Llevaba dos días sin comida o presencia humana cerca de mí, desde que había llegado a la mansión me habían encerrado en un cuarto que apenas y tenía un baño, había buscado cualquier forma de escapar pero la única ventana que había era demasiado pequeña y la del baño aún más, tomaba agua del grifo y aunque me parecía asqueroso, era mi única opción.
La única ropa que tenía era la playera que Mike me había dado y la única cosa que me salvaba del fuerte frío que inundaba el cuarto por las noches era una pequeña sabana que cubría el colchón de la cama.
Era probablemente muy tarde, la luz del día se había esfumado hace ya varias horas y yo estaba arrinconada en una esquina de la cama, temblando de frío y con los ojos totalmente hinchados de tanto llorar.
Era mi castigo por haber sido una perra con Jason, mentirle y hacerle creer que me había acostado con Nate... al pensar en Nathaniel las lágrimas inundaban más mis ojos.
Sentí un dolor en el vientre y corrí al baño pensando que tal vez serían cólicos anunciando que mi regla estaba por llegar, lo único que me faltaba.
Bajé mis bragas y las noté con un pequeño rastro de sangre, comencé a maldecir y a pensar en cómo mierda le diría a alguien que necesitaba tampones o toallas, en este lugar solo había chicos y había sido ignorada los últimos dos días.
-¡Ayuda!-Grité mientras salía del baño y me recargaba en una pared cercana. Rogaba por qué alguien me escuchara y sobre todo, que alguien quisiera ayudarme.-¡Por favor!-Grité más fuerte, tal vez si pensaban que estaba muriendo o algo, me harían caso.
Escuché pasos provenientes del pasillo y alguien abrió la puerta, me quedé parada observando quién vendría en mi ayuda y mi cuerpo se relajó al saber que era Jason.
-¿Qué mierda?-Dijo mientras me observaba con el ceño fruncido.-¿Qué te pasa?
-Necesito algo.-Susurré y giró los ojos, cuando estaba a punto de cerrar la puerta de nuevo, lo tomé del brazo y rogué por qué se quedara, verlo a él era mejor que estar totalmente sola.
-¿Qué quieres?-Dijo mientras me veía con fastidio.
-Necesito...-Susurré incómoda.-Ya sabes... cosas de chicas.-Murmuré apenas audible, era normal lo que ocurría pero decirlo resultaba incómodo.
-Uhm... ya, está bien.-Dijo mientras se frotaba la nuca tímidamente.
-¿Ya podré salir de aquí?-Bajé la mirada temiendo su reacción.
-Discúlpate.-Cruzó los brazos y se irguió imponentemente ante mí.
No dejaría que mi estupido orgullo provocara que me dejara encerrada más tiempo aquí, yo no debía disculparme de nada pero tenía que hacerlo.
-Lo siento.-Suspiré y mordí mi labio inferior.
-Bien. Ve al cuarto del final del pasillo, hay ropa de tu talla, zapatos y... lo que necesitas.-Me observó y sentí como me desnudaba con la mirada, apuesto que ni siquiera le importaba que estuviera con la regla.
-Gracias.-Sonreí y pasé a su lado sin tocarlo antes de que algo se nos saliera de control y me dirigí al cuarto que me había dicho, cerré la puerta tras de mí y comencé a observar todo.
Era muy bonito, mucho más espacioso que el cuarto en que me encontraba antes, la cama era grande y estaba cubierta por una gran colcha azul, los muebles eran blancos y otros negros, había un gran closet y una puerta que seguramente llevaba al baño, no había ningún tipo de decoración lo que lo hacía parecer elegante y una televisión de pantalla plana cubría parte de la pared.
Había pasado de estar en un calabozo a encontrarme en algo que parecía una habitación del Burj Al Arab.
Abrí el closet y me sorprendí al ver mucha ropa, al obsérvala con más detalle noté que en definitiva era de mi talla como había dicho Jason y sobre todo parecían mis gustos... Incluso estaban perfumes de marcas que usaba, cremas, desodorantes, ¿Maquillaje?, todo totalmente nuevo... un escalofrío recorrió mi cuerpo al pensar en todo lo que él sabía de mí.
Al observar la parte baja del closet me di cuenta que también había zapatos, tenis y zapatillas, todos de mi número.
Decidí restarle importancia al pensar que tal vez había investigado demasiado de mí y me dirigí a la ducha, el cuarto de baño era espacioso y elegante, comencé a observar todo y al ver el champú y acondicionar que estaban colocados dentro del cuarto del baño, me paralicé, eran los mismos que yo usaba.
