El entorno es un factor muy importante que afecta en el estado anímico de las personas, y el entorno en el que Jungkook y Taehyung se encontraban, era bastante triste.
Todo comenzó con la demanda que Haneul había puesto, y la situación empeoró mucho más cuando dos trabajadores del servicio social llegaron a hacer una visita sorpresa para comprobar si Taehyung estaba siendo bien cuidado, al parecer Haneul estaba logrando de a poco lo que quería, convenciendo con sus falsos llantos y su abogado esposo de que Seokjin era un mal padre.
Obviamente esas personas no pudieron encontrar nada malo con los cuidados a Taehyung, pero para Seokjin y Namjoon, quedarse parados viendo como personas desconocidas registraban la casa buscando pruebas de una supuesta negligencia les había hecho bajar el ánimo a niveles impresionantes
Jungkook y Taehyung tenían solo cuatro años, aún eran unos bebes, y sin duda ninguno entendía ni la mitad de lo que pasaba a su alrededor, sin embargo tanto Namjoon como Seokjin lucían deprimidos y desganados hace algunos días, y eso les estaba afectando, haciéndolos cada vez menos juguetones y más callados.
Ambos padres notaron esto, y se sintieron culpables al momento, los dos bebes no tenían la culpa de la situación que estaban viviendo y ellos no deberían dejar que los afectara.
-¿Y si salimos juntos? –Namjoon apoyó el mentón en el hombro de su pareja, mientras que este cocinaba el almuerzo de ese día.
-¿Dónde quieres salir?- El día del juicio por la demanda que puso Haneul se acercaba, y eso los tenía a ambos muy nerviosos. Sabían que ellos deberían ganar por la cantidad de pruebas que tenían, sin embargo el esposo de Haneul era extremadamente poderoso, y todo el asunto de los trabajadores sociales... Era mejor no pensar en eso por ahora.
-¿Al zoológico? Jungkook fue una vez conmigo y Yoongi, pero no lo recorrimos completo.
-Tae nunca ha ido a uno –admitió Jin suspirando, y Namjoon abrazó aún más su cintura, besando su espalda.
-No me gusta verte así, salir con los niños nos hará bien a nosotros y a ellos, ¿Qué dices?
Seokjin sonrió levemente y luego de pensárselo un poco, asintió.
-Les diría a Yoongi y Jimin que viniesen, pero ya terminaron sus vacaciones –rió Namjoon, separándose para dejar un suave beso en sus labios e ir a comprar por internet las entradas para esa tarde en el zoológico.
En menos de dos horas, toda la familia Kim estaba preparaba en el auto de Namjoon para su paseo al zoológico, con mucho bloqueador solar para los dos pequeños y unas lindas sonrisas en los dos padres.
-¡Quiero ver leones! –exclamó el feliz Taehyung, mientras que Jungkook le decía que no se acercara mucho a la reja, porque el león se lo podía comer.
Ambos adultos disfrutaron solo de escuchar la conversación de sus hijos en los asientos traseros a lo largo de todo el viaje.
-¡Rápido hyung! –apuraba Taehyung en brazos de un divertido Namjoon a penas se bajaron del vehículo y pudieron ver a lo lejos la animada y colorida entrada de lo que suponía el zoológico de la cuidad.
Seokjin sonrió y no pudo evitar pensar en que de hecho, la personalidad de Taehyung y la de Namjoon se parecían en muchos aspectos, ¿Estaba mal pensar así? No quería cargar a Namjoon con el trabajo de ser el padre de Tae, pero aunque no lo dijese en voz alta, sabía que en el fondo esa era su sueño.
-Hyung –dijo Jungkook mientras sujetaba su mano, los otros dos ya se habían adelantado bastante y estaban entrando ya con sus entradas en mano.
-¿Si bebe? –Seokjin le dirigió una feliz sonrisa, y Jungkook bajó su mirada avergonzado.
-Y-Yo no quiero ir por ahí- señaló con su rechoncha manito el camino que ahora Namjoon y Taehyung recorrían. Seokjin hizo un puchero y levantó en sus brazos a Jungkook, llevándolo así hasta el puesto de los boletos y entrando al zoológico con él.
-¿Por qué no quieres Kookie?-preguntó luego de hacerle una disimulada seña a Namjoon para que se detuvieran y los esperaran.
-Me dan miedo los leones –susurró bajito el pequeño pelinegro avergonzado, Seokjin a penas y lo escuchó, pero cuando lo hizo sonrió con cariño y besó su cabeza.
