Las pequeñas vacaciones que Namjoon había logrado obtener habían finalizado, pero él ya estaba completamente feliz.
Volvieron a la cuidad con las energías renovadas, las esperanzas a flor de piel y las sonrisas más grandes que se les hubiesen visto.
Seokjin se sentía algo nervioso, todo el asunto de tener novio era algo ya olvidado para él, el tiempo que les restó de las vacaciones solo compartieron algunos besos tímidos y fugaces, ya que la mayoría del tiempo lo pasó cuidando a sus hijos –y a Jimin y a Yoongi- de no sufrir ningún daño. Por suerte, Taehyung había estado muy bien de salud y no había habido ninguna complicación con respecto a eso, se habían encargado también de explicarles a ambos pequeños correctamente que significaba ser novios, y obviamente, que Namjoon no tenía dos novios.
Namjoon los dejó en su casa un viernes por la tarde, y el fin de semana se preocupó de poner todo en orden, obligar a Jimin a estudiar –aunque a él le quedaba aún tiempo de vacaciones al igual que a los niños- y tratar algunas quemaduras provocadas por el sol en la piel de su hijo y mayormente de su hermano, a quién se le daban las costumbres exhibicionistas y se paseó el 99% del tiempo de playa sin camiseta.
Ese Lunes, fue a trabajar con Taehyung como normalmente hacía, pudo dejarlo con Jimin, pero el mismo infante le había pedido ir con él, y lo comprendía, jugar con Jungkook que era de su edad, debía ser mucho más divertido que quedarse con Jimin que probablemente solo quería dormir.
Cuando llegó, la casa estaba en caos, entró con la llave que poseía y se dio cuenta en seguida, por el Jungkook en pijama que fue a recibirlo y las toallas tiradas en el piso que Namjoon se había quedado dormido y ahora corría por la casa buscando sus cosas, Jin sonrió y dejó a Tae en el piso para que fuese con Jungkook.
-Solo dos semanas despertando tarde y se te pegan los malos hábitos, doctor Kim –lo molestó desde la sala de la casa, dejando sus cosas en el sillón de siempre.
-¿Seokjin? ¿Eres tú? – Namjoon apareció en la puerta de la sala con aire apresurado, y a Jin se le secó la boca.
El moreno estaba claramente acabado de salir de la ducha, tenía la camisa mal puesta y la corbata sin nudo, el cabello tan mojado que goteaba por su cuello, y Jin no pudo evitar bajar la mirada a su abdomen que se dejaba entrever entre la desordenada ropa, se mordió el labio inferior lo más disimulado que pudo, sin embargo sabía que debía estar con una cara de depravado importante en ese momento.
-¡Olvidé poner el despertador! –Gruñó a modo de excusa el moreno, mirando a Seokjin hecho un lío, Jin sonrió, porque a pesar de que su atractivo sexual estaba en su límite en ese momento (o al menos eso pensaba él) se veía extremadamente adorable haciendo esos mohines de disgusto.
-Ven, te ayudo – se ofreció Jin sonriendo y Namjoon sin rechistar caminó hasta posicionarse en frente de él, dejando que las tiernas manos de Seokjin desabotonaran su camisa para hacerlo bien, Jin trató de tocar lo menos de piel que le fue posible, porque sentía que sus mejillas comenzaban a colorearse y no sería agradable o cómodo, Namjoon no estaba atento a los movimientos de sus manos de todas formas, estaba muy ocupado mirando el rostro de Seokjin y su adorable mueca de concentración.
Cuando terminó de abotonar correctamente la camisa, Seokjin pasó sus manos por su cuello para anudar la corbata, pero el momento era perfecto para Namjoon, quién aferró las manos en la cintura de Jin y lo atrajo para besarlo, lentamente, sin prisas, olvidando por completo que iba tarde al trabajo, y Seokjin solo se dejó hacer, acariciando con sus dedos el cuello moreno de su novio.
Ambos estaban experimentando de a poco de nuevo las emociones de ser pareja, sensaciones que habían olvidado al estar tanto tiempo sin una, Jin se separó de a poco para terminar de acomodar su corbata y el dobladillo del cuello de la camisa, sonriendo un poco y mirándolo de reojo.
-Listo, guapo y ordenado como siempre
-Te estás describiendo a ti mismo Jin
-¡Claro que no!
-Los dos sabemos que el guapo aquí eres tú
Namjoon sonrió, y Jin maldijo los hoyuelos una vez más, porque estaban pidiendo ser besados y apretados, y no podía hacerlo o Namjoon llegaría tarde.
