1| Predictions (Elijah Mikael...

By Bucky_Barnes89

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Samantha Mitchell es una chica común que lucha por ser lo más invisible posible. Si no fuera por su ruidosa y... More

Prólogo
Playlist
1- The Originals Arrival
2- The Oracle
4- Girl in New Orleans
5- Sinners and Saints
6- Dealings With Magic
7- Vision and Mission
8- The River In Reverse
9- It'll Cost You More than You Think
Sam muere al final
10- Price of Blood
11- In Honor of The Fallen
12- Powerful Enemies
SE CANCELA
13- Difficult Decisions
14- Long Way Back from Hell
15- Games and Tricks
16- It's Hard to Say Goodbye
¿Klamantha o Samlijah?
Plegarias Escuchadas y Preguntas Respondidas
17- Moon Over Bourbon Street
18- Every Pact Has a Weak Point
19- One Day, Many Losses and Several Gains
20- Even in Your Dreams
21- The Battle of New Orleans
22- From a Cradle to a Grave
Profecy: Anuncios y Agradecimientos

3- Tangled Up Blue

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By Bucky_Barnes89

6 meses después

Narrador externo

Allí se encontraba Camille en Rousseau's, sirviendo tragos a las personas que concurrían el lugar, era su turno de atender la barra medio tiempo hasta que llegara su reemplazo. Su mejor amiga no había venido hoy debido a que tenía que hacer una "diligencia". Y lo digo entre comillas ya que eso es lo que menos hace. Una chica rubia entra al bar y se sienta en la barra a pedir wisky, tiene ojos azules y linda sonrisa, pero su actitud es muy tosca y agresiva al igual que la de su hermano mayor.

- ¿Eres Camille?- le pregunta la rubia.

- Dime Cami- dice la cantinera en tono dulce, ella alza la vista y logra ver ese rostro conocido que apareció en su cena de anoche con Marcel- ¿Te conozco?- pregunta Camille.

- Si, soy amiga de Marcel, lamento la confusión- mencionó la rubia en tono de disculpa, necesitaba que Cami confiara en ella o si no el plan no resultaría- Soy Rebekah por cierto- se presentó extendiendo su mano- Rebekah Mikaelson.

- Un placer- profirió ella estrechando la mano de la original- Y acepto tus disculpas- si había algo que caracterizaba a Camille era su corazón blando y su actitud amable con los demás, era considerada y siempre te daba una mano cuando lo necesitaras; quizá por eso Rebekah está celosa de ella, además de acaparar la atención de su ex, ella era humana, y era algo que Rebekah no podría tener.

- Marcel ha organizado una fiesta- dijo la rubia, Cami volvió a alzar la vista interesada, Rebekah sonrió internamente- Es esta noche- dijo y le tendió una invitación.

- ¿Él te pidió que...

- No, pero sería lindo que fueras a sorprenderlo- Cami se lo pensó; sería una gran oportunidad de verlo de nuevo, era un chico atractivo y además de encantador era algo romántico, aparte que ya había decidido darle otra oportunidad al moreno. A su mente llegó la grandiosa idea de invitar a su mejor amiga, Samantha casi no salía de casa a no ser que fuera para trabajo y para hacer sus "diligencias", la última vez que recuerda que su mejor amiga había salido fue en el festival de música del año pasado.

- ¿Puedo llevar a una amiga?- Rebekah sonrió, su plan estaba viento en popa aunque el único problema sería la otra chica, Klaus podría entretenerla.

- Por su puesto.

- Entonces cuenta conmigo- ya estaba decidido, Samantha y Camille asistirían a esa fiesta.



Narra Samantha

No había ido al trabajo hoy, sé que debo mantener un perfil bajo debido a las brujas y a cualquier ser sobrenatural que me rodea, desde que sucedió lo de Davina me ha quedado muy claro, me he dado a respetar entre Marcel y sus vampiros debido a mis amenazas de tomar Nueva Orleans bajo mi poder, la idea es tentadora pero no quiero una guerra entre brujas y vampiros contra mi, serían muchos cadáveres que enterrar y sinceramente no se me antoja ensuciarme las manos.