-Tranquilo lindo, no es vergonzoso temerle a los animales grandes y fuertes como ellos, no tienes que ponerte triste.
Jungkook asintió un poco y abrazó su cuello para esconderse en él.
-Nam, Kookie y yo iremos a la sección de los reptiles –anunció besando su mejillas- ¿acompañarías a Tae a ver a los leones?
-Claro –Namjoon sonrió y tomó en sus brazos a Tae- Nos reuniremos allá en media hora, ¿está bien?
Seokjin asintió y se llevó al aún avergonzado Jungkook hacia el otro lado del zoológico.
De a poco el pequeño se fue animando de nuevo, mirando a las serpientes y a los lagartos con los ojos brillantes de emoción. Seokjin solo sonreía y lo acompañaba a donde este corriese.
Luego de más o menos veinte minutos, ya habían recorrido todas las vitrinas de exhibición que mantenía a las serpientes dentro, Encontraron una pequeña banca en medio del lugar y Seokjin sentó a Jungkook en sus piernas para esperar a Nam y Tae.
-¿Te estás divirtiendo pequeño? –Le preguntó Jin limpiando sus mejillas porque estaban algo manchadas de tierra, Jin nunca veía cuando pasaba, pero de la nada alguno de los dos pequeños siempre aparecía sucio.
-¡Mucho hyung! ¡Quiero venir aquí todos los días!-Seokjin rió y lo abrazó, besando su cabeza.
-Si viniésemos todos los días dejaría de ser divertido
Jungkook frunció el ceño, como pensando en que tan verdad era todo aquello, Jin sonrió y aprovecho que un hombre pasaba junto a ellos vendiendo dulces para comprarle una pequeña paleta a Jungkook en lo que esperaban.
Abrió el envoltorio del dulce y ya listo se lo entregó a Jungkook, quién lo miró con ojitos brillantes.
-¡Gracias papi!
Jungkook continuó comiendo como si nada, pero Seokjin estaba ahora con los ojos muy abiertos y el labio inferior temblando levemente.
-¿C-Como me llamaste?
Jungkook pareció creer que eso era una reprimenda, porque en seguida puso cara de cachorro regañado y sus ojitos comenzaron a humedecerse.
-P-Papi... Tu eres mi papá, ¿Verdad?
Jin no sabía que demonios contestar, no se había preparado psicológicamente para eso, no tan pronto.
-¿Porqué dices eso Kookie? –su voz sono amorosa y lo menos dura posible, y al parecer funcionó, porque Jungkook se relajó considerablemente y lo miró sonriendo de nuevo.
-Un papá es el que te cuida y te arropa en la noche, y ve nemo contigo, ¡Y te cocina! –Explico Jungkook sonriendo con sus dos grandes dientes delanteros asomándose en su pequeña carita- Eso dijo la maestra.
-P-Pero entonces tio Yoongi también podría ser tu papá –dijo Seokjin, sin siquiera saber porque estaba haciendo a Jungkook pensar tanto, sin embargo el pequeño Jungkook negó muchas veces con la cabeza.
-No, solo tú y papi son mis papás, nadie más –Jin sintió como una lagrima escapaba de uno de sus ojos, había sido demasiado el golpe emocional escuchar eso de tan inocentes labios.
-¿Estás llorando? ¡No llores! ¡Si no quieres que te diga papi nunca más lo haré! –Jungkook lo miró puchereando y levantando sus sucias manitos para intentar limpiar las lágrimas de Seokjin, pero este rió y besó su frente.
-Puedes decirme como tú quieras bebe, siempre estaré a tu lado.
Seokjin abrazó con fuerza a Jungkook, escondiendo su cabeza en su hombro, y al abrir los ojos se encontró con Namjoon de la mano de Tae, quién comía un helado.
El moreno miraba la escena demasiado enternecido, pero no lloraría en un lugar público, tenía una imagen que mantener.
-¿Hace cuanto estás así?-preguntó Jin secándose las lágrimas nervioso.
-Lo suficiente mi amor –Namjoon tomó a Jungkook en brazos y Jin se mordió el labio inferior.
-L-Lo siento si te molesta esto...
-¿Estás loco? –Namjoon rió y dejo a Jungkook con Tae, mientras que él tomaba la cintura de Jin y plantaba en sus labios un cálido y emocionado beso- Acaba de hacerse realidad uno de mis sueños.
Seokjin sonrió y besó suavemente su mejilla, tomando a su hijo de la mano, quién intentaba captar su atención para poder hablarle sobre lo geniales que eran los leones.
