— ¿Así que tu papá insiste en conocerme y tu le quieres negar ese privilegio? Que mal. — Se quejaba Seungcheol mientras se recostaba al lado de su novio en el césped de su patio.
— Ya te dije que no hasta que se lo diga también a mi madrastra, quien no estoy segura sobre como lo tomará.
Jihoon apoyo su cabeza en el pecho de Seungcheol, sintiendo la calidez que este le transmitía.
Ya llevaban tres meses juntos.
Todo iba más que bien entre ellos.
Soonyoung ya no era un problema, ya que se había acercado bastante a el chico nuevo, Minghao, provocando que los celos de Seungcheol disminuyeran considerablemente.
Aunque obviamente que él chico de ojos pequeños continuaba siendo amigo de Jihoon y eso hacia que los celos no se apartaran por completo.
Pero no era nada de que preocuparse.
— Por favor Jihoon, al menos dejame ir pero presentándome como amigo.
— ¡De acuerdo! Cielos, tú y tu desesperación por conocer a mi familia. — Murmuró.
— Llevamos tres meses, tu ya conoces a la mía y me parece justo si yo conozco a la tuya.
— Tienes razón, como sea, puedes venir cuando quieras.
Días después de eso, Seungcheol se apareció en su casa tomándose al pie de la letra lo que su novio le habia dicho.
Jihoon le abrió la puerta de su hogar completamente sorprendido.
— ¿Y tú que demonios haces aquí? — Preguntó dejando ver en claro su enojo.
— Me dijiste que podía venir cuando quisiera. — Respondió sencillamente.
— Pero... ¡Estas loco! Y no me digas que estas loco por mi, a menos que quieras un golpe.
— De acuerdo, ¿Puedo pasar? — Preguntó.
Jihoon estaba teniendo un colapso mental.
¿Debería o no debería dejarlo entrar?
— No. — Contestó cerrando la puerta.
— ¡Hey! — Exclamó poniendo el pie para impedir que la cerrara por completo.
— ¡Cielos! Esta bien, pero no hagas nada raro ni que llame la atención. — Le pidió mientras lo dejaba ingresar a su hogar.
Seungcheol paso.
Inmediatamente vio salir de la cocina, a su padre.
— Demonios... — Murmuró Jihoon.
— ¿Hola? — Interrogó confundido el hombre.
— Papá...
— ¿Quien es él?
— Un amigo, pero ya nos íbamos arriba. — Dijo rápidamente.
— ¿Ahora soy tu amigo? Si querías terminar conmigo podrías habérmelo dicho. — Dijo Seungcheol dramáticamente.
— Oh, ¿El es tu novio? — Preguntó su padre con una sonrisa.
— Bueno...
— ¡Es un gusto conocerte! Le he insistido a Jihoon para verte muchas veces pero se negó, es muy terco a decir verdad. — Él hombre se acercó a Seungcheol para estrechar su mano.
— Si que lo es. — Respondió riendo.
— No hablen mal de mi mientras estoy presente, gracias. — Dijo el más bajo.
— Cariño, ¿Por que tardas tanto? Te mande a buscar harina nada más. — Se escuchó la voz de una mujer saliendo de la cocina.
La madrastra de Jihoon.
— Oh, lo siento, me distraje aquí. — Contestó riendo.
La mujer ser acercó a ellos.
— Hola. — Saludo.
— Hola señora. — Le devolvió el saludo Seungcheol.
— ¿Eres un amigo de Jihoon? — Preguntó con una sonrisa.
— Bueno...
— ¿Seungcheol? ¿Y tú que haces aquí? — Se oyó la voz de una quinta persona detrás de ellos.
— Jeonghannie, tengo que hablar contigo. — Dijo Jihoon trotando rápidamente hacia su hermano para decirle algo, en privado.
Se apartaron hacia un pasillo.
— ¿Que hace él aquí? Mamá aún no lo sabe, le podría agarrar un ataque. — Dijo.
— Lo sé, yo no lo invite, vino porque el quiso.
— ¿Piensas fingir que él es tu amigo o que?
— Si no me queda otra, sí.
Ambos suspiraron.
— Como sea, deberías ir allí antes de que a papá se le escape algo.
Jihoon asintió y se dirigieron hacia donde estaban sus padres y Seungcheol.
Para la sorpresa de los dos, parecían estar hablando muy bien y tranquilos.
— ¿A donde habían ido? Seungcheol nos estaba contando lo buen alumno que es en el instituto. — Comentó su madre maravillada.
— Tiene razón, deberías quedarte a cenar. — Le sugirió su padre.
— Agradezco la invitación, pero no aceptaré nada a menos que Jihoon este de acuerdo. — Dijo Seungcheol.
Todas las miradas inmediatamente se posaron en él.
— Como sea. — Respondió.
◇◇◇
— Y bien, ¿Desde cuando que son amigos ustedes dos? — Interrogó su madre mientras se encontraban con comiendo.
— Eh... Hace poco, digamos. — Contestó Seungcheol.
— Ya veo.
— Terminé, Seungcheol también, nos vamos a mi cuarto. — Anunció Jihoon levantándose de la mesa y tomando a su novio del brazo.
— P-Pero yo aún no... — Comenzó a balbucear.
Sin embargo al ver el rostro severo de Jihoon, solo asintió y se fueron de allí.
Como dijeron, fueron hacia la habitación del menor.
Mientras Seungcheol tomaba asiento en la cama de su novio, este último solo se mantuvo de pie, mirándolo.
— ¿Que? — Pregunto el mayor.
— Oh, nada.
Seungcheol entre cerro los ojos.
— ¿Estas muy molesto porque vine hoy?
— Si.
— ¡Pero...!
— Pero nada, pareces un niño. Tienes suerte de que mi padre no haya abierto la boca, porque si mi madrastra lo descubre, estoy perdido.
— Algún día tendrás que decírselo y de todas formas la tengo maravillada conmigo.
Jihoon rodó los ojos y se acerco para sentarse junto a él.
— Esta maravillada, por ahora.
En ese momento, Seungcheol solo se dedico a observar fijamente el rostro de Jihoon.
— ¿Que me ves? — Interrogo el más bajo desviando la mirada.
— Nada, sólo admiro tu belleza.
— Uh cierra la boca.
— ¡Te sonrojaste! — Exclamó el mayor con felicidad mientras le señalaba el rostro.
— ¡Basta!
Jihoon intento ponerse de pie pero Seungcheol lo tomó de la cintura y lo tiro suavemente a la cama.
— Sueltame Seungcheol, te lo advierto.
— Obligame.
Él mayor se inclinó y beso los labios de Jihoon.
Al principio él más bajo trato de alejarse pero terminó correspondiendo.
Y en ese momento, se abrió la puerta de la habitación.
— Chicos, se fueron tan rápido que no les pude preguntar si querían...
Ambos se separaron rápidamente.
Sin embargo, no sirvió de nada.
Ya que la madrastra de Jihoon, lo habia visto todo.