- ¿Cuándo será tiempo?- pregunté a las siluetas encapuchadas mejor conocidas como mis ancestros.

- Pronto.

- ¡Eso me han dicho desde hace meses y aún no veo resultados!- grité perdiendo los estribos- ¡Llevo aquí un jodido año y nada! ¡No veo nada!

- Lo sabemos- dijo la figura encapuchada- Pero debes ser paciente, tu destino llegará muy pronto.

- ¿Qué tanto?- pregunté pero no obtuve respuesta- No más preguntas, entiendo- cerré los ojos y me concentré en salir de ahí, al sentir el calor de las velas supe que estaba afuera, solté un bufido y con solo un chasquido las velas se apagaron.

Estaba frustrada, ya llevaba aquí un jodido año y aún no encontraba a la familia a la que me ligaría por el resto de mi vida, según mis ancestros debía hacerlo ya que ellos tendrían lo que necesito para el perdón de mi raza, así es, aunque provenga de otra dimensión y halla sido humana ahora era un oráculo y esa era mi naturaleza, no puedo dejarla de lado. En ese momento escuché la puerta de la casa abrirse, miré la hora y eran las seis de la tarde, Cami llegó muy temprano ésta vez.

- ¿Sammy?- me llamó por mi apodo.

- ¡Arriba!- grité en respuesta. Escuché los pasos apresurados subir por la escalera y en un segundo Camille estaba en el umbral de mi habitación con un par de bolsas- ¿Cómo te fue?

- Fue un día algo atareado, además tuve que cubrir tu turno de camarera en la tarde.

- Lamento eso- me levanté del suelo y fui a abrazarla en forma de saludo.

- No te preocupes- dijo Cami en tono dulce totalmente sin cuidado mientras correspondía a mi abrazo.

- ¿Y qué te trae por aquí tan temprano? Sin ofender Cam, creí que llegarías más tarde- pregunté curiosa mientras me separaba de ella.

- Pues me invitaron a un baile esta noche y fui a hacer unas compras- mencionó alzando la bolsa en sus manos.

- No te creo.

- Así es- canturreó orgullosa.

- ¿Quién te invitó? ¿De quién es la fiesta? Cuéntamelo todo!- inquirí agitada cual adolescente.

- Está bien, está bien- accedió intentando calmarme, tomó un respiro- La fiesta es de Marcel- mi sonrisa de colegiala desapareció instantáneamente- Y él no me invitó, fue su amiga.

- ¿Cuál amiga?

- La chica de la otra noche-estaba totalmente impresionada, esto no podía ser cierto.

- ¿Fue su ex?- pregunté con incredulidad.

- Sí- admitió ella y cerró los ojos esperando mi regaño.

- ¿¡Qué!?- grité furiosa, voy a matar a su ex y a Marcel, ¡si antes no lo hice pues lo haré ahora!

- Se disculpó conmigo y me dio una invitación, además creo que sería lindo sorprenderlo- solté un quejido y con mi mano golpee suavemente mi frente, es increíble que tenga un título en psicología y sea tan idiota.

- Cam...

- ¿Podrías no decir nada malo? Ya decidí darle una segunda oportunidad Mary- dijo Camille interrumpiéndome, sabía que salía con Marcel Gerard mi enemigo número uno, el vampiro más arrogante que conocía, pero no podía interponerme, no es como si llegara de la nada y le dijera: "Hey Cami, ¿sabías que los vampiros existen? Tu chico, Marcel, es uno de ellos, ah y yo soy una criatura mística que proviene de otra dimensión", aunque quisiera hacerlo no podría, ella debe descubrirlo por su cuenta.

Suspiré cansada, algún día haría pagar a Marcel por esto.

- Está bien, si eres feliz pues no me queda otra más que apoyarte- Camille soltó un gritito y me rodeó con sus brazos.

- Gracias, Gracias, Gracias.

- Sí sí sí, ahora ve a vestirte, yo te voy a maquillar y arreglaré ese sucio cabello- dije mientras tomaba un mechón de cabello, ella rió y me lanzó una almohada al rostro- Oye- ambas reímos, ella se levantó y tomó una de las bolsas que había traído y se fue a su habitación- ¡Cam! ¡Olvidaste la otra bolsa!