-Iré a preparar desayuno para los niños- susurró Jin más para sí mismo para no perder el control y se dirigió a la cocina para preparar leche, dejó el agua en el hervidor y preparó rápidamente un sandwitch porque sabía que Namjoon no había desayunado, y tal vez no pensaba hacerlo, sintió el ruido de las llaves en la puerta y se apresuró a envolver todo con una servilleta, corrió a la puerta y vio a Namjoon agachado despidiéndose de su hijo y de Taehyung, sonrió ante la escena y esperó a que se levantara para darle su desayuno.
-Sé que no has comido, pero puedes hacerlo en el camino –le sonrió y Namjoon sintió que sus emociones explotaban, sin poder evitarlo atrajo su rostro posando una mano en su mejilla y lo besó suavemente, separándose con una sonrisa.
-Gracias, volveré lo más pronto que pueda, ¿sí?
Jin sonrió y asintió, despidiéndose luego para ver como Namjoon dejaba la casa.
Sin duda, su vida de a poco estaba cambiando, y le encantaba el rumbo que estaba tomando.
...
Los días pasaron sin ningún problema, para Jin era fácil y ameno cuidar a los pequeños, a pesar de tener mucha energía, ambos niños eran muy obedientes, se quedaban tranquilos cuando debían hacerlo, obedecían cuando Jin les decía que no jugaran en lugares peligrosos y le pedían permiso para hacer lo que sea que no tuviesen permiso explícito para hacer.
Por eso le sorprendió cuando Yoongi y Jimin aparecieron en la casa a eso de las 9 de la noche un día jueves, diciendo que querían llevar a los dos pequeños a una obra para niños que se realizaría más tarde.
-Oh, no creo que le moleste, pero debería llamar a Namjoon –dijo Jin tomando su celular, pero Jimin negó con la cabeza.
-¿Por qué no lo esperas y se lo dices tú mismo?
Entonces Seokjin entendió las intenciones de su hermano, se sonrojó rápidamente y desvió la mirada.
-¿Quieres dejarme solo con él, verdad?
Jimin, contrario a lo que Jin había pensado, no comenzó a molestarlo, sino que le sonrió y le tomó la mano.
-Jin, haces todo lo que puedes por Tae, has estado los últimos siete años cuidando de otras personas antes que a ti, primero a mí y ahora a Tae, te está pasando algo bueno en la vida hermanito, aprovéchalo, nosotros cuidamos a los niños, estamos aún de vacaciones, ¡Tu sal con tu hombre! Vean una película, no lo sé, tienen toda la noche para ustedes, la obra terminará muy tarde.
Seokjin estaba bastante sorprendido, pero sonrió y besó la frente de su hermano con una enorme sonrisa.
-Gracias, pero cuida mucho a los niños, ¿Sí?
-¡Oye no es necesario que lo digas! ¡Soy el mejor tío del mundo!
- ¿Sí? Creo que el tío piña te está robando ese puesto –sonrió Jin señalando detrás de él, en donde los niños estiraban sus bracitos y peleaban para ver a quién levantaba Yoongi primero, Jimin exageró una mueca de indignación y corrió a ofrecer dulces y juguetes a los pequeños para recuperar su atención.
Minutos más tarde los cuatro estaban dejando la casa, por lo que Seokjin se quedó solo.
Aún quedaba tiempo antes de que Namjoon llegara, así que se propuso hacer de esa una noche especial, se puso el delantal de cocina –que ahora nunca olvidaba llevar con él- y se preparó para cocinar la mejor cena que le fuese posible con las cosas de las que estaba abastecida la cocina de Namjoon, que no eran pocas, por cierto.
Se entretuvo tarareando y moviéndose ágilmente entre las ollas, las sartenes y demás cosas, realmente le gustaba mucho cocinar, así que el tiempo se le pasó volando, justo cuando estaba sirviendo el segundo plato de comida escuchó como la puerta de la casa estaba siendo abierta, sonrió y corrió al baño a ver si su cabello estaba bien, lo acomodó con sus dedos y se quitó el delantal de cocina, se mordió el labio inferior emocionado y volvió a la sala, para encontrarse con Namjoon mirando con ojos brillantes la cena servida en la mesa principal, Jin estaba nervioso, así que jugó un poco con sus dedos esperando una reacción.
-¿Y los niños? –preguntó Namjoon despojándose de su chaqueta y dejándola sobre un sillón.
-Yoongi y Jimin los llevaron a una obra... -susurró Jin- perdón por no avisarte.
