Ya el viaje se acabo y me encontraba devuelta a la realidad. Mi familia me recibió encantada y automáticamente comenzaron a preguntar que hice y como la pase, les conté todo aunque omitiendo algunas cosas. Ahora mismo iría a dormir, estaba cansada del largo viaje que nos toco y más porque era de noche y mi cuerpo debía descansar ya que mañana hay colegio.
-Le dije a Austin que te trajera temprano, ¿Qué paso? – Pregunto mi madre apenas entro a mi habitación.
-Nos quedamos dormidos – Conteste – Despertamos casi a las doce y automáticamente arreglamos la casa y nuestras cosas, eso hizo que tardáramos y nos viniéramos tarde.
-Al menos te trajo sana a casa – Se acerco a mí y deposito un beso – Descansa que lo necesitas.
Mi madre se fue y me tire a mi cama, quería darme un baño pero la flojera que tenía en estos momentos no dejara que me levante y vaya hasta el baño. Agradezco haberme puesto ropa deportiva al venirme porque no pensaba quitarme la ropa.
Mi celular comenzó a sonar y me queje al darme cuenta que tenía que levantarme para buscarlo, deje que sonara, no me importaba mucho de quién se trataba. El ruido paro y me acomode en mi cama dispuesta a dormir hasta mañana. Pero una vez más comenzó a sonar, me toco levantarme y contestar porque sabía que seguirían insistiendo.
-¿Aló? – Volví a tirar mi cuerpo a la cama y me acomode de lado.
-¿No pensabas contestarme, estúpida? – Rodee los ojos al saber de quién se trataba.
-No, tengo mucho sueño, déjame en paz.
-¡Rebbeca! – Exclamo – Es muy temprano para que duermas, ahora, cuéntame que paso en ese viaje.
-Mañana Mad, en serio quiero dormir.
-Está bien, está bien, pero apenas te vea me contaras todo lo que paso al pie de la letra, ¿Me entendiste?
-Lo haré, no te preocupes, adiós.
-Adiós señora de Mahone.
Ella colgó y deje el celular a un lado de mi cuerpo. No tarde mucho en quedarme dormida y eso está muy bien porque realmente quería dormir.
***
Hoy estaba completamente activa, había dormido muy bien y me sentía lista para contarle todo a Madison. Ella aún no llegaba y se me hacia raro porque normalmente ella siempre llega primero que yo.
Austin había ya llegado pero primero comenzó a saludar a todos y a charlar con ciertas personas que no son de mi agrado. Alex se acerco a mí y me saludo, muy amable él.
-Su parada tenía que ser aquí primero, ¿Verdad? – Me encogí de hombros.
-Sí pero tiene que hacer su papel de popular primero – Contesto – Así que tendré que esperar mi turno.
-¿Cómo la pasaron en sus minis vacaciones? – Sonreí.
-Increíble – Respondí – Fueron los mejores días que pude pasar con él.
-Suenas tan enamorada – Dice.
-Bueno, lo estoy Alex – Digo.
-Qué bueno que no te alejaste de él cuando te lo dije – Asentí – Has sido lo mejor que le has pasado a Austin.
Sonreí y toque el collar que me regalo.
-Te queda bonito – Mire a Alex.
-Y aunque me quedara feo no dejaría de ponérmelo.
Continúe charlando con Alex quién ya sabe todo lo que sucedió en ese viaje, creo que Austin no se pudo aguantar en contarle. Pero me emociono todo lo que le dijo, me dio a entender que se disfruto todo el tiempo que estuvo conmigo.
El timbre ya había sonado y Madison aún no llegaba, le deje varios mensajes pero ninguno me ha respondido, creo que se quedo dormida.
-Lamento no haberte hablado desde que llegue – Dice Austin entrelazando nuestras manos y caminando al aula que nos corresponde.
-Está bien – Digo – Alex me sirvió de compañía.
-¿Y Madison? – Pregunto.
-No lo sé, le deje unos mensajes, es probable que se haya quedado dormida.
Entramos al aula y ya el profesor estaba mandando a sacar los cuadernos. Me estresa, ya nos graduaremos, ¿Para qué seguir dándonos clases?
-Quién será... - Murmura el profesor al ser sonada la puerta.
Era Madison y Carl. Estaban cansados y traigan un papel en sus manos, seguramente eran pases para poder entrar a la clase. El profesor los reprendió ya que él odia que lleguen tarde a su clase pero igual los dejo entrar.
Ella me miro y pude darme cuenta que estaba ansiosa por la conversación que tendremos en unas horas, yo por mi parte me acomode en mi asiento y escribí lo que dictaban.
Las horas de esta clase estaban a punto de finalizar y me sentía estupenda con solo saber eso. Durante la clase lo que hicimos fue escribir y escribir, fue poco lo que descansamos en ese dictado que ni siquiera será revisada.
-Se pueden retirar – Al oír eso todos caminamos hacia la puerta con el mayor deseo de no volver a entrar.
Mi amiga halo mi brazo y me llevo hasta la cancha del colegio, allí nos sentamos en un lugar retirado a la puerta del colegio.
-Cuéntamelo todo – Dice.
-No – Negué – Primero, ¿Por qué llegaste tarde?
-Me quede dormida, no escuche la alarma – Dice – Y llegue con Carl porque me quede en su casa.
-Me imagine que te habías quedado dormida pero no que te quedaste en casa de Carl – Murmure.
-Bien, ahora cuéntame, ¿Qué tal fue el viaje?
Le conté todo lo que sucedió con detalles aunque no en algunas partes. Ella se encontraba emocionada con todo, se reía pero sé que se sentía feliz por mí.
-Esos días fueron fantásticos – Murmuro – No quería regresar en lo absoluto.