- ¡No es para mi!- no entendí, ¿Una bolsa para...? No. Miré a la puerta y allí estaba ella en el umbral con una gran sonrisa en el rostro- Quiero que vengas conmigo.

¡Diablos! Justo lo que no quería, que me invitara a la dichosa fiesta, joder lo último que necesito es ver a ese cretino.

- Cam... Yo no puedo- su sonrisa se borró.

- Sam, por favor.

- ¡Sabes que no tengo tiempo!

- ¡Desde hace un año que no vas a una fiesta! Debes socializar- me reprochó, sí puede que no salía mucho pero eso era por las brujas y vampiros sueltos.

- Cam...

- No aceptaré un no- dijo muy seria, ya no podía negarme, si lo hacía sabía que no me lo perdonaría. Bufé y respondí:

- Está bien, iré a la dichosa fiesta- ella corrió y me abrazó con una gran sonrisa en el rostro, me fue inevitable sonreír.

- La pasaremos en grande- dijo para luego soltarme. Escuché la puerta de su habitación cerrarse.

Hacía mucho que no asistía a una fiesta de Marcel.

Flash Back

5 meses atrás

Miré desde afuera la gran casa que se hallaba en Bourbon Street, me dijeron que habría una gran fiesta hoy y era simple lógica saber que el anfitrión sería Marcel Gerard, mi enemigo. Entré a la mansión y la música inundó mis oídos, habían vampiros y humanos en el ambiente, pude divisar aquel escudo con la gran "M" y me pareció una falta de respeto hacer una fiesta tan vulgar en tan hermosa casa, Marcel parecía un adolescente, armaba fiestas cuando sus padres no estaban sólo que él no tenía familia. Miré hacia arriba y allí estaba el moreno bebiendo lo que parecía ser alcohol, miraba a las personas y a sus vampiros disfrutar de la fiesta. Repentinamente un joven se posicionó a mi lado y comenzó a bailar muy pegado a mi, desagradable para mi gusto.

- ¿Quieres bailar?- preguntó en mi oído y estoy segura que pude escuchar como me olfateaba, lo sabía, vampiro.

- No esta noche.

- Oh vamos linda- me tomó de la cintura y me pegó a él.

- Dije que no- lo aparté de mi con un empujón ya enojada, estos bailes no eran de mi gusto, no lo eran en mi otra dimensión y no lo son ni lo serán en ésta. El vampiro se notaba enojado y me tomó con fuerza por la barbilla, más fuerza de la debida, y me obligó a mirarlo a los ojos.

- No harás ruido alguno, tengo mucha hambre muñeca y se me antoja tu sangre, ahora ofreceme ése manjar- dijo para luego soltarme, actué como si de verdad estuviera bajo la hipnosis y cuando noté su sonrisa satisfecha solté una gran carcajada.

- Oh cariño, eso no funciona conmigo- él me miró confundido- Aunque ¿sí sabías que acabas de faltarme el respeto?

- Ja, ¿Quién te crees que eres para exigirlo?- eso es todo, ya me hizo enojar, chasqueé mis dedos y su cuello tronó haciendo que él cayera al suelo inconsciente. Un par de chicos lo notaron pero sólo creyeron que estaba ebrio así que no me preocupé por llamar la atención, Ya luego le daría una lección a ese cretino, después de todo quien debía limpiar el desastre era Marcel. Miré hacia arriba y el moreno estaba mirándome un poco molesto pero en gran parte asustado, me encantaba esa mirada de miedo y pavor, sólo que él no la tenía, era aburrido no asustarlo.

Me abrí paso entre la multitud y subí las escaleras hasta dar con dos de sus lacayos, ellos me detuvieron pero con un movimiento de mi mano los hice a un lado, estaba muy enojada por el reciente accidente sería mejor que no estorbaran, además que no quería causar un espectáculo a los humanos que allí se encontraban.

-  ¡Samantha! ¡Hola, volviste!- exclamó Marcel con una gran sonrisa en el rostro.