-No, está bien, es culpa de Yoongi de todas formas- se encogió de hombros Namjoon, no pudiendo ocultar su emoción, miró la mesa y luego a Jin- ¿Entonces esto es para mí?
Seokjin asintió, acercándose y juntando valentía para apoyar las manos en el pecho de Namjoon y dejar un beso en la suave y tibia piel de su mejilla.
-Creo... -habló Namjoon rodeando a Seokjin con sus brazos- Creo que no puedes ser más perfecto.
Jin sonrió y se separó, tomándole la mano y llevándolo con él a la mesa.
-¿Cómo estuvo el trabajo?-preguntó cuándo ya estaban sentados y comenzaban a comer, Namjoon comenzó a hablar de su jornada de trabajo, contándole todo mientras que su novio comía y escuchaba totalmente interesado. Ninguno de los dos recordaba haberse sentido tan cómodo con alguien como ahora lo estaban, y al terminar de comer, Seokjin condujo a Namjoon al sillón.
-Podríamos ver una película –propuso sintiéndose avergonzado, porque no se le había ocurrido nada mejor de lo que su hermano había propuesto, pero a Namjoon pareció encantarle la idea, porque accedió y prendió la televisión, mientras que Seokjin se acomodaba en su pecho y tímidamente rodeaba su pecho con los brazos.
Ambos estaban en las nubes, y es por eso que cuándo Namjoon ladeó la cara para besar a Seokjin, este ya lo estaba esperando.
El beso partió como todos los que ya se habían dado, lento y pausado, acariciando su cabello y amoldando sus figuras, sin embargo con el paso del tiempo, y considerando que esta vez nadie los interrumpía, comenzaron a elevarlo de nivel, Namjoon sentía sus manos ansiosas por tocar, así que sin más pasó las manos debajo de la camiseta de Jin, esperando que no le molestara. Jin sintió su cuerpo estremecerse ante el nuevo contacto, y arqueo la espalda, bajando sus manos para acariciar su cuello y su pecho aún en medio del beso.
Se separaron solo un segundo, y al mirarse a los ojos, nublados y jadeantes les quedó claro a ambos que no deseaban detenerse, para ambos esta era la primera vez en años que llegaban tan lejos con alguien, por lo que estaban inseguros, pero eso no disminuía las ganas.
Seokjin tomó valentía, posicionándose sobre su regazo para besarlo de nuevo, puso sus rodillas a cada lado de la cadera de Namjoon, apoyándose en el sillón y dejando que este acariciase su cadera y su espalda sin problemas.
La televisión continuaba reproduciendo la película que Namjoon escogió al azar, pero ya ninguno estaba prestándole atención, el beso antes tierno y calmado ahora se había transformado en una lucha de lenguas un poco violenta, ambos solo dejándose llevar y sintiendo el momento. Namjoon recorrió toda la piel que pudo con sus manos, y cuando sintió que no era suficiente, tiró de la tela esperando que Seokjin entendiese su mensaje, y por suerte lo hizo.
Jin se separó un momento para dejar que lo despojara de la prenda superior y ahogó un gemido fuerte al sentir la lengua de Namjoon recorriendo la sensible piel de su cuello. Se retorció bajo su toque, disfrutando del movimiento de caderas que estaba realizando sobre su miembro que ya despertaba, tan perdido en las sensaciones estaba que ni siquiera se dio cuenta de que Namjoon lo estaba levantando hasta ya estar en el aire.
Las fuertes manos del moreno se ceñían a sus muslos, y besó su cuello en el camino que lo llevaba a su habitación, en donde la cama perfectamente ordenada y hecha fue la receptora del tembloroso y ansioso cuerpo de Seokjin, que se lanzó a besar los labios de Namjoon tan pronto tuvo la oportunidad. Namjoon no quería que la primera vez que se unieran de esa forma fuese en el sillón de la sala, quería hacer todo bien.
Jin entreabrió los ojos para ver a Namjoon, besó su mejilla y lo hizo separarse un momento para quitarle la camisa y desanudar completamente la corbata que llevaba, lo despojó de toda prenda superior, y no le bastó, así que bajo sus nerviosas manos a su pantalón para desabrochar el botón y luego bajar la cremallera, todo mirando atento cada nuevo trozo de piel morena que quedaba al descubierto.
Namjoon se había quedado quieto un momento, dejándose hacer, pero sin duda eso no era lo suyo. Ya ansioso por continuar tocando, atacó con sus labios los pezones de Seokjin, quién gimió en seguida ante el cambio de temperatura, el moreno jugo con ellos con su lengua mientras se deshacía de la prenda inferior de su pareja.