-¡Lo hiciste! – Exclamo. Le coloque mis manos en su boca.
-Cállate, idiota – Digo retirando mis manos.
-Perdón, la emoción – Rio – ¿Se dio ese momento y ya?
-Sí, ni siquiera lo pensé, simplemente se dio el momento – Digo – Al principio me sentí nerviosa, ni sabía que hacer pero Austin me tranquilizo y eso hizo que se volviera la mejor noche.
-¿Moriste de dolor al siguiente día? – Pregunto.
-Por supuesto – Murmuro – Mis piernas me dolían, todo el cuerpo pero rebobinar al día anterior cambiaba todo eso.
-Estas tan enamorada –Susurró.
-Lo sé y eso no me agrada en lo absoluto, sabes porque – Susurro.
-Sobre eso... - Murmuro - ¿Cuándo hablaras con Carl?
-Pronto, no sé cuándo pero será pronto – Ella asintió.
El poco rato que teníamos para hablar se esfumo rápido y ahora sí que no íbamos a poder tener una buena conversación, ya que tenemos que terminar de hacer nuestro proyecto que será presentado la próxima semana.
-¿Ustedes han estudiado? – Le pregunte a Carl y Madison.
-Lo menos que he hecho es leer lo que diré – Contesta Carl.
-Tú sabes que yo no, así que no debiste preguntarme – Dice mi amiga - ¿Tú?
-Sabes que no pero quizás hoy empiece a estudiar algo.
Las horas que nos daban para finalizar con este trabajo llegaron a su fin pero por suerte nosotros ya habíamos terminado, ahora en lo único que teníamos que enfocarnos era en estudiar y prepararnos para dar una buena exposición.
-Quisiera llevarte a casa pero me comprometí en cenar con la familia de Carl, ¿No hay problema en ello? – Comenta Madison.
-Sabes que no – Contesto –Ve a devorarte la comida que te darán.
-Eres increíble, te quiero – Dice abrazándome.
-Yo te quiero mas – Contesto.
A Austin no lo veía en ningún lado por lo que me tocara irme sola a casa, agradezco haber traído dinero porque que sería de mi después.
Sentí un abrazo fuerte en mi espalda, me asuste pero al escuchar su voz me tranquilice.
-Hoy no he podido estar contigo como se debe.
-Lo sé pero ya estás aquí – Murmuro.
-¿Quieres ir a comer algo primero? – Pregunto – Después te llevo a tu casa.
-Quiero pizza – Digo sonriente.
Estaba contenta de subir al auto de Austin, me llenaba de recuerdos y más cuando aún había arena. Tras el camino a la pizzería, encendimos la radio y cantábamos algunas canciones que sabíamos.
-El collar se te ve hermosa –Comento sonriendo.
-Y esa pulsera se te ve perfecta –Sonreí.
-¿Tu amiga que dijo cuando le contaste del viaje? –Fruncí el ceño.
-¿Qué dices? – Lo mire.
-Ustedes se cuentan todo además no me sorprendería saber que Madison moría de ganas de saber cómo nos fue.
-Creo que nos conoces bastante bien.
-Soy increíble, ¿Verdad? – Dice al estacionarse.
La pizzería está llena y eso para mí es estresante porque sé que tardara nuestro pedido pero me debe alegrar por un lado ya que tendré más tiempo con mi novio.
-Ya pedimos eso es lo importante – Dice – En un rato nos devoraremos la pizza.
-Espero que llegue rápido porque mi estómago pide a gritos comida – Él ríe y niega.
-No me sorprende eso – Dice – Tu estómago siempre está pidiendo comida a gritos – Reí.
-No hables mucho, tú eres otro que siempre está comiendo.
-Bueno... - Murmura – Ya estoy pensado en otra salida.
-¿Qué lugar tienes en mente? – Pregunta apoyando mi barbilla en mi mano.
-Estudios Universal – Abrí mi boca.
-¿Estas bromeando? – Él negó.
-No es broma – Dice – Pensé que sería bueno ir luego de nuestra graduación, podríamos pasar como una semana allí y luego nos iríamos a la playa, ¿Qué te parece hacer eso?
-Me parece genial – Contesto entusiasmada – En serio, esa idea es genial.
-Entonces, en un mes estaremos allá.
Continuamos conversando de las cosas a futuro, siempre hablamos de ese tema pero es algo de la cual no nos aburrimos. Mientras pasaban los minutos nuestra pizza ya estaba en la mesa lista para ser devorada por dos fanáticos de su sabor.
-Mi barriga va a explotar – Digo terminando de beber el refresco.
-Yo quede muy lleno y eso me satisface – Dice sonriente.
-Creo que ya es hora de que me lleves a casa – Comente viendo la hora de mi celular – Ya es un poco tarde.
-Si... De hecho ya está oscuro.
En el camino a mi casa hablamos a más no poder no queríamos dejar de hablar, de hecho no queríamos despedirnos aún pero tenía que llegar la hora de bajarme del auto y ese momento ya había llegado.
-No quiero bajarme – Comento viendo hacia la puerta de mi casa.
-Podemos escaparnos por unas horas – Reí y negué.
-Eso debiste pensarlo antes de estacionarte frente de mi casa – Digo – Ya ellos saben que estoy aquí y si das marcha al auto me llamaran sin parar.
-¿Cómo ellos saben que estas aquí cuando ni han visto el auto? – Dice.
-Acabo de ver sus sombras detrás de las cortinas – Él asiente comprendiendo.
-Entonces, tendrás que irte – Asentí – En unas horas haremos facetime, será divertido.
-De acuerdo, esperare tu llamado por facetime.
-Te quiero – Murmura besando mis labios.
-Te quiero más.