- Ahorratelo Marcel- dije irritada- Vine aquí a hablar contigo.

- ¿Sobre qué?

- Oh creo que lo sabes muy bien- inmediatamente se tensó y le hizo señas a sus vampiros, ellos se posicionaron a ambos lados de una gran puerta como dos guardianes.

- ¿Vienes?

- Claro- dije y seguí al moreno hacia la habitación, una vez adentro cerré la puerta y sin que él lo notara puse un hechizo para que nadie pudiera escucharnos, odiaba a los fisgones.

- ¿Se te ofrece algo?- dijo señalando unas botellas que allí se encontraban, pude reconocer que eran de wisky.

- Si, por favor- él sirvió el líquido y me tendió el vaso, una vez en mi mano di un sorbo y con la otra envié a Marcel contra la pared en un gran estruendo.- Ahora, hablemos de negocios.

- ¿Qué es lo que quieres?- dijo en un tono asfixiante pues poco a poco le quitaba el oxígeno de los pulmones.

- No hables mucho querido, se puede acabar el aire- Sonreí de manera cínica.- Veamos, te quiero felicitar por la buena gestión que has tenido en Nueva Orleans, has disminuido el número de humanos muertos éste mes, si antes habían diez, ahora hay seis- di otro sorbo al wisky mientras caminaba por la habitación, era una especie de biblioteca, los libros llamaban mi atención pero me obligué a concentrarme- Ah por cierto, gracias por seguir el trato de no espiarme, me siento mucho más cómoda.

- No he hecho nada malo- tosió un poco- ¿Por qué has..?

- Vine para darte nuevas órdenes claro, ¿por qué otra razón vendría?- se estaba ahogando, pobre, lo dejé caer al suelo y con esa caída el aire volvió a sus pulmones, era tan divertido jugar con él.

- ¿Y cuáles son esas órdenes?

- Quiero que los números bajen a cero Marcel- dije y di otro sorbo.

- ¿Qué?

- Lo que oíste, tienes dos semanas.

- No puedo hacerlo en tan poco tiempo, debes darme más.

- Eres un vampiro Marcel, y has tenido el tiempo suficiente de corregir esto, no es mi culpa que tu comportamiento sea equivalente al de un puberto- Él soltó un gruñido y en un santiamén sentí su presencia a mis espaldas, iba a atacarme pero yo fui más rápida y logré quebrar los huesos de sus piernas haciendo que cayera de rodillas ante mi, justo como me gustaba. Marcel gritaba de dolor y yo sólo me divertía- Ni se te ocurra provocarme Marcel, no me importaría reemplazarte en tu título de rey de Nueva Orleans- terminé mi trago y dejé el vaso en una pequeña mesita y a medida que avanzaba sus huesos se quebraban- Te doy dos semanas para que disminuyan los números, si eso no sucede vendré aquí a tomar el control de Nueva Orleans por las malas- estuve a punto de salir cuando o solté y me volteé- Ah por cierto, dile a tus vampiros quien soy y las consecuencias de intentar atacarme, no quiero tener que arrancar más corazones.

Y salí de allí.

Fin Flash Back

Si, hace mucho que no voy a una fiesta de Marcel, esa vez el cumplió con mis instrucciones y logró el objetivo el cual se ha mantenido, desde esa vez no volví a ir a su mansión pero no podía evitar el presentimiento de que debía hacerlo. Tomé el vestido de la bolsa y vi su diseño, era un precioso vestido azul oscuro junto a unas plumas de pavo real, sonreí por el lindo detalle y fui a arreglarme para ésta noche.

---------------------------

Cami y yo estábamos en la puerta de la lujosa mansión, nos detuvimos debido a Cam, estaba nerviosa.

- ¿Qué tal si no le agrada verme?

- Cam, estás hermosa y además le gustas, claro que querrá verte- odiaba esto de adular a ese perdedor- Además, ya me hiciste venir hasta acá, no pienso devolverme.

- Está bien, entremos- Cami enlazó su brazo con el mío y juntas entramos a la gran casa, había mucha gente caminando, conversando, bailando, era un ambiente agradable pues era un baile clásico y no como esos de clubes nocturnos.