-Todo mejorará desde ahora- aseguró Namjoon entrelazando sus dedos, mientras que su otra mano sostenía la que Kookie.
Y de hecho, era verdad.
...
Yoongi trabajaba en una pequeña cafetería junto a una universidad, era un trabajo simple y no tenía la mejor paga, pero le gustaba el ambiente y los compañeros de trabajo que tenía.
En ese trabajo, tan solo unos días de haber empezado había conocido a Jimin. El muy acosador se había obsesionado con él y todos los días se sentaba en un puesto en un rincón del lugar esperando a que lo atendiese, no podía quejarse de todas formas, siempre le pareció muy guapo así que no se negaba a ir a atenderlo, es por eso que habían terminado juntos.
Sus vacaciones habían finalizado, así que estaba ya de vuelta al trabajo hace algunos días, y justo en ese momento, ya pasadas las siete de la tarde se encontraba moviéndose de aquí a allá con su uniforme de la cafetería, tomando las ordenes de los clientes y anotándolas en su pequeña libreta.
Jimin estaba en clases, y a pesar de que jamás lo admitiría, lo extrañaba.
Sin querer imágenes del pelinegro comenzaron a reproducirse en su cabeza, suspiró como enamorada sin darse cuenta, ganándose burlas de sus pesados compañeros, rodó los ojos con fingida indiferencia y se dirigió a atender a la mujer que acababa de entrar y sentarse junto a un hombre en el rincón que la mayoría de las veces pertenecía a Jimin, la pareja comenzó a besarse, pero él solo lo ignoró, acostumbrado a esas muestras de cariño que a veces las parejas tenían en la cafetería.
Yoongi fue despreocupadamente a tomar su orden, pero al reconocer quién se encontraba frente a él, se quedó completamente mudo y aún más pálido de lo que naturalmente era.
Haneul.
Su libreta por poco y cae de sus manos en un acto de torpeza provocada por el asombro, porque el hombre al que la mujer besaba, no era su esposo.
Bajó la mirada rogando porque no lo hubiese visto y lo más silencioso posible corrió a pedirle por favor a uno de sus compañeros que tomara él la orden en su lugar. No podía arriesgarse a que lo reconociera también.
Su compañero accedió extrañado ante aquella petición, y Haneul y su amante se mostraron alegres al decirle su pedido al camarero.
Yoongi no podía creerlo, sabía que era importante lo que estaba presenciando, así que sacó su celular y sacó varias fotos tratando de actuar lo menos sospechoso posible, sin embargo en ninguna de las capturas que sacó los amantes se encontraban besándose o en alguna actitud sospechosa.
Pasaron poco tiempo dentro del café, y cuándo se levantaron Yoongi entendió que si quería ayudar a Seokjin debía hacer más que eso.
Le dijo a su jefe, que necesitaba salir a tomar aire pues se encontraba mareado, y apenas este le dijo que si salió corriendo en busca de la pareja que acababa de abandonar el lugar, con todo y uniforme.
Terminó siguiéndolos por dos calles completas, escondiéndose detrás de los postes y las orillas de las murallas, sintiéndose como un espía de esas aburridas películas de acción que le gustaban a Namjoon.
Ya comenzaba a aburrirse, pues las dos personas no habían más que caminar sin ni siquiera tomarse de las manos, hasta que finalmente el hombre detuvo su marcha y atrajo a Haneul de la cintura para besarla con emoción en medio de la calle.
Yoongi hizo una mueca de asco, sin embargo esta pronto se transformó en una orgullosa sonrisita de suficiencia.
Elevó su celular, abrió la aplicación de la cámara, y presionó grabar.
[ ♡ ]
Queda poco para este fic señores, pero esto no termina aquí, claro que no, ya tengo listos dos especiales, (Uno es Vkook / KookV / Taekook / Narigalien) Pero quería saber si querían otro especial, como del Yoonmin, o las aventuras del Hyung amarillo.
¿Con quién shipperian a Hobi? Por ahí vi que con Yugyeom de Got7, ¿Les gusta la idea? No me agrada dejar a Hobi solito y no quiero meter más mujeres (Haneul me traumatizo por perra)
En otras noticias, aquí les va el spam:
One shot KookV – "You make me begin"
Two shot Yoonmin – "Knock Knock"
Ambas están ya en mi perfil, por si quieren pasarse a leerlas ♡
De nuevo GRACIAS por leer esta azucarada cosa que tanto me gusta escribir, recuerden que si quieren especiales para hacerles luego del final pueden pedirlos, ¡Las amooooo!
-Soogar ♡