Bajó con un solo movimiento los pantalones y la ropa interior, e igual de rápido, tomo su miembro con su mano y apretó un poco, ganándose un gemido largo y pausado de parte del rubio, mientras que el cuerpo bajo el temblaba y se sacudía con expectación.
-N-Nam... -susurró Jin con la voz temblorosa, y cuando Namjoon levantó la mirada para posarla en él fue recibido por los labios hambrientos de Jin, que tomaron su boca una vez más mientras que movía su cadera hacia adelante, indicándole que necesitaba que siguiera, y Namjoon por supuesto que obedeció.
Se separó para quitarse por completo toda la ropa que le quedaba, y Seokjin jadeando y tembloroso por la excitación hizo lo mismo, y al estar desnudos no pudo evitar recorrer con su vista el cuerpo de su amante, Namjoon era delgado, su piel era de un hermoso color moreno y su abdomen estaba levemente marcado, dejando entrever un poco de musculatura, para Jin, Namjoon era perfecto.
Volvieron a unirse en un acalorado beso, y esta vez Namjoon fue más lejos, bajo sus dedos y tanteó con las yemas la entrada de Seokjin, quién se arqueó y gimió al contacto. El rubio abrió sus piernas, intentando facilitarle así algo de trabajo al moreno.
Al sentir el primer dedo dentro de él, Seokjin se removió y se tensó, jadeando un poco de dolor, sin embargo con el paso del tiempo el dolor fue disminuyendo, y lo mismo paso con el segundo y tercer dedo.
Namjoon sentía su erección palpitar algo dolorosamente entre sus cuerpos, la presión que el cuerpo de Jin le proporcionaba a sus dedos lo estaban haciendo temblar de anticipación.
-E-Esta bien, estoy listo –murmuró Seokjin aferrando sus brazos a la espalda del menor, y Namjoon besó sus mejillas y la punta de su nariz con dulzura.
-¿Estás seguro? No quiero hacerte daño
- Estoy bien-contestó el rubio con un calor más que agradable subiendo por su pecho, Namjoon abrió más sus piernas y se posicionó entre ellas, comenzando a entrar con cuidado.
Al estar completamente unidos, Seokjin gimió cerca de su oreja y cerró los ojos con fuerza. No era su primera vez, pero se sentía como si lo fuera.
-Intenta relajarte –murmuró Namjoon besando sus mejillas, y a Jin se le hizo un acto tan tierno, que solo sonrió e intentó hacerle caso.
Poco tiempo después Namjoon comenzó a moverse, sujetando la cadera de su novio al tiempo en el que acariciaba su abdomen y sus pezones, Seokjin llevó una mano a su miembro para intentar aliviarlo, pero Namjoon no lo permitió, reemplazando la mano del rubio por la suya.
Cuando sintió que el duro miembro de Namjoon tocaba el punto dentro de él que lo hacía derretirse, Seokjin elevó las caderas y gimió fuerte, por lo que Namjoon se posicionó mejor y comenzó a moverse mucho más rápido, mucho más fuerte, mientras que Jin jadeaba y suspiraba con los ojos cerrados, los entreabría de vez en cuando, porque ver los ojos de Namjoon mientras lo hacía sentir tan suyo, era de las mejores cosas que había sentido en la vida.
Namjoon observó a su amante con los ojos nublados de placer, pero eso no le impidió enternecerse por completo al verlo tan entregado a él, solo a él. Se inclinó y selló sus labios, mientras que sus caderas alcanzaban un ritmo aún más rápido y agotador que el anterior.
Los gemidos, jadeos y sonido de pieles chocando era todo lo que se oía en la casa, y ambos hombres ya perdidos en el otro, llegaron a su clímax abrazados y con los dedos entrelazados.
Namjoon estaba cansado, así que se dejó caer sobre el pecho de Jin, con mucho cuidado de no aplastarlo, mientras que este sonreía levemente y acariciaba su cabello con paciencia y cariño.
Tardaron lo que parecieron horas en recuperarse por completo, se levantaron y comenzaron a vestirse, para luego volver a la sala y acurrucarse mucho más juntos y abrazados que antes en el sillón, y en esa posición los encontraron dormidos Yoongi y Jimin cuando llegaron más tarde, con Jungkook y Taehyung exhaustos.
Jimin sonrió y dejó a Taehyung en la habitación de Jungkook junto a él, no quiso despertar a su hermano, pero Yoongi lo ayudó a buscar alguna manta y la puso sobre la pareja que dormía felizmente abrazada. Entrelazó sus dedos con los de Yoongi, y juntos abandonaron esa casa con sonrisas en sus rostros.