- ¡Cami! Sí viniste- exclamó una chica viniendo en nuestra dirección, me parecía conocida.

- Así es

- Y veo que trajiste a una amiga- dijo en tono amable mientras me recorría con la mirada, la evalué más de cerca y supe de donde la conocía. ¡Era la chica de la visión que tuve hace 6 meses atrás!

- Si, Sam, ella es Rebekah- dijo señalando a la rubia- Rebekah ella es Samantha.

- Samantha Mitchell, un placer- dije extendiendo mi mano.

- Rebekah Mikaelson, el placer es mío- dijo para luego estrechar su mano conmigo, su energía chocó con la mía causando una leve descarga. Quizá halla sentido mi poder pero gracias a eso supe que ella no era un vampiro común. Era una original- Bueno chicas, espero disfruten de la noche- ella se despidió y se fue en otra dirección.

- ¿Quieres ir por un trago?- le pregunté a Cami pero ella negó.

- Esperaré a Marcel, tú ve y diviértete- asentí con la cabeza y fui hasta la barra, allí pedí un martini y comencé a disfrutar de mi bebida mientras observaba a la multitud.

- ¿Qué hace una chica tan linda, sola en ésta fiesta?- preguntó un joven a mi derecha.

- No estoy tan sola- respondí a su pregunta- Mi mejor amiga está conmigo.

- ¿Y ella en dónde está?- preguntó el chico.

- Pues...- busqué a Cami con la mirada y sólo pude encontrar a ella con Marcel bailando. ¡Demonios! No podría librarme de ésta, no era que no me gustara, era un chico muy lindo de cabello negro y ojos cafés, se notaba que hacía ejercicio pues su físico era muy llamativo, pero su arrogancia lo dominaba y ese tipo de hombres no eran de mi agrado.

- ¡Sam!- escuché a Cami llamarme ¡Gracias a Dios!.

- Con permiso- le dije al joven engreído y fui hasta Camille, junto a ella se encontraba Marcel pero eso no quitaba mi sonrisa.

- Marcel, ella es Samantha, mi mejor amiga- dijo señalándome- Sam, él es Marcel- inmediatamente extendí la mano y dibujé una sonrisa en mi rostro.

- Samantha Mitchell, un placer- Marcel estaba muy tenso debido a mi presencia, tomó mi mano y como todo un caballero me siguió el juego y besó mi mano, sonrió coqueto y dijo:

- Soy Marcel Gerard, el placer es mío.



Narra Klaus

- ¿Viste lo que yo?- preguntó Rebekah a mi lado, asentí en modo de respuesta, claro que lo había visto, Marcel se había incomodado por la presencia de la amiga de Camille. Él nunca se incomodaba, siempre se mostraba feliz y relajado, no incómodo y cohibido. A mi cabeza llegó la idea de que quizá él podría conocerla de otra parte sólo que no quieren armar una escena enfrente de su amiga la humana, lo que aún no lograba entender era ¿por qué se mostraba cohibido ante ella? ¿Ella sabía algo que nosotros no?

- Mi pregunta es ¿Por qué está actuando así?

- Yo creo que la conoce- dijo Rebekah afirmando mis sospechas.

- ¿Sentiste algo al estrechar su mano?- pregunté con la esperanza de que mi hermana halla detectado a una bruja poderosa.

- Eso creí- expresó con cara de confusión. Suspire frustrado.

-Quisiera saber cuales son los lazos que tiene Marcel con la chica- dije- Bailaré con Cami y tú intenta escuchar de qué hablan.

Caminé hasta donde se encontraban lo tres mosqueteros y saludé a Camille, la castaña se quedó observándome con detenimiento, evaluando mi ser y no pude evitar sentirme incómodo. Olvidé eso y me presenté ante ella.

- Buenas noches señorita- extendí mi mano para tomar la suya- Soy Klaus Mikaelson, a sus servicios- ella sonrió de lado y puso su mano sobre la mía.

- Samantha Mitchell, es un placer señor Mikaelson- dijo ella y besé su mano. No pude sentir nada.