Esto se estaba tornando demasiado aterrador.
Había una pequeña caja morada en medio de la tina y fruncí el ceño al verla, en definitiva eso no debería ir ahí.
La tomé y caminé hacia la cama para abrirla, estaba pesada y la intriga me llenó más al ver en la parte de arriba una nota.
"Esto es lo que una mujer necesita en el gabinete del baño, según Google. -J"
Comencé a ver el contenido de la caja y reí, había toallas, tampones, rastrillos, cremas depilatorias de muchos tipos, desmaquillante, pastillas para dolores de cabeza e incluso condones y un par de pruebas de embarazo, realmente había buscado en Google.
No entendía nada, un día me tenía viviendo peor que a una convicta y al siguiente con solo una disculpa me hacía sentir como en una novela, qué raro eres Jason McCann.
Después de tomar una larga ducha y colocarme unos pantalones de chandal junto a un suéter, me quedé sentada en la cama observando todo.
La situación era perturbadora en muchos sentidos, tanta amabilidad no era normal y sobre todo, no lograba entender cómo sabía tanto de mí, miles de teorías rondaban mi cabeza pero ninguna llegaba a nada en concreto.
Mi estómago rugió y recordé que no había comido en más de dos días, ahora que no me sentía tan mal comenzaba a recobrar el apetito.
Giré la manija de la puerta y me sorprendí al notarla sin seguro, abrí y comencé a caminar a través del pasillo, había varias puertas y escaleras que llevaban a la parte de abajo así como a la parte superior.
-¿Qué haces afuera?-La voz de Jason retumbó por todo el lugar y me estremecí.
-Tengo hambre.-Junté los brazos y caminé hacia él.-¿Me harás suplicar por comida?
Giró los ojos y comenzó a caminar, lo seguí y bajamos por una escaleras, cada vez me impresionaba más este lugar, era magnífico y parecía un museo con cuadros por todos lados y sobre todo por las paredes y pisos increíblemente blancos.
Caminamos hacia lo que parecía ser la cocina y me volteó a ver, amenazante.
Me alejé por impulso al no saber lo que haría debido a su tan cambiante humor.
-Ya que vivirás aquí deberás saber las reglas.-Sacó un papel de el bolso de su pantalón y me lo entregó.
Salió de la cocina y me quedé observando el papel, estaba escrito con su letra la cual era jodidamente fea aunque entendible.
Dirigí la mirada a mi alrededor y caminé por la cocina, la alacena y el refrigerador estaban llenos, pensé en prepararme algo ya que cualquier cosa que fuera comida sería bienvenida en mi estómago, pero como si fuera caída del cielo observé varias cajas de pizza sobre una barra en la parte trasera, las pizzas estaban incompletas y parecían ser de varios ingredientes, mi estómago rugió de nuevo y tome cuatro rebanadas las cuales metí en el microondas.
Me senté en una de las sillas a comer y comencé a leer el papel que Jason me había entregado.
"Ahora que vivirás en esta casa, lo quieras o no deberás de seguir las siguientes reglas: Obedecerme en todo lo que diga, sin cuestionar nada. No salir de la casa por ningún motivo. Jamás meterte con ninguno de mis empleados o amigos, solo yo te puedo tocar. No intentes escapar, no llegaras muy lejos. Jamás usarás ningún teléfono, computadora o aparato que permita comunicarte con el exterior, si lo haces lo sabré, todos están monitoreados y la más importante jamás me sigas o entres a mi habitación. Si no cumples con alguna, te mataré :) -J"
Muy bien, esto será complicado pero funcionará. Guardé la hoja en una bolsa del suéter y seguí comiendo, Jason era un maniaco del control y si no obedecía, terminaría muerta, eso era aseguro.
Mientras Dulce se encontraba reflexionando acerca de cómo podría sobrevivir a Jason McCann, éste pensaba en cómo podría decirle toda la verdad... jamás creyó que todo sería tan rápido, pero parecía que ella había corrido a sus brazos, lo cual en definitiva no era parte del plan.
Oh pequeña Dulce, lamento tanto esto, pensó Jason mientras tomaba un trago de Whisky, lamento que te hayas convertido en una obsesión para mí desde que supe de ti... hace casi 4 años.
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Final inesperado, DAMN! No saben lo que se viene ALV
Muchas gracias por leer, me alegra muchísimo ver a tantas nuevas lectoras<3
250 votos y 150 comentarios para el siguiente capítulo :)