Oli me dijo que estabas con dolores.
-Tuve una contracción, algo normal en una embarazada ¿No?-me gire y camine hacia la sala con Teo siguiendo mis pasos.
-Morena… ¿Podemos hablar?-lo mire haciéndome la confundida-¿De nosotros?
-Teo por favor-me senté en el sillón y el hizo lo mismo.
-Morena yo necesito que hablemos.
-Está bien, si eso te hace feliz, adelante, habla.
-Yo… -pude notar como se removía incomodo en el lugar- Quiero que sepas que lamento mucho todo lo que pasó, todo el dolor que te cause. Esa nunca fue mi intención, yo te amo. Lo que pasó no fue en lo absoluto importante para mí, por eso te lo conté, no me pareció justo para vos que te lo ocultara.
-Tenes razón, yo sé que vos nunca harías nada para lastimarme, y fui yo quien llevo las cosas demasiado lejos, pero ahora siento que ya no hay marcha atrás. Ya arruine todo por mi estúpido orgullo y…-ya no puede contener mis lágrimas. Pude sentir sus brazos alrededor de mí y en ese momento deje de pensar, solo quería abrazarlo, besarlo y decirle que ya no importaba nada de lo que había pasado, que él era todo para mí. Pero todas esas palabras no salían por mi boca, era como si me hubiera quedado muda y no pudiera emitir palabra.
-No llores, por favor More. Perdón por todo, y perdón por venir sin avisar.-se levanto del sillón y camino hacia la puerta, quería gritarle que no se fuera, que se quedara para siempre junto a mí-Cualquier cosa avísame ¿Si?
-¡Teo!-el giro rápidamente-No te vayas…- se quedó mirándome unos segundos y lentamente camino hacia mí- Por favor, quédate conmigo-cuando llegó mi lado lo abracé fuerte, como si no quisiera despegarme nunca de él.-Te amo.
-Yo también te amo-dijo mirándome fijo a los ojos, pero mi vista se posó en sus increíbles labios, esos labios que no besaba hacia tanto. Me acerque lentamente y deposite un dulce y tierno beso sobre ellos. Beso que fue aumentando su intensidad con el correr de los segundos. No sé cómo se puede describir la sensación de plenitud que sentía en aquel momento, era increíble que nuestro amor siga aún más fuerte después de 19 años juntos. Después de lo que me pareció apenas un instante él rompió aquel beso y me miro fijo a los ojos-Eso significa que…
-Cuando vos quieras podes volver-él sonrió y me abrazo fuerte.
-Te amo, te amo, te amo-decía mientras besaba toda mi cara, eso me hizo reír mucho ya que parecía un niño pequeño-Esto hay que festejarlo. ¿Tenes algo para tomar?
-Si, en la cocina, pero acordate que yo no puedo-creo que lo último no lo escuchó ya que entro rápidamente a la cocina. En ese momento sentí una presión muy fuerte en mi bajo vientre y un líquido correr por mis piernas. ¡Oh no!
-¡Teo, la bolsa!
-¿Qué?-grito él, aún en la cocina.
-¡La bolsa!
-¿Qué bolsa?-dijo asomando su cabeza por la puerta.
-¡¡LA BOLSA TEO!!-le grité señalando mis piernas.
-¿Qué bolsa? No entiendo que…-abrió sus ojos grandes y me miro entre asustado y sorprendido-¿Ahora? ¿En serio?
-Si Teo, ahora-me ayudo a subir la escalera y llegar a mi habitación. Donde me cambie y él agarró el bolso de las bebés y el mío.
Rápidamente nos subimos a su auto y nos dirigimos al hospital, en el camino le marqué a Olivia, a Benjamín, a Emma y a Max. Quienes me dijeron que irían enseguida para allá.
Al llegar una enfermera me llevo en silla de ruedas a una sala donde pronto me llego el Dr. Vergara, quien me había atendido durante todo mi embarazo y me dijo que iríamos pronto a cesárea ya que estaba dilatando muy rápido.