- Oye Marcel, espero no te moleste que lleve a tu chica a bailar- ofrecí a Cami mientras tomaba su mano y la miraba a los ojos, era una chica hermosa.

- No, adelante Klaus- respondió Marcel algo forzado, que raro- Yo bailaré con la señorita, si no le molesta...- él extendió su mano hacia la castaña en modo de ofrenda.

- Por su puesto- dijo con una sonrisa coqueta en la mano, esta chica tenía un aire muy misterioso, aún no sabía el porqué Marcel se ponía nervioso en su presencia pero lo averiguaría y luego si ella acepta, será parte de mi equipo.



Narra Samantha

Klaus, ese hombre era el de mi visión, no estoy loca, lo sé sólo que ¿dónde está el otro? Si mi visión era cierta habría otro hermano Mikaelson.

Mikaelson.

Ese apellido, quizá sea correspondiente de la "M" en el escudo de la gran mansión, y si es así ésta era su casa, simple lógica, siempre se pone la inicial del apellido familiar no del nombre.

Ja! Marcel no era el dueño sino Klaus, Rebekah y su hermano sexy el cuál aún no se su nombre. Una suave tonada se escuchaba en todo el salón y con ella Marcel y yo bailábamos al son de ella, sí, Marcel y yo nos encontrábamos bailando debido al original que había pedido bailar con mi amiga, joder. Marcel se encontraba muy tenso, yo por otro lado me divertía por su incomodidad ante mi, era muy divertido hacerlo sufrir.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó serio y un poco enojado- He seguido tus instrucciones al pie de la letra y...

- Calma Marcel- dije interrumpiéndolo antes de que dijera algo fuera de lo normal- He venido aquí a disfrutar de una fiesta con mi mejor amiga, sólo eso- no quería llamar la atención y menos frente a los originales. Marcel soltó un suspiro tenso y evitaba mirarme a los ojos, yo sólo sonreía con malicia.

- ¿Desde cuándo...?

- Exactamente hace un año somos amigas- esto era divertido- ¡Sorpresa!- dije y luego reí un poco.

- No creo que estés aquí para...

- ¿Divertirme? Oh vamos Marcel, merezco un receso, el darte instrucciones y vigilar tu progreso me tiene agotada.

- Te gusta manipularme.

- Sí, pero es por una buena causa- aún bailábamos- De no ser por mi, tu..- intentaba buscar la palabra adecuada- Negocio estaría en ruinas, admite que te faltaba un poco de cintura para manejar bien esto, parecías un puberto en acción. Corrección, aún lo pareces, sólo que ya estás algo domesticado- la ira de Marcel iba creciendo acorde a mis palabras iban saliendo de mi boca, él apretó mi mano pero yo le aturdí un poco causa do que cerrara los ojos de golpe, inmediatamente me acerqué a su oído y susurré:- Que no se te olvide con quién estás tratando Marcel, y que si me provocas podré destruirte de la peor manera- dije para luego alejarme de él hacia la barra.

Amaba ser mala, amaba mi trabajo, amaba ser yo en éste momento. Tenía el poder para gobernar Nueva Orleans solo que no me apetecía hacer guerra contra todos sus habitantes. Justo en ese momento la pieza acabó y dio paso a un vals, Marcel aún estaba algo aturdido pero una vez recuperó el control fue tras Cami, Klaus había ido a bailar con la que era su hermana Rebekah y yo volví a tomar martinis y hablar con chicos. Ésta sería una noche muy larga.



Narra Klaus

- ¿Escuchaste lo que hablaban?- pregunté a Rebekah mientras bailabamos. Ella asintió y yo solo pude sonreír satisfecho- ¿Y bien?

- Hablaban de negocios, o lo que parecían ser negocios.

- Explícate.

- Al parecer nuestro querido Marcel es manipulado por Samantha, se supone que mantiene el orden en Nueva Orleans.

- Imagino que hemos ganado otra enemiga- dije enojado, tenía algo en contra, aún no sabía si la castaña era una criatura sobrenatural o era una simple humana, esperaba que fuera la segunda para eliminarla más fácilmente.