Cuando me quise dar cuenta ya estábamos en el quirófano, me pusieron la anestesia y en pocos minutos entro Teo con un mameluco celeste y se sentó a mi lado.
-Todo va muy bien amor-dijo besando mi frente-En pocos minutos tendremos a nuestras hijas con nosotros.
-¿Listos papis? Aquí vamos-dijo el doctor Vergara.-Aquí viene la primera…-y en poco segundos se escuchó un llanto. Teo y yo nos miramos, ambos con lágrimas en los ojos.
-Alina-dijimos al unísono.
-Es hermosa-dijo una enfermera a mi lado con Alina en brazos-Venga padre.
-Te amo-me dijo Teo besando mis labios y luego camino tras la enfermera.
-Y aquí esta…-volvió a decir el doctor-Noa-levanto a la pequeña y la pude ver, era hermosa.
Luego de lo que a mí me pareció una eternidad las enfermeras me trasladaron a la sala, donde se encontraba un montón de gente.
-Un ratito, porque todavía no es horario de visita-dijo una de ellas haciendo un giño.
*******
Dos meses después…
Ya todo está volviendo a la normalidad, las gemelas ya están con nosotros y Teo por fin volvió a la casa. Volvimos a ser la familia que siempre fuimos.
-¡Mamá! Hay que cambiarle el pañal a Noa.
-Y cámbiala Max.
-¡No ma! Qué asco-dijo entregándome a la pequeña.
-Deja que yo le cambio el pañal-dijo Emma arrebatándome a la bebé de los brazos-Todavía me acuerdo cuando te yo te cambiaba los pañales Max, y te puedo asegurar que era peor que esto.
-Cállate nena… ¿Mamá no vas a decir nada?
-No puedo defenderte Max, Em tiene razón.
-Muchas gracias por tu apoyo.
-Por nada mi amor-le dije besando su frente-Siempre es un placer.
-Ma, Alina tiene hambre-Olivia venía con su hermana en brazos
-Dámela-le dije sentándome en un sillón-¿Podes calentar un biberón por las dudas?
-Si ma.
La verdad no me puedo quejar, tengo el apoyo de todos y se comportan muy bien como hermanos mayores, me ayudan en todo.
-Buenas noches-dijo Teo entrando por la puerta, se acercó a mí y me dio un dulce beso.
-Hola pa, es raro verte por acá.
-Muy gracioso Benja-le dijo golpeándolo con el portafolios.
-Bueno ahora que llegó papá, yo me voy ma-dijo Olivia.
-Yo también-la siguió Max.
-Pa ¿Me prestas el auto?
-¿Para qué Benjamín?
-Voy a salir a dar una vuelta.
-Está bien. Pero tenes que llevar a tus hermanos.
-¿Conmigo?
-No Benja, dejarlos a donde vayan.
-Ok, no hay problema.
-Claro, ahora se van todos y me dejan sola-les dije a mis hijos en tono de reproche.
-Mamá, si seguís teniendo hijos, nunca te vas a quedar sola.-dijo Olivia antes de salir por la puerta.
Teo se sentó a mi lado y le dio un pequeño beso a Alina quien dormía sobre mí.
-¿Y Noa?
-Emma subió a cambiarle el pañal y no volvieron.
Me levante y subí a dejar a Ali en su habitación, camine hasta la habitación de Emma y me encontré con una escena muy tierna. Emma y Noa dormían plácidamente. Cerré la puerta despacio para no hacer ruido y me aleje de ahí.
-Amor… Me voy a dar una ducha. ¿Venís?-me dijo Teo parado en la puerta de nuestra habitación.
-¿Cómo rechazar una oferta tan tentadora?
*******************************************************************************************************************************************
Volvió Morena!!!!
Aquie les dejo el cap.. Espero que les guste!!
Dejen su votito y su comentario por favor! Es super importante para mi saber sus opiniones!!
Beos y abrazos!!
Aguss <3