- Al contrario Nik, ella desea matarlo- dijo sorprendiéndome- Al parecer le resulta divertido torturarlo, y la envidio por eso. Además de que realmente se notaba que lo estaba gozando.

- Vaya, vaya, vaya, tal parece que alguien está de nuestro lado voluntariamente- Sonreí cínicamente- Iré a conocerla.

Me separé de mi hermana y fui tras la castaña, esperaba que no se opusiera a el trato que estaba por proponerle o me obligaría a tomar medidas. Al llegar a su lado fingí toser para llamar su atención y evidentemente así sucedió, la chica volteó en mi dirección y al verme una sonrisa, que no negaré que es hermosa, se extendió en su rostro.

- Señor Mikaelson, que sorpresa, ¿desea algo?

- ¿Podría bailar con usted?- ella se sonrojó y asintió, ambos juntamos nuestras manos y la escolté hasta la pista de baile, allí comenzamos a movernos al son de la música- ¿Y... De donde conoce a Camille?

- Oh por favor señor Mikaelson, tráteme de tú y no de usted, suele incomodarme- dijo ella.

- Lo mismo para usted, si no le molesta, preferiría que me llamara por mi nombre- Samantha soltó una pequeña risa.

- Está bien.

- ¿Así que hace cuanto que conoce a Camille?

- Hace un año exactamente, ¿y usted?- preguntó amablemente la joven.

- Hace unos días- ambos reímos ante aquella broma, era muy agradable.- ¿Y desde hace cuánto tiempo ha vivido aquí a Nueva Orleans?

- Un año, sé que no es mucho pero, me siento como en casa. ¿Qué hay de usted?

- Pues yo pasé una gran cantidad de tiempo aquí pero, lamentablemente tuve que irme- dije con un poco de amargura.

- ¿Y eso por qué?

- Un problema familiar amor, nada importante.



Narra Samantha

Asentí con la cabeza y de repente un escalofrío recorrió mi cuerpo seguido de un mareo, joder ¿enserio? Justo cuando estoy bailando con un chico lindo ¿debo ir al submundo? Ugh aveces odiaba esto pero era necesario, debían tener una noticia, un mareo aún mas fuerte me invadió y tuve que sujetarme de Klaus, él preocupado me tomó de la cintura y eso me hizo sonrojar.

- ¿Estás bien amor?- oh rayos debo ir.

- Sí sólo fue un mareo, yo...- miré a Cami quien miraba a un Marcel marcharse, ahora no por favor- Necesito ir al tocador. Klaus, ¿Podrías cuidar a Cami?- en ese momento volteó a verla. Joder, le gusta- Yo volveré en un momento.

- ¿Estarás bien?- dijo mirándome a los ojos mientras de reojo miraba a mi amiga preocupado, parecía vigilando que nadie se lleve a ese ángel hacia otro lado.

- Si, volveré pronto- salí de la pista de baile algo decepcionada, Klaus me atraía pero si a él le gustaba Cam yo no podría hacer nada, una vez en el baño me aseguré que nadie estuviera allí y le pasé seguro a la puerta, no había velas así que debía entrar por otro lado.

Los mareos eran más fuertes y amenazaban con dejarme inconsciente, así que decidí hacerlo a la antigua: atravesaría el espejo. Con cuidado me subí al muro del lavamanos y miré mi reflejo en el espejo antes de atravesarlo. Había entrado nuevamente a aquel mundo paralelo con menos colores que el original, mis mareos habían desaparecido al igual que todo rastro de malestar, corrí hasta afuera de la mansión y me encontré con las figuras encapuchadas de siempre.

- Oigan, creo que deberían encontrar otra manera de avisarme que debo venir aquí, eso de los mareos no está funcionando- dije furiosa.

- Ya es hora.

- ¿De qué?

- La familia a la que vas a servir son los Mikaelson- en ese momento mi mundo se congeló.

Espera... ¿¡Qué!?...

Holaaaa

Lamento subir taaan tarde peeero es un capítulo muy largo y me llevó tres días escribirlo, tengo mucha tarea y eso influye muucho a la hora de subir.

Bueno eso era todo, buenas noches.

Las leo en otro capítulo 😘😘😘

Gracias por leer😍
-Male

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